Lamentablemente, la mayoría de los juristas de las tres religiones abrahámicas (la judía, la cristiana y la islámica) enfocaron la teoría de Darwin como la enfocaron con su predecesor Galileo. Y así como, con el correr de los días, la teoría de la traslación de la Tierra de Galileo terminó en la tragedia terrible de los juristas de las religiones que la combatían derramando sangre de científicos mientras se acumulaba la evidencia de la traslación de la Tierra hasta terminar con imágenes de la Tierra orbitando en el espacio, asimismo ahora, con el correr de los días, la evidencia científica de la evolución, como la evidencia genética, se ha acumulado hasta el punto de que negar la evolución se ha vuelto una necedad y una terquedad repugnante. Pero muchos juristas de las religiones confían en la ignorancia de los que los escuchan y les siguen. Y lamentablemente hasta ahora sacuden sus cabezas con un “no” a la evolución, a la evidencia genética, a la evidencia de la anatomía comparada, a la evidencia de los animales descubiertos y sus estudios, y, sobre todo, a los fósiles en cadena hasta llegar a los seres que caminaban erguidos sobre dos patas, hace apenas unos millones de años. Toda esta evidencia de los biólogos es más que suficiente para demostrar la evolución. Es ahora una realidad científica que se enseña en las escuelas y las universidades. Los biólogos ya no buscan evidencias para demostrar la evolución, sino que investigan los mecanismos de la evolución y la historia de la evolución, y aún con esto, muchos juristas de las religiones continúan rechazando la evolución sin ningún argumento ni evidencia científica. ¡Y no bastándose con rechazar la evolución algunos de ellos llaman infieles y a derramar la sangre de los que afirman la evolución!
De forma general, presentaremos el tema de la evolución y sus evidencias, aunque brevemente, pero ojalá que quienes se hacen llamar científicos de religión, al rechazar la evolución, ofrezcan una teoría alternativa compatible con los hechos científicos demostrados por la genética, la anatomía comparada y los fósiles. Ojalá también dieran una mirada al pez pulmonado y al pez anfibio, y nos dijeran: ¿Acaso este pez evolucionó del pez acuático o no?, y ¿cuál es la evidencia de vuestras opiniones? Además: deberían determinar la edad de vida humana desde la creación de Adán (con él sea la paz) hasta hoy, pues esta es una cuestión importante y el tiempo debe ser compatible con sus tesis al negar la evolución y los hechos científicos descubiertos de la historia del Homo en la Tierra. Pues ahora se sabe científicamente y sin ninguna duda que los seres humanos presentes son Homo sapiens. El origen del Homo sapiens se conoce, la historia del éxodo del Homo sapiens saliendo de África se conoce y el camino de su éxodo se conoce también. Entonces quien niegue la evolución debería darnos una fecha aproximada al menos de la creación de Adán. Además, el lugar en el que vivió primero, y no hay problema en que sea un lugar aproximado, desde luego que las fechas deberían estar basadas en los textos religiosos que ellos afirman que niegan la evolución, y así se encontrarán desenredando el hilo que ellos mismos tejieron con sus manos, se encontrarán sin ningún argumento ni evidencia que no sea el engreimiento y la soberbia del ser humano con declaraciones como: “que la evolución dice que el ser humano desciende del simio”.
Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)