• Categoría de la entrada:La ilusión del ateísmo
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Aquí hay varias problemáticas que plantean los ateos sobre el nacimiento de Jesús (con él sea la paz) de María, sin un padre. Quizás las más importantes de ellas son:

¡¿Cómo habría un óvulo completo de 46 cromosomas cuando lo natural es que tenga la mitad del número de cromosomas?!

¡¿Cómo se estimularía un óvulo completo de cromosomas para dividirse, cuando en el laboratorio, en un embrión de clonación, si el óvulo cambia su núcleo por un núcleo completo de cromosomas requiere estimulación externa para comenzar a dividirse y crecer?!

¿Cómo produciría esto un macho siendo un óvulo de hembra? Normalmente los cromosomas del género femenino son XX y por lo tanto esta no puede tener el cromosoma Y del que puede producirse un macho, es decir, que una hembra no puede producir un macho, pues lo que determina el género de un macho es un macho; porque porta los cromosomas XY.

Antes de que comencemos a hablar de las respuestas a estas problemáticas hay algo que se debe aclarar brevemente que es el género del embrión y cómo se determina. Así pues, el ser humano normal tiene 46 cromosomas. Si es hembra tiene cromosomas sexuales XX y si es macho tiene cromosomas sexuales XY. Así pues, el símbolo de la hembra normal por lo general es XX46 y el símbolo del macho normal por lo general es XY46.

La división de los cromosomas durante la reproducción pone a disposición dos grupos de espermatozoides que son: tipo X y tipo Y. El óvulo es de un solo tipo que es el X; porque la hembra no tiene cromosoma Y.

En el momento de la fecundación se forma el embrión de la unión de un espermatozoide y un óvulo.

Entonces, si se une un espermatozoide Y con un óvulo X el resultado es un macho.

Y si se une un espermatozoide X con un óvulo X el resultado es una hembra.

Hay una mutación genética que afecta a los receptores androgénicos, o como se la llama, “síndrome de la hormona de masculinización”, en el embrión XY46. Esta mutación reduce el efecto del gen sexual masculino y, por eso se forma un órgano reproductor femenino. Del tipo de mutación y de la magnitud de su efecto sobre los receptores androgénicos depende la condición del afectado con este síndrome. Tendrá órganos masculinos y femeninos incompletos, ya que solamente puede tener uno de los dos, pero por lo general, tendrá un fenotipo femenino.

Si el embrión que porta genes masculinos, es decir XY46, sufre del síndrome completo de insensibilidad a los andrógenos, exteriormente será una hembra completa. Incluso, en general es difícil diagnosticar rápidamente el caso sin un examen minucioso. Pues a primera vista, el embrión tendrá órganos femeninos y en general será una hembra, pero sin útero ni ovarios. Es decir, que será una hembra que tiene un aparato reproductor femenino incompleto y también un aparato reproductor masculino atrofiado enterrado en el abdomen.

Lo que nos interesa aquí es que este síndrome es una evidencia clara de la posibilidad de que un embrión XY no muestre ningún rastro del cromosoma Y convirtiéndose en una hembra completa con órganos reproductores completos. Con esto pues, la cuestión de la concepción de un macho a partir de las células de esta hembra sin la intervención de un macho es algo natural y compatible con la ciencia, porque ésta porta cromosomas XY46.

Con respecto a la concepción de Jesús (con él sea la paz) de María (con ella sea la paz) nosotros no decimos: que sea una cuestión completamente natural, pero ninguna de las problemáticas mencionadas es imposible, ni lógica ni científicamente, y algunas de ellas pueden explicarse de manera científica con facilidad.

Entonces, por ejemplo: el hecho de que la hembra no porte un cromosoma Y que determina el género masculino del embrión es una cuestión correcta, pero hay un tipo de anomalía genética o lo que se llama “síndrome androgénico”, “síndrome de insensibilidad a los andrógenos” o “síndrome de resistencia a la hormona de masculinización”. En este síndrome el embrión porta cromosomas sexuales XY y su apariencia externa es la de una hembra. Nosotros decimos: puede que este síndrome ocurra de forma tan extrema con un embrión determinado que sea una hembra con órganos reproductores completos y aún con esto, sea XY.

Con esto se resuelve la problemática de que una hembra no pueda producir por sí sola sino una hembra.

En cuanto a la cuestión de que un óvulo esté completo de cromosomas, pues este es un fenómeno que teóricamente puede suceder, donde un óvulo determinado lleve un número completo de cromosomas, especialmente en una situación anormal como en el de una hembra con un grupo de cromosomas XY46.

En cuanto a la cuestión del estímulo del óvulo para que se divida, pues puede ocurrir mediante la radiación que nos rodea y el bombardeo sobre nuestros cuerpos desde toda dirección, provocando, en algunas ocasiones en las que su energía sea suficientemente fuerte, una mutación genética en las células de algunas personas que contraen la enfermedad del cáncer. La estimulación externa del óvulo para dividirlo se realiza eficazmente en laboratorios durante el proceso de clonación, donde durante la clonación, después de reemplazar el núcleo del óvulo por un núcleo celular completo de cromosomas, se realiza la estimulación del óvulo para su división, de manera artificial y con medios externos en el laboratorio.

Por lo tanto, todas estas problemáticas están contestadas y pueden explicarse de manera muy científica.

Además de lo presentado está el síndrome de Klinefelter, que es una exteriorización del aumento del número de cromosomas sexuales femeninos X. Por lo general el símbolo del afectado es XXY47 o XXX47, es decir, que tiene un cromosoma X adicional. Hay casos extremos de este síndrome donde el número de cromosomas es XXXXY49 donde la madre está afectada con una duplicación del cromosoma X, por lo cual su hijo es afectado con la duplicación del cromosoma X ya duplicado. Además, hay un caso en el que hay una combinación y un mosaico de cromosomas, el caso del afectado por este síndrome de Klinefelter es XX46/XXY47. En estos dos últimos casos, en especial el último que es muy excepcional que ocurra, se puede suponer que se han juntado con el síndrome de insensibilidad a los andrógenos y que de la unión de los dos síndromes se produce una hembra con órganos reproductores completos que al mismo tiempo porta el cromosoma Y, que no cumple ningún rol en el género del embrión.


Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)