El Siervo Bueno (a) dijo
«Cuando amanezcáis, buscad refugio en Dios, y cuando lleguéis a la tarde, refugiaos en la caverna de Dios».
«Aférrate al que ha originado cada cosa y ha dado a cada cosa su creación, y acepta todo lo que te informe el Glorificado. Conocerás cada cosa a través de él y no te perderás, no te extraviarás aunque se pierda y se extravíe toda la gente de la Tierra».
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Coloco en las manos de los Ansar de Dios esta preciosa perla, tal vez sea un programa de acción para todos nosotros…
De Abdusalám Bin Saleh Al-Harawi, que dijo:
«Escuché a Abul Hasan Alí hijo de Musa Ar-Reda (a) decir: “Que Dios tenga misericordia del siervo que reviva nuestro asunto”.
Entonces le dije: “¿Y cómo se revive vuestro asunto?”.
Dijo: “Aprendiendo nuestras ciencias y enseñándolas a los hombres, pues si los hombres supieran la bondad de nuestra palabras nos seguirían…».
Fuente: Uyun Ajbar Ar-Reda (a), vol. 2, pág. 275.
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Dedicatoria
De su portavoz, Moisés hijo de Imrán (a)… y su joven, Josué hijo de Nun (a) en su viaje divino para aprender…
Abu Hasan
Dijo el Exaltado: {Y encontraron un siervo de nuestros siervos al que le habíamos otorgado una misericordia de parte nuestra y le habíamos enseñado de nuestra parte una ciencia}, Sagrado Corán – sura «Al-Kahf» (La caverna), 65.
Él era, por lo tanto, el Siervo Bueno, o el Sabio, como Dios Glorificado lo llamó…
A ti, hijo de la virgen pura, extiendo una mano, a pesar de la negrura del rostro de su dueño por sus pecados, pero que tiene la certeza de que no rechazáis una mano extendida a vosotros.
A Ahmed… oh, pura conjunción de los dos mares (Alí y Fátima), con ambos sea la paz…
A ti, oh, maestro de profetas…
Que mi espíritu sea tu rescate… A ti dedico lo que he recopilado del mar de tus dulces palabras de manantial… y no me veo sino como quien lleva dátiles al distanciamiento de tus nobles ansar.
Con mis disculpas por mi atrevimiento y falta de modestia…