• Categoría de la entrada:La ilusión del ateísmo
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El ascenso: es el regreso en un paso o más, con dirección al principio o fuente. Esto significa que si imaginamos al ser humano —como al resto de la creación, también— como una manifestación de la divinidad en la nada capaz de existir, tendremos un nivel determinado cada vez que nos alejemos (en conocimiento) de la fuente de la manifestación y este nivel determinado será menos luz y más oscuridad (la nada que se interpone).

Supongamos que el mundo de la materia, en el cual están nuestros cuerpos, está formado por 10% luz y 90% oscuridad (nada), y que cada paso que la luz avanza en dirección a la oscuridad absoluta (la nada absoluta – la ausencia de conocimiento y consciencia) representa un número entero. Así pues, el ascenso un solo paso de un cuerpo material como el barro de Adán (con él sea la paz) constituye su traslado al mundo paralelo cuya proporción de luz en él es de 11% y cuyo porcentaje de oscuridad (la nada) en él es de 89%, es decir, el mundo que le precede.

Los mundos deben subdividirse en partes ideales; porque su creador es ilimitado, y debe estar lo más cerca posible de lo ilimitado; ya que representa lo primero que emana de él (Muhammad = todos los mundos). Esto, matemáticamente, significa (para mayor comprensión) que la sección de la subdivisión será lo más pequeña que se pueda imaginar. Significa que se puede imaginar que hay un número que es el más cercano al número cero, pero no se puede conocer este número decimal (decimal number), pues, por ejemplo, si se dice 0.0001 entonces .00001 es más pequeño y así seguirá hasta un número que se puede afirmar que existe y conocer algunas de sus propiedades, pero nunca se lo puede determinar. Si se coloca este número como divisor en cualquier división el resultado de la división será tan cercano al infinito como sea posible; porque el divisor será lo más cercano posible al cero. Esto significa que nosotros, si pudiéramos ver a una persona que asciende frente a nuestros ojos la veremos desaparecer gradualmente. Es decir, veríamos un cuerpo, luego un espectro y que luego desaparece, y en realidad no desaparece nunca, sino que todo lo que hay es un traslado a un mundo paralelo a nuestro mundo, a un nivel más elevado en dirección a la luz, o podemos decir: que ha regresado en dirección al principio o a la fuente en un paso o varios, según el estado de elevación de ese cuerpo material. En todo caso, la suma de luz y oscuridad, o de existencia e inexistencia, fuera de la fuente de luz o existencia, es igual a cero, es decir, nada realmente existe fuera de la fuente.

Ejemplo: imaginemos una fuente de luz. La luz avanza con una dirección determinada. Cada vez que la luz da un paso hacia adelante algo de ella se condensa formando una membrana de materia. Por esta membrana se filtra algo de luz y así, frente a la fuente de luz, se forman un número de membranas de la misma luz. De ellas se desprende algo de luz. El número de membranas es tan cercano al infinito como sea posible. Entre las membranas hay un vacío lleno de antipartículas (antimateria) que es igual a la suma de la materia de las membranas y la energía de la luz. Es decir, que la suma de la materia y la energía fuera de la fuente de luz es igual a cero. O sea, que podemos decir: que nada realmente existe fuera de la fuente de luz. Debatiremos con más detalle este tema.

El descenso de Adán a la Tierra:

Nos ha quedado claro por lo anterior, que el ser humano, religiosamente, puede ser un simio, es más, hasta un cerdo. {Di: «¿Os informo de una peor recompensa que eso ante Dios? Quien ha sido maldecido por Dios que se ha enojado contra él e hizo de ellos simios y cerdos»}.[1]

Ha quedado claro que la creación de Adán, según el texto religioso, no comenzó en esta Tierra.

Nos ha quedado claro el significado del ascenso y que es compatible con la ciencia.

Ahora pues, hemos llegado al momento de hablar sobre la relación de la teoría de la evolución con Adán (con él sea la paz), porque ahora hablaremos del cuerpo de Adán y Eva con el que se conectarán sus almas, que descenderán a esta Tierra para el examen.

Postulemos una hipótesis para el primer cuerpo material adánico:

1- Que el alma de Adán apareció y se encarnó en esta Tierra directamente, en especial cuando él, originalmente, fue creado del barro que ascendió de ella. La biología rechaza esto definitivamente al considerar que los últimos datos de los análisis genéticos han mostrado el origen del cuerpo del ser humano y de dónde viene. Además, está la evidencia de la misma teoría de la evolución, que se ha acumulado por los análisis genéticos de los fósiles y las investigaciones de la teoría.

2- Que se crea un cuerpo para Adán (con él sea la paz) a partir del barro y el agua que hay sobre esta Tierra, y que el espíritu accede a él y le trasmite la vida humana. Esta hipótesis es la predominante entre la mayoría de los hombres de religión, pero se opone al texto coránico que indica claramente que el comienzo de la creación de Adán y Eva fue en el Primer Cielo, en el Paraíso terrenal, y que después de esto ocurrió el descenso de Adán por el mandato de Dios, ya hemos detallado este tema previamente. Asimismo, es una hipótesis rechazada definitivamente desde el aspecto científico y se opone a la biología y a los análisis genéticos por la misma causa anterior. Quien adopte una de estas dos tesis debe quitar de su diccionario la ciencia, la investigación científica y la realidad. Sus tesis no son sino una ilusión con la cual les da la gana ilusionarse, pues son tesis que se oponen a la ciencia en conjunto y en detalle. El origen de nuestros cuerpos ha sido determinado hoy por medios científicos precisos. Nuestros cuerpos no han aparecido en un día de algo desconocido como para suponer que el cuerpo de Adán haya aparecido así de repente hace solo unos pocos miles de años.

3- Que el comienzo fue a partir de una ley que organizó el surgimiento de la vida a partir de un mapa genético, que la semilla o primer mapa genético tiene un propósito, y que este propósito es el tallado de un cuerpo animal durante el largo curso de la evolución hasta adecuarlo para conectarse con y ser trasmitida en él —estando en el útero— el alma de Adán, al igual que Eva (con ambos sea la paz): {Y ya os ha creado en etapas * ¿No habéis visto cómo creó Dios los siete cielos en capas? * Y colocó la Luna en ellos como luz, y colocó el Sol como candil * Y Dios os hizo crecer de la Tierra como a una planta}.[2] El versículo es claro en que hay etapas por las cuales hemos pasado. Estas etapas son como los cielos en capas, es decir, unas están por encima de otras, algunas están más altas que otras y algunas dominan sobre las otras. Luego el versículo finaliza con la explicación de nuestra creación —de nosotros, los seres humanos—, que consiste en un proceso de germinación (cultivo) y esta palabra es clara, el asunto se trata de un cultivo y una plantación. No necesitamos más que observar una planta de la Tierra para ver que comienza con una semilla inmóvil que lleva un mapa genético, luego la semilla comienza a implementar este mapa genético cuando tiene disponibles las condiciones adecuadas. De esta manera, se forma una planta de pequeño tamaño e incluso tal vez, sus dos primeras hojas sean diferentes a las hojas del árbol que se desarrollará de ella.

{Y Dios os hizo crecer de la Tierra como a una planta}: nos ha hecho crecer de la Tierra y todo lo que necesitaba nuestro crecimiento para lograr completar lo que Dios, Glorificado y Altísimo, quería, era un mapa genético productivo.

Esta hipótesis es muy adecuada, para que Adán (con él sea la paz) y Eva (con ella sea la paz) entren al examen en esta Tierra, si ser privilegiados con algo que los haga prácticamente exentos del examen terrenal, a diferencia de los demás.

{Dijimos: «Descended de él, todos. Y si viene a vosotros procedente de mí una guía, quienes sigan mi guía no habrán de temer ni entristecerse»}: es decir, que el alma que fue creada del barro ascendido al Primer Cielo, descendió para conectarse con un determinado cuerpo animal, preparado para aceptarla y completar su examen terrenal como quiso Dios. Y esto no se opone con lo que han demostrado los biólogos de la teoría de la evolución y el origen de la especie humana en especial, pues coincide con la teoría de la evolución y el desarrollo.

Así que no hay impedimento en que haya un ser vivo que se desarrolle del barro y el agua, hasta alcanzar una composición física animal que tenga los primeros tres espíritus (el espíritu de vida, de fuerza y de deseo). El alma de Adán (con él sea la paz), luego, se trasmitió a su interior para lograr en este ser un cambio integral, de la animalidad y la bestialidad, a la humanidad profética y mensajera, de su cultura y sus elevados valores morales. Y esto explica al mismo tiempo el salto civilizador y cultural que comenzó en las tierras de Sumeria hace miles de años, explícita, intelectual y científicamente aceptable.

La cuestión continuó después de Adán (con él sea la paz) con su descendencia, pues en sus almas se manifiesta el espíritu de fe y el espíritu santo, como si sus almas fueran un espejo que refleja el espíritu de fe y el espíritu santo, y una expresión del instinto divino que los invita a elevarse. Si el ser humano utiliza esta llave de manera correcta tiene éxito en el examen y se eleva a los grados más altos, adquiere el espíritu de fe y luego el espíritu santo, hasta convertirse en la manifestación de Dios en la Tierra. Esto abarca a todos hasta Muhammad (las salutaciones de Dios sean con él y su familia), el mejor de la creación. {Y así te hemos inspirado un espíritu de nuestra orden. No estabas enterado de lo que es el libro ni la fe, pero lo pusimos como una luz con la que guiamos a quien quisimos de nuestros siervos. Y ciertamente, tú guías hacia un camino recto}.[3] Pero si el ser humano arroja esta llave y se conforma con los espíritus animales entonces ya ha destruido su alma, ha perdido su oportunidad y ha regresado a su origen de animalidad y bestialidad {Así pues, les dijimos: «Sed simios ahuyentados»}.

Por lo tanto, esta etapa es la segunda etapa, posterior a la etapa de la creación de Adán (con él sea la paz) en el Primer Cielo, que representa a la verdadera creación de Adán. Esta etapa es pues, la etapa del descenso de Adán o del alma de Adán (con él sea la paz) a la Tierra del examen, es la etapa de la conexión del alma de Adán con un cuerpo material en este mundo físico, para que complete su examen él y su descendencia después de él. Esto ocurrió después del descenso del alma de Adán (con él sea la paz) a esta Tierra y su permanencia en la Tierra por un período de tiempo que Dios Glorificado sea y Altísimo, quiso. Así pues, el alma de Adán (con él sea la paz) y el alma de Eva (con ella sea la paz) establecieron algunos rituales de Dios en esta Tierra.

Entonces Dios, Glorificado sea y Altísimo, quiso conectar a ambos con dos cuerpos materiales terrenales y que olviden su situación anterior para completar el examen.[4] Así que fueron engendrados por seres parecidos a los adanidas, después de que se formaran los cuerpos de estas comunidades, para que acepten un alma como el alma de Adán (con él sea la paz) y para que también adquieran la capacidad de recibir la comunicación divina que llegó a ellos por medio de Adán (con él sea la paz), que fue engendrado entre ellos y enviado a ellos.

Extrañamente, algunas personas aceptan que el principio del cuerpo de Adán (con él sea la paz) haya sido directamente del barro o del polvo, ¡y no aceptan que su comienzo haya sido de un ser vivo, aun cuando un ser vivo tiene un grado existencial de vida mucho más desarrollado que el barro inanimado!

[1] Sagrado Corán, sura «Al-Maida» (La mesa servida), 60.

[2] Sagrado Corán, sura «Nuh» (Noé), 14-17.

[3] Sagrado Corán, sura «Ash-Shura» (La Consulta), 52.

[4] “Y ciertamente, ya habéis sabido del primer surgimiento. Entonces, ¿por qué no recordáis?” [sura «Al-Waqia» (Lo inevitable), 62]. Es decir, que estabais en un mundo anterior que es el Mundo de la Diseminación o mundo de las almas, en el cual fue creado Adán y en el cual habéis sido creados vosotros después de él. El mundo de las almas o Mundo de la Diseminación representa para vosotros vuestra primera aparición, entonces ¿por qué no recordáis aquel mundo a pesar de haber estado en él y haberlo conocido? “Y ciertamente, ya habéis sabido del primer surgimiento. Entonces, ¿por qué no recordáis?”. Por esto es que el Glorificado dice “así como os he creado en un mundo anterior y lo habéis conocido anteriormente pero os he hecho olvidarlo cuando conecté vuestras almas a los cuerpos en esta Tierra y he impedido saber a vuestras almas su estado anterior, así pues, el Glorificado es capaz de repetirlo otra vez y crearos en otro mundo con otro estado y repetir lo que ocurre hoy con vosotros, “Nosotros hemos decretado entre vosotros la muerte y nada nos impide * sustituiros por semejantes a vosotros y haceros surgir en lo que no sabéis. * Y ciertamente, ya habéis sabido del primer surgimiento. Entonces, ¿por qué no recordáis?” [«Al-Waqia» (Lo inevitable)].


Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)