Hubo una pausa con el Sayed Ahmed Alhasan (la paz sea con él) con respecto a algunas narraciones puras sobre algunos de sus ángulos y significados. Las preguntas giraban a veces en torno a narraciones específicas en particular, y otras veces sobre algunos asuntos relacionados con todas ellas sin mirar una narración específica. Lo siguiente fue por Su favor, Glorificado sea.
- ¿Acaso alguien no infalible tiene derecho a explicar el significado de narraciones alegóricas?…
Es un favor grande de Dios que una persona logre imitar a los argumentos puros de Dios y seguir la tradición de ellos para invitar a las criaturas perdidas a su Señor Generoso, quien no los ha descuidado ni por un momento a pesar de que estar sumidos en un profundo letargo de olvido. Ciertamente, quien desea algo debe prepararse para ello, ¿y acaso no es el conocimiento divino, con sus condiciones y herramientas, lo que permite al trabajador divino adentrarse en la confrontación con la falsedad y su gente para salvar lo que pueda de las criaturas? Y después de esto, su necesidad de explicar la verdad a la gente y responder a sus preguntas es innegable.
Sin embargo, a menudo la escasez de conocimiento (cuyas causas no estoy tratando de explicar ahora y que sin duda no van más allá del ser humano mismo) causa confusión en el esfuerzo. Luego, puede que por momentos le aparezcan algunas respuestas a través de las nobles narraciones que lea, pero que no tenga una palabra definitiva del infalible sobre el propósito y significado real de estas. ¿Es posible entonces explicar lo que ha entendido a la gente en estas circunstancias, y bastándose con decir “Dios sabe más” después, o debe resignarse al memorable: “La mitad del saber es decir ‘no sé’” desde el principio? Que Dios tenga misericordia de quien conoce su propia capacidad y elige este camino.
La realidad es que no conocía la respuesta cuando esta pregunta cruzó mi mente, y no podía encontrar una respuesta para ella.
Así que decidí preguntarle al Siervo Bueno (a), y después de su respuesta me di cuenta de que no solo no conocía la respuesta, sino que ni siquiera sabía cómo formular correctamente la pregunta. Y la alabanza a Dios en toda situación, y que Dios ayude a su noble corazón.
En cualquier caso, le pregunté (a), diciendo: Si a una persona se le pregunta sobre un significado relacionado con una narración o algo similar y no tiene una respuesta definitiva del infalible, ¿puede responder con lo que conoce de algunas de las palabras de ellos (a) o debe abstenerse de responder?
Y él (a) me respondió: «Esto depende de la narración y de con qué se relacione, y si se refiere a la creencia o a la legislación. La pregunta no es precisa para poder responderla completamente, pues hay narraciones claras, narraciones alegóricas y narraciones contradictorias. Aquello cuyo significado no tengáis claro, no deis una respuesta definitiva, pero podéis dar vuestro entendimiento a quien lo solicite. También podéis preguntar y conocer la respuesta y luego explicarla a quien la pida».
Por supuesto, esto es con respecto a lo que no sean las nobles narraciones que hablan sobre el movimiento de la sagrada aparición y lo relacionado con ella. En cuanto a las narraciones de la aparición, él (a) respondió diciendo: «En cuanto a lo que se refiere a las narraciones de la aparición, nosotros no explicamos de ellas sino lo que es necesario y urgente. En cuanto a lo que dejamos sin explicar, a quien Dios quiera hacer entender, entenderá su significado, cada uno según su sinceridad. La explicación de estas narraciones con certeza para toda la gente quedará para su debido momento».
Del libro Con el Siervo Bueno de Ahmed Alhasan (a)