Según el texto religioso, Adán ha sido profeta. Entonces, cuando el cuerpo biológico con el cual se conectó el alma de Adán (con él sea la paz) estaba en un grupo de un nivel inferior de alma, ¿cómo vivía con ellos? ¿cómo se comportaba con ellos? ¿a dónde fue a parar ese grupo?
Respuesta:
Debe saberse que el cuerpo, para que el alma se conecte con él, debe estar listo para recibirla. Por lo tanto, el cerebro debe tener un volumen y una calidad adecuados, pues el tamaño del cerebro debe ser suficiente para un pensamiento, una consciencia y un razonamiento adecuados, es decir, de un volumen aproximado de 1400 ml, como nuestro cerebro. Lo mismo con respecto a la calidad, pues de este tamaño deben haber evolucionado, de forma adecuada también, sus células, su composición y su corteza.
Si este es el caso con respecto al grupo en el que nació Adán (con él sea la paz), entonces definitivamente será un grupo pensante, tendrá la facultad de la consciencia y hasta el entendimiento entre ellos. Por consiguiente, Adán (con él sea la paz) puede ser como un profeta enviado a un pueblo que Dios ha creado, después de que ellos hayan pasado a tener la capacidad de conocer a Dios al nivel del mensaje con el que fue enviado Adán. Así que el alma de Adán (con él sea la paz) descendió, se conectó con el cuerpo y los invitó a adorar a Dios, Glorificado y Altísimo. Luego Adán, su pareja y quienes habían tenido fe con ellos se aislaron, como hicieron Abraham (con él sea la paz) y su esposa cuando se aislaron de su pueblo y emigraron después de haberles invitado a Dios y haber sido rechazados. Luego Dios quiso que Adán (con él sea la paz), su descendencia y quienes les apoyaban, predominen sobre este grupo y que este grupo se extinga, aunque después de un período de tiempo —en la época de Noé (con él sea la paz) por ejemplo— después de que este grupo había logrado una protección significativa para Adán (con él sea la paz) y su descendencia, durante cierto período de tiempo. El Corán dice: {Ciertamente, Dios eligió a Adán, y a Noé, y a la familia de Abraham, y a la familia de Imrán, sobre los mundos}.[1] Las narraciones indican que hubo un profeta enviado a un pueblo que conocía algunas cuestiones espirituales antes de ser enviado pero que no conocía el camino con el que Dios daba testimonio de su sucesor en Su Tierra, que es el camino de la visión mencionado en el Corán. Lo más correcto es que esto se aplique a un pueblo anterior al envío de los profetas de la descendencia de Adán. Solo podría ser un pueblo al cual se haya enviado al primero de los profetas de nuestro género humano que fue Adán (con él sea la paz).
De Al-Hasan Bin Abdurrahman, de Abul Hasan (con él sea la paz), que dijo: [Anteriormente, al principio de la creación, los sueños no existían, sino que se han producido. Y dije: ¿Y qué hay en ello? Dijo: Dios Poderoso abrigó su recuerdo enviando un mensajero a la gente de su tiempo para que les invite a adorar a Dios y a obedecerle. Y ellos dijeron: Haciendo nosotros eso, ¿qué habrá para nosotros? ¡Por Dios!, que tú no tienes más bienes que nosotros ni tribu más respetable que la nuestra. Y él les dijo: Si me obedecéis Dios os hará entrar al Paraíso y si me desobedecéis Dios os hará entrar al fuego. Entonces dijeron: ¿Y qué es el Paraíso y el fuego? Y él se los retrató. Entonces dijeron: ¿Cuándo nos ocurrirá eso? Entonces les dijo: Cuando muráis. Y ellos dijeron: Ya hemos visto a nuestros muertos convirtiéndose en huesos y restos. Y más lo trataron de mentiroso y lo menospreciaron. Entonces Dios Glorioso y Excelso provocó sueños en ellos y ellos fueron a él, informándole lo que habían visto y lo que habían negado. Y él les dijo: Ciertamente Dios, Glorioso y Excelso, quiso poner esto como un argumento contra vosotros. Así estarán vuestros espíritus cuando muráis. Al desgastarse vuestros cuerpos, los espíritus han de ser conducidos al castigo, hasta que resuciten los cuerpos.].[2]
Está claro en la narración que el pueblo mencionado no conocía nada de la conexión espiritual con el cielo. Si tenían culto y adoración, era de un nivel inferior al nivel adánico que conocemos entre nosotros. Adán era un profeta y su descendencia conocía estas cuestiones y las trasmitían entre ellos, así que es imposible que un pueblo de los hijos de Adán no tuviera una idea, por mínima que fuera, de las visiones, del Paraíso y el fuego, y de que hubo quienes les invitaron, que eran Adán y los albaceas. Esto hace que el asunto se limite a Adán y que el pueblo al que él invitó haya sido el primer pueblo al que se le invitó a adorar a Dios, Glorificado sea, según el método religioso adánico.
Del Comandante de los Creyentes (con él sea la paz): [Dios Bendito y Altísimo dijo: {Ciertamente, Yo soy el que pone en la Tierra un sucesor} que será mi autoridad en la Tierra para mi creación… y exterminaré a los nasnas de mi Tierra y la purificaré de ellos].
[1] Sagrado Corán, sura «Al-Imrán» (La Familia de Imrán), 33.
[2] Fuente: Al-Kulayni – Al-Kafi, vol. 8, pág. 90.
Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)