• Categoría de la entrada:La profecía selladora
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Ahora volvemos al hecho de que Muhammad (s) es el sellador de los profetas y el sello de ellos. Pues él, que las bendiciones de mi Señor sean con él, es el último de los profetas y enviados de Dios Glorificado y Exaltado. Su mensaje, su libro, el Corán, y su sharía perdurarán hasta el Día de la Resurrección, pues no hay religión después del islam:

{Y quien procure algo distinto al islam como religión no se le aceptará y en la Última será de los perdedores}.[1]

Sin embargo, la posición de la profecía queda abierta para los hijos de Adán. Quien de entre los creyentes sea sincero con Dios Glorificado y Exaltado, en su adoración y acciones, puede alcanzar la posición de la profecía. Asimismo, el camino de la inspiración de Dios, para los hijos de Adán a través de “la visión verídica” queda abierto, presente y palpable en la realidad vivida.

En cuanto al envío de profetas de entre los que han alcanzado la posición de la profecía por parte de Dios Glorificado y Exaltado, ya sea que preserven la sharía de Muhammad (s), el islam, o que restauren una nueva religión, esto no existe, pues Dios Glorificado y Exaltado lo ha sellado con el envío de Muhammad (s).

Sin embargo, después del envío del Profeta Muhammad (s) (el ser humano completo, verdadero sucesor de Dios, aparición de Dios en Parán e imagen divina) el asunto del envío fue renovado por Muhammad (s), pues todos los Imames (a) son enviados a esta nación, pero de parte de Muhammad (s) (Dios en la creación). Dijo el Exaltado:

{Y para cada nación hay un mensajero. Así que si ha venido el mensajero de ellos, él ha de juzgar entre ellos con la equidad, y ellos no han de ser oprimidos}.[2]

De Yabir, de Abu Yafar (a), que dijo: Pregunté sobre la exégesis de esta aleya:

{Y para cada nación hay un mensajero. Así que si ha venido el mensajero de ellos, él ha de juzgar entre ellos con la equidad, y ellos no han de ser oprimidos}.

Él (a) dijo: «Su exégesis interior es que para cada generación de esta nación hay un mensajero de la familia de Muhammad, que sale a la generación para la cual es mensajero. Y ellos son los patronos, los mensajeros». Y en cuanto a lo que Él dijo: {Así que si ha venido el mensajero de ellos, él ha de juzgar entre ellos con la equidad},

dijo: «Significa que los mensajeros juzgan con equidad y no oprimen, como dijo Dios».[3]

Dijo el Exaltado: {Tú eres sólo un advertidor y para cada gente hay un guía}.[4]

De Al-Fudail, que dijo: Pregunté a Abu Abdulá (a) sobre las palabras de Dios Poderoso y Majestuoso: {Y para cada gente hay un guía}. Y él (a) dijo: «Todo imam es un guía para la generación en la que está».[5]

De Abu Yafar (a), sobre lo que dijo Dios Poderoso y Majestuoso: {Tú eres sólo un advertidor y para cada gente hay un guía}. Y él (a) dijo: «El Mensajero de Dios (s) es el advertidor, y para cada época hay de nosotros un guía que los guía hacia lo que trajo el Profeta de Dios (s). Luego, los guías después de él son Alí, luego los albaceas, uno tras otro».[6]

De Abu Basir, que dijo: Le dije a Abu Abdulá (a): {Tú eres sólo un advertidor y para gente hay un guía}. Y él (a) dijo: «El Mensajero de Dios (s) es el advertidor, y Alí es el guía. Oh, Abu Muhammad, ¿acaso hay algún guía hoy?». Dije: Sí, sea yo tu rescate, no ha dejado de haber de vosotros, guía tras guía, hasta que se ha llegado a ti. Y él dijo: «Que Dios tenga misericordia de ti, oh, Abu Muhammad. Si una aleya hubiera descendido sobre un varón y luego el varón muriera, moriría la aleya y moriría el libro. Pero está vivo, fluyendo entre quienes han permanecido, como ha fluido entre quienes han pasado».[7]

De Abu Yafar (a), sobre lo que Dios Bendito y Altísimo: {Tú eres sólo un advertidor y para cada gente hay un guía}. Así pues, dijo: «El Mensajero de Dios (s) es el advertidor y Alí el guía. Por Dios, que no se ha ido de nosotros y no dejará de estar entre nosotros hasta la hora».[8]

Así que ellos (a) son mensajeros guías de Muhammad (s) y hacia Muhammad (s). Además, todos ellos —las bendiciones de mi Señor sean con ellos— tienen la posición de la profecía.

Es más, la condición del envío, la cual no cambia, es el “intelecto completo”, así que se debe alcanzar la posición íntegra del séptimo cielo (el cielo del intelecto).

Este asunto que se renueva lo lee, ya sea que lo pueda discernir o no, todo aquel que visite al primer mensajero de Muhammad (s), que es Alí hijo de Abu Táleb (a). Es más, no se entra al santuario purificado del Comandante de los Creyentes (a) sino después de leer esto, y equivale a visitar al Profeta Muhammad (s).

Sobre visitar al Comandante de los Creyentes, Alí (a), dijo As-Sadiq (a): … y dices: «La paz de Dios sea con Muhammad, el confiable de Dios para Su mensaje y las determinaciones de Su mandato, yacimiento de la inspiración y lo descendiente, el sello de lo que precedió y el abridor de lo que viene, supervisor de todo ello, testigo de la creación, candil luminoso. La paz sea con él y la misericordia de Dios y Sus bendiciones».[9]

La misma frase aparece en la visita a Husein (a).

De Abu Abdulá (a), que dijo: «… Si estás frente a la tumba de Husein (a) di: “La paz sea con el Mensajero de Dios (s), el confiable de Dios para Su mensaje y las determinaciones de Su mandato, el sello de lo que precedió y el abridor de lo que viene, supervisor de todo ello. La paz sea con él y la misericordia de Dios y Sus bendiciones».[10]

El Comandante de los Creyentes, Alí (a), dijo: «… Atestiguo que no hay divinidad sino Dios, solo Él, no tiene asociado, testimonio que conduce al islam al que lo menciona y asegura del tormento el Día de la Cuenta al que lo conserva. Y atestiguo que Muhammad es Su siervo, el sello de lo que precedió del mensaje y orgullo Suyo, mensajero Suyo, el abridor de lo que viene de la convocatoria y su divulgador».[11]

Pues Muhammad (s) selló el envío de Dios Glorificado y Altísimo, y abrió el envío de él (s) (el sello de lo que precedió y el abridor de lo que viene).

Con esto se aclara que él (s) es el “sello”, es decir, el medio entre dos asuntos, también el “sellador”, es decir, el último. También se aclara que es el “sello de los profetas” en el sentido de que con él se sellan los mensajes de ellos, es decir, que los mensajes de ellos están firmados y sellados con su (s) nombre. Es así porque el envío de los profetas anteriores, aunque era de Dios Glorificado y Altísimo, Muhammad (s) es también el velo entre Dios Glorificado y entre los profetas, pues los mensajes se filtran por él y a través de él descienden a los profetas. Así que Muhammad (s) es el dueño de los mensajes de los profetas anteriores, pues han descendido a través de él y él es el velo más cercano a Dios Glorificado. Así pues, el envío anterior es de Dios y a través de Muhammad (s), el velo más cercano, porque aún él (s) no había sido enviado, y el envío posterior es de Muhammad (a) y por la orden de Dios, porque él (s) ya había sido enviado.

Uno de los nombres de Alí hijo de Abu Táleb es “el mensajero del Mensajero de Dios”. De Yamil Bin Saleh, de Duraih, que dijo: Escuché al Abu Abdulá (a) protegiendo a algunos de sus hijos y diciendo: «Te conjuro, oh, viento y oh, dolor, seas lo que seas, por el conjuro con el que Alí hijo de Abu Táleb, Comandante de los Creyentes (a), mensajero del Mensajero de Dios (s) conjuró a los genios del valle de Sabrá y ellos respondieron y obedecieron, a que respondas y obedezcas, y salgas de mi hijo fulano hijo de mi hija fulana, en esta hora, en esta hora».[12]


[1] Sagrado Corán – sura «Al Imrán» (La familia de Imrán), 85.

[2] Sagrado Corán – sura «Yunus» (Jonás), 47.

[3] Tafsir al-Ayashi, vol. 2, pág. 123 | Tafsir Nur Az-Zaqalain, vol. 2, pág. 305 | Bihar al-Anwar, vol. 24, pág. 306.

[4] Sagrado Corán – sura «Ar-Raad» (El rayo), 7.

[5] Al-Kafi, vol. 1, pág. 191 | Basair ad-Darayat, pág. 50 | Gaiba An-Numani, pág. 109 | Bihar al-Anwar, vol. 23, pág. 3.

[6] Al-Kafi, vol. 1, pág. 191 | Bihar al-Anwar, vol. 16, pág. 358 | Tafsir As-Safi, vol. 3, pág. 59 | Tafsir Nur az-Zaqalain, vol. 2, pág. 483.

[7] Al-Kafi, vol. 1, pág. 192 | Bihar al-Anwar, vol. 279 | Tafsir Nur az-Zaqalain, vol. 2, pág. 483 | Gaya al-Maram, vol. 3, pág. 7.

[8] Al-Kafi, vol. 1, pág. 192 | Basair ad-Darayat, pág. 50 | Gaiba An-Numani, pág. 110 | Bihar al-Anwar, vol. 23, pág. 3.

[9] Man La Yahdaruhu al-Faqih, vol. 2, pág. 588 | Tahdib al-Ahkam, vol. 6, pág. 25 | Misbah al-Kafami, pág. 474 | Farha al-Gari, pág. 107 | Bihar al-Anwar, vol. 97, pág. 148 | Al-Mazar de Al-Mufid, págs. 77 y 104, con una diferencia, aunque contiene la misma frase en cuestión, me refiero a “el sello de lo que precedió y el abridor de lo que viene”. Esta expresión aparece con una ligera variación del Comandante de los Creyentes cuando enseña a los hombres a pedir bendiciones para el Profeta y su familia (s), donde dijo: “el sello de lo que precedió y el abridor de lo que estaba cerrado”, Nahyul Balaga, con el comentario de Muhammad Abduh, vol. 1, pág. 120, Bihar al-Anwar, vol. 74, pág. 297. Esta frase aparece también en Al-Mazar de Mashhadi, pág. 57, y la primera frase aparece en el mismo libro, pág. 264.

[10] Kamil Az-Ziyarat, pág. 368 | Al-Mazar del Primer Mártir, pág. 37.

[11] Yanabii al-Mawadda, vol. 3, pág. 206 | Ilzam an-Nasib, vol. 2, pág. 157 | Nafhat al-Azhar, vol. 12, pág. 80.

[12] Al-Kafi, vol. 8, pág. 85 | Tibb al-Aimma, pág. 40 | Bihar al-Anwar, vol. 92, pág. 8.


Del libro La profecía selladora de Ahmed Alhasan