Pregunta 14: ¿Cuál es el significado de lo que dijo Husein: «Quien me sigue alcanza el martirio y quien no me sigue no alcanza la victoria»?[1]
Respuesta: primero tenemos que indagar en el significado de tres palabras que son: seguir, martirio y victoria. Si sabemos esto conoceremos lo que Husein (a) quiso decir con sus nobles palabras.
Seguir: es adherirse a algo o alcanzarlo y andar al paso de ello. Esto es si lo seguido es un ser humano y en este caso, el ser humano seguido es un imam de guía o de extravío. El que se adelanta a o se atrasa del imam no se considera un seguidor del Imam (a) y el que va al paso del imam es un seguidor, pero según la precisión de su paso. Quien se empeña en corresponder al imam en cada detalle[2] no es como el que va al paso del imam en forma general.
Martirio:[3] comúnmente entre la gente es ser asesinado por la causa de Dios. Su significado original es declarar la verdad con palabra o acción, como declarar que no hay divinidad sino Dios, y esta declaración es la que hace el mártir que es asesinado en el campo de batalla para alzar la palabra de Dios. Él está entre quienes dan testimonio de que no hay divinidad sino Dios pero se distingue en atestiguar con su sangre que no hay divinidad sino Dios y este es el testimonio más grande en el camino más noble. Por eso este término, es decir, “mártir”, se aplica con este criterio casi de forma general a cualquiera que sea asesinado en el campo de batalla alzando la palabra de Dios.
Sin embargo, todo aquel que el Día de la Resurrección tenga una posición en la que sea testigo de una comunidad o de un grupo estará entre los mártires, como los imames (a), los enviados (a), como Az-Zahra, Zeinab, María, Naryis, Wahab Al-Nasrani, Jalid Bin Said Bin Al-Aas Al-Umawi, y cada uno en su medida.
En el Mahasin, Oban Bin Tagleb dijo: estaba Abu Abdulá (a) cuando se mencionó a aquellos que han sido asesinados en las trincheras, y él dijo: «Ay de ellos, ¿por qué hacen esto apresurando la matanza del Mundo Temporal y la matanza de la Última? Por Dios, sólo son mártires nuestros shiíes, aunque mueran sobre sus camas».[4]
Y en Al-Ayashi: de Minhal Al-Qasab que dijo: «Dije a Abu Abdulá (a): “Suplica a Dios que me conceda el martirio”. Y él dijo: “El creyente es un mártir”. Luego recitó lo que dijo el Altísimo: “{aquellos son los fieles y los mártires}”».[5] [6]
De Al-Baqir (a) que dijo: «Quien de vosotros conozca este asunto esperando el bien es como el que lucha con su espada, lo juro por Dios, junto al Resurgente de la familia de Muhammad (a)». Luego dijo: «Es más, juro por Dios, que es como el que lucha con su espada junto al Mensajero de Dios (s) en su campamento. Sobre vosotros dijo el Exaltado: {Y los que han creído en Dios y sus mensajeros, aquellos son los fieles y los mártires junto a su Señor. Para ellos está su retribución y su luz. Y los que no han creído y han desmentido nuestras signos, aquellos son los compañeros de la Gehena}.[7] Luego dijo: “Os habéis convertido, juro por Dios, en fieles mártires junto a vuestro Señor”».[8]
Apertura: es quitar el impedimento para penetrar en algo, para observarlo o para observar en él. Es igual que sea con la vista para verlo con los ojos o con la perspicacia para que se revele al corazón.
En Al-Qummi de As-Sadiq (a), sobre lo que dijo el Altísimo: {un auxilio de Dios y una apertura cercana}.[9] Dijo: «Significa en el Mundo Temporal, con la apertura del Resurgente (a)…».[10]
No hay duda de que la victoria del Resurgente (a) es la victoria de todos los países, el establecimiento en ellos de la religión pura y la elevación de las palabras: «No hay divinidad sino Dios, Muhammad es Mensajero de Dios, Alí es Patrono de Dios». Y así mismo es en los mundos del Reino [de los Cielos] que se revelan a muchos creyentes que están con el Resurgente (a).
Por lo tanto, Husein (a) con “quien me siga” quiso decir: que camine con el criterio de Husein y con el principio de Husein. Además de que cada época tiene un Husein. Así que quien sigue al Husein de su época sigue a Husein (a). Y quien no cumple con el imam de su época no cumple con Husein (a). Además, en seguir a Husein (a) hay grados. El más alto de ellos es aferrarse al principio y al criterio de Husein, adherirse al Husein de la época en la que vive el creyente. En el rezo de Shaabán dice: «Quien se adelanta a ellos es un hereje, quien se atrasa a ellos perece y quien no se separa de ellos sobrevive».[11]
Con el martirio se refería a ser asesinado por la causa de Dios. Ya sea el asesinato del cuerpo o el asesinato de la individualidad que es mejor que el asesinato del cuerpo. Pues siempre los que defienden la verdad se exponen en la sociedad a degradaciones personales por falsedades, invenciones, mentiras y calumnias de los enemigos de los profetas y los enviados (a) como los eruditos inoperantes y sus seguidores que graznan por lo que no comprenden. Incluso cada uno se ve afectado por convocar a la verdad, a la justicia, a la honestidad y a establecer los límites de Dios y sus palabras.
El que es matado por la causa de Dios es testigo contra la nación que lo mató, o que se complació con su asesinato y la eliminación de su persona o de su santo cuerpo.
Con la victoria se refería a la victoria de los mundos superiores, por consiguiente al conocimiento de los hechos y al final, la victoria evidente: conocer a Dios Glorificado y Altísimo. Cada quien en su medida.
Así que quien no sigue a Husein, ni aplica el criterio de Husein, ni sigue al Husein de su época no se convierte en mártir. Es decir, que no es asesinado por la causa de Dios ni es testigo de la verdad y entonces no percibe la victoria. Es decir, no reconoce la victoria, no la comprende ni consigue nada de ella. ¿Cómo podría conocer la luz cuando es una rata que solo conoce la oscuridad y el agujero en el que vive?
Y quien se une a Husein (a) definitivamente se vuelve un mártir. Lo que perciba de la victoria será según su posición y su obligación para con Husein (a). Es decir, ser consciente de la victoria junto al Resurgente (a).
Por último: Husein es la verdad, una palabra, una espada, un principio que permanece tanto como los Cielos y la Tierra. Y todo aquel que falte a la verdad para la que llamó Husein (a), que rechace las palabras de Husein (a) «¿Acaso hay algún auxiliar que nos ayude?», que no lleve espada junto a Husein (a) y que no haya construido sus ideas sobre el principio de Husein (a) ha abandonado a Husein, aunque se muestre llorando por Husein. Husein luchó contra un pueblo que afirmaba amar al Mensajero de Dios, Muhammad (s), y seguir su criterio (s). El Resurgente (a) combatirá a un pueblo que diga amar a Husein y llore por sus heridas. Así pues, que la maldición de Dios sea sobre el pueblo de los injustos. Aquellos no percibirán nada de la victoria; porque no siguieron a Husein (a) ni un día.
[1] Mujtasar Basair Ad-Darayat, pág. 6.
[2] Fue narrado en la súplica: «… Oh Dios, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, el arca que surca los abismos insondables. Quien la aborda está a salvo, quien la abandona se ahoga, quien se adelanta a ellos es un hereje, quien se atrasa a ellos perece y quien no se separa de ellos sobrevive…}, Misbah Al-Mutahayyid del Jeque At-Tusi, pág. 45. Por lo tanto, aferrarse a ellos (a) es no separarse de ellos, no salirse de su criterio y andar al paso de ellos. Proceder contra ellos supone herejía y atrasarse a ellos implica desaparición y destrucción.
[3] Martirio es shahada (شهادة), o sea, testimonio. Todo mártir es testigo, en árabe: shahid (شهيد). (N. del T.)
[4] Al-Mahasin de Al-Barqi, vol. 1, pág. 164.
[5] Sagrado Corán – sura «Al-Hadid» (El hierro), 19.
[6] Bihar al-Anwar, vol. 24, pág. 38, narrado por Tibrisi, transmitido por Al-Ayashi.
[7] Sagrado Corán – sura «Al-Hadid» (El hierro), 19.
[8] Bihar al-Anwar, vol. 24, pág. 39.
[9] Sagrado Corán – sura «As-Saff» (Las filas), 13.
[10] Tafsir Al-Qummi, vol. 2, pág. 366.
[11] Misbah Al-Mutahayyid, pág. 45.
Extracto del libro Las alegorías vol. 1 de Ahmed Alhasan (a)