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Dijo el Exaltado: {No ha sido Muhammad padre de uno de vuestros varones, pero es el Mensajero de Dios y el sello de los profetas. Y es Dios de cada cosa, Sapientísimo}.[1]

Por lo anterior se desprende que la selladura de la profecía, y me refiero aquí a la selladura como “fin”, es decir, el fin de la profecía y su interrupción, es incorrecta si lo que se entiende por profecía fuera alcanzar la posición de la profecía y por ende, conocer algunas noticias del cielo de la verdad y lo oculto, porque el camino de la elevación al Reino de los Cielos está abierto, no se ha cerrado y no se cerrará.

Asimismo, el Profeta Muhammad (s) confirmó en más de una narración narrada por shiíes y sunníes, así como la Gente de su Casa (a), que uno de los caminos de la inspiración divina permanecerá abierto y no se cerrará, que es la “visión verídica” de parte de Dios Glorificado y Exaltado.

De Alí Bin Al-Husein Bin Alí Bin Fadal, de su padre, de Abul Hasan Alí hijo de Musa Ar-Reda (a): que le dijo a un varón de la gente de Jurasán: Oh, hijo del Mensajero de Dios, he visto al Mensajero de Dios (s) en un sueño, como si me dijera: ¡¿Cómo estarías si fuera enterrada en vuestra tierra una parte mía, se os confíe mi depósito y se oculte en vuestro suelo mi estrella?!

Entonces Ar-Reda (a) le dijo: «Yo soy el enterrado en vuestra tierra, yo soy la parte de vuestro profeta, y yo soy el depósito y la estrella. Ciertamente, para quien me visite conociendo lo que Dios Bendito y Exaltado ha hecho obligatorio de mi derecho y de la obediencia a mí, pues yo y mis padres seremos su intercesores el Día de la Resurrección. Y aquel para el que nosotros seamos sus intercesores es salvo, aunque cargara el pecado de las dos cosas de peso, los genios y los humanos. Ya me ha relatado mi padre, de mi abuelo, de su padre, de sus padres, que el Mensajero de Dios (s) dijo: “Quien me haya visto en el sueño, pues ya me ha visto; porque el demonio no puede representar mi imagen, ni la imagen de ninguno de mis albaceas, ni la imagen de ninguno de mis shiíes. La visión verídica es una parte de las setenta partes de la profecía”».[2]

Del Profeta (s), que dijo: «Si se acerca la época, la visión del musulmán casi no mentirá. El más veraz de vosotros en visión es el más veraz de vosotros en el habla. La visión del creyente es una parte de las cuarenta y cinco partes de la profecía».[3]

Del Profeta (s), que dijo: «Es una parte de las setenta partes de la profecía».[4]

Del Mensajero de Dios (s), que dijo: «La visión del creyente es una parte de las setenta y siete partes de la profecía».[5]

De Alí (a), que dijo: «La visión del creyente fluye como un cauce de palabras con las que el Señor habla ante él».[6]

El Profeta (s), que dijo: «Si se acerca la época, la visión del creyente casi no mentirá, y el más veraz de ellos en visión es el más veraz de ellos al hablar».[7]

Al-Alama Al-Maylisi transmitió en el Bihar al-Anwar del libro Yamaa al-Ajbar y en el libro At-Taabir, de los Imames (a): «La visión del creyente es cierta, porque su alma es buena, su certeza es correcta, y al salir es recibida por los ángeles. Así que es inspiración de Dios Poderoso y Avasallador».[8]

Del Mensajero de Dios (s), que dijo: «Quien me haya visto mientras dormía, pues ya me ha visto, porque el demonio no puede representar mi imagen, ni la imagen de ninguno de mis albaceas, ni la imagen de ninguno de sus shiíes. La visión verídica es una parte de las setenta partes de la profecía».[9]

Del Mensajero de Dios (s): «Cuando sea el Final de la Época, la visión del creyente casi no mentirá. El más veraz de ellos en visión será el más veraz de ellos al hablar».[10]

Del Mensajero de Dios (s): «Si se acerca la época, la visión del creyente casi no mentirá. El más veraz de ellos en visión es el más veraz de ellos al hablar. La visión del musulmán es una parte de las cuarenta y seis partes de la profecía».[11]

Del Profeta (s), que dijo: «La visión del creyente es una parte de las cuarenta y seis partes de la profecía».[12]

De él (s), que dijo: «Si uno de vosotros ve una visión que le guste, proviene de Dios. Así que alabe a Dios por ella y que hable sobre ella».[13]

Del Mensajero de Dios (s), que dijo: «La visión del creyente es una parte de las setenta y siete partes de la profecía».[14]

Del Mensajero de Dios (s): «La visión del creyente es una parte de las cuarenta partes de la profecía».[15]

De él (s), que dijo: «La visión del creyente o del musulmán es una parte de las cuarenta y seis partes de la profecía».[16]

El Mensajero de Dios (s) dijo: «La visión del creyente es una parte de las cuarenta y seis partes de la profecía».[17]

Del Mensajero de Dios (s): «Si se acerca la época, la visión del creyente casi no mentirá. El más veraz de ellos en visión es el más veraz de ellos al hablar. La visión del creyente es una parte de las cuarenta y seis partes de la profecía».[18]

Del Mensajero de Dios (s): «La visión del creyente es una parte de las cuarenta partes de la profecía».[19]

En una narración, Dios inspira al Imam Musa Al-Kadim (a) en una visión que el Imam que viene después de él es su hijo Alí hijo de Musa, Ar-Reda (a).

De Yazid Bin Salit Az-Zaidi, que dijo: «Nos encontramos con Abdulá (a) en el camino a La Meca. Nosotros éramos un grupo y yo le dije: “Oh, que mi padre y mi madre sean tus rescate, que vosotros sois los imames purificados, y la muerte, nadie está exento de ella. Así que háblame de algo que pueda hablar a quienes vengan después de mí”. Y él me dijo: “Sí, esta es mi progenie y este el Sayed de ellos.”—y señaló a su hijo Musa (a)—“En él está la ciencia, el juicio, el entendimiento, la generosidad, el conocimiento de lo que los hombres necesitan en cuanto a las diferencias en los asuntos de su religión. En él hay buen carácter y buena vecindad, es una puerta de las puertas de Dios Exaltado (a)”». Y en otro: «“Él es mejor que todos estos».

Entonces mi padre le dijo: «Y qué es eso, que mi padre y mi madre sean tu rescate?» Dijo: «Dios hará salir de Él (a) al Socorro[20] de esta nación, y su ayuda, su ciencia, su luz, su entendimiento, su juicio, el mejor nacido y el mejor joven. Dios resguardará la sangre, reconciliará con él las relaciones, unirá con él lo disperso, reparará con él la ruptura, vestirá con él al desnudo, saciará con él al hambriento, dará seguridad con él al temeroso, hará descender con él la lluvia y los siervos le obedecerán. Es el mejor anciano y el mejor joven. Buenas nuevas tendrá con él su clan en el momento de su madurez. Su palabra es juicio y su silencio, ciencia. Explicará a los hombres aquello sobre lo que discrepan».

Dijo: Entonces mi padre dijo: «Oh, que mi padre y mi madre sean tus rescate. ¿Tendrá un hijo después de él?». Dijo: «»—y dejó de hablar.

Y Yazid dijo: «Luego me encontré con Abul Hasan», refiriéndose a Musa hijo de Yafar (a), «y le dije: “Que mi padre y mi madre sean tu rescate. Quiero que me informes de lo mismo que informó tu padre». Y él dijo: «Mi padre (a) estaba en una época que no era como esta».

Yazid dijo: «Entonces dije: “A quien se complazca de ti por esto, que Dios lo maldiga”». Él dijo: «Entonces se rio y luego dijo: “Te informo, oh, Abu Umara, he salido de mi casa y he puesto en mi testamento exteriormente a mis hijos, incluyéndolos con mi hijo Alí, y lo he distinguido a él con mi testamento interiormente. Es que mientras dormía he visto al Mensajero de Dios (s) y al Comandante de los Creyentes (a) con él. Él tenía un anillo, una espada, una vara, un libro y un turbante, y le dije: “¿Qué son estas cosas?”. Y él dijo: “El turbante es la autoridad de [Dios] el Exaltado (a); la espada, el poder de Dios (a); el libro, la luz de Dios (a); la vara, la fuerza de Dios (a); el anillo,[21] el que junta todas estas cosas”». Luego dijo: «El Mensajero de Dios (s) dijo: “El mandato pasará a tu hijo Alí”».

Dijo: Luego dijo: «Oh, Yazid, este es un depósito que se te confía ti, así que no informes de él excepto a alguien razonable, o a un siervo cuyo corazón Dios haya probado para la fe, o sea veraz. No descreas de la gracia de Dios Exaltado, y si se te pide dar testimonio, dalo, pues Dios Exaltado dice: {Dios os ordena que devolváis los depósitos a su gente},[22] y dijo Dios (a): {¿Y quién es más injusto que quien oculte un testimonio que tiene procedente de Dios?}».[23] Entonces dije: «Por Dios, nunca haría tal cosa».

Dijo: Luego Abul Hasan (a) dijo: «Luego, el Mensajero de Dios (s) me describió. Así pues, dijo: “Alí, tu hijo, es el que mira la luz de Dios, y escucha con Su entendimiento, y se pronuncia por Su sabiduría, acierta y no se equivoca, sabe y no ignora, está lleno de juicio y ciencia, ¡y qué poco tiempo estarás con él! Ciertamente, es algo que no ha sido. Cuando regreses de tu viaje, arregla tu mandato y termina lo que querías, pues serás trasladado lejos de él y serás vecino de otro. Así que reúne a tu progenie y por a Dios como testigo sobre todos ellos. Dios es suficiente como testigo».

Luego dijo: «Oh, Yazid, yo seré tomado este año y Alí, mi hijo, lleva el nombre de Alí, el hijo de Abu Taleb (a) y el nombre de Alí, el hijo de Husein (a). Se le hado el entendimiento del primero, su ciencia, su victoria y su manto. Y él no debe hablar hasta cuatro años después de Harún.[24] Cuando pasen cuatro años, pregúntale lo que quieras que te responderá, si quiso Dios Exaltado».[25]

Por lo tanto, la visión es un camino para la inspiración de Dios Glorificado. Está abierto después de Muhammad (s), lo cual se ha confirmado por las narraciones y por los hechos tangibles que todavía está abierto para los hombres.[26]

No hay ningún impedimento para que algunos creyentes sinceros en su adoración a Dios alcancen la posición de la profecía, y puede que Dios Glorificado y Exaltado los inspire a través de este camino (la visión), informándoles sobre parte de la verdad y lo oculto por un favor procedente de Él, Glorificado y Exaltado.

Es seguro que los Imames (a) han alcanzado la posición de la profecía. La verdad y lo oculto llegaban a ellos a través de la visión y la revelación. Las narraciones que confirman esto son muy numerosas, entre ellas la narración ya mencionada.[27]

Por lo tanto, la existencia de creyentes sinceros que han alcanzado la posición de la profecía y a los que Dios Glorificado y Exaltado ha inspirado a través del camino de la visión es algo posible, al menos, ha ocurrido con los Imames (a).

En cuanto a lo narrado por ellos (a) y por lo que se entiende que ellos han negado ser profetas, lo que se pretende con ello es negar que ellos han sido profetas enviados por Dios Glorificado y Exaltado. Y si no, ¿qué sentido tendría que el espíritu de santidad les transmitiera noticias? ¿Y qué sentido tendría que haya estado con ellos y no se separara de ellos?[28]

Así que si este es el caso:

¿Qué significa que el Mensajero Muhammad (s) sea el sellador de los profetas (es decir, el último de ellos)?

Y asimismo, ¿qué significa que él (s) sea el sello de los profetas (es decir, el más central de ellos)? Pues ambos, es decir, el sellador (خاتِم) y el sello (خاتَم), son nombres del Profeta Muhammad (s).

Para conocer la respuesta se debe conocer algo de la posición del Profeta Muhammad (s) y algo con lo que se lo distingue del resto de los hijos de Adán, e incluso de los profetas en particular.


[1] Sagrado Corán – sura «Al-Ahzab» (Los partidos), 40.

[2] Man La Yahdaruhu al-Faqih, vol. 2, pág. 584 | Uyun Ajbar Ar-Reda (a), vol. 1, pág. 287 | Amali Ash-Sheij As-Saduq, pág. 120 | Bihar al-Anwar, vol. 49, pág. 283.

[3] Sahih Muslim, vol. 7, pág. 52 | Sunan At-Tirmidi, vol. 3, pág. 363 y en ambos se usa el término “musulmán” en lugar de “creyente” en los dos casos. En el segundo: “cuarenta y seis partes”. También en Ad-Durr al-Manzur, vol. 3, pág. 312 y Bihar al-Anwar, vol. 58, pág. 192.

[4] Man La Yahdaruhu al-Faqih, vol. 2, pág. 584 | Uyun Ajbar Ar-Reda (a), vol. 1, pág. 287 | Amali Ash-Sheij As-Saduq, pág. 121 | Bihar al-Anwar, vol. 49, pág. 283.

[5] Kanz al-Fawaid, pág. 211 | Mustadrak Safina al-Bihar, vol. 4, pág. 39.

[6] Kanz al-Fawaid, pág. 211 | Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 210.

[7] Amali Ash-Sheij At-Tusi, pág. 386 | Bihar al-Anwar, vol. 85, pág. 172 | Mustadrak Safina al-Bihar, vol. 4, pág. 31 | Al-Muuyam Al-Ausar, vol. 1, pág. 291.

[8] Bihar al-Anwar, vol. 58, pág. 176. Y también se transmitió en Maariy al-Yaqin Fi Usul Ad-Din, pág. 490.

[9] Bihar al-Anwar, vol. 58, pág. 176. Y aparece en Man La Yahdaruhu al-Faqih, vol. 2 pág. 584, Uyun Ajbar Ar-Reda (a), vol. 1, pág. 287, Amali Ash-Sheij As-Saduq, pág. 121, Bihar al-Anwar, vol. 49, pág. 283 en lugar de “pues el demonio” dice “porque el demonio”.

[10] Bihar al-Anwar, vol. 58, pág. 181.

[11] Sunan At-Tirmidi, vol. 3, pág. 363 | Bihar al-Anwar, vol. 58, pág. 192. Y en Musnad Ahmad, vol. 2, pág. 507 y Sahih Muslim, vol. 7, pág. 52. Aparece el término “musulmán” en lugar de “creyente” en los dos casos. También en Sahih Muslim: “cuarenta y cinco” en lugar de “cuarenta y seis”. Y en Sahih Bujari, vol. 8, pág. 77 aparece el término “creyente” en lugar de “musulmán” en los dos casos.

[12] Bihar al-Anwar, vol. 58, pág. 192.

[13] Musnad Ahmad, vol. 3, pág. 8 | Sahih Bujari, vol. 8, pág. 83 | Sunan At-Tirmidi, vol. 5, pág. 168 | Bihar al-Anwar, vol. 58, pág. 192.

[14] Bihar al-Anwar, vol. 58, pág. 210.

[15] Musnad Ahmad, vol. 4, pág. 11 | Sunan At-Tirmidi, vol. 3, pág. 366 | Al-Muuyam al-Kabir, vol. 19, pág. 205 | Al-Yamia as-Sagir, vol. 2, pág. 6.

[16] Musnad Ahmad Ibn Hanbal, vol. 5, pág. 319.

[17] Sahih Muslim, vol. 7, pág. 53 | Sunan Ad-Darimi, vol. 2, pág. 123.

[18] Sunan Ibn Maya, vol. 2, pág. 1289.

[19] Sunan At-Tirmidi, vol. 3, pág. 366.

[20] El Consolador. (N. del T.)

[21] anillo y sello son la misma palabra en árabe (خاتَم), dado que anillo se utilizaba para sellar documentos. (N. del T.)

[22] Sagrado Corán – sura «An-Nisá» (Las mujeres), 58.

[23] Sagrado Corán – sura «Al-Báqara» (La vaca), 140.

[24] Harún fue el quinto califa abasí en Iraq.

[25] Uyun Ajbar Ar-Reda (a), vol. 2, pág. 33.

[26] En cuanto a las narraciones, ya se han mencionado las de él (a). En cuanto a los hechos tangibles, mencionaré dos testimonios de entre muchos:

Primero: Lo que narró el Jeque Al-Amini en su biografía del poeta de la Gente de la Casa (a), Abul Hasan Yamal Ad-Din Alí Bin Abdulaziz Bin Abi Muhammad Al-Jalai (Al-Jalii) Al-Mausili Al-Hilli, que nació de padres nasibíes (enemigos de la Gente de la Casa), y que su madre había hecho la promesa de que si se le concedía un hijo, lo enviaría a interceptar el camino y matar a los peregrinos que visitaban al vástago, el Imam Husein (a). Cuando nació Yamal Ad-Din Al-Jalii y alcanzó la madurez, ella lo envío para cumplir su promesa. Cuando él llegó a las cercanías de la ennoblecida Kerbala, comenzó a esperar la llegada de los visitantes y se quedó dormido. Cuando pasaban las caravanas el polvo lo cubrió. Y en mientras dormía vio que la Resurrección ya había llegado y que a él se le ordenaba ir al fuego, pero este no lo tocaba debido al polvo que lo cubría. Entonces despertó y desistió de su mala intención, y abrazó la lealtad a la familia. Se dice que en ese momento compuso dos versos que el creativo poeta Al-Hayy Mahdi Al-Falluyí Al-Hilli expandió a cinco, y son, con la expansión:

Te veo en una laguna, te has llenado de preocupaciones

Y te ha dispersado el deseo entre nosotros, pues, entre nosotros

Tranquiliza el alma y refresca con Dios el ojo

Si quieres la salvación, pues, visita a Husein

Para que te encuentres a la divinidad consolado el ojo

Cuando sepan los ángeles de tu determinación

Que anhelaba su santuario te inscribirán oficialmente

Y será prohibida la Gehena para ti definitivamente

Y el fuego no tocará el cuerpo

Sobre él está el polvo de los visitantes de Husein

Nótese el texto que viene en el libro Al-Gadir, vol. 6, pág. 12.

Segundo: La historia de la visión del Jeque Al-Mufid (que Dios tenga misericordia de él) cuando como si Fátima, hija del Mensajero de Dios (s), entraba a lo de él mientras él estaba en su mezquita en Al-Karj. Con ella estaban sus dos hijos pequeños, Hasan y Husein (con ambos sea la paz) y ella se los entregó a él y le dijo: «Enséñales la jurisprudencia». Entonces se despertó asombrado por ello, y cuando llegó el día al amanecer de esa noche en la que vio la visión, entró a lo de él, a la mezquita, Fátima, la hija de Nasr, rodeada de sus servidoras y frente a ella sus dos hijos pequeños, Muhammad Ar-Radí y Alí Al-Murtadá. Entonces él se levantó y la saludó, y ella le dijo: «Oh, Jeque, estos son dos mis hijos. Te los he traído para que les enseñes jurisprudencia». Entonces Abu Abdulá, es decir, el Jeque Mufid, lloró y le contó el sueño, y se encargó de enseñarles jurisprudencia…, An-Nasiriat, pág. 9.

[27] Entre ellas el visión del Imam Husein (a). Fue como si unos perros lo mordieran y entre ellos había un perro manchado que era el más feroz con él. Y él le dijo a Shimr Bin Dil Youshan —maldígalo Dios—: «Ése eres tú». Y Shimr —maldígalo Dios— era leproso. (Al-Walim, el Imam Husein (a), pág. 274). Quien quiera saber más que vea Al-Kafi, Dar As-Salam, y otros libros del hadiz.

[28][28] De Hisham Bin Salim, de Ammar u otro, que dijo: Le dije a Abu Abdulá (a): ¿Por qué juzgáis cuando juzgáis? Y él dijo: «Por el juicio de Dios y el juicio de David y el juicio de Muhammad (s). Y si se nos remite algo que no está en el libro, el espíritu de santidad se encuentra con nosotros y Dios nos manda inspiración», Basair ad-Darayat, pág. 472.

De Abu Basir, que dijo: Pregunté a Abu Abdulá (a) sobre lo que dijo Dios Bendito y Exaltado: {Y así te hemos inspirado un espíritu de nuestra orden. No estabas enterado de lo que es el libro ni la fe}. Él dijo: «Es una creación de las creaciones de Dios (s), más grandiosa que Gabriel y Miguel. Estaba con el Mensajero de Dios (s) informándole y guiándole, y está con los Imames después de él», Al-Kafi, vol. 1, pág. 273.

De Abu Yarud, de Abu Yafar (a), que dijo: Le pregunté: «¿Cuándo se levanta vuestro Resurgente?». Dijo: «Oh, Abu Yarud, no te enterarás». Dije: «La gente de su época». Y dijo: «Y la gente de su época no se enterará… Él marchará hacia Medina y los hombres marcharán hasta que Dios Poderoso y Majestuoso quede satisfecho. Él matará a mil quinientos quraishíes, entre ellos no habrá sino vástagos del contubernio… Y él marchará hacia Kufa y de allí saldrán dieciséis mil batríes [ver batriya] armados, recitadores del Corán, juristas de la religión, con sus frentes marcadas y sus ropas arremangadas, inmersos en hipocresía, y todos ellos dirán: “Oh, hijo de Fátima, regresa, no tenemos necesidad de ti”. Entonces él los pasara por espada detrás de Nayaf en el anochecer de un lunes, desde la tarde hasta la noche y los matará más rápido que el sacrificio de un camello. Ni un solo hombre de ellos escapará y ninguno de sus compañeros será herido. La sangre de ellos será una ofrenda a Dios. Luego entrará a Kufa y matara a sus combatientes hasta que Dios Poderoso y Majestuoso quede satisfecho».

Dijo: No razoné el significado, así que esperé un poco y luego dije: «Sea yo tu rescate. ¿Cuándo quedará satisfecho Dios Poderoso y Majestuoso?». Dijo: «Oh, Abu Yarud, Dios inspiró a la madre de Moisés y él es mejor que la madre de Moisés. Y Dios inspiró a las abejas y él es mejor que las abejas». Entonces entendí el concepto. Y él me dijo: «¿Has entendido el concepto?». Dije: «Sí».

Entonces dijo: «… Seguirá el camino de Salomón hijo de David (con ambos sea la paz). Invocará al sol y a la luna, y le responderán, y la tierra se plegará para él. Dios lo inspirará y él actuará según el mandato de Dios», Dalail al-Imama de Muhammad Bin Yarir At-Tabari (el shií), págs. 455-456.

Quien quiera saber más puede revisar Al-Kafi, Basair ad-Darayat y otros libros del hadiz.


Del libro La profecía selladora de Ahmed Alhasan