El Resurgente (a) no conduce a los hombres siguiendo la conducta de su abuelo, el Comandante de los Creyentes (a). Esto lo han aclarado los puros en sus palabras, como es bien sabido: él viene a desenmascarar la falsedad, a erradicarla y a cambiar la tierra que los perversos e inicuos llenaron con iniquidad y opresión, por la justicia y equidad divinas.
Algunas personas, a veces, dan consejos inventados a los auxiliares cuando ellos transmiten las signos de Dios a las personas. ¡Y cuando llega el momento en que queremos desenmascarar la falsedad para ciertas personas engañadas por ellos, se alzan las voces de quienes adoptan una moral fingida, llena de mentira y falsedad, para decir que esto no encaja en una convocatoria divina!
Y como este es un asunto importante y delicado, cuyo alcance puede que yo no comprenda, y podría caer sin saber en algo que desagrade a Dios, digo a los auxiliares de Dios: tened cuidado con tal moral artificial, que ni un día los ha invitado a la piedad, mientras insultaban al remanente de Dios desde sus púlpitos, y han dicho cosas que avergüenzan.
En cualquier caso, el Siervo Bueno (a) tenía un consejo sobre este punto. Escuchémosle mientras habla con sus auxiliares cuando pidió a uno de ellos que recordara esto a sus hermanos: «Te ruego que aconsejes a los auxiliares a no hacer como hizo el ejército de Alí (a) cuando Ibn Al-Aas y Muawiya alzaron los coranes. Ahora vienen a vosotros con la moral tras sentir la derrota y la debilidad; moral que ellos inventan, pues está muy alejada de ellos, alzando coranes sobre lanzas.
Hace años que advertí sobre la cuestión de alzar coranes. Ruego a Dios que os proteja de tales sediciones. Hoy y mañana alzarán coranes y hablarán de moral después de sentir la debilidad y la derrota, exactamente como Ibn Al-Aas y Muawiya, y sólo quien carece de moral, como los jariÿíes, se dejará engañar por su moral inventada».
Del libro Con el Siervo Bueno de Ahmed Alhasan (a)
