Sobre el comienzo del año según Dios, pregunté al Siervo Bueno (a), diciendo: ¿Acaso el año según Dios Enaltecido empieza la Noche del Decreto?
Y me respondió (a): «Sí, el año empieza en Ramadán. El decreto ejecutado del año pasado termina en la Noche del Decreto, y empieza un nuevo decreto con la Noche del Decreto».
Entonces dije: ¿Es por esto que hay temor en este noble mes?
Y el (a) dijo: «El temor es en todo momento. Quien conoce su alma, su oscuridad y su constante negligencia, ¿cómo no va a temer? Antes de la Noche del Decreto tuve una visión relacionada con un suceso que ya había pasado, pero te contaré la visión: Vi un grupo de ángeles y yo quería realizar una acción. Entonces les pedí que me trajeran algunas cosas relacionadas con esta acción. Me las trajeron, pero se opusieron y dijeron: “¿Por qué expones tu alma a esto? Pues, Dios no está pidiendo cuentas ni tienes ninguna falta que expiar”. Lo importante es que completé la acción, aunque tenía algo de dificultad o un posible daño. Después de terminar, mientras me retiraba del lugar, me dirigí a los ángeles que me habían pedido evitar esta acción y les dije: “No temió ni rezó, pero se contaminó y se apartó”. Así dice Dios. ¿Acaso queréis que yo no tenga temor?».
Del libro Con el Siervo Bueno de Ahmed Alhasan (a)