La Iglesia Católica ha rechazado la teoría de la evolución durante décadas, pero tal vez no haya publicado una declaración oficial, o al menos no ha dado ninguna opinión o aprobación de lo que plantea la teoría de la evolución, a pesar de su implicación directa en la cuestión más importante que plantea la religión, que es la cuestión de la creación, pues la teoría de la evolución se opone completamente al relato bíblico de la creación.
Y casi la misma postura han adoptado las demás doctrinas de la iglesia, ya que rechazan la teoría de la evolución, pero algunas de ellas no lo declaran, y quizás el motivo es obvio; los tiempos han cambiado y ya no hay un tribunal de la Inquisición o posibilidad de cortar la lengua a Darwin como hicieron con Giordano Bruno, o encarcelar o perseguir como hicieron con Galileo, y por esto recurren al silencio. Al final, cuando se dieron cuenta que la evidencia en favor de la evolución se acumuló en gran medida, especialmente después de los avances de la genética, la Iglesia Católica se vio obligada a admitir la teoría de la evolución y los sacerdotes de la Iglesia Católica dijeron: que no estuvieron ni un día en contra de la teoría de la evolución o de Darwin. Y la realidad es que no le cortaron la lengua a Darwin ni lo condenaron a la hoguera en su época por un simple motivo: la autoridad de ellos ya había terminado en Europa. Hoy están obligados a consentir la teoría de la evolución; porque la evidencia ya no da viabilidad ni siquiera a la polémica, salvo por la polémica de algunos ignorantes que no entienden qué es la evolución ni cómo es, pues la aceptación de la teoría de la evolución significaría la pena de muerte para la religión de la iglesia cristiana, pues la teoría de la evolución no ha trascendido como la ha planteado Darwin, y tal vez, de lo que ha planteado Darwin, no quede más que una idea general en cuanto a los detalles, los métodos de teorización, las evidencias y las pruebas, pues todo esto ha aparecido de una nueva forma con la evolución de la ciencia y la investigación. Es así que hoy sus partidarios disponen de una tesis completa que interpreta científicamente la historia de la creación sin necesidad de que exista ningún poder sobrenatural que intervenga para concluir este proceso o siquiera para iniciarlo. Por esto, la teoría de la evolución hoy se presenta como una teoría que rechaza a la religión y a la existencia de un dios, y nadie puede decir que la acepta aceptando la religión sin resolver esta discrepancia que impide la aceptación de ambas. Pues la teoría de la evolución, como se plantea hoy, como se entiende y la observan los biólogos evolucionistas, dice: que la evolución no tiene un propósito a largo plazo, y por esto no se puede reconciliar con la religión, pues nadie puede decir, “sí, acepto lo que dice la teoría de la evolución y las implicaciones que resultan de ella cien por ciento, incluyendo que la evolución no tiene un propósito a largo plazo”, y al mismo tiempo decir “acepto la religión”, pues decir esto llanamente representa una contradicción flagrante. La persona sabia y sensata no publica algo sin resolver primero esta contradicción, para decir lo que es correcto, aceptable y lógico. Por esto dije: que la Iglesia aceptara la teoría de la evolución, a lo cual se vio obligada, sin poder resolver esta contradicción y sin confirmar que la evolución tiene un propósito a largo plazo, significaría la pena de muerte para la religión de la iglesia cristiana.
Desde luego que no entienden esto; porque muchos de los hombres de la religión, lamentablemente, no entienden lo que es la evolución ni cómo se plantea la teoría de la evolución ahora. Aquí hay un extracto de un debate entre el Dr. Richard Dawkins[1] y el Cardenal George Pell, que es cardenal australiano, adepto de la Iglesia Católica Romana y arzobispo de la ciudad de Sídney de Australia.
«Cardenal Pell: … Hay que razonar los hechos de la ciencia, preguntarse si se cree en la sugerencia de que —ya sabe— la selección aleatoria es suficiente y además la mayoría de los biólogos evolucionistas hoy en día no lo creen.
Richard Dawkins: ¿No creen en qué?
Cardenal Pell: No creen en el azar para esta cruda y fundamentalista de la selección al azar que usted propone.
Richard Dawkins: Yo no propongo eso y niego rotundamente que la evolución sea selección aleatoria. La evolución es selección no aleatoria. No aleatoria.
Cardenal Pell: ¿Así que tiene un propósito de ser?
Richard Dawkins: No.
Cardenal Pell: ¿Podría explicar lo que significa no aleatorio?
Richard Dawkins: ¡Sí, por supuesto, es el trabajo de mi vida! Hay variación genética aleatoria, supervivencia no aleatoria y reproducción no aleatoria, por lo que —a medida que pasan las generaciones— los animales mejoran haciendo lo que hacen. Esa es la quintaesencia de lo “no aleatorio”. Esto no quiere decir que haya un propósito en el sentido de “propósito humano”, en el sentido de un principio “rector” que esté pensado de antemano. En retrospectiva se podría decir algo así como que un ala de un pájaro se ve como si tuviera un propósito, un ojo humano luce como si tuviera un propósito, pero eso se ha logrado mediante el proceso de la selección natural no aleatoria. No hay un propósito en sentido humano. Hay una clase de pseudo-propósito, pero no un propósito en el sentido humano de alguna guía consciente. Pero sobre todo debo destacar que la evolución darwiniana es un proceso no aleatorio. Uno de los mayores malentendidos —que lamento decir que el cardenal ha cometido— es que la evolución sea un propósito aleatorio. Es lo contrario de un proceso aleatorio», (Religion And Atheism Q & A: Adventures In Democracy 2012).[2]
Está claro que el cardenal entró en debate con el Dr. Dawkins sin entender la evolución o lo que dicen algunos biólogos evolucionistas como Dawkins de la evolución, que es no aleatoria porque está gobernada por un sistema de selección natural, pero que no tiene un propósito a largo plazo.
[1] El Dr. Richard Dawkins (n. 26/3/1941) es un distinguido biólogo británico y profesor de la Universidad de Oxford que se especializa en biología evolutiva y en comportamiento animal. Ha escrito muchas publicaciones incluyendo: El gen egoísta, El relojero ciego y El espejismo de Dios. En su libro El gen egoísta, establece científicamente el importante rol de los genes y la batalla por la supervivencia del mejor gen. También presentó y desarrolló la teoría de los memes. Richard Dawkins es famoso por sus puntos de vista ateos, y por el uso radical de la teoría de la evolución para promover el ateísmo. En el 2006, Dawkins inauguró La Fundación Richard Dawkins para la Razón y la Ciencia. Esta fundación apunta a promover la aceptación del ateísmo y a defender las respuestas científicas a cuestiones relacionadas con la existencia.
[2] Canal de video del libro La Ilusión del Ateísmo (04/09/2013). Debate del Dr. Richard Dawkins con el Cardenal Pell – Richard Dawkins, ¿el proceso evolutivo aleatorio carece de un propósito? Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=bifntnOm_jk
Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)