En general se sabe que Al-Azhar, que representa la creencia sunníes ashari y mataridi, rechaza la teoría de la evolución. Y estas son algunas de las declaraciones de un graduado de Al-Azhar, que afirma que con esto refuta la teoría:
Del libro Al-aqida fi Allah (La creencia en Dios) del Dr. Umar Suleiman Al-Ashqar:[1]
Al-Ashqar empieza explicando lo que entendió de la teoría de Darwin o teoría de la evolución, diciendo:
«Darwin explicó el proceso de evolución y cómo es:
1- La selección natural: los factores de desaparición causan la aniquilación de los organismos débiles y frágiles y la subsistencia de los organismos fuertes. Esto es a lo que llaman las supuestas leyes de “la supervivencia del más apto”, así perdura el organismo fuerte y saludable que transmite sus características fuertes a su descendencia, y se acumulan las características fuertes con el correr del tiempo ubicando una característica nueva en el organismo. Esta es “la abiogénesis” que hace que el organismo avance con estas características emergentes hacia un organismo superior, y así continúa la evolución, y esto es el desarrollo».[2]
Respuesta: la teoría de la abiogénesis es una teoría que explica el origen de los primeros replicadores y cómo surgieron en la Tierra, y la teoría de la abiogénesis no tiene ninguna relación con las características de los seres vivos o con las leyes de la selección natural, pues la temática de la teoría de la abiogénesis es la manera en que surgió la primera proteína o el primer auto replicador capaz de multiplicarse y que representa el comienzo más simple de la vida. Con respecto a la evolución de los seres vivos y la trasmisión de sus características nuevas durante el proceso de evolución, no se llama “teoría de la abiogénesis”, sino que es el proceso de evolución y desarrollo. Y en cuanto a la aparición de un nuevo organismo durante el proceso de evolución, por llevar características suficientes como para separarse de sus parientes, se llama especiación o diversificación.
Y las sorpresas nunca cesan de personas como este Ashqar que indagan en una ciencia de la que nada saben. Pues hasta es incapaz de distinguir entre la teoría de la abiogénesis y la teoría de la evolución, y de distinguir entre desarrollo y especiación. ¡Luego viene a decir que la teoría de la evolución es falsa y que se dispone a refutarla!
Ashqar dice después:
«El Profesor Nabil George, uno de los confiables de esta ciencia dice: que la selección natural, por esta razón, no sirve para explicar la doctrina de la abiogénesis o la doctrina de la evolución, porque sólo explica la desaparición del que no es apto y el surgimiento de las ventajas heredadas entre los miembros, y los que hablan de mutaciones, pretenden que el animal que no tenía un ojo, tenga un ojo de repente, por la acción de algunos rayos.
Algunos especialistas han demostrado que los rayos X provocan cambios en el número de genes, pero el efecto de los rayos provoca cambios en algo que ya existe, no hace aparecer lo que no existe. El número de genes de los simios difiere del número de los genes del ser humano, y los rayos no afectan sino a los genes ya existentes; entonces ¿cómo podrían estos rayos, que no tienen intelecto ni conciencia mental, concebir el intelecto para que el ser humano se distinga con éste, de los simios y demás animales?
Ciertamente, los rayos afectan a los genes de un modo más probable a deformarlos que a mejorarlos como sucede con los rayos atómicos. Y además está el desacuerdo de la ciencia genética con la teoría de Darwin, pues ciertamente la experiencia la ha anulado, pues los judíos, y los musulmanes después de estos, han estado circuncidando a sus hijos, pero esto no ha causado que sus hijos hayan nacido, con el correr de los años, ya circuncidado. Y de este modo, mientras más avanza la ciencia, más se demuestra la falsedad de la teoría de Darwin».[3]
Respuesta: aquí otra vez, plantea una comprensión equivocada de la teoría de la evolución, pues dice: “y los que hablan de mutaciones pretenden que el animal que no tenía un ojo, tenga un ojo de repente, por la acción de algunos rayos”. Estas palabras son incorrectas, pues el ojo, según la teoría de la evolución, no llegó a existir de repente, sino que al principio hubo células que detectaban el ambiente del ser vivo, que se especializaron en detectar la luz, luego se multiplicaron, se curvaron, se encogieron para abrir una entrada a la luz y después se formó el ocular. Así hasta llegar al ojo que conocemos hoy, atravesando pasos muy pequeños y acumulativos, que ocurrieron durante millones de años y numerosas generaciones.
En cuanto a su planteamiento sobre la cuestión de la circuncisión, pues esto significa que no ha entendido nada de la teoría de la evolución, pues no tiene ninguna relación la circuncisión o las costumbres con la teoría de la evolución. Pues la evolución ocurre como resultado de la existencia de una característica genética favorable que adquiere el organismo, y la circuncisión no es una característica genética, sino que es un procedimiento quirúrgico que un pueblo acostumbra practicar. Las costumbres y los procedimientos quirúrgicos no se heredan, sino que son las características genéticas las que se heredan y, por consiguiente, tienen un efecto en la evolución.
¡Vaya por Dios!, que alguien que no entiende nada de la teoría de la evolución escriba luego un libro para refutarla y que encima lo considere una respuesta científica. No hay poder ni fuerza sino en Dios.
Y dice Al-Ashqar:
«La teoría no se sostiene por los hechos:
1- Si la teoría fuera cierta veríamos muchos animales y al ser humano empezando a existir por el camino de la evolución y no a través de la reproducción solamente. Aunque la evolución requiera de un largo tiempo, esto no significa que no viéramos a simios convirtiéndose a imagen de Adán en instancias consecutivas.
2- Si aceptamos que las condiciones naturales y la selección natural han desarrollado a un simio en un hombre —por ejemplo— no podríamos aceptar nunca que estas condiciones hayan dictaminado también que habría una mujer para este hombre para continuar la reproducción y la subsistencia, con un equilibrio entre ambos.
3- La capacidad de adaptación que vemos en criaturas como el camaleón, que cambia de color según el lugar, es una capacidad inherente de la formación de las criaturas, que ha nacido con ella, y en algunas está en abundancia y en otras apenas está presente. En todas las criaturas hay limitaciones que no pueden superar. Pues la capacidad de adaptación es una característica innata, no una característica desarrollada que se haya formado por el medio ambiente como pretenden los partidarios de la teoría, sino el medio ambiente hubiera forzado la adaptación a las rocas, a la tierra y otros objetos inanimados.
4- Las ranas se diferencian del ser humano en su capacidad de vivir en tierra firme y en el agua, tal como se diferencian las aves en su capacidad de volar y moverse con rapidez sin ayuda de una máquina, y tal como el olfato del perro que es más sensitivo que el olfato del ser humano, entonces, acaso, ¿el olfato del perro es más avanzado que el olfato del ser humano?
¿Acaso las ranas y las aves son más avanzadas que el ser humano en algunos sentidos?
Como el ojo de los camellos, de los caballos o de los asnos que ven en el día y en la noche igualmente, mientras que el ojo del ser humano es incapaz de ver en la oscuridad. El ojo del águila es mucho más preciso que el del ser humano, ¿entonces el águila o el asno son más avanzados que el ser humano? Y si tomamos la autosuficiencia como característica base de superioridad como es el caso de los estados, entonces las plantas superan al ser humano y a todos los animales, porque ellas producen su propio alimento y el alimento para otros, sin necesidad de nutrirse de otros.
Y si tomamos el tamaño como base de superioridad, entonces los camellos, los elefantes y los enormes animales prehistóricos serían superiores al ser humano».[4]
Respuesta: Al-Ashqar cree que el ser humano actual, el Homo Sapiens, ha evolucionado del simio moderno cuando no es así, sino que hay un origen en común, compartido entre los humanos y los grandes simios actuales. Por causa de su ignorancia o falta de entendimiento de la evolución, pide que el simio actual evolucione en un ser humano, porque él imagina que es lo mismo que ha evolucionado en el pasado hasta el ser humano, cuando ocurrió la separación entre el ser humano y el simio actual, hace millones de años. Es decir, que los grandes simios actuales y el ser humano comparten un mismo origen, pero tienen ramas diferentes de ese origen. Por eso científicamente es imposible imaginar que un simio evolucione, a partir de los simios actuales, hasta ser humano; porque, en primer lugar, han recorrido un camino evolutivo diferente al camino evolutivo del ser humano hace millones de años, así que es prácticamente imposible imaginarlos regresando sobre el rastro de la evolución, hasta el punto de separación, para volver a recorrer el mismo camino de la evolución del ser humano.
En cuanto al origen del cual se separó el chimpancé y evolucionó el ser humano, pues no se encuentran simios de éste ahora, excepto el ser humano actual, el Homo Sapiens. Por si alguien pregunta por qué no evolucionan todos los simios en humanos, la realidad es que la evolución ya se consumó, ya se realizó hasta el ser humano actual e igualmente a las demás especies. En cuanto a la cuestión de si la evolución continúa ahora, pues sí, continúa en la naturaleza, pero casi no es visible, debido a que tenemos vidas cortas —para muchos organismos— y debido al largo ciclo de vida de estos organismos. Sin embargo, es visible para nosotros debido a que algunos insectos, por ejemplo, tienen ciclos de vida cortos. Pues hemos visto insectos evolucionar y cambiar en gran medida sus características en la naturaleza. Estos hechos están demostrados y cualquiera puede verificarlos.
En cuanto a quien pida que evolucione una hembra como dice, pues esto es de verdad el designio de la ignorancia; porque la evolución ocurre en toda una especie, pues uno de los pilares de la evolución es la reproducción y la trasmisión de los genes a la siguiente generación. Cuando ocurre una mutación, por ejemplo, el enderezamiento de las piernas de una hembra, ésta se trasmite a su descendencia, ya sean de machos o hembras. Asimismo, si ocurre una mutación en un macho, éste la trasmitirá a su descendencia, ya sea de machos o hembras. Estas mutaciones son mutaciones pequeñas, que no expulsan al individuo de su especie, como para que tenga que buscar una pareja que tenga la misma mutación para procrear con él, cuando aún tiene la capacidad de procrear con los demás miembros de su especie que no tienen esa mutación. Cuando la mutación es una característica favorable, la selección natural la establece y al final, los que la poseen, terminan dominando de forma completa a la especie.
Además, no hay evolución sin reproducción. Entonces, ¿cómo puede imaginarse que ocurra la evolución de los machos sin las hembras, hasta que haya una separación de especies de machos sin hembras, como para que Ashqar pida que evolucione una hembra después de la evolución del macho? Por Dios, que es un desastre que estos respondan a la teoría de la evolución con tal despreciable ignorancia.
En cuanto al tercer punto, pues revela claramente la ignorancia de Ashqar sobre la evolución hasta el más lejano de los límites, pues el hombre apenas entiende algo del tema al cual se dispone a refutar.
En cuanto a su comparación de los sentidos que algunos organismos tienen con los que tiene el ser humano, pues no sé por qué encuentra tan sorprendente que algunos animales tengan mecanismos sensoriales más avanzados que los de su equivalente en el ser humano. Esta es una cuestión indiscutible y no tiene ninguna controversia, pues los murciélagos poseen un sistema de sonar que no posee el ser humano y el águila posee una vista que no posee el ser humano, entonces ¡¿acaso está en desacuerdo con estos hechos científicos empíricos y anatómicos?!
«Y así la enseñanza colonial impuso esta teoría después de destrozar su religión en los programas de estudios. La presentó con el atuendo de “científica” hasta poder convencer a los estudiantes de la validez de esta teoría para infundirles en sus mentes un desacuerdo entre la ciencia que inventaron y la religión, para que los hombres no crean en su religión.
Es suficiente que el lector sepa que por medio de esta teoría se han desviado muchos hijos del islam de su religión. Por eso los colonialistas procuraron enseñar esta teoría a los hijos de los musulmanes en nuestras escuelas al tiempo que las leyes americanas prohibían enseñar esta teoría en las escuelas desde el año 1935.
Pero Europa, después de haber triturado su religión corrompida volvió a anunciar que la teoría de Darwin que utilizaron en la batalla para sostener su postura no era un hecho científico y que no era más que una teoría, cada vez que han avanzado más las ciencias, más ha quedado demostrada su falsedad».[5]
La teoría de la evolución es una teoría científica. Es ahora la única teoría considerada en todas las universidades prestigiosas y en los centros de investigación de todo el mundo para explicar la vida terrestre. Las universidades europeas y americanas enseñan la teoría de la evolución hasta hoy y ni las universidades europeas, ni las americanas, ni ninguna universidad científicamente valorada ha dejado de enseñar la teoría de la evolución, así que ¡no sé de dónde sacó Ashqar esta mentira, de que hayan anunciado que “la teoría de la evolución, cada vez que han avanzado las ciencias, más ha quedado demostrada su falsedad”!
Y la realidad es que lo opuesto es lo correcto, pues los avances en genética han demostrado la teoría de la evolución con evidencias científicas fuera de debate hasta de forma moderada, por ejemplo, los retrovirus y la fusión del cromosoma 2 en el ser humano.
[1] El Dr. Umar Suleiman Al-Ashqar (1940-2012), un erudito sunni, recibió su doctorado en la Facultad de Sharía de la Universidad de Al-Azhar. Fue profesor en la Facultad de Sharía de la Universidad de Kuwait, más tarde ejerció como profesor en la Facultad de Sharía de la Universidad de Jordania de Amman, Jordania.
[2] Fuente: Al-Ashqar, Al-aqida fi Allah (La creencia en Dios), 1999, pág. 85.
[3] Fuente: Al-Ashqar, Al-aqida fi Allah (La creencia en Dios), 1999, pág. 89.
[4] Fuente: Al-Ashqar, Al-aqida fi Allah (La creencia en Dios), 1999, pág. 90.
[5] Fuente: Al-Ashqar, Al-aqida fi Allah (La creencia en Dios), 1999, págs. 92-93.
Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)