En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo
La alabanza a Dios, Señor de los mundos.
La paz sea con vosotros y la misericordia de Dios y su bendición
Me gustaría contaros lo que me pasó un día.
Un día, vi al sheij Haidar Az-Ziadi, que Dios lo proteja, y parecía preocupado y dolorido. Entonces le pregunté cuál era el problema y me dijo: «Es lo que veo que te ocurre cuando enfrentas a esos ignorantes que engañaron a los hombres como los engañó la doctrina del predicador serpiente». Entonces le pregunté sobre esa historia y el sheij Haidar, que Dios lo proteja, me contó: «En un pueblo rural había un predicador (un hombre de religión) que leía a la gente en la mezquita y a veces les mentía. Cuando la educación empezó a progresar, el gobierno envió a un profesor al pueblo para que enseñe a la gente a leer y a escribir. Entonces cuando el predicador oyó esto, pensó que si la gente aprendía a leer y escribir, leerían los libros y sabrían que él les había estado mintiendo y así, ya no lo respetarían y perdería su trabajo. Así que decidió engañar a la gente. Reunió a la gente y al profesor que el gobierno había enviado para enseñarles a leer y escribir, y dijo a la gente: “Este profesor no sabe leer y escribir, ¿cómo va a enseñaros a vosotros y a vuestros hijos?” Entonces el profesor le dijo: “¿Cómo es que no sé leer ni escribir si estoy graduado del instituto de enseñanza?” Entonces el predicador dijo: “Ahora veremos y la gente juzgará.” Entonces le dio un lápiz al profesor y una hoja de papel y le pidió que escriba “serpiente”, y el profesor escribió la palabra correctamente con nueve letras. Entonces, el predicador dibujó una serpiente en otra hoja de papel y mostró las dos hojas a la gente que no sabía ni leer ni escribir y les dijo: “Vosotros sois los jueces, ¿cuál de las dos es una serpiente?” Entonces la gente dijo que la serpiente estaba en la hoja del predicador, y él les dijo: “¿No os dije que este profesor no sabía leer ni escribir? Expulsadlo, ya que no es útil.” Y ellos hicieron como él les dijo y expulsaron al profesor».
Espero que esos que se hacen llamar “referentes religiosos” o “predicadores serpiente” no tengan éxito conmigo esta vez y no puedan pasar su truco a la gente, haciendo que sigan en la ignorancia.