Gilgamesh triunfa en su primer viaje y mata al demonio Humbaba. Regresa a Uruk y se pone su corona para comenzar su segunda batalla con la vida mundanal (la diosa Ishtar o Inanna):
«Después Gilgamesh se puso su corona. La Señora Ishtar miraba con deseo la belleza de Gilgamesh: “Ven, Gilgamesh, sé mi amado.
Concédeme los frutos de tu amor, oh concédeme.
Sé tú mi esposo y yo tu esposa.
Déjame prepararte un carro de lapislázuli y oro,
sus ruedas serán de oro y sus astas serán de ámbar.
Guiando leones en equipo y mulas de gran tamaño,
entra en nuestra casa entre la dulce fragancia del cedro.
Cuando entres en nuestra casa
la puerta y el escabel te besarán los pies.
Reyes, cortesanos y nobles se arrodillarán ante ti”,
[Gilgamesh] abrió su boca para hablar,
[diciendo] a la Señora Ishtar:
“[Y si en efecto] te tomo en matrimonio,
…… cuerpo y vestidos,
¿[de dónde vendrían] mi alimento y mi sustento?
¿[Me darías de comer] pan digno de un dios,
[y me escanciarías cerveza] digna de un rey?
* * *
¿[Quien está ahí] te tomaría en matrimonio?
[A ti, una escarcha que no cuaja en] hielo,
una puerta de lamas [que] [no] resiste brisa ni sequía,
un palacio que aniquila … guerreros,
Un elefante que … sus arreos,
betún que [mancha las manos] de quien lo transporta,
odre que [corta las manos] de quien lo transporta,
piedra caliza que [debilita] un muro de mampostería,
un ariete que destruye [los muros del] enemigo,
un zapato que aprieta el pie de su dueño.
¿Cuál de tus novios te duró para siempre?
¿Cuál de tus valerosos guerreros subió [a los cielos?]…”
La diosa Ishtar [oyó] estas palabras,
[ascendió] al cielo con furibunda cólera.
[Llorando] acudió a Anu, su padre,
ante Antu, su madre, sus lágrimas corrieron:
“Oh padre, una y otra vez Gilgamesh me desprecia,
contando un cuento lleno de las más viles calumnias,
calumnias sobre mí y también insultos”.
Anu abrió su boca para hablar,
diciendo a la Señora Ishtar:
“Ah, pero ¿no fue que tú provocaste al rey Gilgamesh,
para que contase un cuento lleno de las más viles calumnias,
calumnias sobre ti y también insultos?”
Ishtar abrió su boca para hablar,
diciendo a su padre, Anu:
“Padre, dame, por favor, el Toro Celeste,
para que en su morada pueda dar muerte a Gilgamesh.
Si no me das el Toro Celeste,
destrozaré [las puertas del Mundo Inferior, hasta llegar] a su morada,
al mundo inferior concederé [manumisión,]
haré subir a los muertos para que consuman a los vivos,
haré que haya más muertos que vivos”.
Anu abrió su boca para hablar,
diciendo a la Señora Ishtar:
“Si lo que de mí quieres es el Toro Celeste,
que las viudas de Uruk reúnan la paja de siete años,
[y los labradores de Uruk] cultiven el heno de siete años”.
[Ishtar abrió su boca] para hablar, [diciendo a] su padre, Anu: “……… ya he almacenado, ……… ya he cultivado.”
Las viudas [de Uruk han] reunido la paja de [siete] años, los labradores [de Uruk han cultivado el] heno [de siete años]».[1]
En el Corán dice: {Y trató de seducirlo aquella, de la cual él estaba en su casa, de su alma. Y cerró las puertas y dijo: «Ven, tú». Él dijo: «Sea refugio Dios. Ciertamente él es mi Señor, me ha dado alojamiento. Ciertamente, no triunfan los injustos»}.[2]
{Dijo: «Sembraréis siete años como hábito. Y lo que hayáis cosechado, dejadlo en su espiga excepto un poco de lo que comeréis» * «Luego vendrán después de eso siete difíciles que consumirán lo que hayáis previsto para ellos, excepto un poco que almacenaréis» * «Luego vendrá después de eso un año en el que recibirán abundante lluvia los hombres en él y prensarán»}.[3]
[1] Fuente: Taha Baqir, La Epopeya de Gilgamesh.
[2] Sagrado Corán, sura «Yusuf» (José), 23.
[3] Sagrado Corán, sura «Yusuf» (José), 47-49.
Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)