Pregunta 17: ¿Cuál es la razón de haber elegido a los profetas, enviados e imames (a) de entre todos los demás y de distinguirlos con la infalibilidad?
Respuesta: cuando Dios Glorificado y Altísimo extendió entre sus manos —Glorificado sea— a los hijos de Adán y los sermoneó: {… ¿No soy Yo vuestro Señor? …},[1] los dividió en grupos según sus respuestas:
El primer grupo: son los que vieron la luz detrás de los velos, y respondieron con un “sí” antes de que la pregunta llegara a sus oídos. Este grupo se dividió en varios grupos, según el número de velos detrás de los cuales vieron la luz.
Aquellos son los que atravesaron los velos de luz y alcanzaron el yacimiento de grandeza.[2] El Comandante de los Creyentes (a) dijo: «Dios mío, dispón para mí la perfección del retiro a Ti, ilumina la visión de nuestros corazones con la luz de observarte hasta que la perspicacia de los corazones traspase los velos de la luz y alcancen el yacimiento de grandeza, para que nuestros espíritus queden suspendidos de la gloria de tu santidad».[3]
El segundo grupo: son los que vieron la luz después que esta traspasara los velos, y respondieron con un “sí” después de que la pregunta llegara a sus oídos. También este grupo se dividió en varios grupos según la celeridad en escuchar y responder. Estos grupos son: los libres.
Luego viene el grupo de los siervos: son los que dijeron “sí” después de escuchar la palabra “sí” de otros.
Luego el grupo de los hipócritas: ellos dijeron “sí”, pero en sus corazones había duda de lo que habían escuchado.[4]
Luego el grupo de los infieles: son los que no dijeron “sí”.[5]
Los profetas, los enviados y los imames (a) son del primer grupo, que han visto la luz detrás de los velos; porque no giraron ni a la derecha ni a la izquierda, sino que prendieron sus espíritus a la asamblea más alta, limitaron sus miradas a la emanación divina, así pues, no se distrajeron de Dios Glorificado y Altísimo. Y ellos (a) también tienen diferentes grados. Entre ellos está quien ha concentrado toda su existencia en observar el aspecto de la emanación divina y entre ellos está quien ha sido menos que esto. Cada uno de ellos (a) ha recibido según lo que ha dado y ha visto de los signos de su Señor según su afán por observarlos.
{Y que no hay para el hombre sino lo que ha procurado * y que su afán será visto * luego, ha de retribuírsele con la retribución completa * y que hacia tu Señor está el fin}.[6]
En aquel mundo todos los hijos de Adán son libres de elegir. Cada uno de ellos posee la naturaleza con la que Dios creó a los hombres. Cada uno en pos de su voluntad restringió su mirada ya sea a la luz para convertirse en uno de los cercanos, o ya sea a la oscuridad para llegar a ser de los compañeros de la Gehena. Así que los profetas, los enviados y los imames (a) son los que eligieron a Dios Glorificado restringiendo sus miradas a la luz y Dios Glorificado los eligió.
En cuanto a la infalibilidad: pues es de diferentes grados y no solo uno como algunos imaginan. Cada uno de los profetas, enviados e imames (a) se distingue con uno de los grados de infalibilidad según su propia elección.[7] Así que el infalible es quien se protege con Dios de los actos prohibidos por Dios Glorificado y Altísimo.
En Maani al-Ajbar: de Hisham que dijo: dije a Abu Abdulá (a): «¿Cuál es el significado de lo que decís: “que el Imam no es sino un infalible”? Y él dijo: “El infalible es el que se abstiene por Dios de todo lo prohibido por Dios. Dijo el Exaltado: {y quien se aferra a Dios ya ha sido guiado a una senda recta}[8]”».[9]
Abu Abdulá As-Sadiq (a) dijo: «El infalible es el que se aferra a la cuerda de Dios, la cuerda de Dios es el Corán y el Corán guía hacia el Imam, como dijo el Exaltado: {Ciertamente, este Corán guía a lo que es más excelso}[10]».[11]
[1] Sagrado Corán – sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 172.
[2] De Daud Ar-Raqqi, de Abu Abdulá (a) que dijo: «Cuando Dios (a) quiso hacer a las criaturas las creó y las expandió entre sus manos. Luego les dijo: “¿Quién es vuestro Señor?”. Los primeros en pronunciarse fueron el Mensajero de Dios (s), el Comandante de los Creyentes y los Imames, las bendiciones de Dios sean con todos ellos, que dijeron: “Tú eres nuestro Señor”. Entonces los hizo llevar la ciencia y la religión. Luego dijo a los ángeles: “Estos son los portadores de mi religión y mi ciencia, son mis administradores en mi creación y son los encargados”. Luego dijo a los hijos de Adán: “Reconoced que de Dios es el Señorío y que a estos se les debe obediencia y lealtad”. Entonces dijeron: “Sí, Señor nuestro, lo recocemos”. Y Dios (a) dijo a los ángeles: “Sed testigos”. Y los ángeles dijeron: “Somos testigos”. Para que no dijeran mañana “ciertamente, de esto estábamos desatentos” ni dijeran “ciertamente, han asociado nuestros padres antes y nosotros somos descendientes después de ellos. ¿Acaso pues vas a destruirnos por lo que han hecho los falseadores?”. Oh, Daud, ellos han sido confirmados en el pacto», Bihar al-Anwar, vol. 5, pág. 244.
[3] Fragmento de Al-Munaya Ash-Shaabanía (La confidencia de Shaabán). Véase Iqbal Al-Aamal, pág. 687.
[4] De Ibn Miskán, de Abu Abdulá (a) sobre lo que dijo: «{Y cuando tomó tu Señor de los hijos de Adán, de sus lomos, a la descendencia de ellos, e hizo que atestiguaran sobre sus almas: “¿Acaso no soy Yo vuestro Señor?” Dijeron: “Sí, somos testigos”}. Dije: “¿Esto fue presencial?”. Dijo: “Sí. El conocimiento se consolidó y ellos olvidaron la escena, pero la recordarán. Si no fuera así ninguno sabría quién lo creó y lo proveyó. Así pues, entre ellos hubo quien lo reconoció con su lengua en la Diseminación pero no creía en su corazón. Entonces Dios dijo: ‘Así pues, no habrían de creer en lo que habían desmentido antes’”», Bihar al-Anwar, vol. 5, pág. 237.
[5] De Abu Yafar, de su padre, de su abuelo (a): el Mensajero de Dios (s) dijo a Alí (a): «Tú eres aquel al que Dios puso como argumento al principio de su creación, cuando los levantó como espectros y les dijo: “¿No soy Yo vuestro Señor?”. Dijeron: “Sí”. Él dijo: “¿Muhammad es Mensajero de Dios?”. Dijeron: “Sí”. Él dijo: “¿Y Alí es el Comandante de los Creyentes?”. Entonces todas las criaturas en conjunto lo negaron solo por soberbia e insolencia con la lealtad a ti, excepto unos pocos, una minoría de unos pocos que son los compañeros de la derecha”», Bihar al-Anwar, vol. 24, pág. 2.
[6] Sagrado Corán – sura «An-Naym» (La estrella), 39-42.
[7] Y por ella hay una diferencia cualitativa entre ellos. Dijo el Altísimo: {Estos son los mensajeros. Hemos dado preferencia a unos sobre otros. Entre ellos hay a quien ha hablado Dios y ha elevado a algunos de ellos en grados. Y hemos dado a Jesús, el hijo de María, las evidencias, y lo hemos asistido con el Espíritu Santo…}, Sagrado Corán – sura «Al-Báqara» (La vaca), 253.
[8] Sagrado Corán – sura «Al Imrán» (La familia de Imrán), 101.
[9] Maani al-Ajbar del Jeque As-Saduq, pág. 132.
[10] Sagrado Corán – sura «Al-Isra» (El viaje nocturno), 9.
[11] Maani al-Ajbar del Jeque As-Saduq, pág. 132.
Extracto del libro Las alegorías vol. 1 de Ahmed Alhasan (a)