Espero que los estudiantes de los seminarios científicos en Nayaf, en Qom y en todos los lugares acepten de parte mía este consejo ante un tormento doloroso, y que se paren en las palabras de la familia de Muhammad, puesto que Dios se los ha ordenado. No abandonéis la sabiduría yamani como viento que dispersa la paja seca, para no arrepentiros cuando ya no haya tiempo para el arrepentimiento.
Oh, gente, {He de transmitiros mensajes de mi Señor y soy para vosotros un consejero confiable}.[1] Lo mínimo es que seáis ecuánimes con vosotros mismos como la reina de Saba, {Es de Salomón, y es en nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo}.[2]
Abu Jadiya narró de Abu Abdulá (a), que dijo: «Cuando se levante el Resurgente (a), vendrá con un asunto nuevo, como el Mensajero de Dios (s) llamó al comienzo del islam, a un asunto nuevo».[3]
Cuando cualquier persona que busca la verdad lea esta narración, debe prepararse para recibir un asunto nuevo diferente al que está acostumbrado. Es más, algunas narraciones describen el asunto del Resurgente como extraño, y a sus compañeros como extraños, «El islam empezó como algo extraño y volverá a ser extraño como empezó, así que bienaventurados los extraños».[4]
Pero lamentablemente, cada grupo quiere que el Imam (a) venga de acuerdo a lo que ellos desean y según el plan que ellos han decidido para su levantamiento (a). Incluso, el Imam (a) debería venir de la manera que han decidido sus seguidores, y así: {cada partido con lo que tenían se alegraron}.[5] Y si el Imam (a) vino de otra manera, {dijeron: «¿Por qué no ha descendido este Corán sobre un varón de los poblados, un grande?»}.[6]
Y si viene con un plan que no se les ha ocurrido a sus mentes y con un asunto nuevo, para ellos este no será el Imam, y él tendrá que enfrentarse a la negación, al ridículo y a la burla, como dijo el Altísimo:
{Oh, qué pena por los siervos. No ha venido a ellos mensajero sin que se burlaran},[7] no les entra en los oídos ni les interesa. Y así, hasta que terminen luchando contra el Imam Al-Mahdi (a).
De Al-Baqir (a): «Cuando se levante el Resurgente (a), marchará hacia Kufa y saldrán de allí miles de almas con armas clamando batriya,[8] que le dirán: “Regresa por donde has venido. No necesitamos a los hijos de Fátima”. Entonces descargará sobre ellos la espada hasta llegar al último de ellos. Luego entra a Kufa y mata en ella a cada hipócrita dubitativo, demuele sus palacios y mata a sus asesinos hasta que Dios Poderoso y Majestuoso se complazca».[9]
Este es un consejo para todo aquel que tema la cita y no quiera enfrentarse al Imam diciendo “regresa, oh, hijo de Fátima”.
[1] Sagrado Corán – sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 68.
[2] Sagrado Corán – sura «An-Naml» (La hormiga), 30.
[3] Al-Irshad, vol. 2, pág. 384 | Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 338 | Muuyam Ahadiz al-Imam Al-Mahdi (a), vol. 4, pág. 53.
[4] Nil al-Autar li-Shukani, vol. 9, pág. 229 | Muuyam Ahadiz al-Imam Al-Mahdi (a), vol. 1, pág. 274 | Musuua Ahadiz Ahlul Bait (a), vol. 4, pág. 138.
[5] Sagrado Corán – sura «Al-Muminun» (Los creyentes), 53.
[6] Sagrado Corán – sura «Az-Zujruf» (Los ornamentos), 31.
[7] Sagrado Corán – sura «Ya Sin» (Ya Sin), 30.
[8] batriya, también conocida como batrismo, es una secta musulmana de Zaidiyyah; algunos clérigos shiíes pueden usar este término para referirse a cualquier shií que combine la lealtad a los imames y la lealtad a Abu Bakr, Omar y Osmán. (N. del T.)
[9] Irshad al-Mufid, vol. 2, pág. 384 | Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 338 | Muuyam Ahadiz al-Imam Al-Mahdi (a), vol. 3, pág. 308.
Del libro Consejo a los estudiantes de los seminarios científicos de Ahmed Alhasan