Somos celestiales, nuestro origen es celestial, y hemos sido creados en el primer cielo. Nuestro primer examen fue allí, que es el examen de la Diseminación mencionado en el Corán, así que somos almas, y no solamente cuerpos terrenales. Nuestro padre Adán (con él sea la paz) fue creado del barro que ascendió al Primer Cielo y fue ubicado en la puerta del Paraíso. De Abu Abdulá As-Sadiq (con él sea la paz), que dijo: [Los ángeles pasaban junto a Adán (con él sea la paz), es decir junto a su imagen mientras él yacía de barro en el Paraíso, diciendo ¿para qué has sido creado?][1] Luego el espíritu fue soplado sobre este barro ascendido. Adán fue creado y Eva fue creada de él. Adán y Eva habitaron en el Paraíso Terrenal que está en el Primer Cielo, {Y dijimos: «Oh Adán, habita tú y tu pareja el Paraíso y comed ambos de él holgados donde queráis, y no os acerquéis a este árbol, pues seríais de los injustos»}.[2] {Entonces dijimos: «Oh, Adán, ciertamente, éste es un enemigo para ti y para tu pareja, así pues, no sea que os haga salir a ambos del Paraíso y os desgraciéis»}. [3]
Luego nosotros, hijos de Adán, fuimos creados por Dios en el Primer Cielo, en el Mundo de la Diseminación, y nos probó con el primer examen {Y cuando tomó tu Señor de los hijos de Adán, de sus lomos, a su descendencia, e hizo que dieran testimonio con sus almas. «¿No soy Yo vuestro Señor?» Dijeron: «Efectivamente, hemos sido testigos». No sea que dijerais el Día del Levantamiento: «Ciertamente, de esto estábamos desatentos»}.[4] Nuestra existencia terrenal es ajena y temporal, no es permanente ni eterna. Nuestra alma no regresará a esta Tierra para vivir después de la muerte si somos de los que eligen su humanidad renunciando a la animalidad terrestre a la que Dios, Glorificado sea, nos conectó para probarnos. Pues ¿cómo podría atribuirse al ser humano celestial la animalidad terrestre a la cual fue conectada su alma para llevar a cabo el segundo examen? La cuestión del origen de nuestros cuerpos y su evolución de otro ser de la Tierra no cambia en nada la realidad de nuestro origen celestial. Además, atribuir el cuerpo del ser humano a una evolución directa del simio actual es una equivocación. Quien diga esto está equivocado, pues si el cuerpo del ser humano ha evolucionado como los demás organismos, no se lo puede atribuir sino a la primera semilla, como dijo el Altísimo: {Y Dios os hizo crecer de la Tierra como a una planta}. No es correcto atribuirlo a los estadios intermedios de su evolución frente a los demás organismos.
Sí, se lo puede atribuir al último estadio que precedió a la transición hacia su humanidad y este estadio físico no se diferencia del de nosotros, pues es un estadio físico humano completo en el plano de los Homo sapiens, poseen cuerpos completos y sus figuras son humanas. De hecho, las figuras de los Homo erectus que aparecieron hace aproximadamente dos millones de años son muy parecidas a las nuestras, es más, el Ardipithecus (ardi), que se remonta a 4.4 millones de años, caminaba en dos patas y tenía unos pequeños colmillos, tal como nosotros. Científicamente, de él evolucionó el ser humano, pues según los biólogos nosotros somos los únicos mamíferos que caminamos erguidos en dos patas. Así que el ardi es nuestro antepasado en particular y por esto no se puede decir: que el cuerpo del ser humano haya evolucionado de un simio parecido a los que nos rodean actualmente. Decirlo es incorrecto y no tiene nada que ver con la teoría de la evolución. Entonces ¡¿por qué específicamente un simio como ejemplo?! Si la cuestión se trata de los estadios intermedios ¿por qué no decir: que el ser humano evolucionó del pez considerando que es un estadio intermedio y un hecho en el camino de la evolución? ¿Por qué no decir que evolucionó del Homo erectus que es también un estadio intermedio en el camino de la evolución del ser humano y se parece mucho más que el estadio del simio? ¿Por qué de un simio específicamente? ¡¿Acaso se trata de un mero intento de enajenación y hostigamiento?! ¡¿Acaso es un intento de alejar a las personas de la ciencia y el conocimiento manteniéndolos lejos tanto como sea posible en la oscuridad de la ignorancia?! Además, hoy las investigaciones científicas sobre la evolución niegan que la evolución del ser humano haya sido de un chimpancé, al contrario, dicen que el ser humano y los demás grandes simios se remontan a un origen en común.
[1] Fuente: Ar-Rawandi, Qasas Al-Anbiya, pág. 41.
[2] Sagrado Corán, sura «Al-Báqara» (La vaca), 35.
[3] Sagrado Corán, sura «Ta Ha» (Ta Ha), 117.
[4] Sagrado Corán, sura «Al-Araf» (Las alturas), 172.
Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)