• Categoría de la entrada:Carta de guía
  • Tiempo de lectura:7 minutos de lectura

[1 Después de esto vi a otro ángel descender del cielo, que tenía gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria. 2 Y clamó con potente voz, diciendo: ¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo y en guarida de toda ave inmunda y aborrecible. 3 Porque todas las naciones han bebido del vino de la pasión de su inmoralidad, y los reyes de la tierra han cometido actos inmorales con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con la riqueza de su sensualidad. 4 Y oí otra voz del cielo que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados y para que no recibáis de sus plagas; porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus iniquidades. 6 Pagadle tal como ella ha pagado, y devolvedle doble según sus obras; en la copa que ella ha preparado, preparad el doble para ella. 7 Cuanto ella se glorificó a sí misma y vivió sensualmente, así dadle tormento y duelo, porque dice en su corazón: «YO estoy SENTADA como REINA, Y NO SOY VIUDA y nunca veré duelo». 8 Por eso, en un solo día, vendrán sus plagas: muerte, duelo y hambre, y será quemada con fuego; porque el Señor Dios que la juzga es poderoso. 9 Y los reyes de la tierra que cometieron actos de inmoralidad y vivieron sensualmente con ella, llorarán y se lamentarán por ella cuando vean el humo de su incendio, 10 mirando de pie desde lejos por causa del temor de su tormento, y diciendo: «¡Ay, ay, la gran ciudad, Babilonia, la ciudad fuerte!, porque en una hora ha llegado tu juicio». 11 Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan por ella, porque ya nadie compra sus mercaderías: 12 cargamentos de oro, plata, piedras preciosas, perlas, lino fino, púrpura, seda y escarlata; toda clase de maderas olorosas y todo objeto de marfil y todo objeto hecho de maderas preciosas, bronce, hierro y mármol; 13 y canela, especias aromáticas, incienso, perfume, mirra, vino, aceite de oliva; y flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos, carros, esclavos y vidas humanas. 14 Y el fruto que tanto has anhelado se ha apartado de ti, y todas las cosas que eran lujosas y espléndidas se han alejado de ti, y nunca más las hallarán. 15 Los mercaderes de estas cosas que se enriquecieron a costa de ella, se pararán lejos a causa del temor de su tormento, llorando y lamentándose, 16 diciendo: «¡Ay, ay, la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, púrpura y escarlata, y adornada de oro, piedras preciosas y perlas!, 17 porque en una hora ha sido arrasada tanta riqueza». Y todos los capitanes, pasajeros y marineros, y todos los que viven del mar, se pararon a lo lejos, 18 y al ver el humo de su incendio gritaban, diciendo: «¿Qué ciudad es semejante a la gran ciudad?». 19 Y echaron polvo sobre sus cabezas, y gritaban, llorando y lamentándose, diciendo: «¡Ay, ay, la gran ciudad en la cual todos los que tenían naves en el mar se enriquecieron a costa de sus riquezas!, porque en una hora ha sido asolada». 20 Regocíjate sobre ella, cielo, y también vosotros, santos, apóstoles y profetas, porque Dios ha pronunciado juicio por vosotros contra ella. 21 Entonces un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó al mar, diciendo: Así será derribada con violencia Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. 22 Y el sonido de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; ni artífice de oficio alguno se hallará más en ti; ni ruido de molino se oirá más en ti; 23 luz de lámpara no alumbrará más en ti; tampoco la voz del novio y de la novia se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra, pues todas las naciones fueron engañadas por tus hechicerías. 24 Y en ella fue hallada la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que habían sido muertos sobre la tierra.].

Babilonia se refiere a Iraq, porque Babilonia era la capital en esa época, así que todas las batallas y las sediciones ocurren en Iraq y en la tierra de Iraq.

La destrucción de Bagdad fue mencionada por ellos (a) con las banderas que vienen de los estados del mundo y con las sediciones.

As-Sadiq (a) dijo sobre Bagdad: «… en la maldición de Dios y su cólera la destruirán las sediciones, y la dejarán estéril. Ay de ellas y de quien esté en ella. Todos los ayes por las banderas amarillas y las banderas del occidente y quien alborote Mesopotamia, y de las banderas que marchan hacia ella desde cerca y desde lejos.

Por Dios, que caerán sobre ella tipos de tormento que no han caído sobre las naciones rebeldes desde el principio hasta el final de los tiempos, y caerá sobre ella un tormento que ningún ojo ha visto ni oído escuchado nada similar. El diluvio de su gente no será sino por la espada. Ay de quien la tome por residencia, pues quien esté establecido en ella se quedará para su miseria, y el que salga de ella será por la misericordia de Dios.

Por Dios, que su gente prosperará tanto en el mundo hasta que se diga: “Esto es el mundo, sus casas y sus palacios son el mundo, sus hijas son huríes para los ojos, y sus hijos son eternos jóvenes”. Creerán que Dios ha repartido el sustento de los siervos solo en ella. Y aparecerán en ella calumnias contra Dios y contra Su Mensajero (s), juzgarán sin Su libro, levantarán falso testimonio, y beberán alcohol, cometerán inmoralidades, comerán cosas prohibidas, derramarán sangre, no habrá en el mundo nada por debajo de todo ello. Luego Dios la destruirá con esas sediciones y esas banderas, hasta que un caminante pase por ella y diga “aquí solía estar Az-Zaurá”».[1] [2]


[1] Az-Zaurá es Bagdad.

[2] Bihar al-Anwar, vol. 53, pág. 14.


Del libro Carta de guía de Ahmed Alhasan