Dios Glorificado y Altísimo respondió en el Sagrado Corán a aquellos que dijeron que Dios Glorificado tiene un hijo que se ha separado de Él, o que ha nacido de Él, o que ha emanado de Él en el sentido de ser una divinidad absoluta emanada de otra divinidad absoluta; o que dicen que el ser humano creado puede elevarse hasta unirse con la divinidad absoluta, es decir que la realidad de este ser humano sea ser la divinidad absoluta; porque se ha unido con la divinidad absoluta. Según este pensamiento, la divinidad absoluta ha descendido a la humanidad con un cuerpo, o a los hombres en un ser humano como ellos y que este ser humano es hijo de Dios.

La realidad es que esta propuesta teológica adoptada por los eruditos inoperantes es falsa, pero Dios Glorificado y Altísimo por su misericordia se ha dirigido a ellos y les ha hablado hasta en los detalles conceptuales de esta creencia, pues vemos al Altísimo detallándoles y mostrándoles los defectos de su creencia.

Dijo el Altísimo: {Creador de los cielos y la Tierra ¿Acaso habría de tener un hijo sin tener compañera? Y ha creado todas las cosas, y Él es Omnisciente}, sura «Al-Anaam» (El ganado), 101.

{¿Acaso habría de tener un hijo sin tener compañera?}: No pueden responder de ninguna manera o forma a esta refutación completa, con la que Dios les ha hablado; ya que significa: vosotros decís que Él ‒Glorificado y Altísimo‒ tiene un hijo, y que este hijo es una divinidad absoluta (es decir, que es absolutamente completo y autosuficiente, que no necesita de nadie). Y si decís: que ha emanado de Él, del Único Glorificado y Altísimo, significaría que el hijo es exactamente igual al padre ‒aparte del hecho de que la verdad simple y absoluta jamás puede ser múltiple‒ ¡¿y qué significado y sabiduría tendría esta manifestación, sin ninguna distinción, diferencia o contraste concebible?! ¡¿O acaso estáis diciendo que el Padre no es sabio por emanar de sí o engendrar un hijo suyo que no le es de ningún beneficio para Él, glorificado sea, ni para cualquier otra persona?!

Si decís que hay alguna distinción, diferencia o contraste ‒como dicen los cristianos hoy en día, que las hipóstasis están diferenciadas– entonces debería haber una segunda divinidad, {…compañera …}, para que el hijo emane de los dos, y no sería igual a ninguno de los dos, porque habría emanado de los dos juntos. ¡¿Acaso decís que hay otra divinidad (compañera) que precedió al Hijo?![1]

Sabed que si habláis de la existencia de un hijo debéis hablar de la existencia de otra divinidad (una compañera) antes de él, de lo contrario, ¿cómo podéis hablar de la existencia de un hijo (una deidad absoluta que habría emanado de Él) sin la existencia inicial de la otra deidad absoluta (una compañera) junto a Él, el Glorificado y Altísimo? La existencia de otro dios absoluto (una compañera) junto a Él Glorificado y Altísimo es, inicialmente, imposible; porque la Divinidad Absoluta es una verdad simple y absoluta, y no puede ser múltiple, {¿Acaso habría de tener un hijo sin tener compañera?}.

Dijo el Altísimo: {No ha tomado Dios ningún hijo, y no hay junto a Él ninguna divinidad. Si así fuera, se iría cada divinidad con lo que ha creado y se elevarían unas sobre otras. Glorificado sea Dios sobre lo que le atribuyen} sura «Al-Muminun» (Los creyentes), 91.

Es decir, que si acomodáis lo que imaginais de la existencia de las tres hipóstasis (o los tres orígenes) de esta manera, habláis de la existencia de un Padre (Dios, Glorificado y Altísimo), de la existencia de otra divinidad absoluta compañera (el Hijo), y luego de la existencia de una tercera divinidad absoluta (la tercera hipóstasis), el Espíritu Santo, que habría emanado de ellas dos, entonces estáis hablando de la existencia inicial de una segunda divinidad absoluta junto a Dios, Glorificado y Altísimo. ¿Y hay diferenciación entre ambas o no? Es decir, ¿ambas son una?

Quien elija que ambas son una se enfrenta a la refutación anterior; porque lo que emane de ambas es idéntico a cada una de ellas, y quien elija diferenciarlas habrá negado la divinidad absoluta de la segunda por debido a su inferioridad, porque sólo puede diferenciarse con la perfección absoluta, {… y se elevarían unas sobre otras. Glorificado sea Dios sobre lo que le atribuyen}.

Los eruditos inoperantes han invertido su naturaleza humana y se han puesto patas arriba. Dijeron que Dios tiene un hijo, Glorificado sea Él sobre lo que inventan, {«¿No son de sus mentiras, que digan: ۝ «ha engendrado, Dios»? Y son mentirosos}, sura «As-Saffat» (Los que se enfilan), 151-152.

Pues regresaran a la naturaleza de Dios y reflexionaran en los signos de Dios se habrían salvado de esta perdición evidente y habrían evitado hablar de lo que no saben. Las palabras de un hombre que habla de lo que no sabe son mentiras, {Y son mentirosos}. Dijo el Altísimo: {Y has de advertir a quienes han dicho: «ha tomado, Dios, un hijo» ۝ No tienen de ello ningún conocimiento, ni sus padres. Graves son las palabras que salen de sus bocas. No dicen sino mentiras}, sura 18, «Al-Kahf» (La caverna), 4-5.

Además: Dios, Glorificado y Altísimo, les ha refutado su principio de la multiplicidad de la divinidad absoluta desde su base, sean cual fueren sus creencias:

Dijo el Altísimo: {Han dicho: «ha tomado, Dios, un hijo». Glorificado sea. Él es Autosuficiente. De Él es lo que hay en los Cielos y lo que hay en la Tierra. No tenéis ninguna autoridad en esto. ¿Decís sobre Dios lo que no sabéis?}, sura «Yunus» (Jonás), 68.

{Han dicho: «ha tomado, Dios, un hijo». Glorificado sea. Él es autosuficiente}: este principio es la refutación contra aquellos que hablan de una multiplicidad de la divinidad absoluta –ya sea por la profecía o por otra forma que fantasía que se desvía del camino llano‒ es que Dios ha depositado en la naturaleza del ser humano lo que le da la capacidad de distinguir entre la sabiduría y la necedad, {y le infundió su inmoralidad y su devoción}, sura «Ash-Shams» (El Sol), 8. Cualquiera que se sirva de esta escala juzgará que hablar de una multiplicidad de la divinidad sin ninguna diferenciación es una necedad y que no hay ninguna sabiduría en ello. Por lo tanto, solo queda hablar de diferenciación, la cual queda refutada por una sola frase: {Glorificado sea. Él es Autosuficiente}. Lo que distingue a la divinidad sólo es la compleción y la necesidad e imperfección de todo lo demás, así que queda refutado decir que otras cosas aparte de Él sean divinidades absolutas.

En cuanto a la cuestión del desarrollo del ser humano, Dios ha creado al ser humano y ha depositado en él la naturaleza que lo capacita para su desarrollo hasta convertirse en los nombres de Dios, en la imagen de Dios, en la manifestación de Dios y ser Dios en la creación. Pero no importa cuánto progrese, nunca será una divinidad absoluta ni un autosuficiente absoluto, sino que continuará siendo una creación y un necesitado de Dios, Glorificado y Altísimo, {Casi su aceite alumbra sin que lo toque ningún fuego. Luz sobre luz. Guía Dios a su Luz a quien quiere}, sura «An-Nur» (La luz), 35. Casi alumbra por sí misma, tal como una divinidad absoluta. Por lo tanto, todos los demás aparte de Él son su creación y son pobres ante Él, Glorificado y Altísimo, {No es de Dios el tomar un hijo. Glorificado sea. Cuando decide un asunto, ciertamente, le dice: «Sea», y es}, sura «Mariam» (María), 35.

Esta refutación anterior que dice el Sagrado Corán, es suficiente para el que oiga y sea testigo.

En cuanto a que hablen de que Él es único y sólo uno, además de hablar de tres hipóstasis distinas e independientes que, según la creencia de ellos, una envía a la otra, y que digan que hay una relación entre ellas, como la relación de filiación o paternidad…, etc., pues ellos saben que es una necedad;[2] de lo contrario, ¿cómo se reconcilia unicidad de la unidad con su multiplicidad, con su división y con la diferenciación de sus partes, aunque no las llamen partes?

Si rechazamos todo lo anterior, esta aclaración es suficiente para aclarar su falsedad si usan la razón:

Dios es una luz en la que no hay oscuridad, y todos los mundos de la creación son luz mezclada con oscuridad y existencias que aparecieron por la manifestación de su luz, Glorificado sea, en las tinieblas. Por eso no puede considerarse que Dios se haya alojado en una criatura o que se haya manifestado plenamente en una criatura en los mundos de la creación ‒como dicen de Jesús y del Espíritu Santo‒; porque esto significaría que no permanece, sino que desaparece, cuando lo único que permanece es la luz sin oscuridad, es decir, que la creación no permanece, sino sólo Dios Glorificado, que es luz sin oscuridad. Por eso decimos y repetimos que Muhammad oscila entre la divinidad, el Yo y la humanidad. Resalto esto para que nadie imagine que Dios ‒que es luz sin oscuridad‒ se aloja en los mundos de la creación. Dios está muy por encima de eso. La cuestión es obvia y clara, pues la manifestación completa de una luz sin oscuridad en los mundos de la creación significaría la disolución y la extinción de ellos. No quedaría de ellos ningún nombre, ni forma, ni significado, es más, sólo quedaría Dios, la luz sin oscuridad, pues Dios está por encima de eso.

[1] Esto también es algo natural e intelectual. La verdad simple y absoluta no puede separarse de algo diferente a ella o distinto a ella. No puede tener divisiones, o partes, o varios orígenes, o hipóstasis como ellos las llaman sin diferenciar, porque esto significaría que es una verdad compuesta y no simple. Algo compuesto implica una carencia y niega la autosuficiencia. Por lo tanto, para que se separe algo distinto de una verdad simple y absoluta debe haber otra verdad simple y absoluta, y esto es imposible; porque la verdad simple y absoluta es una sola y no puede ser múltiple.

[2] Es por eso que siempre se los encuentra diciendo: que la Trinidad no es racional y que no se concibe por medio de la razón, pero que deben creer en ella.


Extracto del libro El decimotercer discípulo y El monoteísmo de Ahmed Alhasan (a)