• Categoría de la entrada:La ilusión del ateísmo
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Que el espíritu habría sido soplado en un cuerpo que ya habría evolucionado sobre esta Tierra. Esta tesis explica que la creación de Adán consiste en dos etapas. Una etapa de la creación del humano a partir del barro, es decir, la creación del cuerpo humano a partir de los elementos de esta Tierra, directamente como criatura erguida sobre dos patas y capaz de evolucionar. Imaginan que con esto explican la historia de los hallazgos de los fósiles del ser humano que abarca millones de años, pero rechazan cualquier vínculo evolutivo entre esta historia de los fósiles y lo que la ha precedido como historia de la vida animal terrestre y lo que fue anterior a esto.

Imaginan que después de la finalización del proceso de evolución en el humano que habría sido creado directamente del barro, estaría la segunda etapa: el soplo del espíritu en este cuerpo humano completo que habría tenido facultades lingüísticas y técnicas, siendo Adán (con él sea la paz), el primer ser humano.

Esta idea fue planteada por el doctor Abdul Sabur Shahin en su libro Mi padre, Adán – Historia de la creación entre el mito y la realidad.

Él cree que los antepasados del ser humano fueron creados por separado, así como las demás especies según su entendimiento. Reconoce la evolución, pero únicamente dentro de los límites de una sola especie o un solo grupo. Esta opinión no es científica, pues la evolución, dentro de los límites de una sola especie o un solo grupo, llega finalmente, sin importar el tiempo, a la especiación y a producir otras especies, pues la especiación es un resultado del proceso de evolución, y, de hecho, este planteo representa un gran defecto en lo que planteó el doctor Abdul Sabur, ya que dice:

«Ya ha caído la idea de la evolución creadora. Nosotros decimos que es una idea, y no una teoría, a pesar de que la gente fue seducida por esta teoría durante varias décadas… ha caído con todas las otras ideas relacionadas con ella, ha triunfado la verdad de la creación independiente que ha sido establecida por la religión, así como confirmada por la ciencia, pues el ser humano no ha sido sino un hombre desde que es, y no un simio. Ni el pez ha sido sino un pez en su mundo acuático. Y todo esto no ha sido sino según la voluntad divina absoluta y un éxito de su capacidad».[1]

Estas palabras son deplorables. Lamentablemente, las repiten mucho algunos hombres de religión citando a fulano o a mengano, aunque fueran meras frases poco científicas que no se basan en ninguna investigación científica firme ni son adoptadas por ningún centro de investigación o universidad prestigiosa. No sé en dónde ha caído científicamente la teoría de la evolución. Oh Dios, ¿no ha sido en la imaginación de los soñadores ilusionados? No es sino una teoría sólida, científicamente establecida con muchas evidencias. Es reconocida por todas las universidades científicas prestigiosas y los centros de investigación de prestigio de todo el mundo. No existe ninguna refutación digna de atención contra esta teoría. Es más, este asunto ha quedado resuelto después de que la ciencia ha llegado a la investigación genética avanzada a fines del siglo XX y ya nadie la pone en duda excepto quienes ignoran lo que ha logrado la genética.

El Dr. Abdul Sabur en la explicación de su idea, dice:

«Dijo el Altísimo: {Y os ha creado en etapas}. Desde el punto de vista histórico, etapas puede referirse a los períodos prolongados por los cuales atravesó la creación del género humano y a las variaciones en las etapas de asentamiento, formación y soplo del espíritu de Dios. {Y puso para vosotros el oído, la vista y el sentido}, desde un punto de vista físico puede referirse a las etapas que vinieron directamente después de eso, por lo que el Corán dice del embrión y de las etapas en {el paradero firme} que es el vientre de la madre. Así que lo que menciona la sura de “Los creyentes” constituye una respuesta a la pregunta resultante por la mención de las etapas en la sura de Noé… ¿qué son estas etapas?… Y la respuesta llega en la sura setenta y cuatro, “Los creyentes”. donde el Altísimo dijo: {y hemos creado al ser humano de un extracto de barro}. El versículo aleja al intelecto de la posibilidad de integrar los dos procesos en uno solo. Pues el ser humano ha sido creado de un extracto tomado del barro, es decir, que no es creado directamente del barro. En cuanto al hijo directo del barro, pues es el padre del género humano y esto fue hace millones de años. Este es el significado expresado por la sura setenta y cinco, “La prosternación”, lo cual es un importante anexo para responder a la pregunta suscitada del significado de “etapas” en la sura setenta y uno… Dios Glorificado y Altísimo dice: {El que hizo bien cada cosa que creó y comenzó la creación del ser humano de barro * Luego, hizo su prole de un extracto de agua insignificante * Luego le dio forma y sopló en él de su espíritu…} La prosternación. Así pues, la creación del ser humano “comenzó de barro”, es decir, el comienzo del género humano. Luego Dios tomó un extracto de esto, “de un extracto de agua insignificante”. Luego la finalización y el soplo del espíritu. Así pues, fue el ser humano, el fruto acabado al final… a través de escarpadas etapas históricas antiguas».[2]

«Realidad incuestionable: que entre el género humano y el ser humano hay una generalidad y una particularidad absoluta, pues “género humano” es un término general para toda criatura que se ve sobre la superficie de la Tierra y camina sobre dos patas, erguido. Y “ser humano” es un término particular para cada miembro del género humano al que se le ha encargado conocer a Dios y servirle. Así que todo ser humano es del género humano, pero no todo miembro del género humano es ser humano. Por supuesto que el primer significado con en el que se usan las palabras “género humano” en los versículos del Corán es el que se manifiesta, o el que se desempeña con bondad y belleza».[3]

«Y podemos determinar junto a los antropólogos, que la Tierra conoció esta creación que apareció sobre su superficie hace millones de años. La ciencia difiere en las estimaciones dependiendo de la edad de los fósiles y del resultado de los análisis científicos. Los científicos han denominado a esta criatura por equivocación o negligencia, hombre. Y dicen “hombre de Pekín”, “hombre de Java”, “hombre de Kenia” u otras denominaciones que aluden a las etapas de formación del género humano, según lo absoluto del Corán. El uso de la palabra “hombre” al describirlos no es sino de forma general, como se utilizan las palabras “ser humano” para referirse al “género humano” de forma general también. De otro modo, la correcta pronunciación en el lenguaje del Corán, que debería utilizarse para referirse a estas criaturas antiguas que señalan los fósiles es “género humano”, así que debe decirse: “género humano de Pekín”, “género humano de Java”, “género humano de Kenia” y “género humano de Neandertal” … etc. En cuanto a “ser humano”, según la noción del Corán, no es sino aquella criatura encomendada con el monoteísmo y la adoración, ni más ni menos, y es la que comienza con la existencia de Adán (con él sea la paz). Adán, por esto, es “el padre del ser humano” y no “el padre del género humano”. No hay ninguna relación entre Adán y el género humano que desapareció antes que él como preparación para la aparición de la nueva progenie humana, oh Dios, excepto por esa relación general o conmemorativa, considerando que él es de la progenie de ellos».[4]

El resumen de su tesis es que hubo una criatura creada directamente del barro, que caminaba erguido sobre dos patas hace varios millones de años y que era un miembro del género humano. Luego esta criatura habría evolucionado en su forma y habría tenido una capacidad intelectual y un lenguaje primitivo. Luego se habría soplado en ella el espíritu en particular y se habría desarrollado, convirtiéndose en el primer ser humano que fue Adán. En esta tesis él intenta solucionar la problemática de la oposición de la tesis religiosa clásica predominante con la ciencia, de forma flagrante y execrable, pues ya no hay debate sobre lo que científicamente se ha establecido, que la historia de los antepasados del ser humano actual abarca millones de años, que su origen es de África y que evoluciona en etapas sucesivas.

El doctor Abdul Sabur intenta resolver la problemática admitiendo que esta prolongación de varios millones de años es la historia de los antepasados del ser humano reciente, o en particular, de los antepasados que caminaban sobre dos patas. También reconoce la evolución, pero dentro de los límites de esta prolongación. Rechaza que el ser humano haya tenido alguna conexión con un antepasado o un origen más lejano que el antepasado que caminaba sobre dos patas. Y rechaza que haya un solo origen del cual comenzó toda la vida sobre esta Tierra como lo ha determinado la biología evolutiva y lo han establecido los estudios genéticos. Al contrario, Abdul Sabur Shahin dispone que el ser humano ha sido creado como género humano varios millones de años antes y que luego evolucionó y se formó para ser finalmente, el primer ser humano, Adán (con él sea la paz), sin ninguna evidencia científica o debate científico de esta hipótesis que se opone a la biología evolutiva y a toda la evidencia científica, la cual ha demostrado que la cuestión del antepasado común se prolonga y que no se detiene hasta unificar toda la vida terrestre, que es la primera estructura química capaz de replicarse y que evolucionó luego en ARN, ADN, bacterias, luego células eucariotas, luego organismos vegetales y animales, compuestos de varias células.

A pesar de que Abdul Sabur Shahin y quienes le siguen intentaron resolver la problemática de la oposición entre una tesis religiosa ingenua de algunos juristas de las religiones y lo que se ha demostrado científicamente, aún la tesis de ellos contiene un defecto enorme, pues no concuerda en muchos casos con las connotaciones del texto religioso perentorio definitivo, además de que se opone en algunos casos a las cuestiones científicas establecidas, como se ve en la tesis del doctor Abdul Sabur.

Pues según estas tesis no existe interpretación lógica y razonable de los versículos y las narraciones que afirman que Adán, que fue creado del barro y del espíritu, ha sido creado en el Paraíso, {Entonces dijimos: «Oh, Adán, ciertamente, éste es un enemigo para ti y para tu pareja, así pues, no sea que él os haga salir a ambos del Paraíso y os desgraciéis»},[5] ya que ellos consideran que era un jardín terrenal y esto choca con muchos versículos y narraciones.

Ni hay explicación lógica y razonable de que Adán no sintiera hambre, ni desnudez, ni sed, ni insolación, a pesar de estar siempre en la Tierra desde el principio, según esta tesis, {«Ciertamente, para ti, no hay hambre aquí, ni desnudez * y ciertamente tú, no sientes sed aquí, ni insolación»}.[6]

Ni hay explicación lógica y razonable de la desnudez de Adán y la visibilidad de sus genitales, a pesar de que él habría sido terrenal siempre, según esta tesis, {Así pues, ambos comieron de él, y a ambos les aparecieron sus partes pudendas, y empezaron a coser sobre ambos, hojas del Paraíso. Y desobedeció Adán a su Señor y se descarrió}.[7]

Ni hay explicación razonable de la caída de Adán y Eva del Paraíso, {Dijimos: descended de él todos. Algunos de vosotros seréis para otros, enemigos. Y si viene a vosotros procedente de mí una guía, quien siga mi guía no ha de extraviarse ni sufrir.}.[8]

Ni hay explicación razonable de la caída de Adán a la Tierra para establecerse y vivir en ella después de su desobediencia, pues no es razonable que la salida y la caída que vinieron después sean de la Tierra hacia la Tierra, {Así pues hizo dar un paso en falso a ambos el demonio y les hizo salir de donde estaban. Descended, algunos de vosotros sois para otros, enemigos. Y para vosotros en la Tierra hay una morada y un disfrute hasta un plazo}.[9]

{Descended. Algunos de vosotros sois para otros, enemigos. Y para vosotros en la Tierra, hay una morada y un disfrute hasta un plazo}.[10]

Ni existe explicación de las narraciones que afirman que la imagen de barro de Adán estaba en la puerta del Paraíso antes de que fuera soplado el espíritu en él.

Los partidarios de esta tesis anularon completamente la existencia anterior de Adán del barro en el Paraíso. El comienzo de Adán según ellos fue cien por ciento terrenal, aunque los textos coránicos son claros en que el comienzo de Adán (con él sea la paz) fue celestial y en el Paraíso terrenal del primer cielo en particular, independientemente de que se vieran forzados de manera definitiva a negar el Mundo de la Diseminación mencionado en el Corán; porque en su tesis no hay lugar para el mundo de la Diseminación en lo absoluto, ¡ya que el comienzo de Adán (con él sea la paz), según ellos, fue en la Tierra!

No sé cómo podrían, por ejemplo, explicar estos versículos si les pidieran explicarlos, aunque fuera de algún modo aceptable, {Y cuando tomó tu Señor de los hijos de Adán, de sus lomos, a la descendencia de ellos, y les hizo dar testimonio con sus almas: «¿No soy Yo vuestro Señor?» Dijeron: «Efectivamente, hemos sido testigos». No sea que dijerais el Día del Levantamiento: «Ciertamente, de esto estábamos desatentos» * O dijerais: «Ciertamente, han asociado nuestros padres antes y nosotros somos descendientes después de ellos. ¿Acaso pues vas a aniquilarnos por los falseadores?»}[11]

Aalim Subait An-Nili en su libro El origen de la creación y el mandato de la prosternación planteó una tesis siguiendo la pauta de la tesis del doctor Abdul Sabur:

Según las palabras de Aalim Subait, él cree en la validez de la teoría de la evolución y no elabora ninguna restricción como lo hace el doctor Abdul Sabur. Al parecer por las palabras de Aalim Subait, él cree en la evolución y la selección natural conforme a lo previsto en la biología evolutiva y también acepta que Adán es el producto del soplo del espíritu en el cuerpo que produjo la evolución en esta Tierra. Así como el doctor Abdul Sabur Shahin diferenció entre el ser humano y el género humano, asimismo lo hizo Aalim Subait. Sin embargo, lo que el doctor Abdul Sabur consideró un discurso coránico orientado para encomendar al ser humano, Aalim Subait lo considera una ofensa, y, por ende, da vuelta la cuestión. Aalim Subait pone al ser humano como evolución para el género humano, y Adán, según el doctor Abdul Sabur, fue el primer ser humano que se convirtió, según Aalim Subait, en el primero del género humano.

«La arcilla es el extracto concentrado tomado del lodo, es una masa de materia colocada en una ley y en un enfoque modelado, y tiene la capacidad autónoma de protegerse, así como también tiene un poder autónomo que le ayuda a sobrevivir por medio de la división y la reproducción. Por lo tanto, la arcilla del lodo modelado es el primer elemento de la vida».[12]

«Encontrará que la hipótesis anterior, que es: “que la arcilla del lodo modelado es el primer elemento transportado por la vida que se desarrolló para originar al ser humano a través de las épocas y los eones”, es una hipótesis correcta en más de un aspecto».[13]

Aalim Subait, para resolver el problema de la contradicción de su hipótesis con las narraciones y los versículos que dicen que Adán fue creado del barro, elabora una hipótesis según la cual, Adán fue creado del barro y no de arcilla, puesto que el ser creado de arcilla es el ser humano que se desarrolla más tarde en el género humano y el género humano (Adán) es creado de barro. Adán, el género humano creado de barro, es un resultado de la intervención divina para acelerar el proceso de evolución mediante una selección forzosa.

Para resolver el problema de la contradicción de lo anteriormente dicho de la teoría de la evolución y la genética con lo que dijo el Altísimo: {ante un ser humano al cual has creado de arcilla procedente de un lodo moldeable} dijo: que el barro aquí no es el barro que conocen todos, sino que es una sustancia sólida y consistente que se desarrolló de la arcilla. Y para resolver la contradicción de su hipótesis con lo que dijo el Altísimo: {El que hizo bien cada cosa que creó y comenzó la creación del ser humano de barro}, dijo:

«{comenzó la creación del ser humano de barro}, lo cual entraña a prima facie un tipo de contradicción, pero aquí radica el milagro coránico, pues en la sura “Sad” también se menciona que procede del barro, así que la diferencia radica en los demás términos. Así pues, sus palabras {ciertamente, soy Creante de un humano de barro} son diferentes a sus palabras {y comenzó la creación del ser humano de barro}. Las primeras palabras están en pasado, pues habla de algo que pasará en el futuro, es decir, que es creador de un género humano de arcilla o de barro. Así que menciona la primera procedencia para mostrar la gran disparidad entre los dos casos, la cual demuestra la capacidad para cargarlo con el poder de desarrollarse, mientras que lo segundo habla de un acontecimiento anterior, completamente opuesto al primero en la forma de informar el acontecimiento, pues el primer ser bestial aún no había alcanzado la etapa de ser humano, sino que comenzó a ser humano en la etapa del barro. Desde un punto de vista, el término “barro” ratifica los dos casos de hecho. En cuanto al grado de pureza, se entiende por las otras participaciones verbales».[14]

Así continúa en una serie de absurdas suposiciones para salir de un problema y caer en otros, como un leñador en la noche que no sabe dónde va a caer el hacha.

«En la etapa del barro hay una fuente contraria, nótese el cambio en la descripción: {excepto Iblís que se ensoberbeció y fue de los infieles}. Lo hizo así de soberbio e infiel, porque creó el modelo para acelerar la evolución del mismo polvo cuando tomamos esta idea de introducir un elemento acelerador o modelo a seguir, puesto que es la única idea que resuelve los dilemas de las narraciones tradicionales de los infalibles (a) acerca del barro y el origen de la creación como se verá. Todo lo que ocurrió es que el polvo, esta vez era puro, sin mancha, como lo determinan las palabras en una de las narraciones, que el barro del cual fue formado era puro, sin mancha, a diferencia de la procedencia de la arcilla de un lodo modelado. No piense que aquí “mancha” se refiere a las impurezas habituales ni a este barro. Más bien, el barro fue llamado “barro” porque el origen lingüístico del barro son pedazos muy sólidos y particulares con cierta función. Más tarde fue descripto como barro por la fuerte unión entre sus elementos debido a la ausencia de cualquier impureza en esta pureza. La creación del género humano se completa directamente sin pasar por la etapa de ser humano. Así pues, nótese que es un barro sagrado, por eso es el único sitio adecuado donde crear este género humano en sí mismo sagrado por la conjugación en pasado “ha creado” …»[15]

«El barro en cuestión es el barro de Adán, una sustancia acorde y armoniosa en sus elementos desarrollada de la arcilla, no de otra cosa. Sin embargo, la mano divina intervino para acelerar su finalización y su desarrollo con especial atención, pues entraña a primera vista, un retraso en el desarrollo de este género humano de forma natural».[16]

En general, la idea o la tesis de que Adán sea el resultado de un espíritu soplado en la carne o en un cuerpo desarrollado por la evolución, es una idea equivocada e incorrecta. Además de que contradice a los versículos de la Diseminación, {Y cuando tomó tu Señor de los hijos de Adán, de sus lomos, a la descendencia de ellos, y les hizo dar testimonio con sus almas: «¿No soy yo vuestro Señor?» Dijeron: «Efectivamente, hemos sido testigos». No sea que dijerais el Día del Levantamiento: «Ciertamente, de esto estábamos desatentos»}, con el versículo de “os he creado de un alma sola”, {Oh hombres, guardaos de vuestro Señor, que os ha creado de un alma sola, y creó de ella a su pareja, y ha propagado a partir de ellos dos, varones en abundancia y mujeres. Y guardaos de Dios, por quien os pedís vosotros y los consanguíneos. Ciertamente, Dios es sobre vosotros un observador}, además de las narraciones sobre la gota que sale en el momento de la muerte y otros versículos y narraciones.

Es que esta tesis no puede dar una explicación lógica de la muerte y de lo que ocurre en ella cuando sale el alma o espíritu. Pues, ¿qué es esta alma o espíritu que sale del cuerpo en el momento de la muerte del ser humano? ¿Acaso es el espíritu soplado, un espíritu en particular que no todo ser humano tiene sino solamente el desarrollado, según esta tesis? ¿O es otra cosa? En realidad, no se encuentra otra cosa que se conecte con el cuerpo evolucionado sobre esta Tierra según esta tesis. Al mismo tiempo, la muerte del cuerpo no es sino un proceso de interrupción de las interacciones químicas que hacen funcionar a los órganos del cuerpo. La mera pérdida del cuerpo en sí misma no implica la salida real del alma, sino que es una simple cesación de interacciones, lo cual lleva a la interrupción de las funciones de los órganos y como resultado, del cuerpo en su conjunto.

Científicamente, el cuerpo evolucionado sobre esta Tierra es simplemente un cuerpo compuesto de sustancias químicas. Si quisiéramos resumirlo en palabras científicas podríamos decir: que el cuerpo de cualquier ser vivo, como el ser humano, consiste en una colonia de replicadores (ADN, ARN…) que posee los planos del mecanismo químico reactivo implementado para la supervivencia y la continuidad de las generaciones venideras, nada más.

Y aquí se menciona más de un problema contra la tesis presentada, que son problemas insuperables, entre ellos:

No es correcto encomendar a un cuerpo que no tiene un alma real calificada para una encomienda. Científicamente, el cuerpo del ser humano es simplemente una composición química como cualquier murciélago, pulpo o chimpancé. Entonces, ¿cómo es que se lo encomienda para luego pedirle cuentas o sancionarlo? ¿A quién se lo encomienda y se le pide cuentas?; ¡¿A un cuerpo compuesto de sustancias químicas reactivas que le hacen realizar algunas tareas?!

Si el soplo del espíritu es un mérito y un ascenso en rango, entonces no es correcto en principio, que se sople el espíritu en un cuerpo y no en otro, cuando consisten simplemente en mecanismos químicos que no están calificados como para ser encomendados y luego hacerles rendir cuentas a uno de los dos y recompensar al otro, pues esto va en contra de la justicia prescrita por el Creador Justo, Glorificado sea.

Mientras que encontramos a Aalim Subait diciendo:

«Desde la unión del cigoto hasta el instante de la muerte, cada uno de ellos ha recibido una cantidad muy diferente de este. Algunos mueren sin espíritu y otros nacen con un gran espíritu».[17]

¿Entonces cuál es el criterio para soplar el espíritu? ¿Es el trabajo y la obediencia? Ahora bien, no puede ser la obediencia de un mero cuerpo compuesto de sustancias químicas reactivas cuyas reacciones producen deseo, poder y vida de un cuerpo en forma de movimiento y funcionamiento de sus órganos. Científicamente, todas estas son fuerzas físicas que se explican completamente de forma física y no necesitan considerar otra cosa más que la materia. Las narraciones se refieren a estas como espíritus de deseo, de poder, de andar, es decir, de movimiento y las funciones de los órganos que comparten los seres vivos. Y estos espíritus no son otra cosa más que los ingredientes de este cuerpo físico y sus productos.

Supongo que lo que he explicado basta para aclarar que estas tesis son incorrectas, y por esto dejaré de debatirlas más detalladamente, aunque tenga mucho que decir sobre esto cada uno que lea este libro.

Lo correcto es lo que he explicado en este libro, y es que cada ser humano nace con un alma creada de barro elevado y un soplo del espíritu. Esta alma está conectada con el cuerpo con interacción y gestión completa, ya que percibe su placer, su dolor, su vida y su muerte. Tiene un efecto físico real sobre el cuerpo como el trabajo de un motor activo en él.

Esta alma, como está creada de un soplo, es una imagen clara y manifiesta del espíritu y del intelecto completo. Por esto está calificada para ser encomendada y por esto es correcto asignarle el encargo, que es hacerla destinataria del encargo divino de la obediencia, y es examinada en este mundo por su conexión con un cuerpo dotado de necesidades carnales terrenales.

Además, lo anterior indica: que todos tienen almas calificadas para el encargo y todos tienen la misma capacidad, así que no hay problema con la justicia de Dios, Glorificado sea, pues Él ha igualado a todos y les ha hecho entrar al examen mundanal. Así pues, Muhammad, Alí, los profetas, los albaceas y los justos ganaron por lo que presentan sus manos, y no es que Dios inicialmente los haya preferido por encima de los demás, pues esto sería contrario a su justicia, pues los demás que han perdido, han entrado al examen con lo mismo que entraron Muhammad (las salutaciones de Dios sean con él y su familia), Alí, los profetas y los albaceas (con ellos sea la paz), pero fallaron, no han obrado ni obedecido y así han perdido.

[1] Fuente: Shahin, Mi padre Adán, “Historia de la creación entre el mito y la realidad”: pág. 46.

[2] Fuente: Shahin, Abi Adam – Qassa Al-Jaliqa Baina Al-Astura Wa Al-Haqiqa (Mi padre Adán – Historia de la creación entre el mito y la realidad), 95-96.

[3] Fuente: Shahin, Abi Adam – Qassa Al-Jaliqa Baina Al-Astura Wa Al-Haqiqa, 102.

[4] Fuente: “Shahin – Abi Adam – Qassa Al-Jaliqa Baina Al-Astura Wa Al-Haqiqa”: 104.

[5] Sagrado Corán, sura «Ta Ha» (Ta Ha), 117.

[6] Sagrado Corán, sura «Ta Ha» (Ta Ha), 118.

[7] Sagrado Corán, sura «Ta Ha» (Ta Ha), 121.

[8] Sagrado Corán, sura «Ta Ha» (Ta Ha), 123.

[9] Sagrado Corán, sura «Al-Báqara» (La vaca), 36.

[10] Sagrado Corán, sura «Al-Araf» (Las alturas), 24.

[11] Sagrado Corán, sura «Al-Araf» (Las alturas), 172-173.

[12] Fuente: Aalim Subait, Origen de la creación, pág. 34.

[13] Fuente: Aalim Subait, Origen de la creación, pág. 36.

[14] Fuente: Aalim Subait, Origen de la creación, pág. 74.

[15] Fuente: Aalim Subait, Origen de la creación, pág. 56.

[16] Fuente: Aalim Subait, Origen de la creación, pág. 60.

[17] Fuente: Aalim Subait, Origen de la creación, pág. 53.


Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)