• Categoría de la entrada:Con el Siervo Bueno
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Antes de que él (a) respondiera sobre la segunda cuestión pendiente, que es la ascensión y su significado, le hice una pregunta al Siervo Bueno (a) relacionada con el sagrado testamento del Mensajero de Dios (s). Entonces le dije: Nos enfrentamos a una pregunta respecto al testamento. Cuando dice “Y cuando se le presente la partida”, pero la partida aún no ha llegado, ¿entonces cómo respondemos?

Y él (a) me respondió: «“Partida” no siempre significa “muerte”, sino que es tan solo una alusión a ella en cuanto a cumplimiento por parte de Él Glorificado sea, {Cuando dijo Dios: «Oh Jesús, te haré partir»}.[1] ¡¿Acaso Jesús está muerto?!

Entonces, a la “ascensión” también se la llama “partida”, como a la muerte se la llama “partida”, por cuanto ambas son un cumplimiento. Y para los que discuten con vosotros os es suficiente los ejemplos anteriores[2] para evidenciar lo que ellos pretenden».

Y dije: ¿Acaso la ascensión que implica la entrega al albacea del Imam (a) es diferente a la ascensión que tuvo el Imam (a) desde su nacimiento? Esto es lo que solicito que se aclare.

Y dijo (a): «Vosotros ahora les respondéis y les aclaráis con las palabras que están al final (y él es el primero de los creyentes), y esto es suficiente para completar la prueba contra ellos. Lo que se quiere decir es que la entrega será en la Ocultación Mayor, su partida, es decir, su ocultación, pero esto no lo comprenden, y es suficiente para vosotros lo que tenéis para la prueba.[3]

Ellos no ven ciencia excepto en lo que ellos mismos dicen, y ni siquiera quieren aceptar los textos claros del Corán ni las narraciones de los Imames. Entonces, ¿cómo van a querer aceptar de ti que “partida” en la narración se ha utilizado con más de un significado, siendo uno de ellos la “ascensión”? Argumenta con ellos con “el primero de los creyentes”, pues eso basta y cumple el mismo propósito. Ciertamente, el envío, la entrega y el mensaje ocurren en la Ocultación Mayor, antes de la aparición del Imam ante todos los hombres».

 


[1] Sagrado Corán – sura «Al Imrán» (La familia de Imrán), 55.

[2] Es decir, los ejemplos de: Lot y Abraham, Muhammad (s) y Alí, David y Salomón, y Moisés y Aarón –las bendiciones de Dios sean con todos ellos.

[3] El Jeque Nadhim Aloqaili dijo: “Es decir, si eligen hablar de la ascensión, es decir, que el Imam Al-Mahdi (a) que está en la Ocultación Mayor ha ascendido como Jesús (a), entonces aquí la ascensión significa (la partida), como en el caso de Jesús (a), pues Dios dijo que Él lo ha hecho partir, a pesar de que él no ha muerto realmente, como el resto de los hombres. Dijo el Enaltecido: {Cuando dijo Dios: «Oh Jesús, te haré partir y te haré ascender hacia mí, y te purificaré de los que han descreído…}, Sagrado Corán – sura «Al Imrán» (La familia de Imrán), 55, cuando en las narraciones se declara que Jesús no murió ni fue matado. Por lo tanto, “partida” no siempre se refiere a la “muerte” convencional.

Más bien, “partir” se aplica incluso a dormir. Dijo el Enaltecido: {Él es El que os hace partir por la noche y sabe lo que habéis cometido en el día. Luego os despierta en él para que se cumpla un plazo determinado. Luego a Él regresáis. Luego Él os informa de lo que estabais haciendo}, Sagrado Corán – sura «Al-Anaam» (Los ganados), 60. Es más, “morir” se aplica incluso a “dormir”, pero está claro no significa la muerte total, como la muerte convencional, pues mientras se duerme el alma conserva un vínculo con el cuerpo y no se separa por completo. Y la expresión “morir” se aplica a “dormir” en algunas narraciones, entre ellas:

De Abu Abdulá (a), que dijo: «El Mensajero de Dios (s), cuando se dirigía a su cama, decía: “Oh, Dios, en tu nombre vivo y en tu nombre muero”. Y cuando se levantaba de su sueño decía: “La alabanza a Dios que me ha hecho vivir después de haberme hecho morir, y a Él es la Promulgación”», Al-Kafi, vol. 2, pág. 539.

De Abu Abdulá (a), que dijo: «Cuando uno de vosotros vaya a su cama, que diga: “Oh, Dios, yo retengo mi alma junto a Ti, así pues, retenla Tú en el lugar de Tu complacencia y Tu perdón, y si la devuelves [a mi cuerpo], devuélvela creyente, conocedora de la verdad de Tus Patronos hasta que la hagas partir sobre ello”», Al-Kafi, vol. 2, pág. 536.

De Abu Yafar (a), que dijo: «Cuando te levante a la noche de tu sueño di: “La alabanza a Dios que me devolvió mi espíritu para que Le alabe y Le adore…”», Al-Kafi, vol. 2, pág. 538.

Entre las cosas que él (s) decía al despertarse estaba: «La alabanza a Dios que me ha hecho vivir después de haberme hecho morir. Ciertamente, mi Señor es Perdonador, Agradecido», Makarim al-Ajlaq de Tabrisi, pág. 39, y en cualquier caso, “la partida” no significa siempre “la muerte” real o total. Incluso la palabra “muerte” a veces se emplea sin aludir a una muerte total. Por esto, la ascensión no significa la muerte, sino que se aplica a ella el término “partida”, como en el caso de Jesús. Y por esto, se confirma lo dicho sobre el Imam Al-Mahdi (a) cuando fue ascendido que a él “se le presentó la partida”, y el testamento dice “cuando se le presente la partida que la entregue a su hijo”.

 Así que, si se dice que la ascensión del Imam Al-Mahdi (a) fue en la Ocultación Mayor, entonces sería antes de la existencia de su albacea (Ahmed) y ¡¿a quién la entregaría?!

Yo digo que el momento de la entrega abarca toda la Ocultación Mayor hasta el momento de la existencia del receptor y su aptitud para recibirla, porque la partida en la ascensión no es como la partida en la muerte, como para que digamos que la entrega debe ser al principio de momento de la partida. Porque el ascendido no está muerto ni ha cortado completamente el lazo con la vida de este mundo como la muerte. Al contrario, él puede descender a la tierra y realizar algunas tareas o vivir en ciertos períodos de tiempo para un propósito determinado… etc. De modo que él puede entregar lo que quiera entregar en cualquiera de las etapas de la Ocultación Mayor. Así que la “partida” se aplica a toda la Ocultación Mayor con respecto al Imam Al-Mahdi (a) –si se habla de ascensión. Sí, el comienzo de la “partida” está en al principio del tiempo de la ascensión, pero después de esta ascensión y esta partida, el Imam Al-Mahdi (a) puede entregar lo que quiera a su albacea en cualquiera de las etapas de la Ocultación Mayor, porque él no es muerto como el que se ha separado de la vida de este mundo y debe entregar antes de la salida de su espíritu.

En otros términos: La entrega –en el momento de la ascensión–depende de dos cosas: la primera, es que se presente la partida, y la segunda, que exista el receptor y que esté apto para recibirla. Así que, si ocurre la ascensión con la existencia del receptor y su aptitud completa para recibirla, como ocurrió con el profeta de Dios Jesús (a) y su albacea Simón, y ya cité hace poco la narración que explica esto.

Pero si la ascensión, la partida, la entrega ocurren sin que el receptor exista, es válido que la entrega sea cuando existe y esté apto para recibirla.

Para aclararlo más, pondrá un ejemplo de ello: Si se te dijera “cuando salga el sol entrega este depósito a Zaíd” y el sol salió pero Zaíd no estaba presente o no podía recibirlo por algún motivo, esperarías a que Zaíd se presentara o que pudiera recibir el depósito, así no serás negligente o descuidado y nadie te culpará por retrasar la entrega apenas salga el sol porque el receptor no esté presente o no esté apto para recibir el depósito. Y se diría con verdad que has entregado el depósito según la condición, es decir, después de la salida del sol, pues tal afirmación es correcta mientras el sol haya salido y no se haya puesto.

Y si se dijera: Según vuestras palabras, ¿el Imam Al-Mahdi (a) ya ha entregado el Imamato a su Albacea y ha zanjado el asunto?

Yo diría: No. Porque esta entrega no es como la entrega en la que ocurre la partida [la muerte] de los Imames anteriores –con ellos sea la paz–, sino que es la entrega del liderazgo y de lo que el Albacea necesita para demostrar su prueba a los hombres y cumplir su misión, que son los legados como la ciencia y similares. Es sabido que el liderazgo es una rama del Imamato y que no lo es todo, pues el Imam Al-Mahdi (a) sigue siendo el Imam y la Prueba, y el Albacea sigue siendo la Prueba del Imam Al-Mahdi (a) para los hombres. Esta entrega no excluye a la entrega durante la partida [la muerte] del Imam Al-Mahdi (a), ya que será una entrega total del Imamato y de los legados de los profetas y los imames –con ellos sea la paz– excepto lo que esté reservado para la posición de los doce Imames, pues esto expira con la muerte del Imam Al-Mahdi (a).

Todo lo anterior se aplica si los opositores dicen que el Imam Al-Mahdi (a) ha ascendido en la Ocultación Mayor. Y si dicen que no ha ascendido, entonces les decimos que su Albacea es un diputado de su parte y su Prueba para los hombres mientras él esté ausente, como lo fueron el Comandante de los Creyentes (a) y el profeta de Dios Aarón (a). Así que, en cualquiera de las dos opciones, tenemos una respuesta concluyente para ellos.


Del libro Con el Siervo Bueno de Ahmed Alhasan (a)