En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo
Y la alabanza a Dios, Señor de los mundos, y que Dios bendiga a Muhammad y a la familia de Muhammad, los Imames y los Mahdis…
Dijo el Altísimo: {Él es el que ha hecho descender sobre ti el libro. En él hay aleyas explícitas que son la madre del libro y otras que son alegorías. Y en cuanto a los que en sus corazones hay una desviación, pues siguen lo que les parece de él deseando la sedición y deseando su interpretación. Y no sabe su interpretación sino Dios y los arraigados en la ciencia. Dicen: «Hemos creído en Él. Todo procede de nuestro Señor». Y no recuerdan sino los dotados de perspicacia}.[1]
Las palabras de ellos (a) contienen alegorías, así como las palabras de Dios Glorificado y Altísimo contienen alegorías, y esto ha sido narrado por ellos (a).[2] Y qué necesaria es para ellos (a) la alegoría sobre lo que respecta al dueño de este asunto (a), como lo expresó el Imam Ar-Reda (a): «… ciertamente, si os diéramos lo que queréis, sería malo para vosotros y el cuello del dueño de este asunto (a) sería tomado».[3]
Y de Ar-Reda (a): «Quien remita lo alegórico del Corán a lo explícito que hay en él, ya se ha guiado a una senda recta». Luego dijo: «En nuestros relatos hay partes explícitas como lo explícito del Corán y alegóricas como lo alegórico del Corán. Así que remitid lo alegórico de ellos a lo que es explícito de ellos, y no sigáis lo que es alegórico de ellos sin lo que es explícito de ellos, pues os extraviaríais».[4]
Por lo tanto, el ser humano que no es infalible, si consagra su intención a Dios Glorificado y Altísimo, y quiere sumergirse en la compresión de las palabras de ellos (a), especialmente en lo narrado sobre el caso del dueño de este asunto (a), talvez caiga en malentendidos, tanto en general como en detalle. Y aunque acertara en comprender un asunto, definitivamente caerá en un error en la compresión de otro, porque lo falso llegará a su mente por no ser infalible. Entonces, ¡¿qué hay de quien se fanatiza con un asunto y toma partido contra otro ignorando ambos?!
Quizás quien haya examinado las narraciones de ellos (a) sepa que un día ocurrió que uno de los que habían sido injustos consigo mismos escribió un libro para refutar el Noble Corán. Y el Imam (a) le mandó un mensaje: «Quizás el que habla se refiere con sus palabras a algo que no es lo que tú has entendido».[5] Entonces esta persona escuchó la advertencia y destrozó su falso libro.
Así pues, haz también esta pregunta a todo el que escribe sobre la cuestión del Imam Al-Mahdi (a), “Quizás el que habla —que son el Mensajero y los Imames (a)— se refiere con sus palabras a algo que no es lo que tú has entendido”.
Oh, tú, que escribes sobre la cuestión del Imam (a), ¿acaso has remitido lo alegórico de las palabras de ellos a lo explícito de las palabras de ellos?
Ahora pregunto, la narración de Alí Bin Muhammad As-Sammari, ¿es explícita o alegórica? Si dices que es explícita, el significado está claro. Yo digo que muchos eruditos han escrito muchos artículos para comprenderla, entre ellos el Sayed Mustafá Al-Kádimi (Dios tenga misericordia de él), el Sayed As-Sadr (Dios tenga misericordia de él) y otros.
Esto indica la falta de claridad que tienen sobre su significado de una manera que no admita ambigüedad, así que no es explícita, sino alegórica. ¿Podría ser que hayas caído en una comprensión equivocada de esta narración? Luego, ¿no sabes que hay narraciones explícitas de significado claro que indican la existencia de un embajador antes de que se levante el Imam? Y son muy numerosas. Esta es una de ellas, solo como recordatorio, de Al-Baqir (a): «El dueño de este asunto tendrá una ausencia en alguno de estos desfiladeros» —y apuntó con su mano hacia Di Tuwa— «hasta que, antes de su salida, el Patrono que estará con él vendrá a encontrarse con algunos de sus compañeros. Y dirá: “¿Cuántos sois aquí?”. Ellos dirán: “Cerca de cuarenta varones”. Y él dirá: “¿Cómo estaríais si vierais a vuestro compañero?”. Dirán: “¡Por Dios!, si él se declarara enemigo de las montañas, nosotros las declararíamos enemigas junto con él”. Luego vendrá a ellos a la noche siguiente y dirá: “Señalad a vuestros jefes o a los diez mejores de vosotros” y ellos se los señalarán. Entonces él seguirá su camino con ellos hasta encontrar a su compañero y hará una alianza con ellos a la noche siguiente».[6]
En la historia de la Isla Verde, trasmitida por eruditos shiíes confiables y narrada por grandes eruditos shiíes en sus obras, entre ellos:
Al-Mirza An-Nuri, en An-Naym az-Zaqab, vol. 2, pág. 172.
Sayed Nuralá At-Tastarí, en Mayalis al-Muminin, vol. 1, pág. 78.
Jeque Alí Al-Haeri, en Ilzam an-Nasib, vol. 2, pág. 85.
Al-Muqaddas Al-Ardabili, en Hadiqa ash-Shia, pág. 729.
Fayz Kashani, en Nawadir al-Ajbar, pág. 300.
Ash-Shahid Al-Awal Muhammad Bin Makki.
Sayed Hashem Al-Bahraní, en Tabsira al-Walí fi man Rai al-Qaim Al-Mahdi (a).
Además, el ulema Al-Mirza Ar-Reda Al-Isfahani, en Tafsir Al-Aimma al-Hidaya al-Umma.
Además, Al-Hurr Al-Amili, en Izbat Al-Hadá, vol. 7, pág. 371.
Además, el investigador Alkaraki.
Además, el único fundador de la escuela usulí (principios jurídicos), Al-Behbahani, en Bahz Salat Al-Yumua, pág. 221.
Sayed Abdullah Shubbar, en Yalaa al-Uyun.
Y entre ellos, el Sayed Mahdi Bahr Al-Ulum, dueño de milagros y estados espirituales, en Al-Fawaed ar-Riyalía, vol. 3, pág. 136.
Se ha trasmitido una explicación de la narración de Alí Bin Muhammad As-Sammari sobre el Imam Al-Mahdi (a). Este es el texto: [Dije: Oh, mi Sayed, se nos ha narrado de nuestros ancianos que se ha narrado sobre el compañero de este asunto (a), que cuando se ordenó la ocultación mayor dijo: «Habrá quien afirme haberme visto después de mi ocultación y habrá mentido». Entonces, ¿cómo es que entre vosotros hay quien lo ve? Y él dijo: «Has dicho la verdad. Él (a) solo dijo eso en esa época por tantos enemigos suyos que había entre la gente de su casa y otros faraones hijos de Abbás, y hasta los shiíes se impedían unos a otros mencionarlo. En esta época, el período se ha prolongado, los enemigos han perdido la esperanza por él, nuestras tierras están libres de ellos, de su opresión y su pena. Por su bendición (a) ninguno de sus enemigos es capaz de llegar a nosotros»].[7]
Y si esto no te basta, hablaré a modo de obligarles con lo que se han obligado a sí mismos: la regla racional que la gente reconoce en la lógica y los principios, que es que la proposición indeterminada tiene la fuerza de proposición parcial. La proposición presente en la narración de As-Sammari, que es «Habrá quien afirme haberme visto antes de la salida del Sufiani y del grito, pues es un mentiroso impostor», es una proposición indeterminada, así que tiene la fuerza de parcial. Es decir, sería así: “Habrá alguno que afirme haberlo visto antes de la salida del Sufiani y del grito, pues es un mentiroso impostor”. Y no hay ningún contexto externo que indique su universalidad, sino que hay un contexto externo que indica su parcialidad, que son las narraciones que indican que el Imam Al-Mahdi (a) envía a alguien que lo representa en el período anterior al levantamiento, incluyendo la narración anterior,[8] la narración del Yamani y muchas otras.[9]
Para aclarar más esto, y en particular para quien no esté familiarizado con la lógica y los principios, diré que la proposición puede ser cuantificada o indeterminada, y la cuantificada puede ser universal o parcial. Si dices “todo aquel que afirme haberlo visto… es un mentiroso” es una proposición universal, por empiezas por “todo”. Si dices “alguno que afirme haberlo visto… es un mentiroso” es una proposición parcial, porque dices “alguno”. Pero si omites el cuantificador y no le das un alcance universal o parcial, tiene la fuerza de parcial y no indica universalidad a menos que haya un contexto externo que indique su universalidad. Si no existe este contexto y encontramos un contexto de su parcialidad, esta proposición se vuelve parcial. La proposición anterior[10] es indeterminada y no existe contexto que indique su universalidad. Al contrario, existe un contexto que indica su parcialidad (que son las narraciones de los Imames a.).[11] Por lo tanto, resulta que es parcial, y así la narración de As-Sammari no indica la interrupción del envío de embajadores, ni de cerca ni de lejos. Y la alabanza a Dios únicamente.
¡¿Entonces cómo se puede volver de lo explícito a lo alegórico?! ¡¿Cómo se puede arrojar lo explícito contra la pared?!
Dijo el Altísimo: {Y en cuanto a los que en sus corazones hay una desviación, pues siguen lo que les parece de él deseando la sedición y deseando su interpretación}.[12]
Entonces pregunto: ¿Acaso el Yamani viene después del grito como han declarado algunos que han escrito sobre la cuestión del Imam (a)?[13]
Por lo tanto, presta atención: El grito es en Ramadán y la salida del Yamani, es decir, su levantamiento, es en Rayab. Si fuera después del grito, o sea, en el mes de Rayab que viene después, la salida del Yamani sería después del levantamiento del Imam (a) según esta comprensión errónea; porque el levantamiento del Imam (a) es en Muharram, y el mes de Rayab viene después de Muharram, y esto es obvio.
Y glorificado sea Dios. Algunos de ellos dicen “se nos ha ordenado desmentir al mensajero del Imam Al-Mahdi (a) y no importa que traiga la ciencia, según la narración de As-Sammari”,[14] olvidando que los Imames (a) han aclarado que al que viene se lo reconoce por la ciencia.
De Al-Mufaddal Bin Omar, que dijo: Escuché a Abu Abdulá (a) decir: «El dueño de este asunto tiene dos ocultaciones: en una de ellas regresa a su gente, y en la otra se dirá que ha perecido en algún valle que haya ido». Dije: “¿Cómo procederemos si sucede eso?”. Dijo: «Si alguien reclama ser él, preguntadle sobre esas grandes cuestiones que alguien como él podría responder».[15]
De Abu Al-Yarud, que dijo: Le dije a Abu Yafar (a): “Si muere el Imam Resurgente de la Gente de la Casa, ¿por qué se lo reconoce al que viene después de él?”. Dijo: «Por la guía, la inclinación de cabeza, el reconocimiento de la familia de Muhammad de su virtud y porque no se le preguntará nada sin que lo responda».[16]
En el canal satelital Sahar le preguntaron al jeque Alí Al-Kurani sobre esta narración que dice: De Abu Bakr Al-Hadrami, que dijo: «Entramos yo y Abán a lo de Abu Abdulá (a) y en ese momento aparecieron las banderas negras en Jurasán. Entonces dijimos: “¿Qué opinas?”. Y dijo: “Sentaos en vuestras casas. Y si nos veis reuniéndonos en torno de un varón, venid a nosotros con las armas”».[17]
La persona le dijo: “Nosotros sabemos que el que se levanta con la espada es el Imam o quien lo representa directamente, y todos los Imames hasta Hasan Al-Áskari (a) ya habían fallecido en la época de la aparición. Entonces, parece que no se reunirán en torno al dueño de la verdad a menos que sea en una visión. ¿Acaso estas visiones que muchas personas tienen con el Mensajero, Az-Zahrá y los Imames (a), en ellos dicen (a) que Ahmed Alhasan es verdadero, representan su reunión (a) en torno al dueño de la verdad, y por ende debemos apoyar a Ahmed Alhasan (a)?”.
¡Y el jeque Alí Al-Kuraní respondió: “La reunión de ellos es la reunión con los hijos de Fátima, y ellos son los señores de los hashemíes”!
Glorificado sea Dios. Como si el jeque Al-Kurani no supiera que muchos de los señores hashemíes no apoyarán al Imam (a), como lo han estipulado las narraciones sobre ello.[18] Y este es solo un ejemplo de ellas:
De Abu Jalid Al-Kabili, que dijo: «Cuando ya había muerto Alí hijo de Husein (a), fui a lo Muhammad hijo de Alí Al-Baqir (a) y le dije: “Sea yo tu rescate. Ya conoces mi dedicación hacia tu padre, mi intimidad con él y mi aislamiento de los hombres”. Dijo: “Has dicho la verdad, oh, Abu Jalid, ¿qué quieres?”. Dije: “Sea yo tu rescate. Tu padre ya me ha descripto al dueño de este asunto de tal manera que si lo viera por algún camino, lo tomaría de la mano”. Dijo: “¿Y qué quieres, oh, Abu Jalid?”. Dije: “Quiero me lo nombres hasta que yo lo conozca por su nombre”. Y dijo: “Por Dios, oh, Abu Jalid, me has hecho una pregunta agotadora. Me has preguntado sobre algo que no he contado a nadie y si se lo contara a alguien te lo contaría a ti. Me has preguntado sobre algo, que si los hijos de Fátima lo conocieran, se empeñarían en cortarlo pedazo por pedazo”».[19]
Y el jeque Alí Al-Kurani completó su respuesta diciendo que no se basa en una suposición. ¡Así que parece que la visión con un infalible (a) para el jeque Alí Al-Kurani, en el mejor de los casos, es una suposición!
Glorificado sea Dios. Ellos no ponen la búsqueda de la verdad como objetivo, sino que intentan desmentirla de cualquier modo, ¡aunque no estén convencidos de ello!
Además, el asunto del Imam Al-Mahdi (a) está estrechamente relacionado con la visión, como queda claro por la narración anterior[20] y como lo declaró el Imam Ar-Reda (a):
Así pues, de Al-Bizanti, que dijo: «Pregunté a Ar-Reda (a) sobre la cuestión de la visión y él se contuvo. Luego dijo (a): “Ciertamente, si os diéramos lo que queréis, sería malo para vosotros y el cuello del dueño de este asunto (a) sería tomado”».[21]
Por lo tanto, el Imam relaciona la visión con el cuello del dueño de este asunto. Sin embargo, ellos intentan de todos modos ignorar esta gran evidencia celestial que es la visión, que fue confirmada y adoptada por el Corán, el Profeta y los Imames (a). En el Corán:
{Y dijo el rey: «He visto siete vacas gordas comiendo siete flacas y siete espigas verdes y otras secas. ¡Oh, vosotros, dignatarios! Dictaminadme sobre mi visión si de la visión os expresáis»}.[22]
{«José, oh, tú, el verídico, dictamínanos sobre las siete vacas gordas que comen siete flacas y las siete espigas verdes y las otras secas. Quizá regrese yo a los hombres. Quizá ellos sepan»}.[23]
{Así pues, cuando maduró junto a él para trabajar le dijo: «Oh, hijito mío, he visto en el dormir que te sacrificaba. Mira pues, ¿qué opinas?». Dijo: «Oh, padre mío, haz lo que se te ha ordenado. Me encontrarás, si quiso Dios, de los pacientes»}.[24]
{Y entraron con él a la prisión dos jóvenes. Dijo uno de ellos: «Me he visto exprimiendo vino». Y dijo el otro: «Me he visto cargando sobre mi cabeza pan, comían las aves de él. Infórmanos su interpretación. Vemos de ti que eres de los que hacen el bien»}.[25]
{Y cuando dijimos a ti: «Tu Señor ha cercado a los hombres y no hemos puesto la visión que te hemos hecho ver sino como sedición para los hombres y el árbol maldito en el Corán, y los amedrentamos, así pues, no aumentan sino en impiedad grande»}.[26]
Dios Glorificado y Altísimo elogió a los profetas y a los buenos por creer en la visión:
{Y le proclamamos que: «Oh, Abraham, * Ya has confirmado la visión. Así retribuimos a los que hacen el bien»}.[27]
{Y María hija de Imrán, protegió su vulva y soplamos en ella de nuestro espíritu. Y ella confirmó las palabras de su Señor y Sus libros, y fue de las devotas}.[28]
{«José, oh, tú, el verídico»}.[29]
Y condena a los que la desmienten y la llaman “sueños confusos”: {Dijeron: «¡Un embrollo de sueños! Y nosotros no estamos en la interpretación de sueños por sabedores»}.[30]
Dios Glorificado y Altísimo dio testimonio a favor de los creyentes y Él mismo se ofreció como testigo para los que no creyeron en los mensajes de los mensajeros. Una de las mejores maneras que los hombres conocen el testimonio de Dios Glorificado y Altísimo es la visión:
{Y cuando inspiré a los discípulos que «Creed en mí y en Mi mensajero», dijeron: «Hemos creído. Y da testimonio de que somos musulmanes»}.[31]
{Di: «¿Qué cosa es más grande como testimonio? Di: «Dios, como testigo entre mí y entre vosotros}.[32]
{Y dicen los que no han creído: «Tú no eres un enviado». Di: «Suficiente es Dios como testigo entre mí y entre vosotros y quien tiene la ciencia del libro»}.[33]
{O dicen: «Él lo ha inventado». Di: «Si yo lo he inventado, entonces no podéis por mí, ante Dios, nada. Él es el que más sabe lo que divulgáis sobre ello. Suficiente es Él como testigo entre mí y entre vosotros, y Él es el Absolvedor, el Misericordiosísimo»}.[34]
{Di: «Suficiente es Dios como testigo entre mí y entre vosotros. Él es con Sus siervos Informado, Vidente»}.[35]
Y el Glorificado llamó a la visión la mejor de las historias. Dijo el Altísimo: {Hemos de contarte la mejor de las historias en lo que te hemos inspirado de este Corán, aunque fueras antes de los descuidados * Cuando dijo José a su padre: «Oh, padre mío, he visto once planetas y el Sol y la Luna. Los he visto hacia mí, prosternados»}.[36]
Y reflexiona sobre estas aleyas para conocer quiénes son los que desmienten la visión. Dijo el Altísimo: {Se ha aproximado a los hombres la cuenta de ellos, y ellos, en desatención, se apartan * No les llega ningún recuerdo de su Señor, que sea reciente, sin que lo escuchen mientras juegan * Entretenidos sus corazones, se susurran en secreto los que fueron injustos: «¿Acaso no es éste un ser humano como vosotros? ¿Vais, pues, a caer en la hechicería cuando la estáis viendo?» * Dijo: «Mi Señor sabe lo que se dice en los cielos y en la Tierra, y Él es el Oyente, el Sabiente» * Sin embargo, dijeron: «Es un embrollo de sueños», «más bien, se lo ha inventado», «más bien es un poeta». «Pues que nos traiga un signo como el que fue enviado a los primeros»}.[37]
Por lo tanto, en el Corán, Dios Glorificado nos relata muchas visiones y todas fueron confirmadas, algunas por los profetas, otras por los faraones, etc., etc.
Abraham (a) confirma la visión, Faraón confirma la visión, la madre de Moisés confirma la visión, la reina de Saba confirma la visión, pues conoció por la visión que el libro de Salomón (a) era un libro noble, etc., etc. Dios Glorificado y Altísimo la llamó la mejor de las historias. Entonces, ¿qué pasa con vosotros y qué clase de hombres sois?
¡¿Cómo habéis llegado al punto de coincidir con los materialistas que no creen en la existencia de Dios en desmentir la visión?! El Mensajero (s) dice: «Quien me haya visto al dormir, pues ya me ha visto, pues soy visto en cada imagen».[38]
La que haya perdido un ser amado se reiría de que vosotros decís que quien haya tenido una visión con el Mensajero (s) debe haberlo visto en este mundo físico para confirmar su visión. Glorificado sea Dios, en el hadiz anterior el Mensajero (s) explica que quien lo haya visto, lo ha visto realmente, aunque la imagen que haya visto del Mensajero (s) sea diferente a su imagen en este mundo físico.
Además, el Imam As-Sadiq (a) instruye a los hombres a suplicar por ver al Mensajero de Dios (s) al dormir. ¡¿Acaso en la época del Imam As-Sadiq (a) habría alguien que hubiera visto al Mensajero de Dios (s) en este mundo físico?!
“Deja de lado el grito en sus habitaciones… pero qué relato es el relato de las monturas”.[39]
Venid conmigo a esta catástrofe mayor en la que el Sayed Mahmud Al-Hasani dice que el mensajero del Imam Al-Mahdi (a) debe venir con la “ciencia de los principios”, sabiendo que esta es una ciencia de suposiciones, como si no hubiera leído lo que dijo el Altísimo:
{Y no siguen la mayoría de ellos sino suposiciones que no sirven frente a la verdad de nada. Dios es Sabiente de lo que hacen}.[40]
Y dijo el Altísimo: {No son sino nombres que habéis nombrado vosotros y vuestros padres, no ha hecho descender Dios en ellos ninguna autoridad. No siguen sino suposiciones y lo que desean las almas. Y ya ha venido a ellos de su Señor la guía}.[41]
Y dijo el Altísimo: {Y no tienen de ello ningún saber. No siguen sino suposiciones y las suposiciones no sirven frente a la verdad de nada}.[42]
Además de que una de las publicaciones de su oficina es Regresa, hijo de Fátima, estas son creencias, presentada por el Sayed Mahmud Al-Hasani. El autor dice: [Así, los precursores del Dachal y el Sufiani, entre los imames de la perdición, se afanan esforzados para combatir al infalible (a) luchando contra sus evidencias, preparando las mentes, las almas y los espíritus para rechazar la evidencia de su abuelo, el Elegido (s).[43] No es algo oculto para nadie la sumisión de los hombres a los referentes religiosos. Talvez los referentes religiosos y sus acólitos, extraviadores y extraviados, se han acostumbrado y han acostumbrado a los hombres a rechazar cualquier reclamo que revele sus falsedades, mentiras y engaños, alegando que tal reclamo no es de la jurisprudencia ni de los principios, alegando que tal evidencia concierne a las creencias y que no se aplica a la jurisprudencia ni los principios, alegando que la evaluación la debe realizar gente experta que convoque para el poseedor de la verdad, alegando que el poseedor de la verdad está ilusionado —y no preguntes por la evidencia de su ilusión, porque tú no entiendes la evidencia—, alegando que si el poseedor de la verdad estuviera en lo cierto, triunfaría, porque lo que es de Dios crece, así que “dejadlo solo en la arena y observad”. Y si es de Dios, pues crecerá, y si ha crecido te dirá “abandónalo, porque son referentes religiosos o líderes corruptos”. Y si les dices “¿Cómo? ¡Si es el Imam (a)!”, te dirán que originalmente no es un Imam, ni un vicario del Imam. Habrás quedado perplejo, oh, pobre encomendado.
Y ahora preguntas, ¿cuál es la solución? La solución está en dos posiciones:
La primera: En este tiempo y estas circunstancias, debes exponer sus mentiras y engaños de manera científica y ética, mostrando las contradicciones y falsedades en las que han caído y te han hecho caer. Debes revelar su engaño ante los hombres. Esto es algo obligatorio para ti, por la posibilidad de la santificada aparición en cualquier momento, para que este sea ejemplo de confirmación del Dachal y del Sufiani o de sus seguidores, que coinciden en la enemistad directa contra el infalible (a).
La segunda: En el tiempo de la santificada aparición, el mandato y el estatuto serán del infalible (a), las narraciones señalaron el uso de la espada y la muerte de personas como estas. Es obvio que la matanza solo sucede después de haberles quitado las vestiduras religiosas con las que se han cubierto y engañado a los hombres. Menciono esto por la gravedad de la situación y su magnitud, porque esto se repetirá con el infalible (a), y desde la misma Nayaf por parte de los eruditos engañadores cuando se proponga la argumentación y el debate sobre Dios, los profetas, el más noble Profeta (s) y el Corán. Lo que está claro para ti es que tal convocatoria al debate se rechaza por ser creencias, y que no tenemos ninguna relación con ellas. Talvez lo que digan se remita al significa de “regresa, oh, hijo de Fátima, estas son creencias”, y “tu convocatoria es de creencias y no necesitamos creencias, pues la religión, la jurisprudencia y los principios están bien”.
Se ha narrado el Imam Al-Baqir (a): «El Resurgente avanza hasta llegar a Nayaf, y saldrá hacia él desde Kufa el ejército del Sufiani y sus compañeros, y los hombres con él… entonces los convocará el Imam y les suplicará por su derecho, y les informará que está siendo oprimido y subyugado diciendo: “Oh, hombres, a quien me discuta sobre Dios, pues yo soy el más cercano de los hombres a Dios, y a quien me discuta sobre Adán, pues yo soy el más cercano de los hombres a Adán, y quien me discuta… y quien me discuta sobre Muhammad, pues yo soy el más cercano de los hombres a Muhammad, y quien me discuta sobre el libro de Dios, pues yo soy el más cercano de los hombres al libro de Dios…».
Así pues, dirán: “oh, hijo de Fátima, regresa por donde viniste. No tenemos necesidad de ti. Ya se nos ha informado de vosotros y ya os hemos examinado”. Entonces, él los pasara a espada en la superficie de Nayaf… y los matará. Y la alabanza a Dios, Señor de los mundos. Y que Dios bendiga a nuestro profeta Muhammad y a su familia, los buenos purificados]. Final.[44]
Por lo tanto, el Sayed Mahmud Al-Hasani afirma que la convocatoria del Imam (a) o de su vicario especial es rechazada, por ser desde el principio coránica e ideológica, y los imames de la perdición les responden que “él ha venido con creencias y Corán, y nosotros queremos que nos traiga principios” (ya que su presentación del libro significaría la aceptación de la idea sobre la que se compuso el libro, de lo contrario no lo habría presentado o habría registrado su reserva sobre la idea en la presentación).
Luego, cuando vino esta convocatoria yamani de la verdad, ¡el Sayed Mahmud Al-Hasani cayó en lo que él había advertido!
Así que Glorificado seas, no hay divinidad sino Tú, extravías a quien quieres y guías a quien quieres. Además, el Centro de Estudios Especializados sobre el Imam Al-Mahdi (a) patrocinado por el Sayed Sistani, se ha encargado de enfrentar esta verdadera convocatoria yamani publicando libros cuyos autores no tienen otra preocupación más que intentar desviar la atención de la gente de la verdadera convocatoria yamani e intentar desviar a los hombres de la verdad de cualquier forma. Una vez dicen que la firma de As-Sammari es de promulgación definitiva, como lo publicó el jeque Muhammad As-Sanad,[45] aunque según ellos, la promulgación definitiva debe ser reiterada y la firma de As-Sammari, en el mejor de los casos, es una noticia aislada.[46] Otra vez dicen que el Yamani está después del grito, Glorificado sea Dios, y este entendimiento equivocado ha quedado en evidencia, porque si fuera así, la salida del Yamani sería después del levantamiento del Imam Al-Mahdi (a), y esto es definitivamente falso. Otra vez… otra vez…
Yo digo que a pesar de ello, Dios ya ha escrito la verdad en varios sitios de los libros de ellos, lo hayan querido o no:
{Y Dios es Vencedor en su asunto, pero la mayoría de los hombres no saben}.[47]
Además, insistieron en escribir falsedades en otros sitios y te citaré estos ejemplos:
En el libro Fiqh Alaim Ad-Duhur del jeque Muhammad As-Sanad, publicado por esta oficina afiliada al Sayed Sistani, el autor afirma que el Yamani invita a la designación divina y que no acepta algo distinto, mientras otros caen en el hoyo de la democracia y las elecciones. Él dice: [En otros términos: el Hasani y el Jurasani adoptan el imamato abordando los mandatos y con la reforma pública, mientras que el Yamani adopta el imamato por el texto divino de los doce, siendo el último de ellos el Mahdi (a)].[48]
Ahora observa cuidadosamente estas palabras y examina el terreno hoy, después de que te ha quedado claro por las narraciones de la Gente de la Casa (a) que este tiempo es el tiempo de la aparición. Las naciones ya se han abalanzado contra los musulmanes, y especialmente contra Iraq, como se abalanzan los comensales a su plato. Las banderas (fuerzas de ocupación) ya entrado a Bagdad desde todas partes, y día a día destruyen con sediciones y banderas que vienen de todos lados. En la época del tirano —maldígalo Dios— Iraq apenas recaudaba un cafiz o un dirham, hubo escasez de frutos y poca bendición, y el año se volvió como un mes, el mes como una semana, la semana como un día, etc., etc.… como ellos (a) lo informaron.[49]
Yo digo: ¿Qué ves en la arena? A todos llamando a la designación de los hombres y a la soberanía de los hombres de una forma u otra. En Irán (Jurasán), el Sayed Jamenei se dedica a la reforma pública, considerándose el patrono jurista (es decir, adopta el Imamato para abordar los asuntos…). En Iraq, el Sayed Mahmud Al-Hasani igual, y el Sayed Sistani invita a las elecciones, etc., etc. Todos invitan a la soberanía de los hombres. Solamente esta bendita convocatoria yamani es la que invita a la designación divina nada más, y digo nadie más.
Desafío a cualquiera que traiga un solo ejemplo, además de lo que existe en esta bendita convocatoria yamani, que invite a la designación divina con el texto y el testamento del Mensajero de Dios Muhammad (s). Este es un argumento total contra el autor si está seguro de su libro y su opinión.
Luego el autor continua comentando sobre la narración del Yamani, comentando sobre las palabras del Imam (a): «Si sale el Yamani levántate con él, pues su bandera es bandera de guía y no es lícito para el musulmán volverse contra él, pues quien lo haga es gente del fuego, porque él invita a la verdad y al camino recto». Y él dice: [En términos más precisos, la narración indica la prohibición de actuar en contra de su movimiento para hacerlo fracasar, porque hay una diferencia entre la expresión de “volverse contra él” y “volverse de él” …].[50]
Así que el autor se refiere a que incluso si el Yamani se hace evidente para los hombres, lo que estaría prohibido sería oponerse a él, no alejarse de él y dejar de apoyarlo. Glorificado sea Dios, Glorificado sea Dios, Glorificado sea Dios.
Aunque al final de la narración se explica la prohibición de volverse; que es porque él convoca a la verdad. Si alejarse de él y dejar de apoyarlo estuviera permitido, yo digo: si él es la verdad y el que invita a la verdad, y la verdad es una y no múltiple, ¿qué hay después de la verdad sino la perdición? ¿Dónde os extraviáis y adónde vais? El primer significado que viene a la mente para la palabra “volverse” es dar la vuelta, dar la espalda y alejarse de él. La palabra “de” está incluida en la misma palabra “volverse”, por lo que el significado de la narración es «no es lícito para el musulmán volverse de él o contra él».
Las palabras “invita a la verdad” significan que invita a la verdad en general y en detalle. Si invitara a la verdad en un asunto y en otro no, el infalible (a) no diría sobre él que “no es lícito para un musulmán volverse contra él, pues quien lo haga es gente del fuego, porque él invita a la verdad y al camino recto», y por lo tanto instruye a los hombres a seguirlo (y la base teológica establecida por los seminarios científicos en Nayaf, Qom, etc., es que no es correcto ordenar seguir a alguien que no es infalible, de lo contrario sería ordenar seguir a quien se equivoca y desobedece debido a la aparición de errores y desobediencias de quien no es infalible, y por consiguiente, ordenar seguir al no infalible sería ordenar la desobediencia, y esto definitivamente es falso).
Por lo tanto, el significado es que él no lleva a los hombres a lo falso ni los saca de la verdad, y esto significa infalibilidad. De aquí sabes que el Yamani es un vicario especial y un embajador del Imam Al-Mahdi (a).
Esto sabiendo que él es el Primer Mahdi mencionado en el testamento del Mensajero de Dios (s) y que el Primer Mahdi, como un Argumento de los Argumentos de Dios es infalible de infalibilidad textualmente designada. Además, de «y no es lícito para el musulmán volverse contra él, pues quien lo haga es gente del fuego» se entiende que el Yamani tiene autoridad divina, por lo que o bien la persona lo acepta como autoridad y se desasocia de su enemigo, o de lo contrario va al fuego.
En otro sitio, este autor comenta sobre las palabras de Al-Baqir (a): «Es como si viera a una gente que ha salido del oriente buscando la verdad, pero no se les da… y no la entregan sino a vuestro compañero, sus muertos son mártires. En cuanto a mí, si llegara a ese tiempo, me resguardaría para el compañero de este asunto».[51]
Y dice: [… esto indica la preferencia de resguardarse y dar apoyo a la salida del Mahdi (a) desde La Meca por encima de unirse a la bandera del Yamani…].[52]
Después de que ha quedado claro la ingenuidad de esta opinión y la superficialidad del pensamiento de quien plantea tal opinión, solo hago esta pregunta: ¿Acaso los hombres deben obedecerte a ti, u obedecer a los Imames (a)? Pues los Imames (a) les ordenaron levantarse para apoyar al Yamani, mientras que tú ordenas a los hombres a abandonar al Yamani y a dejar de apoyarlo, alegando que sus palabras (a) “me resguardaría para el compañero de este asunto” indica eso, aunque es ambiguo y no indica en absoluto que se debe instruir a los hombres a abandonar al Yamani, ni de lejos ni de cerca. Más bien, lo que indica es preservarse hasta que comience el movimiento del Imam (a), y el movimiento del Imam comienza con el Yamani. Entonces, ¿dónde os extraviáis y adónde vais? ¿Por qué esta insistencia en extraviar a los hombres y dirigirlos a abandonar al Yamani, siendo que él es el ministro del Imam Al-Mahdi (a), y como se ha demostrado, el albacea del Imam Al-Mahdi (a), el Primer Mahdi y el padre de los Mahdis que gobernarán en el Estado de Justicia Divina?
No hay divinidad sino Dios, y no poder ni fuerza sino en Dios, el Elevado, el Grandioso. ¿No es el Yamani el ministro del Imam Al-Mahdi (a) y portador de su bandera? Pues todo ministro llevar la bandera del líder, así que la bandera del Yamani es la misma bandera del Imam Al-Mahdi (a). Pues la bandera es una y su portador el Yamani, así como Alí hijo de Abu Táleb (a) llevó la bandera del Mensajero de Dios (s). Las narraciones sobre levantarse para apoyar al Yamani, la obligación de jurarle lealtad y que quise abstenga de jurarle lealtad es de la gente del fuego son muchas y concluyentes. Parece que al jeque As-Sanad solo le importa desalentar a los hombres de apoyar al Yamani e intentar apartarlos de él, a pesar de que el Imam (a) dijo sobre el Yamani: «no es lícito para un musulmán volverse contra él, pues quien lo haga es gente del fuego».
La postura de este escritor me recuerda a la postura de Abu Musa Al-Ashari[53] cuando desalentó a los hombres y los apartó de apoyar a Alí hijo de Abu Táleb (a) con las ambigüedades y falacias que pudo, y esto no fue sino por la cobardía que albergaba su alma. Por Dios, no es sino el Yo que derribó a Iblís (maldígalo Dios) y que es hoy el que derriba a quien lo sigue. Les ha pesado atestiguar que el Mahdi y los Mahdis de su progenie son Argumentos de Dios, tal como les ha pesado que Alí y los Imames de su progenie son Argumentos de Dios a quienes les precedieron.
Estos, después de que la autenticidad de esta convocatoria los tomó del cuello, comenzaron a teorizar sobre dejar de apoyar al Yamani, aunque se demostrara con evidencias de que es el Yamani. Y advierto a los hombres de tomar esta postura, pues si una persona toma esta postura será como Iblís (maldígalo Dios) cuando aceptó adorar a Dios pero se negó a prosternarse ante Adán (a). Pues ellos aceptan al Imam (a) con sus afirmaciones mientras no aceptan al albacea, mensajero, Primer Mahdi y Yamani prometido.
Ellos son como aquellos aceptaron al Mensajero de Dios (s) y rechazaron la autoridad de Alí (a). En otros términos, “te reconocemos como hijo del Imam, Primer Mahdi, Albacea y Yamani prometido, pero no te apoyamos”, es decir, “regresa, hijo de Fátima” o “nuestros corazones están contigo, pero nuestras espadas están contra ti”.
Cito esta narración que Muhammad As-Sanad trasmitió para que sea un argumento contra él, quizá reflexione sobre ella:[54]
De Al-Baqir (a), que dijo: «… Luego salen de La Meca él y con él trescientos más algunas decenas que le juran lealtad entre la esquina y la estación. Con él están la alianza del Profeta de Dios (s), su bandera y su arma, y su ministro con él. El pregonero anunciará en La Meca su nombre y su mandato del cielo, hasta que lo escuche toda la gente de la Tierra. Su nombre es nombre de profeta. Si tenéis dudas, pues no tendréis dudas sobre la alianza del Profeta de Dios (s), su bandera y su arma, ni del alma pura de la progenie de Husein. Y si tenéis dudas sobre esto, no tendréis dudas sobre la voz del cielo que anuncia su nombre y su mandato. Cuidado con los que se han separado de la familia de Muhammad (a), pues la familia de Muhammad y Alí tiene una bandera y los demás tienen banderas. Aférrate a la tierra y no sigas de ellos a ningún varón jamás hasta que veas a un varón de la progenie de Husein. Con él está alianza del Profeta de Dios, su bandera y su arma. Pues la alianza del Profeta de Dios pasó a Alí hijo de Husein, luego pasó a Muhammad hijo de Alí y Dios hace lo que quiere. Así que aférrate a ellos siempre y cuidado con quienes te mencioné. Si sale un varón de ellos con trescientos y algunas decenas de hombres, con la bandera del Mensajero de Dios (s) dirigiéndose a Medina hasta pasar por Al-Baidá y diga “este es el lugar de la gente con la que se hundirá y es el signo que dijo Dios {¿Acaso, pues, han de estar a salvo aquellos que conspiraron maldades de que hunda Dios con ellos la tierra o les venga el tormento desde donde no lo presientan? * ¿O que los tome en su ajetreo y no puedan escapar? …}».[55]
Así que el Imam Al-Baqir (a), después de explicar al principio de la narración sobre el Imam Al-Mahdi (a) y su ministro, al final de la narración explica su movimiento preparatorio, y dirige a los hombres a un varón de la progenie de Husein (a), que es el Primer Mahdi, como se ha aclarado en las declaraciones del Yamani y en las publicaciones de los ansar, y como es evidente en esta misma narración, pues se lo describe como “el que tiene la alianza del Profeta de Dios”, y la alianza es el testamento. El Primer Mahdi está mencionado en el testamento del Mensajero de Dios y su nombre es Ahmed, y es el primer creyente en el Imam (a) al comienzo de su aparición, como lo describió el Mensajero de Dios. “Su bandera” es la bandera del Mensajero de Dios (s), el juramento de lealtad a Dios, es decir: la convocatoria a la designación divina y el rechazo a todo lo demás. “El arma del Mensajero de Dios” (s) es el Corán y la ciencia.
En esta bendita convocatoria yamani se junta todo lo que ha mencionado el Imam Al-Baqir (a), entonces ¿dónde os extraviáis y adónde vais?
Luego, el Imam Al-Baqir (a) explica que este que viene sale con trescientos y algunas decenas de varones y va hacia Medina, mientras que el Imam Al-Mahdi (a) reúne a los trescientos trece en La Meca, pues ellos son los que se reúnen con él en La Meca, como está claro en las primeras palabras de la narración.
En cuanto a lo mencionado en la narración «hasta que veas a un varón de la progenie de Husein. Con él está alianza del Profeta de Dios, su bandera y su arma», es el que reúne a los ansar y se encarga del juramento de lealtad al Imam (a), y es el ministro del Imam (a) y su albacea, el Primer Mahdi y el Yamani prometido. El Imam (a) puso a este varón entre la señales del Imam (a) y puso como evidencia de él la alianza, la bandera y el arma, así como los puso como prueba del Imam Al-Mahdi (a) al principio de sus palabras; esto porque él es un Argumento de los Argumentos de Dios, pues los Mahdis son argumentos de Dios como se ha establecido en los textos reiterados.[56] El Imam Al-Baqir (a) ordenó a los hombres seguirlo, como les ordenó seguir al Yamani, y como les ordenó seguir al que cruza el Éufrates (Ahmed), y el Mensajero (s) les ordenó en su testamento seguir el Primer Mahdi (Ahmed), y todos estos son una sola persona que es el Yamani, Albacea y Mensajero del Imam Al-Mahdi (a) para los hombres.
En el libro El Yamani, bandera de guía del Sayed Muhammad Alí Al-Hilu, publicado por la misma oficina que patrocina el Sayed Sistani, se puede deducir este significado: que el Yamani es la verdad pura, pues él invita a la autoridad divina y a la soberanía de Dios sin tener en cuenta las ecuaciones políticas presentes en la escena dominada por el pensamiento democrático y de las elecciones, es decir, la soberanía de los hombres. O sea, que el Yamani es el portador de la bandera del juramento de lealtad a Dios en realidad, y es el que invita a ello invitando a la soberanía de Dios y a rechazar las elecciones, la democracia y la soberanía de los hombres.
Cuando dice: [… Y la lealtad o la disociación declarados no son solo una frase o un lema brillante sin que esta lealtad o disociación afecte en general y en detalle al movimiento. Talvez se afirme la lealtad o la disociación sin que eso resulte en algo que refuerce esta afirmación. Más bien, la lealtad y la disociación tienen su toque distintivo y sus características particulares por las que los otros juzgan que sea realmente lealtad a Dios, a Su mensajero y a la Gente de su Casa (a), sin que las ecuaciones políticas y sus orientaciones afecten al trato de los acontecimientos generales. Más bien, todos los movimientos giran en torno al eje de la lealtad y la disociación, de lo contrario, podrían considerarse como movimientos que no van más allá de ser movimientos (lealtad improvisada), es decir, que no surgieron de la conciencia de lealtad tanto como son puras orientaciones políticas…].[57]
Y dice: [… el Yamani tendrá importancia en estas orientaciones reformistas y cambios intelectuales, atrayendo en su movimiento a aquellos que decidan comprometerse de nuevo después de lecturas que realicen sobre esta importancia para anunciar su compromiso con toda fuerza. Estos serán sustitutos arrepentidos y purificados según la narración, pues el arrepentimiento y la purificación indican su liberación de todo lo que creían contrario a la verdad y su retraso en apoyarla. Por eso, sentirán la realidad de su abandono de la verdad el día que estuvieron contra ella, los próximos combates serán una sacudida en sus consciencias y emociones, buscarán el arrepentimiento de Dios Altísimo y anunciarán su compromiso con cualquier movimiento que sea de importancia para pararse junto a la verdad y apoyarla. Y estas orientaciones no encontrarán más que el próximo movimiento del Yamani para enfrentar las violaciones del Sufiani y su crueldad…].[58]
Aquí solo quiero señalar que el autor cometió un error cuando imaginó que el Yamani viene del país del Yemen, y que los zaidíes mencionados en las narraciones son los zaidíes del Yemen.
En este resumen no pretendo discutir los errores de quienes escribieron sobre el asunto del Imam (a). Entre los hermanos ansar de los estudiantes del Seminario Mahdista hay capacidad y ellos están dispuestos, si quiso Dios, a explicar la realidad en detalle. Aconsejo a aquellos que escriben sobre el asunto del Imam Al-Mahdi (a) a que lean los libros de los ansar, incluyendo La respuesta demoledora, La respuesta definitiva, La luz clara, La comunicación clara, El Yamani prometido Argumento de Dios, El ascendente del Oriente, La bestia de la Tierra… y otros, para que entiendan algo del asunto del Imam Al-Mahdi (a) y quizá, si se deshacen del deseo y el Yo, capten la realidad. Los hermanos ansar, si quiso Dios, se encargarán de explicar la confusión existente en vuestros libros, así que sed ecuánimes con vosotros mismos y aclaraos la verdad.
Sabed que con el pasar de los años y a lo largo de la historia de la religión de verdad, la verdadera religión del islam muhammadiano representada por la familia de Muhammad (a), es decir, desde la ocultación hasta hoy, el asunto del Imam Al-Mahdi (a) no había sido explicado ni aclaradas las narraciones del Mensajero y los Imames (a) relacionadas con el Imam Al-Mahdi (a) como ha ocurrido hoy; cuando estas narraciones han sido explicadas magistralmente, aclarándose su significado por la gracia de Dios y por la gracia de esta verdadera convocatoria yamani, y esta es una señal y un signo de esta convocatoria.
De Malik Al-Yuhani, que dijo: «Le dije a Abu Yafar (a): “Nosotros describimos al compañero de este asunto con características que ninguno de los hombres tiene”. Y él dijo: “No. Por Dios, eso jamás sucederá, hasta que sea él el que argumente sobre vosotros con eso y los convoque a ello”».[59]
Es decir, por más que intentéis entender las narraciones de la familia de Muhammad (a) relacionadas con el Imam Al-Mahdi (a) y su asunto, entender los detalles del asunto del Imam Al-Mahdi (a) y cómo se levantará, y lo que incluyen los años de los preparativos de la aparición, y entender los inicios de su aparición (a), no serán capaces, como él (a) lo dijo: «No. Por Dios, eso jamás sucederá», y juró sobre ello. Con “características” Al-Yuhani se refería a la descripción de la persona, a la descripción de su asunto y a todo lo relacionado con él, especialmente antes del levantamiento en el periodo de la convocatoria de buena manera, con la que convoca el Imam (a) a los hombres a jurar lealtad. Las palabras del Imam Al-Baqir (a) aclaran este asunto cuando dice «él el que argumente sobre vosotros con eso y los convoque a ello». Es decir, él es el que os hará conocer con su discurso y su declaración la realidad de este asunto. Por lo tanto, el Imam afirma que el asunto es equívoco para los hombres y el que viene es el que aclara la realidad, y con esta aclaración se reconoce al dueño de la verdad.
En una narración del Mensajero de Dios (s), él dijo: «… él tiene una ciencia que en el momento de su salida esa ciencia se difunde por él mismo, y Dios (a) lo hará pronunciarla, y la ciencia lo llamará: “Sal, oh, Patrono de Dios, mata a los enemigos de Dios”. Y él tiene dos banderas y dos señales…».[60]
Esta ciencia hoy se difunde entre los hombres por la gracia de Dios y por la gracia de esta bendita convocatoria verdadera yamani. Pues los hombres saben, después de una larga ignorancia, que los Argumentos de la familia de Muhammad (a) son veinticuatro, no doce como suponen los hombres. Son doce Imames y doce Mahdis, como está en el testamento del Mensajero de Dios (s) a Alí hijo de Abu Táleb (a) la noche de su muerte.
Y los hombres saben que el Primer Mahdi de ellos es el Yamani; y con esto, por un lado se aclara el secreto de que los Imames (a) dirijan a los hombres hacia el Yamani, y por otro lado la exacta descripción final del Primer Mahdi, de manera que no se equivoque quien quiera la verdad. Pues, simplemente al prestar atención a que el Yamani es el líder de los trescientos trece, y el Primer Mahdi también lo es, siendo el primero de los trescientos trece y el que los precede en la fe, y que es de Basora, y que su nombre es Ahmed, etc., etc., se sabe que el Yamani, el Primer Mahdi y el primero de los ansar son una sola persona, y es el lema de la gente de Taliqán, puesto que su lema es como se menciona en la narración: «Ahmed, Ahmed».
Mi consejo a todos los que escriben sobre el asunto del Imam Al-Mahdi (a), y a todos los estudiantes de los seminarios científicos es que seáis ecuánimes y justos con vosotros mismos, que inclinéis vuestros corazones hacia la sabiduría yamani, que no reseñéis las suposiciones de ellos en los libros y luego declaréis que lo que han escrito es la verdad clara y la senda recta, pues ellos desvían a los hombres después de haberse desviado ellos mismos, siendo así los imames de la perdición. Pues la cuenta está cerca, muy cerca, más cerca de lo que imagináis, entre las manos de mi Sayed, mi Guardián y mi padre, el Imam Al-Mahdi (a), y entonces los falseadores se arrepentirán, y después de eso, ¡qué bendición el juicio de Dios y la cita de la Resurrección! Y que cada uno que escriba una letra tenga presente lo que dijo el Altísimo:
{Él no ha de pronunciar palabra sin tener a su lado un vigilante listo}.[61]
Y yo, y me refugio en Dios del Yo, aconsejo al Sayed Sistani y a esos escritores que observen con el ojo de la equidad esta bendita convocatoria yamani, que sean ecuánimes consigo mismos al investigar la verdad y a su gente. Y si no, que sepan todos que quien se oponga hoy a este bendito movimiento yamani será maldecido por los que se sucedan, como hoy se maldice a quien se opuso al Mensajero de Dios Muhammad hijo de Abdulá (s).
Al final de los libros de este centro patrocinado por el Sayed Sistani, se escribió Ahmed Alhasan en la contraportada sin que se percataran de ello,[62] así que revisen lo escrito es las tapas de los libros, y esta es otro signo del dueño de la verdad que apareció a pesar de ellos, porque no he visto nada, sino que he visto a Dios antes de ello, con ello y después de ello, como él (a) lo dijo.[63] Y la retribución es para los piadosos.
{Y Dios es Vencedor en su asunto, pero la mayoría de los hombres no saben}.[64]
Ahmed Alhasan
Albacea y Mensajero del Imam Al-Mahdi (a)
1 de Rayab de 1426 H
[1] Sagrado Corán – sura «Al Imrán» (La familia de Imrán), 7.
[2] Ha sido narrado por ellos (a) que sus palabras tienen setenta faces. As-Saffar narró en Basair ad-Darayat, dijo: Nos relató Muhammad Bin Isa, de Muhammad Bin Abu Umair, de Yamil, de Ayub hermano de Adim, de Hamrán Bin Aayan, de Abu Abdulá (a), que dijo: Dijo: «Yo hablo sobre setenta faces, para cada una de ellas tengo una interpretación», Basair ad-Darayat, pág. 349.
También ha sido narrado: Nos relató Abdulá de Hasan Bin Al-Husein Al-Lului, de Ibn Sinan, de Alí Bin Abu Hamza, que dijo: Entramos yo y Abu Basir a lo de Abu Abdulá (a), y mientras estábamos sentados Abu Abdulá (a) dijo una palabra. Entonces me dije a mí mismo: “Esto es lo que llevaré a los shiíes, esto es, por Dios, un hadiz como nunca he escuchado”. Dijo: Entonces me miró a la cara, luego me dijo: «Yo hablo con una sola palabra. En ella tengo setenta faces. Si quiero toma esto y si quiero tomo aquello», Basair ad-Darayat, pág. 349.
Se ha narrado también: Nos relató Muhammad Bin Isa, de Muhammad Bin Abu Umair, de Muhammad Bin Hamrán, de Muhammad Bin Muslim, de Abu Abdulá (a), que dijo: «Nosotros hablamos con una palabra. En ella hay setenta faces. De cada una de ellas tenemos una interpretación», Basair ad-Darayat, pág. 349.
Nos relató Ahmad Bin Muhammad, de Al-Hasan Bin Mahbub, de Al-Ahwal, de Abu Abdulá (a): «Dijo: vosotros sois los mayores juristas de los hombres mientras conozcáis los significados de nuestras palabras. Nuestras palabras han de interpretarse sobre setenta faces», Basair ad-Darayat, pág. 349.
[3] Qurb al-Isnad, pág. 380 | Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 110.
[4] Uyun Ajbar Ar-Reda, vol. 2, pág. 261 | Wasail Ash-Shia (Al Al-Bait), vol. 27, pág. 115 | Mustadrak al-Wasail, vol. 17, pág. 345.
[5] Ibn Shahr Adhub narró diciendo: Abul Qasim Al-Kufi, en el libro At-Tabdil menciona que Ishaq Al-Kindi era el filósofo de Iraq en su época. Se dedicó a escribir las contradicciones del Corán, ocupándose en ello y aislándose en su casa. Uno de sus alumnos entró un día a lo del Imam Hasan Al-Áskari, y Abu Muhammad (a) le dijo: «¿No hay entre vosotros un varón sensato que disuada a vuestro maestro Al-Kindi de lo que está haciendo con el Corán?». El alumno respondió: “Nosotros somos sus alumnos. ¿Cómo podríamos objetarle en ello o en cualquier otra cosa?”. Y Abu Muhammad le dijo: «¿Le trasmitirías lo que yo te diga?». Dijo: “Sí”. Dijo: «Ve a él, sé amable al tratarlo y ayúdalo en lo que esté haciendo. Cuando haya afabilidad en eso, dile: “Se me ha ocurrido una pregunta, ¿te la hago?”. Él te exhortará a ello. Entonces dile: “Si este que habla con este Corán viene a ti, ¿sería posible que su intención con lo que ha dicho en él sea diferente a las conjeturas que has llegado?”. Y él te dirá que es posible, porque es un varón que entiende cuando escucha. Cuando te conteste eso dile: “¿Y cómo sabes que él no se refirió a algo diferente de lo que tú has llegado, y que ha establecido significados diferentes?”». Entonces el varón fue a lo de Al-Kindi y fue amable con él hasta que le hizo esta pregunta, y él le dijo: «Repítemelo». Y él se la repitió. Entonces Al-Kindi reflexionó y vio que eso era posible en el lenguaje y aceptable en teoría. Entonces le dijo: «Te exhorto a que me informes de dónde lo sacaste?». Él le dijo: «Es algo que insinuó mi corazón y te lo mencioné». Y él dijo: «¡Cómo no! Alguien como tú no se habría guiado a esto ni alcanzado esta condición. Hazme conocer de dónde sacaste esto». Y él le dijo: «Me lo ordenó Abu Muhammad». Entonces dijo: «Ahora lo has dicho. Algo como esto no saldría sino de esa casa». Luego pidió fuego y quemó todo lo que había compuesto. Manaqib Al Abu Taleb, vol. 3, pág. 525, Bihar al-Anwar, vol. 10, pág. 392.
[6] Gaiba de Numani, pág. 187 | Tafsir al-Ayashi, vol. 2, pág. 56 | En el Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 341 | Muuyam Ahadiz Al-Imam Al-Mahdi, vol. 5, pág. 2.
[7] Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 171 | Ilzam an-Nasib, vol. 2, pág. 82.
[8] Es la narración anterior narrada por el Imam Al-Baqir (a).
[9] Véanse las publicaciones de los ansar del Imam Al-Mahdi (a), como el libro El Yamani el Argumento de Dios, El Testamento y el albacea Ahmed Alhasan, Recopilación de evidencias y otros libros que el investigador encontrará en el sitio de los ansar del Imam Al-Mahdi (a).
[10] Es decir, sus (a) palabras: «Habrá quien afirme haberme visto antes de la salida del Sufiani y del grito, pues es un mentiroso impostor».
[11] Véase el libro La respuesta demoledora a los negadores de la visión del Resurgente (a), el libro Una nueva lectura sobre la narración de As-Sammari y otras publicaciones de los ansar del Imam Al-Mahdi (a), pues los hermanos —Dios los guarde— ya han citado las narraciones sobre eso.
[12] Sagrado Corán – sura «Al Imrán» (La familia de Imrán), 7.
[13] Entre ellos está el jeque Ishaq Al-Fayyad, cuando dijo: “Asimismo, deben desmentir a quien afirme ser el Yamani, o el Jurasani, o el dueño del alma pura, porque estas personalidades benditas no aparecen sino después del grito”. Véase el libro Quizá os guieis de las publicaciones de los ansar del Imam Al-Mahdi —que Dios les incremente en éxito.
Y como lo declaró el jeque Muhammad As-Sanad en su libro Fiqh Alaim ad-Duhur, pág. 15, cuando dijo comentando sobre la narración del Yamani narrada por el Imam Al-Baqir (a): “En la narración hay varios puntos: Primero: Define la señal del Yamani con la señal inevitable de la aparición, que es el grito celestial. Se ha mencionado en las descripciones de ese grito, que es el llamado de Gabriel desde el cielo, que lo escuchará la gente de la Tierra, cada hablante en su idioma, y la apropiación del Sufiani en Sham. Y así es la definición para el Jurasani, que a veces se expresa en otras narraciones como el Hasani. Esta definición corta el camino a los que afirman que estos dos nombres están antes del grito y del llamado del cielo, y antes de que el Sufiani se apropie de Sham”.
[14] Entre ellos está el Sayed Kadim Al-Hairi, en su respuesta a una pregunta que se le hizo, aquí tienes noble lector, el texto de la pregunta: “A la Oficina del Referente Religioso, su Eminencia, el Gran Ayatolá, el Sayed Kadim Al-Huseini Al-Hairi. La paz sea con vosotros y la misericordia de Dios y Sus bendiciones. Tenemos una pregunta para formularos a vosotros que es: En Iraq ha aparecido una persona llamada “Ahmed Alhasan”, originario de Basora, que dice ser hijo del Imam Al-Mahdi (a) y su mensajero a los hombres. Toma juramento de lealtad al Imam (a) y la prueba de su afirmación es su encuentro con el Imam (a), revivir a los muertos y hender la luna. Su emblema es la estrella israelí y algunos hombres le han seguido. ¿Cuál es vuestra respuesta a él? Sabiendo que él invita a todos los eruditos a la imprecación, incluido usted Sayed.
Un grupo de imitadores, 1 de Rayab de 1426 H.
Respuesta
En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo
Se ha establecido con convicción y certeza que el Imam (a) designó a cuatro embajadores: el primero, Uzmán Bin Said Al-Amri; el segundo, Muhammad Bin Uzmán Al-Amri; el tercero: Abul Qasim Al-Husein Ibn Ruh; y el cuarto, Alí Bin Muhammad As-Sammari (que Dios se complazca de ellos). Seis días antes del fallecimiento de As-Sammari, expidió un escrito con la letra del Imam (a) y su firma que decía: “Que Dios incremente la retribución de tus hermanos por ti, pues estarás muerto a los seis. Ya ha comenzado la ocultación completa, y no designes a nadie después de ti. No habrá aparición hasta que ocurra el grito y aparezca el Sufiani… y vendrá de mis shiíes quien Habrá quien afirme haberme visto antes del grito y de la aparición del Sufiani. Entonces desmentidlo…”.
Además, Sistani ha dictaminado que se desmienta a quien afirma haber visto al Imam Al-Mahdi (a) en el época de la ocultación mayor. Aquí tienes el texto de ese dictamen:
“En el nombre del Altísimo; La postura legítima hacia quien afirme haberse encontrado con el Imam de la Era (que nuestros espíritus sean su rescate), directamente o a través de la visión en la época de la ocultación mayor, representa no creerles en lo que afirmen y no aceptar lo que le atribuyan a él —con él sea la paz— en cuanto a mandatos u otras cosas. Es más, se debe negar lo que se relate de él —las bendiciones de Dios sean con él y Su paz— sobre los asuntos sabidos por su falsedad, como algo de lo mencionado anteriormente. Nosotros instamos a nuestros hermanos creyentes —que Dios les dé el éxito en Su complacencia— a no dejarse llevar por tales afirmaciones ni a contribuir a su difusión y promoción de ninguna manera. Les aconsejamos que se mantengan alejado de quienes hacen tales afirmaciones y sus seguidores, a menos que abandonen este camino. Rogamos a Dios Bendito y Altísimo que apresure el alivio de nuestro Imam, el Dueño de la Era (a), y que nos ponga entre sus ansar y ayudantes. 21 de Ramadán de 1422 H.”
[15] Gaiba de Numani, pág. 178, en el Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 157.
[16] Gaiba de Numani, pág. 250 | Al-Imama wa At-Tabsira, pág. 137 | Al-Jisal, pág. 200 | Bihar al-Anwar, vol. 25, pág. 139.
[17] Gaiba de Numani, pág. 203 | En el Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 138 | Muuyam Ahadiz Al-Imam Al-Mahdi (a), vol. 3, pág. 465.
[18] Cabe señalar que él narró esto es su libro Muuyam Ahadiz Al-Imam Al-Mahdi (a), como se indica en la referencia de la narración en la siguiente nota al pie.
[19] Al-Gaiba de Numani, pág. 299 | En el Bihar al-Anwar, vol. 51, pág. 31 | Muuyam Ahadiz Al-Imam Al-Mahdi, vol. 3, pág. 229.
[20] Se refiere (a) a la narración del Imam As-Sadiq (a) en la que dice: «Y si nos veis reuniéndonos en torno de un varón, venid a nosotros con las armas».
[21] Al-Kafi, vol. 2, pág. 224 | Qurb Al-Isnad, pág. 380 | Muuyam Basair ad-Darayat, pág. 104.
[22] Sagrado Corán – sura «Yusuf» (José), 43.
[23] Sagrado Corán – sura «Yunus» (Jonás), 46.
[24] Sagrado Corán – sura «As-Saffat» (Las filas), 102.
[25] Sagrado Corán – sura «Yusuf» (José), 36.
[26] Sagrado Corán – sura «Al-Isra» (El viaje nocturno), 60.
[27] Sagrado Corán – sura «As-Saffat» (Las filas), 104-105.
[28] Sagrado Corán – sura «At-Tahrim» (La prohibición), 12.
[29] Sagrado Corán – sura «Yusuf» (José), 46.
[30] Sagrado Corán – sura «Yusuf» (José), 44.
[31] Sagrado Corán – sura «Al-Maida» (El banquete), 111.
[32] Sagrado Corán – sura «Al-Anaam» (Los ganados), 19.
[33] Sagrado Corán – sura «Ar-Raad» (El rayo), 43.
[34] Sagrado Corán – sura «Al-Ahqaf» (Las dunas), 8.
[35] Sagrado Corán – sura «Al-Isra» (El viaje nocturno), 96.
[36] Sagrado Corán – sura «Yusuf» (José), 3-4.
[37] Sagrado Corán – sura «Al-Anbiya» (Los profetas), 1-5.
[38] Bihar al-Anwar, vol. 58, pág. 235.
[39] Bihar al-Anwar, vol. 38, pág. 159.
[40] Sagrado Corán – sura «Yunus» (José), 36.
[41] Sagrado Corán – sura «An-Naym» (La estrella), 23.
[42] Sagrado Corán – sura «An-Naym» (La estrella), 28.
[43] Mustafá (uno de los nombres del Profeta Muhammad s.). (N. del T.)
[44] Libro Regresa, hijo de Fátima, estas son creencias presentado por el Sayed Mahmud Al-Hasani (de As-Silsila al-Wafiya).
[45] Fiqh Alaim Ad-Duhur, pág. 5.
[46] Véase el libro Una nueva lectura sobre la narración de As-Sammari de las publicaciones de los ansar del Imam Al-Mahdi (a). El autor —que Dios le conceda el éxito— ya ha explicado que la trasmisión está incompleta o es de cadena débil.
[47] Sagrado Corán – sura «Yusuf» (José), 21.
[48] Fiqh Alaim ad-Duhur, pág. 16 en su investigación sobre el Yamani y el Hasani.
[49] Numani narró en Al-Gaiba: De Muhammad Bin Muslim, de Abu Abdulá Yafar hijo de Muhammad (con ambos sea la paz), que dijo: «Delante del levantamiento del Resurgente habrá señales de prueba de Dios Altísimo para sus siervos creyentes». Dije: «¿Y cuáles son?». Dijo: «Son lo que dijo Dios Poderoso y Majestuoso: {Y ciertamente hemos de probaros con algo de temor, y de hambre, y pérdida de bienes, y de almas, y de frutos. Y albricia a los pacientes}». Dijo: «“Hemos de probaros” se refiere a los creyentes “con algo de temor” de los hijos de fulano al final de su gobierno, “y de hambre” por el alto costo de sus precios, “y pérdida de bienes” es la corrupción de los comercios y la disminución de beneficios en ellos, “y de almas”». Dijo: «Es la muerte súbita. “Y de frutos” es la escasez de cosechas y poca bendición de los frutos. “Y albricia a los pacientes” en ese momento, por salida del Resurgente», Gaiba de Numani, pág. 258.
De Abu Said Al-Judri, de Yabir Abdulá Al-Ansari, que dijo: El Comandante de los Creyentes Alí hijo de Abu Táleb (a) subió al púlpito de Basora como orador y dio un discurso retórico. Alabó a Dios y lo loó. Luego dijo: «Oh, gente de los dos Iraq, Kufa y Basora, vuestros ricos estarán por Siria y vuestros pobres por Basora». Yabir dijo: «Oh, Comandante de los Creyentes, ¿cuándo será eso?». Dijo: «Cuando aparezcan en la nación de Muhammad (s) sesenta cualidades…». Hasta que dijo: «Cuando la muerte caiga sobre los juristas y eruditos, y los malvados y necios prosperen, y la nación de Muhammad (s) descuide los rezos y siga los deseos, y las confianzas disminuyan y la traiciones aumenten, y beban cafés y jueguen con las manchas, y duerman durante las horas más oscuras de la noche, y bromeen insultando a padres y madres, y eleven las voces en la mezquitas con disputas y las conviertan en lugares de comercio, y estafen en las mercancías y no teman el castigo, y aumenten las maldades y disminuyan las bondades, y desobedezcan al Señor de los cielos, y sus lluvias se conviertan en calor intenso y sus hijos en ira, y los jueces acepten sobornos, y se sobrecarguen los derechos de las mujeres, y disminuya la modestia, y se presagie el mal de lo oculto y se revele lo encubierto, y se oscurezca el aire y se ennegrezca el horizonte, y se tenga miedo en los caminos, y se intensifique la adversidad, y se corrompan los hombres, y se acerque la hora, y se aborrezca la sobriedad, y aumenten los malvados y disminuyan los buenos, y se interrumpan los viajes, y se revelen los secretos, y aumente la sodomía, y opriman los soberanos, y dominen los demonios, y se debilite la religión, y se coma el dinero de los huérfanos, y se repruebe a los indigentes, y haya adulaciones entre jueces y guerras entre soberanos, y necedad en el resto de los hombres, y los varones se satisfagan con los varones y las mujeres con las mujeres, y decoren las paredes, y se eleven los palacios, y atestigüen en falso, y se estreche la ganancia, y se hagan difíciles los reclamos, y se menosprecien las grandes cosas, y se eleven las vulvas sobre las sillas de montar. Entonces el año será como un mes, el mes como una semana, la semana como un día, el día como una hora y la hora no tendrá ningún valor». Dijo: Yabir dijo: «¿Y cuándo será eso, oh, Comandante de los Creyentes?». Dijo: «Cuando Az-Zaurá se haya desarrollado». Hasta que dijo: «Entonces, al final de la época aparecerán gentes cuyos rostros son rostros adamitas y sus corazones, corazones de demonios, derramadores de sangre como lobos feroces. Si los sigues, te criticarán, y si te ausentas, te difamarán. El indulgente entre ellos es considerado un descarriado, y el descarriado es considerado indulgente. El creyente entre ellos es considerado débil y el corruptor entre ellos es considerado honorable. Sus niños son insolentes, sus jóvenes, bribones y sus ancianos, hipócritas. Sus pequeños no respetan a sus mayores, y sus ricos no ayudan a sus pobres. Recurrir a ellos es vergüenza, y pedir lo que hay en sus manos es pobreza. El honor con ellos es humillación. Son hermanos en público y enemigos en secreto. En ese entonces, Dios dará autoridad sobre ellos a los más malvados de ellos, y los mejores de ellos suplicarán y sus súplicas no serán respondidas. Cuando sea así, los soberanos procederán por dichos, los jueces por sobornos y los juristas por lo que juzguen en interpretación. Los buenos comerán del mundo a través de la religión…», Yamia Ahadiz ash-Shia, vol. 13, pág. 375. El Sayed Ahmed Alhasan (a) ya ha abordado muchas de estas señales en el libro El becerro, vol. 2, así que véase allí si desea saber más.
[50] Fiqh Alaim ad-Duhur, pág. 16, en su investigación sobre el Yamani y el Hasani.
[51] Gaiba de Numani, pág. 281 | En el Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 234 | Muuyam Ahadiz Al-Imam Al-Mahdi (a), vol. 3, pág. 269.
[52] Fiqh Alaim ad-Duhur, pág. 19, en su investigación sobre el Yamani y el Hasani.
[53] El jeque Namazi mencionó parte de la biografía de este hombre abyecto y maldito. Dijo: [Abu Musa Al-Ashari: Abyecto maldito. Su nombre era Abdulá Bin Qais. Dijo: Atestiguo que la verdad está con Alí, pero el mundo temporal favoreció a su gente. Y ya he escuchado al Profeta (s) decir: “Oh, Alí, tú estás con la verdad, y la verdad después de mí está contigo”, Yad, vol. 38/34, y Kamaba, vol. 9/267. Parece que era uno de los compañeros del Profeta (s), como lo dijeron muchos en general. En resumen, era un ser vil, y su enemistad hacia nuestro Guardián, el Comandante de los Creyentes (a) y su incredulidad es más famosa que la incredulidad de Iblís. Sus actos legales en la designación de los dos jueces son bien conocidos. El Comandante de los Creyentes lo maldecía en su invocación, y dijo: “Él es el católico de esta nación”. Cayó en el abismo en el año 44…], Mustadrakat Ilm Riyal al-Hadiz, vol. 8, pág. 459.
[54] Fiqh Alaim ad-Duhur, pág. 23, en su investigación sobre el dotado del alma pura, Shuaib Bin Saleh, y otros.
[55] Tafsir al-Ayashi, vol. 1, pág. 65 | Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 223.
[56] Véanse el libro El Mahdi y los Mahdis en el Corán y la tradición, el libro Recopilación de evidencias y otros de las publicaciones de los ansar del Imam Al-Mahdi (a).
[57] Al-Yamani Raya al-Huda, pág. 67.
[58] Al-Yamani Raya al-Huda, pág. 71.
[59] Gaiba de Numani, pág. 377 | Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 366.
[60] Uyun Ajbar Ar-Reda, vol. 2, pág. 65 | Kamal ad-Din, pág. 155 | Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 311 | Ilzam an-Nasib, vol. 1, pág. 189.
[61] Sagrado Corán – sura «Qaf» (Qaf), 18.
[62] Para el estimado lector, la imagen de la portada del libro en la que escribieron el nombre del Sayed Ahmed Alhasan (a), y en esto hay signos para los que observan atentamente:
[63] Explicación de Usul al-Kafi de Al-Mazandarani, vol. 3, pág. 83. El que lo dice es el Comandante de los Creyentes, Alí hijo de Abu Táleb (a).
[64] Sagrado Corán – sura «Yusuf» (José), 21.
Del libro Consejo a los estudiantes de los seminarios científicos de Ahmed Alhasan