La paz sea con vosotros y la misericordia de Dios y Sus bendiciones
Hay un refrán popular que dice: “El escarabajo dice: mi madre es perfumista”. Su significado es que el escarabajo que se alimenta de excremento, dice “mi madre está en la venta de perfume”, es decir, niega el olor desagradable que emana de ella a causa del excremento y afirma que lo que huele de ella es un perfume fragante.
Los problemas de Iraq no se resolverán este jueves.
Los problemas de Iraq no los resolverán quienes los causaron.
El ladrón no se responsabiliza ni dice “soy ladrón”, por eso veis que cada uno de ellos insiste en que es honesto y al mismo tiempo pide que rindan cuentas los ladrones.
Reemplazar a algunos ministros con otros que tengan títulos académicos no resolverá los problemas de Iraq. Por ejemplo, leí que uno de los que quieren reemplazar es el ingeniero Baqir Yabr, que es ingeniero civil y ministro de transporte, por lo que reemplazarlo con un tecnócrata significa reemplazarlo con otro ingeniero civil.
¿Y esto resolverá los problemas de Iraq?
Las soluciones de ellos son —solamente— mantener la situación como está por otros magros años, en los que los nuevos baazistas disfruten y el pueblo oprimido sufra.
A todo iraquí de honor le dedico estos versos del poeta iraquí Badr Shákir As-Sayab.
“Casi puedo oír a Iraq acopiando truenos,
acumulando relámpagos en llanuras y montañas,
tanto, que cuando los hombres quiten su sello
no dejarán los vientos de Zamud
rastro alguno en el valle.
Casi puedo oír a las palmeras bebiendo la lluvia
y oír a las aldeas gimiendo, y a los emigrantes
peleando con velas y remos
contra las tormentas del golfo, y el trueno, cantando:
“Lluvia, …
lluvia, …
lluvia, …”.
Y en Iraq hay hambre.
Esparce el grano en él la temporada de cosecha
para saciar a cuervos y langostas,
y muele el trigo la piedra
de un molino de mano girando en los campos… rodeados de gente.
Lluvia, …
lluvia, …
lluvia, …
Y cuántas lágrimas derramamos la noche de la partida
diciendo luego —por temor a ser reprochados— que era la lluvia…
Lluvia, …
lluvia, …
Y desde niños, el cielo
se nubla en invierno
y a cántaros llueve.
Y cada año —cuando reverdece la tierra— pasamos hambre.
No ha pasado un año en Iraq en el que no haya habido hambre».