Pregunta 457: La paz sea con vosotros mi Sayed y Guardián, Albacea y Mensajero del Imam Al-Mahdi.

Disculpa por esta pregunta, pero quisiera una respuesta a ella; porque me ha generado una conflicto interno. ¿Acaso la religión islámica prohíbe el amor entre la mujer y el varón si fuera con la intención de matrimonio y compromiso oficial? ¿Acaso le está permitido a la mujer o le está prohibido? Pido disculpas por esta pregunta y os ruego, quiero que el Sayed Ahmed Alhasan responda a esta pregunta.

Remitente: Una estudiante de la Universidad de Iraq

Respuesta: En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo

Y la alabanza a Dios, Señor de los mundos. Y que Dios bendiga a Muhammad y a la familia de Muhammad, los Imames y los Mahdis y les dé paz en entrega.

Dios Glorificado y Altísimo ha legislado una ley para la relación emocional y sexual entre la mujer y el varón por su condición de macho y hembra, que es el contrato matrimonial, el cual requiere de dos testigos del contrato o un anuncio después del contrato si no hubiera testigos… Esto es para garantizar los derechos de la mujer y el fruto de la unión de los seres humanos hembra y macho…

Dios sabe que intentaré aconsejarte a ti y a toda muchacha creyente para que quizás pongáis vuestros pies en el camino correcto que os garantice una vida buena y honorable.

Lo que tú llamas amor, es algo que en realidad no va más allá de una cuestión de admiración por la imagen, la apariencia o algunos comportamientos y palabras, la mayoría de los cuales no son genuinos, son fingidos y están lejos de la verdadera personalidad de la mujer o el varón. Y para que sepas que es una mera admiración por la apariencia, algunas de la cuales no son genuinas, observa la realidad exterior, pues no quiero decir más de lo que dice la realidad exterior y lo que han dicho las investigaciones y los estudios inductivos de la realidad exterior, que muestran mediante la inducción de la realidad exterior que lo que se llama amor o relación de amor entre la mujer y el varón termina en un período no muy largo después del matrimonio o después de la cohabitación conyugal como es hoy en occidente. En el mejor de los casos no vas más allá de unos pocos años, mientras que el amor verdadero no puede terminar, no después de algunos años, ni siquiera después de la muerte y de la separación de este Mundo Temporal. Pues el amor verdadero, vivo y perdurable es el amor de Dios Glorificado y Altísimo; porque está unido al Viviente, al Perdurable, Glorificado y Altísimo. Por consiguiente, todo amor unido a este amor estará vivo por la vida de este amor verdadero. Así que el amor de una mujer por su esposo o el amor de un marido por su esposa por causa de Dios y obediencia a Dios, para que su esposa esté cerca de Dios y sea obediente a Dios será un amor vivo y verdadero, porque en realidad emana del amor de Dios… ¿Y en la mano de quién están los corazones y los da vuelta como quiere sino es Dios Glorificado y Altísimo? Pues Él es el que puede perpetuar un amor entre dos esposos construido sobre Su amor, Glorificado y Altísimo.

Por esto el Mensajero instó al creyente a procurarse una compañera de religión y a casarse con ella. Y así instó a la mujer, a procurarse un compañero de religión y a casarse con él. Que Dios te favorezca, sé honorable, digna, obediente a Dios Glorificado, el Generoso que no abandona a sus partidarios y tiene misericordia de ellos en el Mundo Temporal y en la Última. Pues Él es el que puede hacer que la creyente que se dirija a Él anhelando estar con Él, Glorificado y Altísimo, se case con un hombre creyente y compañero de religión.

En cuanto a las relaciones que se denominan amor antes del contrato de matrimonio y de casarse, en muchos de los casos son en realidad una causa de que la mujer pierda su dignidad, su honor y castidad. Así que la creyente honorable y digna debe alejarse de esto y poner su emoción y amor dirigidos hacia la persona creyente buena con la que se casa por contrato legal.

La creyente debe poner su confianza en Dios, encomendarse a Él y pedirle, Glorificado sea, que haga de aquel con quien se case un hombre verdaderamente complaciente con Él, para que así, viva con él en estos días que Dios le ha decretado en este Mundo Temporal, una vida honorable y digna llena de amor y afecto.

La paz sea con vosotros y la misericordia de Dios y Sus bendiciones.

Estos son algunos textos que resumen lo que han comunicado algunos sociólogos por estudios inductivos:

El sociólogo americano William Robinson, basado en una investigación sobre un conjunto de historias de amor, dice: “que la hipotética duración del amor es de nada más tres años después del matrimonio”. Y dice: “cuando el amor llega al final de su hipotética duración se convierte en una luz tenue, y podría requerir casi un año hasta que una de las partes de la relación amorosa se de cuenta de esta realidad envuelta por la vida compartida”.

Y dijo: “que la química cerebral que controla el proceso de amor sigue generando cargas y cargas de amor y energía emocional durante tres años. Luego estas cargas se detienen, como si fuera una batería que se ha agotado y cuya carga ya no se puede recargar. Luego la relación establecida sobre el amor se convierte en una relación de calidez y fidelidad”.

La profesora Cindy Hazan de la Universidad de Cornell, en Nueva York, realizó un estudio inductivo de una muestra de cinco mil varones y mujeres de 37 culturas diferentes a nivel mundial, del mundo desarrollado y subdesarrollado. El estudio consistía en un conjunto de pruebas psicológicas y biológicas para medir el nivel de amor entre dos personas enamoradas, y el resultado fue el siguiente: “que no existe un amor que pueda durar toda una vida, pues el estudio confirmó que el amor solo pervive con la relación íntima por un período de cuatro años como máximo, y luego muere”.

Ahmed Alhasan

Finales de Safar, 1431 H.


Extracto del libro La respuesta clara a través del éter de Ahmed Alhasan (a)