• Categoría de la entrada:Con el Siervo Bueno
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El Siervo Bueno (a) dijo: «¿Tenéis tiempo tú y tus hermanos, aquellos que tengan la capacidad de hacerlo, para escribir algunos libros o investigaciones necesarias para apoyar la religión de Dios?

Primero: Un libro sobre los que han negado a los sucesores de Dios en Su tierra, desde Adán hasta que Dios haya de dar la tierra en herencia junto con lo que hay en ella. No es necesario que este sea el título, pero este sería un resumen de lo que contendría el libro o investigación. El que escribe es el que elige el título apropiado. El libro podría abordar:

–El primer día: Adán como sucesor de Dios en Su tierra.

–Objetores que se arrepienten, un negador que no se arrepiente… es decir, los ángeles e Iblís respectivamente.

–El paso de los profetas de Dios y su mensaje hasta este día nuestro.

–Comparación entre todos los negadores.

–Las declaraciones de ellos que el Enaltecido nos relató en el Corán, y lo que los une: la unidad en el método de negación, el combate, la argumentación con falsedad, la unidad en los objetivos y la unidad en el contenido.

–También: la multitud y su discusión.

–¿Por qué los negadores son siempre la mayoría? ¿Acaso el problema está en los sucesores de Dios o en los hombres? ¿Y cuál es el problema de los hombres?

Si conoces la causa del fracaso en el primer examen, puedes responder esta pregunta: La manifestación del “yo” en la criatura de manera manifiesta es castigada, es decir, mientras internamente enfrentaba a su Señor con el “yo”, ahora se le manifestó en un sucesor para decir “yo soy mejor que él”, y no se habría atrevido a pronunciarlo ante Dios el Subyugador, pero lo pronunciaba en todo momento con su mirada fija en sí mismo. Aquellos que apenas pueden ver sus propias manos, los ha cegado el “yo”, pues toda su preocupación son ellos mismos y lo que les conviene, evitando lo que aparentemente les contradice. Ahora, Aquel que los creó se les manifestó en Su sucesor para mostrar públicamente lo que sus almas malvadas ocultaban de negación hacia Él, Glorificado sea, y hacia Su favor.

Y si te acerco más la imagen con un ejemplo material: la situación de ellos es como la de quien concentra su mirada en sí mismo mientras enfrenta a su Señor sin pronunciar o decir: «yo soy mejor que quien me creó», o decir «yo mismo soy más importante para mí que quien me creó», pero su situación y su mirada fija sobre sí mismo pronuncian esto. Ahora, Aquel que lo ha creado lo ha puesto a prueba con alguien igual a él, un ser humano en apariencia, e inmediatamente pronunció lo que su alma ocultaba y lo dijo abiertamente sin vergüenza: “Yo soy mejor que él”».

También: otra investigación sobre Omar, otra sobre Abu Bakr, y sobre Ozmán basándose en los libros de la Sunna. Lo importante es el modo de discutir las narraciones pidiendo ayuda a Dios, con confianza en Dios y sinceridad hacia Su noble rostro, Glorificado y Enaltecido sea.

Además: Tenéis algo más, que es que vosotros miráis las narraciones con una nueva mirada, otra mirada, diferente a la de otros. Los auxiliares ahora, si Dios quiere, se diferencian de quienes los precedieron en criticar a la gente de falsedad, y vuestra labor será bendecida, si Dios quiere».

Le dije: ¿Cómo, mi señor? Enséñanos.

Dijo (a): «Trabajen, y encontrarán que todo es nuevo. ¿Me preguntas sobre algo sin haber comenzado con ello? ¿Qué sabes? Quizá no necesites preguntar».

Y efectivamente, cuando comencé a escribir la investigación no le pregunté (a) sobre nada, como él había informado.

Luego dijo (a): «También: un libro y una investigación importante sobre la fractura de la costilla de Az-Zahrá:

–Verificación de las narraciones y de las evidencias de su autenticidad.

–Investigación tanto en narraciones sunníes como en narraciones shiíes.

–Narraciones sobre el asalto a la casa.

–Narraciones sobre las amenazas proferidas por los opresores.

–Análisis de las narraciones.

Como ejemplo: podéis beneficiaros de la narración sobre el enojo de Fátima contra Abu Bakr y Omar, y que estos pidieron al Comandante de los Creyentes (a) que entre a lo de Fátima para pedirle le piden que los disculpe a los dos y que les perdone lo que habían hecho, y que ambos entraron a lo de Fátima y le pidieron perdón, y que ella no se mostró complacida con ellos.[1] Entonces, ¡¿Por qué pedirían perdón si no hubiera sido por asaltar su casa y romperle una costilla?!

También: el ocultamiento de la tumba de Fátima. ¿Cuál fue la razón? Porque estaba enojada con ellos.

También: el empeño de Fátima en que no asistieran a su funeral. ¿Cuál fue la razón?

También: mostrar su virtud desde los libros de los sunníes. Aunque no fuera más que la narración de que ella es la “Señora de las mujeres del mundo”, sería suficiente. Incluso los wahabíes la consideran auténtica».[2]

 


[1] Véase: Bihar al-Anwar, vol. 28, pág. 303, y muchas otras fuentes. Y respecto al enojo de Fátima (a) contra ellos dos y su descontento hacia ellos, puede consultarse: Sahih al-Bujari, vol. 4, pág. 41; Al-Imama wa as-Siyasa, vol. 1, pág. 14, entre otros.

[2] Ha sido considerado auténtico, por ejemplo, por Muhammad Nasir al-Albani en Sahih al-Yamia as-Sagir, vol. 1, pág. 77, edición revisada.


Del libro Con el Siervo Bueno de Ahmed Alhasan (a)