De lo anterior, se explica que los Imames y los Mahdis tienen la posición de la profecía y son mensajeros. Pero aquí se habla de los compañeros del Mahdi, es decir, del primer equipo y los allegados que los sigan.
Las características de los compañeros del Mahdi (a) en el Corán:
- 1) {Y hemos puesto entre ellos y entre los poblados en los que hemos bendecido, poblados visibles}.[1]
Esta aleya no se refiere sino a unos varones a los que ni los negocios ni las ventas los distraían del recuerdo de Dios, así como en las palabras del Exaltado: {Y cuántos poblados se rebelaron contra la orden de su Señor y Sus mensajeros. Así pues, los hemos hecho responsables, una cuenta rigurosa, y los atormentamos con un tormento abominable}.[2]
Se refiere a hombres que están en el poblado, no a las paredes.
Por lo tanto, Dios dice “hemos puesto entre vosotros, oh, creyentes, y entre los poblados benditos, poblados visibles”.
Los poblados benditos son Muhammad y la familia de Muhammad (a).
En cuanto a los poblados visibles, son los allegados de Dios que son argumentos sobre los hombres.
Al-Hurr Al-Ámili narró en Al-Wasail: «De Muhammad Bin Al-Hasan en el libro Al-Gaiba, de Muhammad Bin Abdulá Bin Yafar Al-Himyarí, de su padre, de Muhammad Bin Saleh Al-Hamdaní, que dijo: Escribí al Compañero de la Época (a) que la gente de mi casa me censura por el hadiz narrado por tus padres (a), que dice: “Nuestros servidores y encargados son los malvados de la creación de Dios”.
Y él (a) escribió: “¡Y ay de vosotros! ¡No leéis! Lo que dijo Dios Exaltado:
{Y hemos puesto entre ellos y entre los poblados en los que hemos bendecido, poblados visibles}.
Pues, por Dios, nosotros somos los poblados en los que Él ha bendecido y vosotros sois los poblados visibles».[3]
As-Saduq lo narró en el libro Ikmal ad-Din, de su padre y Muhammad Bin Al-Hasan, de Abdulá Bin Yafar, similar a este.[4] También lo narró con la cadena de narradores de Abdulá Bin Yafar, de Alí Bin Muhammad Al-Kulaini, de Muhammad Bin Muslim, del Compañero de la Época (a), similar a este.[5]
De Ahmad Bin Alí Bin Abu Talib At-Tabrisi, en el libro Al-Ihtiyay: De Abu Hamza, de Abu Yafar (a), en un hadiz que dijo a Hasan Al-Basri: «… Pues, nosotros somos los poblados en los que Dios bendijo, y eso es lo que dijo Dios (a) a quienes reconocieron nuestra virtud cuando Dios les ordenó que vinieran a nosotros, así pues, dijo:
{Y hemos puesto entre ellos y entre los poblados en los que hemos bendecido, poblados visibles},
Y los poblados visibles son los mensajeros y los transmisores de nosotros a nuestros shiíes, y los juristas de nuestros shiíes a nuestros shiíes, y lo que Él ha dicho:
{Y hemos determinado entre ellos la andadura}.
La andadura es una representación de la ciencia con la que se anda noches y días, una representación de aquello por donde se anda con la ciencia en noches y días, de nosotros a ellos, en lo lícito y lo ilícito, los preceptos y los estatutos. Seguros en ella si es que han tomado de él. A salvo de la duda y la perdición, y del traslado de lo ilícito a lo lícito; porque han tomado la ciencia de quienes debían tomarla, de ellos con conocimiento. Porque ellos son la gente de la herencia de la ciencia, desde Adán hasta donde terminen, unos descendientes elegidos, unos de otros. Así que la elección no termina con vosotros, sino que termina con nosotros, y nosotros somos esos descendientes, no tú, ni aquellos que se te parecen, oh, Hasan».[6]
En Al-Ihtiyay: «De Abu Hamza Az-Zamali, que dijo: Uno de los jueces de Kufa entró a lo de Alí hijo de Husein (a), y le dijo: Que Dios me ponga como tu rescate. Infórmame de lo que dijo Dios (a):
{Y hemos puesto entre ellos y entre los poblados en los que hemos bendecido, poblados visibles. Y hemos determinado entre ellos la andadura. Andad en ella noches y días, seguros}.
Le dijo: “¿Qué dice los hombres sobre ella antes de vosotros en Iraq?”.
Dijo: “Dicen que es La Meca”.
Y él dijo: “¿Y acaso has visto robo en algún sitio más que en La Meca?”.
Dijo: “Entonces, ¿qué es?”.
Dijo: “Se refiere a los hombres”.
Dijo: “¿Y dónde está eso en el libro de Dios?”.
Y dijo: “¿No has escuchado que el Exaltado dijo {Y cuántos poblados se rebelaron contra la orden de su Señor y Sus mensajeros},[7] que dijo {Y esos son los poblados que hemos destruido}[8] y que dijo {Y pregunta al poblado en el que estábamos y a la caravana en la que hemos venido}?[9] Así pues, que pregunte al poblado, a los hombres o a la caravana”. Dijo: Y él (a) recitó aleyas es este sentido.
Dijo: “Sea yo tu rescate. Entonces, ¿quiénes son ellos?”.
Dijo (a): “Nosotros somos ellos, y lo que Él dijo {Andad en ella noches y días, seguros}”, dijo: “Seguros de no desviarse”».[10]
Los compañeros del Resurgente, el Mahdi (a), son la mejor confirmación de los poblados visibles.
El Comandante de los Creyentes (a) dijo sobre ellos: «Por mi padre y mi madre, que ellos son del equipo, cuyos nombres en el cielo son conocidos y en la tierra, ignorados».[11]
En Yanabi al-Mawadda al-Qurba de Al-Qunduzi, dice: «Y él señaló, es decir, el Comandante de los Creyentes Alí (a), a los compañeros del Mahdi (que Dios se complazca de ellos), diciendo: “Por mi padre y mi madre, que ellos son del equipo, cuyos nombres en el cielo son conocidos y en la tierra, ignorados”».[12]
Y él (a) dijo: «Y tú, hijo de la mejor de las servidoras, ¿cuándo esperas al albriciador con una victoria cercana del Señor Misericordiosísimo? ¡Ay de los ensoberbecidos cuando sea la cosecha de los cosechadores, y se mate a los inmorales, desobedientes al Trono inmenso. Por mi padre y mi madre, es por un equipo pequeño. Sus nombres en el cielo son conocidos y en la tierra, desconocidos. En la tierra son desconocidos y en ese momento se deberá a la aparición de ellos».[13]
En Yanabi al-Mawadda: Se transmitió del Comandante de los Creyentes (a): … «Y tú, hijo de la mejor de las servidoras, ¿cuándo esperas que se albricie una victoria cercana del Señor Misericordiosísimo? Pues por mi padre y mi madre, es por un equipo pequeño. Sus nombres en la tierra, son desconocidos y en ese momento se deberá a la aparición de ellos».[14]
El Mensajero de Dios (s) dijo: «“Oh, Dios, haz que me encuentre con mis hermanos dos veces”.
Y sus compañeros que estaban alrededor de él dijeron: “¿no somos nosotros tus hermanos, oh, Mensajero de Dios?
Y él dijo: “No. Vosotros sois mis compañeros. Mis hermanos son una gente del Final de la Época. Ellos han creído sin haberme visto. Dios me los ha hecho conocer por sus nombres y los nombres de sus padres, antes de sacarlos del lomo de sus padres y del vientre de sus madres. Para uno de ellos, permanecer en su religión es más difícil que deshojar el tragacanto[15] en una noche de tinieblas, o como agarrar un rescoldo de saxaúl.[16] Aquellos son lámparas en la oscuridad a los que Dios salvará de toda oscura sedición polvorienta».[17]
Así pues, Alí (a) los redime con su padre, el albacea (Abu Táleb), y su madre pura y virtuosa (Fátima hija de Asad) en cuyo regazo se crió el Mensajero de Dios Muhammad (s), y el Mensajero de Dios (s) dice de ellos: Ellos son mis hermanos y los prefiere por encima de sus nobles y selectos compañeros, que regaron esta religión con su sangre.
Pero a lo que se refiere en esta aleya: es que ellos son el primer equipo, es decir, los trescientos trece, y ellos reciben inspiración del Reino de Dios Glorificado y Exaltado, a través de la visión verídica, y saben algo de lo oculto con el permiso de Dios. Algunos de ellos tienen la posición de la profecía, cada uno según su posición y la altura de su rango ante Dios Glorificado. Algunos de ellos son mensajeros de los profetas enviados pasados (a), pero todos se juntan en solo asunto, porque Dios es uno, y la reunión de ellos es la mejor evidencia de la veracidad de ellos y de la veracidad de aquel por el que se han reunido.
En cuanto a quien reclame este mandato sin estar con ellos, pues es un mentiroso y un enemigo de Dios “quien no está conmigo, está contra mí” y “quien no junta conmigo, junta para el demonio).
Aquellos son los poblados visibles; son mensajeros de parte de Dios, porque conocieron la verdad por parte de Dios, y Dios los inspira con la visión verídica. Así pues, están con el Resurgente, el Mahdi (a), que purifica la tierra y ellos juntan a los hombres para el Resurgente, el Mahdi (a) que purifica la tierra. Así que ellos son un argumento sobre los hombres, y entre ellos no hay quien tropiece, sino que superan el obstáculo y siguen al argumento de Dios sobre ellos, y reúnen para él a los ansar de Dios, Glorificado sea.
- 2) {Y ciertamente, ya hemos escrito en los Salmos, después del Recuerdo, que la Tierra será heredada por mis siervos buenos * Ciertamente, en esto hay una prédica para una gente de adoradores}.[18]
Esta aleya descendió por el Mahdi y los compañeros del Mahdi (a), y los Imames lo confirmaron. En ella, las características de ellos son:
- a) Heredan la tierra.
- b) Son siervos buenos.
- c) Son una gente de adoradores.
Y antes de comenzar con los detalles, se debe notar que el que los describe con estas características no es un ser humano, sino que es Dios Glorificado y Exaltado, que los ha creado y sabe la pureza que hay en sus entrañas y la santidad de sus espíritus.
-
a) Heredan la tierra:
Lo que conocemos es que el que hereda la tierra es el albacea en cada época, así que los herederos de la tierra son los profetas enviados (a), y cada uno de ellos designa al que viene después de él, por la orden de Dios Glorificado y Exaltado.
En esta aleya encontramos que la tierra no es heredada por uno solo, sino por un grupo que son los compañeros del Resurgente, el Mahdi (a), y que estos herederos no son albaceas.
Esta herencia se refiere a que ellos son un argumento del verdadero heredero de la tierra, que es el albacea, el Mahdi (a), para los hombres. La herencia de ellos es considerada en tanto que son argumentos del Argumento de Dios, y un sucesor de los sucesores de Dios sobre esta tierra, tal como que su herencia (a) de la tierra es considerada en tanto es un argumento de Dios y un sucesor de Dios.
En cuanto al motivo de esta renovada situación en la ley de herencia, es que los profetas enviados anteriores (a), aunque argumentos de Dios, sucesores de Dios y herederos de la tierra en sus épocas, no pudieron ejercer las facultades que Dios les había otorgado como herederos de la tierra.
Estos allegados compañeros del Mahdi (a) son mensajeros de esos profetas enviados (a), por lo que su herencia de esta tierra y su capacidad para ejercer las facultades de la herencia es en sí misma la herencia y la capacidad de los profetas enviados (a) que enviaron a estos allegados buenos, compañeros del Mahdi (a). Así se aplica esta aleya:
{Y ciertamente, ya ha precedido nuestra palabra a nuestros siervos enviados * Es que ellos, ciertamente ellos, han de ser los victoriosos * Y ciertamente, nuestra tropa, ha de ser de los vencedores}.[19]
Porque la herencia, la capacidad y la victoria de los compañeros del Mahdi (a) es la herencia, capacidad y victoria de quienes los enviaron, que son los profetas enviados anteriores (a).
En cuanto a la aplicación de las sharías de los profetas enviados anteriores (a) en la tierra, con la cual se completa su victoria (a), el que se encarga de ella es el Mahdi (a), como dijo el Exaltado:
{Él ha legislado para vosotros de la religión lo que había encomendado a Noé y lo que hemos te hemos inspirado a ti, y lo que hemos encomendado a Abraham, y a Moisés, y a Jesús, que establezcáis la religión y no os dividáis en ella. Es demasiado para los politeístas aquello a lo que los convocáis. Dios escoge para Él a quien Él quiere y guía hacia Él a quien se vuelve arrepentido}.[20]
De Hammad Bin Ozmán, que dijo: «Le dije a Abu Abdulá (a): los hadices de vosotros se contradicen.
Dijo y él dijo: “El Corán descendió sobre siete letras, y lo mínimo que el Imam tiene que dictaminar es sobre siete aspectos”. Luego dijo: {Este es nuestro don. Así que concede o retén, sin cuenta}».[21] [22]
-
b) Son siervos buenos:
Ya se ha explicado que “siervos buenos” se refiere a los profetas enviados anteriores (a), tal como se ha explicado que a los compañeros del Mahdi (a) también se aplica esta descripción y gran elogio de Dios Glorificado y Exaltado, porque son mensajero de esos siervos buenos, y los han representado y han representado su herencia en esta tierra con la mejor representación.
-
c) Son una gente de adoradores:
Esta gente son compañeros del Mahdi (a), y debemos detenernos en la intención de lo que dijo el Exaltado:
{para una gente de adoradores}, y lo explica lo que dijo el Exaltado: {Y no he creado a los genios y a los hombres sino para que adoren}.[23]
Es decir, que conozcan, como está claro en esta aleya. “De adoradores” en la aleya anterior se refiere a los conocedores, y el conocimiento es adecuado para la prédica, pues el que se beneficia de la prédica es el que la conoce:
{Ciertamente, en esto hay una prédica para una gente de adoradores}.[24]
Aunque existen muchas descripciones de los compañeros del Resurgente (a) en el Corán, me bastará con esta pequeña cantidad para explicar su relación con la profecía y el mensaje, y con los profetas pasados (a).
Y como la discusión es como todo ser humano que busque la realidad y no solamente con musulmanes, pondré este ejemplo de la Biblia[25] para explicar la relación de los compañeros del Mahdi (a) en todos sus niveles con todos los profetas (a), pues es sabido que el número de profetas pasados (a) es de 124 mil profetas o más. Este número es casi el más comúnmente citado entre los hombres, tanto entre los conocedores como entre los ignorantes.
También en el Nuevo Testamento (el Evangelio) se menciona que el hijo del Imam Al-Mahdi (a) reúne a los ansar de su padre (los 144 mil), que tienen un sello en sus frentes y se paran sobre el Monte Sión, que es un símbolo de la conquista de Tierra Santa prometida al Mahdi (a), [Miré, y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sión, y con Él ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de Él y el nombre de su Padre escrito en la frente…].[26]
[1] Sagrado Corán – sura «Saba» (Saba), 18.
[2] Sagrado Corán – sura «At-Talaq» (El divorcio), 8.
[3] Wasail ash-Shia, vol. 27, pág. 101 | Gaiba de At-Tusi, pág. 345 | Bihar al-Anwar, vol. 51, pág. 343.
[4] Kamal ad-Din wa Tamam an-Nima, pág. 483.
[5] La fuente anterior.
[6] Al-Ihtiyay, vol. 2, pág. 64 | Bihar al-Anwar, vol. 24, pág. 233 | Wasail as-Shia, vol. 27, pág. 153.
[7] Sagrado Corán – sura «At-Talaq» (El divorcio), 8.
[8] Sagrado Corán – sura «Al-Kahf» (La caverna), 59.
[9] Sagrado Corán – sura «Yusuf» (José), 82.
[10] Al-Ihtiyay, vol. 2, pág. 41 | An Munaqib Al Abu Taleb, vol. 3, pág. 273 | Bihar al-Anwar, vol. 10, pág. 145.
[11] Nahyul Balaga con comentarios de Muhammad Abduh, vol. 2, pág. 126 | Bihar al-Anwar, vol. 34, pág. 212 | Muyam Ahadiz al-Imam Al-Mahdi (a), vol. 3, pág. 13.
[12] Yanabi al-Mawadda, vol. 3, pág. 272.
[13] Nahy As-Saada, vol. 3, pág. 450 | Mausua Ahadiz Ahlul Beit (a), vol. 8, pág. 209.
[14] Yanabi al-Mawadda Ladui al-Qurba, vol. 3, pág. 434.
[15] Es decir, por las espinas (de él a.).
[16] El saxaúl es un árbol grande, cuyas brazas se mantienen encendidas por un largo tiempo sin extinguirse.
[17] Basair ad-Darayat, pág. 104 | Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 123 | Mikial al-Makarim, vol. 1, pág. 346.
[18] Sagrado Corán – sura «Al-Anbiyá» (Los profetas), 105-106.
[19] Sagrado Corán – sura «As-Saffat» (Las filas), 171-173.
[20] Sagrado Corán – sura «Ash-Shura» (La consulta), 13.
[21] Sagrado Corán – sura «Sad» (Sad), 39.
[22] Al-Jisal, pág. 358 | Tafsir al-Ayashi, vol. 1, pág. 12 | Bihar al-Anwar, vol. 89, pág. 49 | Mustadrak al-Wasail, vol. 17, pág. 305.
[23] Sagrado Corán – sura «Ad-Dariyat» (Los vientos huracanados), 56.
[24] Sagrado Corán – sura «Al-Anbiyá» (Los profetas), 106.
[25] Nuevo Testamento, el Evangelio (de él a.).
[26] Apocalipsis, capítulo 14.
Del libro La profecía selladora de Ahmed Alhasan