• Categoría de la entrada:La ilusión del ateísmo
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Respuesta de Ibn Baz:

«Pregunta: Siempre leo y escucho que el ser humano fue un simio al principio, que luego atravesó etapas y cambió hasta convertirse en el ser humano normal que hoy se conoce. ¿Es razonable esto o no? ¿El elemento es un simio?, es decir, ¿el elemento de la formación de su cuerpo es el mismo elemento de la formación del cuerpo del ser humano? Infórmanos, que Dios te recompense con lo mejor.

Respuesta del Jeque Abdulaziz Bin Baz: En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo y la alabanza a Dios. Que Dios bendiga al Mensajero de Dios, a su familia, a sus compañeros y a quien siga su guía. En cuanto a lo siguiente: esta afirmación que mencionó la persona que preguntó es una afirmación rechazada y falsa, pues se opone al Libro de Dios —Exaltado y Majestuoso—, a la tradición del Mensajero —con él sean las bendiciones y la paz— y al consenso salafí de la nación. Esta afirmación se hizo conocida por el charlatán Darwin —que mintió en lo que dijo, pues el origen del ser humano proviene de su origen y su situación se conoce, su origen no es un simio, ni algo distinto a un simio, sino que es un ser humano erguido inteligente, Dios lo creó del barro de la Tierra y es nuestro padre Adán —con él sean las bendiciones y la paz— Dios lo creó de la tierra. Como dijo el Elevado y Majestuoso: {Y, ciertamente, hemos creado al ser humano de un extracto de barro} [Sagrado Corán, sura «Al-Muminun» (Los creyentes), 12]. Y fue creado de esta tierra, Dios lo creó a su imagen, su altura era de sesenta codos, es decir, sesenta codos al cielo. Luego la creación comenzó a reducirse hasta ahora, y fue creado a… Y sus hijos, como su padre, fueron creados de la creación de su padre, tienen oído, tienen vista, tienen intelecto, tienen la estatura que veis ahora, caminan sobre sus piernas, hablan, oyen, ven y comen con sus manos… No en la forma de un simio, ni con la conformación de un simio, pues tienen la conformación particular que les corresponde. Y así cada nación: los simios son una nación separada, los cerdos son una nación separada, y así los perros, los asnos, los gatos y las demás naciones. {Y no hay bestia en la Tierra ni ave que vuele con sus dos alas que no sea una nación como la vuestra. No hemos omitido nada en el libro. Luego, ante su Señor han de ser reunidos} [Sagrado Corán, sura «Al-Anam» (El ganado), 38]. Todas estas naciones serán reunidas ante Dios el Día de la Resurrección, algunas de ellas rendirán cuentas de las demás, luego se les dirá “sed polvo” y serán polvo, excepto los genios y los seres humanos, pues ambos están en otro asunto, ellos han de rendir cuentas y ser recompensados, pues son naciones separadas, pues quien haya obedecido a su Señor tendrá la recompensa, y quien haya descreído de su Señor tendrá el fuego, en cuanto a los otros animales, pues son naciones separadas, pues los simios son una nación separada, tienen su realidad, su surgimiento y sus características, y así los cerdos, los perros, los asnos, los camellos, las vacas y las ovejas. Así las naciones tienen su creación y la distinción que Dios quiso para ellas —Glorificado sea— y Él es el Juicioso, el Sabio, Él es el que más ve los detalles… y los detalles de sus conformaciones, Él es el que más ve y más sabe —Glorificado y Altísimo. Pero es obligatorio que el siervo crea que la creación de Adán es distinta a la creación del simio, y que el origen de Adán es su propio origen, en el que está ahora, que su origen no fue un simio, ni otra cosa distinta, sino que es un ser humano, erguido sobre su creación… dotado de intelecto, dotado de oído, dotado de vista, dotado de sentidos conocidos como olfato, tacto, gusto y otros además de los que Dios hizo existir para él. Así pues, decir que su origen es un simio es decir algo atroz, es decir algo falso. Si se llama infiel al que afirma esto es válido, pues es bastante obvio, aunque Dios es el que más sabe, que quien diga esto con la ciencia que tiene y con lo que le ha llegado de la jurisprudencia, es un infiel, porque desmiente a Dios y a su Mensajero, desmiente el libro de Dios —Glorificado y Altísimo—».[1]

Ibn Baz está en la situación de muchos maestros wahabíes lamentablemente, que aún están en la etapa tardía de la capacidad cognitiva, pues responde a una cuestión científica demostrada con evidencia científica, con un texto religioso alegórico que puede entenderse, en cierto sentido, acorde con la ciencia. Así, Ibn Baz repite aquí, lo que dijo sobre la cuestión de la traslación de la Tierra antes, entonces ¡¿cómo podemos llamar a esto?!

Y mientras Ibn Baz rechaza la teoría de la evolución, sin embargo, la admite sin saberlo, pues dice que el ser humano: “fue creado de esta tierra, Dios lo creó a su imagen, su altura era de sesenta codos, es decir, sesenta codos al cielo. Luego la creación comenzó a reducirse hasta ahora”. Más allá de que estas palabras están llenas de ignorancia y sean incorrectas, lo que me importa aquí es que Ibn Baz dice “que la estatura del ser humano cambió de sesenta codos hasta la estatura actual”, corroborando la teoría de la evolución; pues este cambio en el tamaño del cuerpo ocurre como resultado de las leyes de la evolución. Y repito que lo que dijo: “que la estatura del cuerpo del ser humano era de sesenta codos”, es falso e incorrecto, como lo que dijo: “que el cuerpo de Adán fue creado a imagen de Dios” es una antropomorfización inválida, y quien crea esto tiene retorcida la creencia.

No veo la necesidad de trascribir las demás declaraciones de los juristas wahabíes como Ibn Uthaymeen cuando insisten en que la teoría de la evolución es falsa, llamando infiel a quien la afirme, aunque no presentan ninguna evidencia científica de valor para invalidarla y esto no es raro en ellos, pues esta es la forma salvaje y brutal de los maestros wahabíes de llamar infieles a los demás y permitir a sus seguidores, carniceros y asesinos, masacrar a los demás. Esta es la mayor evidencia de que han sido derrotados ideológica, intelectual y científicamente, no tienen ninguna capacidad de comprender lo que plantea el resto de la humanidad, así como ninguna capacidad de responder de manera científica.

[1] Sitio oficial de Abdulaziz Bin Abdullah Ibn Baz. Fatawi Nur Ala Ad Darb: “Teoría (de Darwin) de la evolución del ser humano de los simios hasta el ser humano”. Número 17800. Disponible en: http://www.binbaz.org.sa/mat/17800


Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)