• Categoría de la entrada:Con el Siervo Bueno
  • Tiempo de lectura:2 minutos de lectura

Dice el Siervo Bueno (a) sobre esto: «¿Por qué los negadores siempre son la mayoría? ¿Está el problema en los sucesores de Dios o en los hombres, y cuáles son los problemas de los hombres? Si conoces la razón del fracaso en el primer examen, puedes responder a esta pregunta.

La manifestación del “yo” en la criatura de manera manifiesta es castigada, es decir, mientras internamente enfrentaba a su Señor con el «yo», ahora se le manifestó en un sucesor para decir «yo soy mejor que él», y no se habría atrevido a pronunciarlo ante Dios el Subyugador, pero lo pronunciaba en todo momento con su mirada fija en sí mismo. Aquellos que apenas pueden ver sus propias manos, los ha cegado el “yo”, pues toda su preocupación son ellos mismos y lo que les conviene, evitando lo que aparentemente les contradice. Ahora, Aquel que los creó se les manifestó en Su sucesor para mostrar públicamente lo que sus almas malvadas ocultaban de negación hacia Él, Glorificado sea, y hacia Su favor.

Y si te acerco más la imagen con un ejemplo material: la situación de ellos es como la de quien concentra su mirada en sí mismo mientras enfrenta a su Señor sin pronunciar o decir: «yo soy mejor que quien me creó», o decir «yo mismo soy más importante para mí que quien me creó», pero su situación y su mirada fija sobre sí mismo pronuncian esto. Ahora, Aquel que lo ha creado lo ha puesto a prueba con alguien igual a él, un ser humano en apariencia, e inmediatamente pronunció lo que su alma ocultaba y lo dijo abiertamente sin vergüenza: “Yo soy mejor que él”».


Del libro Con el Siervo Bueno de Ahmed Alhasan (a)