• Categoría de la entrada:La ilusión del ateísmo
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La lengua sumeria se diferencia de las lenguas semíticas que existieron en la Mesopotamia. Esta diferencia representa un problema —al determinar el origen de los sumerios— que ha hecho suponer a muchos investigadores y especialistas un origen lejano de los sumerios; como la India, Asia Oriental o incluso Europa. Sin embargo, algunos de los primeros especialistas como Joseph Halévy y de los últimos como el doctor Nael Hanoun[1] han llegado a otro resultado. Algunos de ellos consideraban que la pregunta acerca del origen de los sumerios era una pregunta equivocada, ya que el doctor Nael Hanoun concluyó en que la presente escritura sumeria fue inventada por los acadios durante los primeros intentos de escritura y trascripción de la lengua cuneiforme. Por consiguiente, los sumerios son los acadios (los babilonios y los asirios) y no otro pueblo, es decir, que los sumerios acadios son semitas.

«La investigación de Thorkild Jacobsen demostró la ausencia de cualquier conflicto entre los sumerios y los acadios sobre la base de diferencias nacionales. Esto es a pesar de la inevitabilidad de un conflicto así al disputar por la soberanía en una región de espacio y recursos limitados, como la antigua Mesopotamia, que carecía de fronteras naturales que separaran sus tierras para que coexistan las dos naciones. Podemos resumir los resultados más importantes alcanzados por Jacobsen en su investigación como sigue:

Primero: el conflicto entre los diferentes grupos humanos en la antigua Mesopotamia no se debió a diferencias nacionales. Más bien, se debieron a desacuerdos políticos y territoriales.

Segundo: los textos cuneiformes no mencionan en ningún momento ni un solo caso de conflicto o guerra entre los sumerios y los acadios, aun cuando se les considera dos nacionalidades diferentes. Más bien, estaban en ciudades separadas, o estados civiles separados, con un sentido distinto de pertenencia nacionalista de los residentes de cada una de las dos ciudades.

Tercero: cualquier investigación sobre las diferencias entre los sumerios y los acadios sólo puede referirse al uso del lenguaje, nombres de personalidades y cultos religiosos. No puede referirse a diferencias étnicas o elementos antropológicos naturales —tales como color de piel, rasgos y tipo de cabello y demás— ya que es imposible monitorear tales diferencias en primer lugar.

Las conclusiones más importantes sacadas por Ignace Jay Gelb en su estudio puede resumirse como sigue:

Primero: la evidencia antropológica confirma que los esqueletos descubiertos desde el período más antiguo en Babilonia pertenecen a la rama conocida como la Rama Oriental del Mar Mediterráneo. Esto significa que se parecen a esqueletos de las tribus beduinas de la península arábiga y del desierto de Sham. Además, no se encontró ningún esqueleto del tipo cabeza redonda específico de los pueblos de Asia Central, ya que se suponía que Asia Central habría sido el primer hogar de los sumerios.

Segundo: la investigación confirma la importancia de las evidencias extraídas de los nombres de las antiguas ciudades descubiertas por Landsberger y esbozadas arriba. La esencia de esta evidencia es que los nombres de grandes ciudades antiguas del sur de Iraq no eran sumerias.

Tercero: los nombres de las personalidades acadias aparecen junto a las personalidades sumerias en los textos cuneiformes, incluso en ciudades que aparentemente eran sumerias durante períodos sumerios. Los nombres de los reyes de la primera dinastía que gobernaron después del Diluvio eran en su mayoría acadios. Esto se basa en cómo se identifican los reyes sumerios. De los 23 reyes cuyos nombres fueron mencionados en esta dinastía, no hubo más de seis nombres sumerios. En ciudades como Shuruppak y Ur, los nombres de los acadios han aparecido en textos desde el antiguo Período Dinástico Arcaico.

Cuarto: la mayor parte de nuestra información acerca de los reyes del Período Dinástico Arcaico, que se cree que sean sumerios, se deriva de textos compuestos en lengua sumeria durante el Período Babilónico antiguo, no durante los supuestos períodos sumerios.

Quinto: en sus primeras etapas, la escritura no se limitaba a la supuesta región sumeria del sur de Iraq. Más bien, se propaga a lo que se conoce como región acadia —la región norte del sur de Iraq— durante el período similar al período protoliterato.

Sexto: los textos acadios comenzaron a aparecer en el tercer Período Dinástico Arcaico, el cual es considerado uno de los períodos de la soberanía sumeria antes de que Sargón de Acadia estableciera su estado. Durante el período de este estado, los textos reales y los nombres de los años eran bilingües. Los textos religiosos y económicos por otra parte, estaban en sumerio o acadio. En la región de Diyala, la cual está lejos de lo que se cree que es la región sumeria, la lengua sumeria fue usada para transcribir acuerdos. En el Período Babilónico Antiguo, los babilonios utilizaban la lengua sumeria —así como la lengua acadia— para la inscripción.

Séptimo: en el estudio léxico de la lengua sumeria se muestra la existencia de dos grupos de términos: el primero incluye los términos sumerios, mientras que el segundo incluye una gran cantidad de palabras tomadas prestadas de una lengua no-sumeria.

Octavo: se encontró que una gran cantidad de caracteres cuneiformes tenían significación fonética en la lengua sumeria. Los hablantes sumerios los utilizaban, pero estos caracteres no tenían significación simbólica que indique un significado asociado a ellos. Los investigadores les han dado el nombre de “kakasiga”. La existencia de estos caracteres, o códigos lingüísticos, indica que se derivaron de palabras que pertenecían a una lengua no-sumeria.

Noveno: las sílabas simbólicas sumerias de igual significado difieren en una región de la otra a través del sur de Iraq, o E HUL. Esto se expresa de manera diferente en las regiones del norte del sur de Iraq, utilizando las sílabas simbólicas SAG GIS RA. Algunas herramientas precedentes y lingüísticas fueron usadas en algunas regiones, mientras que fueron rechazadas en otras.

Décimo: la escritura acadia influenció a la escritura sumeria en una manera no menos perceptible que la influencia lingüística oral. Esto indica que los acadios estaban relacionados con la escritura cuando fue inventada. Por ejemplo, se hallaron sílabas en la escritura sumeria que se derivan de palabras acadias como la sílaba “id” derivada de la palabra acadia “idu” que significa mano, la sílaba “pu” derivada de la palabra acadia “pu” que significa boca, y la sílaba “iz” derivada de la palabra acadia “isu” que significa bastón. También hay palabras sumerias que se derivan de palabras acadias y luego mutaron en sílabas simbólicas con el mismo significado. Ejemplo de esto son “sam” (precio) y “hazi” (hacha).

En los setenta, Taha Baqir planteó una cuestión importante relacionada con los sumerios. Rechazó la tendencia de algunos investigadores de atribuir características físicas a los sumerios mediante estatuas y obras de arte. Explicó que las características visibles en las estatuas humanas fueron influenciadas por las técnicas artísticas y los estilos que predominantemente siguieron en la escultura. Las apariciones y formas de estas estatuas de individuos o no, en realidad, representan diferencias étnicas o características específicas de los sumerios y acadios. Es más, representan el atuendo apropiado para la posición de la persona descripta. El punto de vista de Baqir está corroborado por el hecho de que estas características, que los investigadores atribuyeron a las estatuas de los sumerios, también aparecen en estatuas de pueblos de regiones lejanas de la supuesta región de los sumerios, como Mari (Tel al-Hariri en Siria). Además, encontramos que las formas de las personas en estatuas atribuidas a los sumerios de la Era Dinástica Arcaica difieren de las famosas estatuas del Príncipe Gudea (el sumerio) que vivió alrededor del 2.200 A.C.

Es claro por lo ya mencionado que la hipótesis respecto a la existencia de un pueblo sumerio —el cual ha sido probado mediante la existencia de la lengua y los nombres sumerios de las personas— plantea más preguntas que respuestas. También está claro para nosotros que la lengua es la única prueba de la existencia de los sumerios como pueblo que vivieron con o que precedieron a los acadios en el sur de la Mesopotamia. Incluso en términos de escritura, ha quedado claro que los estudios científicos sólidos no aceptan la opinión de que la escritura sea invento de los sumerios. A partir de este punto, nos inclinamos a creer que no hubo personas étnicamente diferentes a los llamados acadios. Tenemos suficientes razones para decir que los acadios crearon la lengua sumeria con el propósito de transcripción, antes de que pudieran inventar un método para transcribir la lengua acadia en sí. Vemos esto cuando la lengua sumeria se formó primero y no podía ser usada como discurso, como lo explicaremos a su debido momento. No obstante, la lengua sumeria ayudó a los acadios a llegar a las sílabas después de las etapas pictóricas y simbólicas. Las sílabas eran la única manera de transcribir los textos de la lengua acadia utilizada en el discurso, y los métodos pictóricos y simbólicos no podían ser usados para transcribir la lengua porque se llenaron de conjugaciones, derivados y un vocabulario abundante. De esta manera, sólo era posible utilizando sílabas. Si no se hubieran inventado métodos pictóricos y simbólicos para transcribir una lengua que originalmente fue hecha para la transcripción, no hubiera sido posible llegar a las sílabas. Lo que nos llevó a esta opinión fue trabajar para compilar el lexicón sumerio de las lenguas acadia, sumeria y árabe, del cual el primer volumen fue publicado en Bagdad en 2001. Después de completar el primer volumen y comenzar a trabajar en volúmenes posteriores que incluyen los términos, empezó a quedarnos claro que una gran cantidad de términos sumerios y sílabas simbólicas fueran hechas por primera vez entre la mitad del segundo milenio y la mitad del primer milenio. Esos son más de cinco siglos después de la hipotética desaparición de los sumerios. Este hecho nos llevó a concluir que estos términos fueron hechos por los mismos acadios. Si los acadios fueron los que hicieron los términos sumerios en ese tiempo, ¿qué nos impide creer que ellos hicieron los términos y las sílabas antes que ellos? ¿Qué podría hacernos pensar que eran incapaces de crear reglas de escritura para controlar la formación de estos términos en los textos, tal como los textos que conocemos como sumerios?

Además de lo mencionado, a través de la investigación de este tema hemos obtenido una vasta evidencia que sostiene la hipótesis que hemos hecho».[2]

Los sumerios o acadios tuvieron la civilización y la cultura más antigua de auténtico valor documentado hasta ahora, y tuvieron la religión organizada más antigua y reconocida hasta ahora. Si observamos la religión como si fuera solo una historia cultural, las tres religiones divinas, la judía, la cristiana y el islam, serán un mero transporte de la religión sumerio-acadia influida por esta, nada más. El relato de la creación, del Diluvio de Noé, las historias, los ejemplos, los altos valores éticos, el comportamiento trascendente de algunos individuos, los actos de adoración, la súplica y el ruego a la divinidad, son todas cosas presentes en la religión sumeria.

Además, las tres religiones abrahámicas, la judía, la cristiana y el islam, se remontan por origen a Abraham (con él sea la paz), que vino de Sumeria.

Sobre la base de que los sumerios poseen la civilización y la cultura terrestre más antiguas de valor reconocido, se considera que los antiguos sumerios o el pueblo que desciende de los sumerios representan el origen del cual se propagaron los hijos de Adán y su cultura por toda la Tierra. Los sumerios han descripto en las tablillas de arcilla a sus antepasados como a “los de cabeza negra”. Esto concuerda con lo demostrado científica y recientemente, que el origen de los Homo sapiens dispersos ahora por la Tierra eran africanos.

Las primeras civilizaciones que surgieron no mucho después de los sumerios eran civilizaciones que rodeaban la región de los sumerios, para las cuales, los sumerios representaban un centro. Esto significa íntegramente que se expandieron a regiones circundantes y que establecieron sus civilizaciones allí, o al menos, que su civilización y cultura se expandió y se desplazó.

Por lo tanto, la cultura de los sumerios (los acadios) apareció de repente, sin premisas, y fue una cultura muy avanzada y peculiar. Este claro salto civilizador y cultural de los sumerios representa un claro indicador de la entrada de algo nuevo en la ecuación, que hizo que —el hombre— pase de un trato egoísta, animal e injusto a una disposición de trato moral, justo, altruista y humano —independientemente de que construya una civilización material.

La única explicación razonable de esto y lo que respaldan los descubrimientos arqueológicos es el ingreso de la religión en la ecuación. La explicación religiosa de este cambio civilizador es la única correcta y verdadera, respaldada por los restos arqueológicos que han confirmado que estos valores vinieron con la religión, o con Adán y los profetas. Cuando el alma de Adán (con él sea la paz) se conectó con este cuerpo físico dotado de una biología egoísta, esta alma entró a la ecuación y esta alma buena trasmitió de Dios los altos valores morales como el altruismo. Los demás hombres creyeron que estos hechos eran un resultado evidente que percibieron en sus almas y comenzaron a luchar contra el yo mediante el altruismo, logrando este resultado bueno y bendito cuya belleza paraliza hasta a los ateos, quienes han comenzado a predicar el altruismo y no pueden decir algo distinto a esto, a pesar de que su predecesora y quien lo trajo, fue la mayor enemiga de los ateos, que es la religión divina.

Si combinamos la historia de los sumerios que llegó hasta nosotros en las tablillas de arcilla con el texto religioso, llegaremos a la conclusión de que los sumerios o habitantes de la Mesopotamia no son sino los herederos de la civilización y la cultura de Adán (con él sea la paz) y de Noé (con él sea la paz), “Utnapishtim”, aunque fuera en un período muy antiguo de la historia que llegó hasta nosotros gracias a los restos arqueológicos y las tablillas de arcilla.

Ilustración 17: Mapa de Sumeria, Acadia y Elam

Fuente:[3] Wikimedia

Ilustración 18: Mapa de la Mesopotamia

Fuente:[4] Wikimedia

Ilustración 19: Mapa de Sumeria y Acadia

Fuente:[5] Enciclopedia de Historia Antigua – Ancient History Encyclopedia

Los mapas están ordenados para dar también una imagen adecuada del proceso de retroceso del agua que dejó el salto hidráulico de la inundación que inundó el valle formando el golfo actual y provocando el desplazamiento de los primeros sumerios (o como se los quiera llamar) desde valle hasta las regiones del sur de Iraq y su asentamiento en las costas entre los 8 y 15 mil años a.C. Luego construyeron pueblos y ciudades, y expandieron su civilización al resto del mundo como al norte de África.

[1] El doctor Nael Hanoun, investigador iraquí (1952). Recibió su título de licenciatura en arte antiguo en la universidad de Bagdad (1976), una licenciatura en escritura cuneiforme en la universidad de Toronto, Canadá (1982) y un doctorado en filosofía de la lengua acadia y su literatura en la universidad de Toronto, Canadá (1986). Ha enseñado en universidades iraquíes entre ellas la universidad de Bagdad y la universidad de Kufa, y por último ha enseñado en la universidad de Damasco. Tiene numerosas publicaciones y ha publicado el primer lexicón árabe de las dos lenguas, sumeria y acadia.

[2] Fuente: Dr. Nael Hanoun – Realidad de los sumerios – Estudios de antropología y textos cuneiformes, págs. 29-32.

[3] Disponible en: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Sumer3.jpg

[4] Disponible en:

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Basse_Mesopotamie_DA.PNG

[5] Disponible en: http://www.ancient.eu.com/image/359


Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)