En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo
La alabanza a Dios
La paz sea con vosotros y la misericordia de Dios y su bendición
Y que Dios os recompense con el bien y por cada palabra buena que habéis escrito.
Dijo el Altísimo: {Di: «Ciertamente, yo soy un ser humano como vosotros. Se me ha revelado que vuestro dios es un dios único. Así pues, quien espere el encuentro con su Señor, que obre con obras de virtud, y que no asocie en su adoración a su Señor a nadie»} Corán, sura «Al-Kahf» (La caverna), 110.
Ahmed Alhasan es un ser humano como vosotros. Dios quiso que conozca la realidad, luego le envió para que los hombres conozcan la verdad y espero que todos los creyentes sean mejores que yo. La puerta está abierta para todos vosotros, creyentes, para que lleguéis a lo más alto y seáis como los profetas y enviados.
Así que espero de vosotros que abandonéis los elogios y los cumplidos excesivos, y ninguno de vosotros crea que estos elogios y cumplidos me alegran, por el contrario, me impiden completar la lectura de lo que escribís.
He venido para destruir la estructura de lo falso y del demonio, para esto, así que todas las acciones de los tiranos y los arrogantes son totalmente inaceptables para mí. Así que, ¿cómo esperáis que me complazcan? ¿Acaso imagináis que extenderé mi mano hacia abajo para que la beséis o imagináis que publicaré mi foto en las calles y carreteras como hacen esos arrogantes que secuestraron a los seguidores de Alí (a)? De ninguna manera, por Dios. Ciertamente, mi modelo a seguir, mi imam y mi maestro es mi abuelo, el Mensajero de Dios, Muhammad (s), aquél en cuyo rostro se veía el enfado cuando sus compañeros se ponían de pie por él si se les presentaba. Mi modelo a seguir es mi padre, Alí Ibn Abi Talib (a), que se sentaba en la tierra con sus compañeros y seguidores, y que no presentaba su mano hacia abajo para que sus compañeros y seguidores la besaran, como hacen hoy algunos de esos arrogantes referentes religiosos y sus colaboradores.
Oh Dios, me refugio en ti de todo arrogante que no tenga fe en el día de la cuenta.
Queridos míos, me honra leer lo que escribís. Si Dios quiere, intentaré leer vuestros comentarios y me disculpo por no responderlos por falta de tiempo. Sin embargo, me limitaré a interactuar con algunos de vuestros comentarios de los temas que plantee. Que Dios os recompense con el bien y pido a Dios que selle para vosotros y para mí el bien y para su religión verdadera con la cual se complace, Glorificado y Altísimo sea. Él es mi patrono y Él protege a los virtuosos.