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Pregunta 4: Los profetas en el Antiguo Testamento anunciaban al Mesías (a), entonces ¿dónde está el anunciamiento de Muhammad (s) en él, si él es el dueño de la religión eterna?

Respuesta: ¿Es necesario que sea anunciado con un nombre directo o un símbolo? Creo que la cuestión de la ausencia en el Antiguo Testamento del nombre de Jesús o Yoshua como promesa está zanjada, solo queda el símbolo. Hemos explicado textos simbólicos del Antiguo Testamento cuya interpretación se refiere al Mensajero Muhammad (s), tal como ellos han interpretado textos simbólicos como referencia a Jesús.[1]

Antes de mostrar algunos de estos pasajes, digo:

Que hemos aclarado la evidencia de la Autoridad o Califa de Dios en su tierra, el Profeta enviado, con el intelecto, la sabiduría y los pasajes de la Torá, el Evangelio y el Corán.[2]

Así que la gente del libro, como los judíos y los cristianos, que busque la verdad, deberá observar la ley que hemos aclarado y sus tres cláusulas para reconocer a la Autoridad: “el testamento o texto, la ciencia y la sabiduría, y la bandera o soberanía de Dios”; y que se fije si la razón y la sabiduría dicen otra cosa.[3]

También, que revise la Torá y vea si los mensajeros dejaban testamentos mencionando a quienes les debían suceder o si no dejaban testamentos.

Estos son algunos pasajes como ejemplo, de los testamentos de los profetas mencionando a sus sucesores:[4]

Deuteronomio 31:

[14 Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: He aquí, el tiempo de tu muerte está cerca; llama a Josué y presentaos en la tienda de reunión para que yo le dé mis órdenes. Fueron, pues, Moisés y Josué y se presentaron en la tienda de reunión. 15 Y se apareció el SEÑOR en la tienda en una columna de nube, y la columna de nube se puso a la entrada de la tienda.]

Deuteronomio 33:

[Esta es la bendición con la que Moisés, varón de Dios, bendijo a los hijos de Israel antes de morir. 2 Dijo: El SEÑOR vino del Sinaí y les esclareció desde Seír; resplandeció desde el monte Parán, y vino de en medio de diez millares de santos; a su diestra había fulgor centellante para ellos. 3 En verdad, Él ama al pueblo; todos tus santos están en tu mano, y siguen en tus pasos; todos reciben de tus palabras.][5]

1 Reyes 1:

[32 Entonces el rey David dijo: Llamadme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaía, hijo de Joiada. Ellos entraron a la presencia del rey, 33 y el rey les dijo: Tomad con vosotros los siervos de vuestro señor, haced montar a mi hijo Salomón en mi propia mula y bajadle a Gihón. 34 Que allí el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey sobre Israel; y tocad trompeta y decid: «¡Viva el rey Salomón!» 35 Después subiréis tras él, y él vendrá, se sentará en mi trono y reinará en mi lugar; porque le he escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá. 36 Y Benaía, hijo de Joiada, respondió al rey y dijo: ¡Amén! Así lo diga también el SEÑOR, el Dios de mi señor el rey. 37 Como el SEÑOR ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga su trono más grande que el trono de mi señor el rey David.]

1 Reyes 2:

[1 Y acercándose los días de la muerte de David, dio órdenes a su hijo Salomón, diciendo: 2 Yo voy por el camino de todos en la tierra. Sé, pues, fuerte y sé hombre. 3 Guarda los mandatos del SEÑOR tu Dios, andando en sus caminos, guardando sus estatutos, sus mandamientos, sus ordenanzas y sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y dondequiera que vayas, 4 para que el SEÑOR cumpla la promesa que me hizo, diciendo: «Si tus hijos guardan su camino, andando delante de mí con fidelidad, con todo su corazón y con toda su alma, no te faltará hombre sobre el trono de Israel.»][6]

Consideremos también:

¿Acaso los profetas enviados no mostraban lo que sabían y el hecho de hablar con sabiduría como prueba?[7]

¿Acaso los profetas no reclamaban la soberanía de Dios en la Torá?[8]

Miren qué hizo Moisés con los que habían creído en él y lo aceptaron, los hizo emigrar desde la tierra del tirano para establecer la soberanía de Dios en otra tierra.[9]

Por lo tanto, esta cuestión queda zanjada para toda persona razonable que busca la verdad y no va más allá de la ley que hemos aclarado y demostrado mediante el razonamiento y los textos de las tres religiones divinas.

Muhammad (s) vino con el testamento y el texto de los que le precedieron, como está en la Torá y el Evangelio, vino con la ciencia y la sabiduría, con la bandera de la lealtad a Dios o la soberanía de Dios que hemos reclamado. Y Dios quiso que él la establezca en un rincón de la tierra.

Este es un ejemplo del texto que menciona al Mensajero de Dios, Muhammad en el Antiguo Testamento:

Génesis 21:

[14 Se levantó, pues, Abraham muy de mañana, tomó pan y un odre de agua y los dio a Agar poniéndoselos sobre el hombro, y le dio el muchacho y la despidió. Y ella se fue y anduvo errante por el desierto de Beerseba. 15 Y el agua en el odre se acabó, y ella dejó al muchacho debajo de uno de los arbustos, 16 y ella fue y se sentó enfrente, como a un tiro de arco de distancia, porque dijo: Que no vea yo morir al niño. Y se sentó enfrente y alzó su voz y lloró. 17 Y oyó Dios la voz del muchacho que lloraba; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. 18 Levántate, alza al muchacho y sostenlo con tu mano; porque yo haré de él una gran nación. 19 Entonces Dios abrió los ojos de ella, y vio un pozo de agua; y fue y llenó el odre de agua y dio de beber al muchacho. 20 Y Dios estaba con el muchacho, que creció y habitó en el desierto y se hizo arquero. 21 Y habitó en el desierto de Parán].

No creo que nadie razonable diga que según Dios los infieles, los politeístas y adoradores de ídolos sean una gran nación, o que Dios considere que un gran número de personas sea una gran nación, porque con una gran nación ‒y la grandeza es de Dios Glorificado Sea‒ se refiere a los profetas y sucesores. Es decir que con una gran nación de Ismael se refiere a los profetas y sucesores de su descendencia, que son Muhammad y la descendencia de Muhammad en particular, los califas de Dios en su tierra.[10]

Este es un ejemplo del texto que menciona al Mensajero de Dios, Muhammad (s), en la Biblia (la Torá y el Evangelio):

Habacuc 3:

[1 Oración del profeta Habacuc, en tono de Sigionot. 2 Oh SEÑOR, he oído lo que se dice de ti y temí. Aviva, oh SEÑOR, tu obra en medio de los años, en medio de los años dala a conocer; en la ira, acuérdate de tener compasión. 3 Dios viene de Temán, y el Santo, del monte Parán. (Selah) Su esplendor cubre los cielos, y de su alabanza está llena la tierra. 4 Su resplandor es como la luz; tiene rayos que salen de su mano, y allí se oculta su poder. 5 Delante de Él va la pestilencia, y la plaga sigue sus pasos].

Significado:

[Dios viene de Temán]: Dios viene del Yemen.

[Y el Santo, del monte Parán]: el Santo viene de Meca.[11]

Dios está muy lejos de ser descripto como proveniente del Cielo, ¿y qué decir de la Tierra? Porque ir y venir requieren movimiento, por ende, de sucesos, y de esta manera se negaría la divinidad absoluta. No se puede considerar que el que venga de Temán o Yemen sea Dios, Glorificado y Altísimo; o que el que viene de Parán sea el Santísimo, Glorificado y Altísimo. Esto es igual a atribuirle otras características como una mano, pues Dios está muy encima de ello. [Su resplandor es como la luz; tiene rayos que salen de su mano, y allí se oculta su poder. 5 Delante de Él va la pestilencia, y la plaga sigue sus pasos].

El que viene es el siervo de Dios, Muhammad (s) y su familia (a) después de él, pues ellos son de la Meca. Y Muhammad y la familia de Muhammad (a) son yamanis también. La venida de Muhammad es la venida de Dios; porque Muhammad es Dios en la creación, y Muhammad es la manifestación de Dios en Parán como ya lo he demostrado en más de un sitio.

El hecho de que Teman sea Yemen ha sido incluso mencionado en el Evangelio por Jesús, cuando describió a la Reina del Yemen como la Reina del Sur (o Temán).[12]

Mateo 12:

[42 La Reina del Sur se levantará con esta generación en el juicio y la condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y mirad, algo más grande que Salomón está aquí.]

Lucas 11:

[31 La Reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y mirad, algo más grande que Salomón está aquí.]

Toda persona razonable todavía dice que la ciencia y la sabiduría que Muhammad ha traído en el Corán, es una sabiduría profunda que solo pudo haber venido del Glorificado.[13]

Y Muhammad también reclamó la soberanía de Dios. Incluso, cuando tuvo la oportunidad, estableció la soberanía de Dios y dejó claro que el derecho de gobernar es de Dios, y que todas los grupos de musulmanes que abandonan la soberanía de Dios son grupos desviados. El hadiz del grupo salvo es más famoso que una bandera prendida fuego, y es famoso en los libros de los sunníes: «Esta nación se dividirá en setenta y tres grupos, todas ellos irán al fuego salvo uno». Dijeron: «¡Oh, Mensajero de Dios! ¿Y cuál es ese?» Respondió: «El del que esté sobre lo que estoy hoy yo y mis compañeros».[14]

Por lo tanto, la característica del grupo salvo consiste en un líder designado por Dios, como lo fue el Mensajero de Dios, y los creyentes en este liderazgo divino, como lo fueron los compañeros del Mensajero de Dios.

El tema de los cuestionamientos sigue siendo una controversia, como cuestionar por qué Muhammad hizo esto, o por qué dijo eso, o que si hubiera sido un mensajero no hubiera dicho esto o no hubiera hecho aquello, o que el Corán es contrario a las reglas del árabe, y otros cuestionamientos que podrían dirigirse a cualquier otro mensajero, libro o religión, y son pues, cuestionamientos refutados.[15]

Si bien debemos prestar atención al hecho de que quien postula tales ambigüedades antes de responder a las evidencias, de refutarlas y de demostrar que no sean evidencias, de hecho, está reconociendo las evidencias y la creencia que discute, legitimándola, pues por su ambigüedad, él mismo se pone en el proceso de aclararla y manifestarla. Esto es porque las ambigüedades no son más que ambigüedades refutadas y no tienen ningún valor real, pero son una herramienta del cinismo agobiante utilizado por los ulemas de la perdición y los tiranos para menospreciar a sus seguidores y mantenerlos en el camino de la ceguera haciendo que estos les sigan y les imiten, para conservar sus posiciones y su vida mundanal.

Después de que su falsa doctrina es demolida y todas las ambigüedades caen, regresan a la ambigüedad más trivial, que es despertar las emociones de sus seguidores hacia sus padres y predecesores, que fue la ambigüedad del Faraón contra el profeta de Dios, Moisés, cuando el Faraón dijo: {… «¿Y qué fue de las generaciones primeras?»} sura «Ta Ha» (Taha), 51, y la respuesta de Moisés fue: {«El conocimiento de ellos está junto a mi Señor en un libro. Mi Señor no se equivoca ni olvida»} sura «Ta Ha» (Taha), 52.[16]

[1] Por ejemplo: uno de los textos principales que mencionan los cristianos del anunciamiento de Jesús (a) en el Antiguo Testamento, son las palabras en Isaías 7:14, pero al final, es un símbolo que no incluye una mención de su nombre. El intérprete Dr. William McDonald dijo sobre la aclaración del nombre de Jesús: “Entonces el ángel anunció el sexo del niño por nacer, su nombre y su misión. María daría a luz un hijo, y lo llamaría Jesús (Yoshua) que significa “Yahveh (el Señor) es la Salvación” o “Yahveh (el Señor) es el Salvador”. Él librará a su pueblo de sus pecados como lo anuncia su nombre”. Y sobre la profecía de Isaías dice: “La profecía de Isaías 7:14 comprende la profecía de un nacimiento único: “He aquí, la virgen concebirá” y el sexo del niño, “y dará a luz un hijo”, y el nombre del niño: “y le pondrá por nombre Emmanuel”. Y Mateo agrega diciendo: “EMMANUEL, que cuyo sentido significa: DIOS CON NOSOTROS.” No hay ninguna evidencia que sugiera que el Señor Jesús fuera llamado Emmanuel durante su permanencia en la Tierra, pues siempre era llamado Jesús…” Emmaus Bible College. Resulta que “Emmanuel” es un símbolo que representa a “Jesús”. La mención de su nombre en el Antiguo Testamento no existe. El Diccionario Bíblico dice: “La versión árabe del nombre hebreo ‘Yoshua’ es para dos personas en el Nuevo Testamento)”. En cuanto al Antiguo, pues no lo contiene.

[2] El Sayed Ahmed Alhasan (a) explicó la ley para reconocer a los califas de Dios en su tierra en muchos de sus libros publicados, y en este libro indicó algunos pasajes también de la Torá y el Evangelio. En cuanto al Corán, está es su declaración (a): «… la sabiduría divina requiere establecer una ley para que el califa de Dios en su tierra sea reconocido en todo momento. Esta ley debe estar establecida desde el primer día en el que Dios Glorificado puso un califa suyo en su tierra y no puede llegar tarde al primer día en uno de los mensajes del Cielo; porque ya hay gente encomendada desde el primer día. Y no menciono el hecho que nadie duda, que es la existencia de Iblís como alguien obligado a los preceptos religiosos desde el primer día. El que está obligado a los preceptos religiosos necesita esta ley para saber quién tiene el derecho divino. De lo contrario, se excusaría de no seguir al dueño del derecho divino, por no poder diferenciar y no tener ninguna una ley divina para reconocer a este califa, puesto a cargo por Dios Glorificado y Altísimo. Los hechos que nadie duda sobre la historia del primer día, cuando Dios puso un califa suyo en su tierra, son: 1) Dios prescribió, en presencia de los ángeles e Iblís, que Adán sea su califa en su tierra. 2) Después de que Dios creó a Adán, le enseñó todos los nombres. 3) Luego Dios mandó a los que le adoraban en ese momento, los ángeles e Iblís, que se prosternaran ante Adán…» Después menciona los versículos de la sura «Al-Báqara» (aleyas 30 y siguientes) que aclaran esto. Ver Iluminación del llamado de los enviados, vol. 3, del Sayed Ahmed Alhasan.

[3] El Sayed Ahmed Alhasan al explicar en términos del intelecto y la sabiduría, la ley para reconocer al Califa de Dios, dice: «… simplemente, es como un hombre que tiene una fábrica, una granja, un barco o cualquier cosa con trabajadores. Tiene que nombrar a alguien para que los dirija, tiene que mencionarlo con su nombre o habría un caos y éste debe ser el que más sepa de ellos y el más favorable, y debe ordenarles que le obedezcan para lograr lo que espera. De lo contrario, si este hombre falla en alguna de estas tres cosas, dejará de lado la sabiduría por la estupidez. Entonces ¿cómo aceptarían los hombres que Dios descuide alguna de estas tres cosas si Él es el Sabio Absoluto?» Ver Iluminación del llamado de los enviados, vol. 3 del Sayed Ahmed Alhasan.

[4] Hay que notar que los pasajes mencionados son de dos tipos:

El primero: un texto inmediato del Califa de Dios donde nombra a quien le sucede inmediatamente como en el primer, tercer y cuarto ejemplo donde el texto de Moisés menciona a Josué como sucesor, y el texto de David menciona a Salomón como sucesor. Y el segundo: un texto no inmediato, es decir, un texto del califa divino donde menciona a quien le sucederá, aunque después de un tiempo, como en el segundo ejemplo. Está claro que cualquiera de los dos tipos es suficiente para probar la legitimidad del Califa de Dios cuando demuestra su derecho a los hombres. Ya hemos visto las declaraciones que dan los clérigos de la Iglesia diciendo que es suficiente el texto de Isaías anunciando el parto de una virgen para probar el derecho de Jesús (a). El Corán también confirma esta cuestión. Dijo el Altísimo: {Y cuando dijo Jesús hijo de María: «oh hijos de Israel, ciertamente, soy un mensajero de Dios para vosotros, una confirmación de lo que tenéis en la Torá y un albriciador de un mensajero que vendrá después de mí. Su nombre es Ahmed»} sura «As-Saff» (Los rangos), 6, aunque Ahmed (a) no es un califa inmediatamente después de Jesús (a).

[5] En el texto se menciona la venida del Señor, y el esclarecimiento y el resplandor que se producen en determinados lugares (Sinaí, Seír y Parán). La Divinidad Absoluta y Altísima está por encima de las acciones inherentes de ir y venir, por lo que no queda más que manifestarse y aparecer particularmente desde su creación. Ahora, si vamos más allá del Sinaí, que fue el lugar donde la gloria de Dios se manifestó a Moisés (a), conoceremos su brillo y amanecer en Seír (que es Jerusalén y sus alrededores), y en la realidad eso no sucedió en el tiempo de Moisés (a), sino que los eruditos de la Iglesia consideran que la profecía que menciona a Seír es una cuestión futura y un texto simbólico de Jesús (a).

Parán (Meca y sus alrededores) es donde creció Ismael y construyó con su padre la honorable Kaaba, fue su lugar de residencia y el de sus hijos, y fue donde apareció el mensajero de Dios, Muhammad. Esto se aclarará más cuando se explique el último texto.

El Sayed Ahmed Alhasan (a) dijo: «Esta frase fue mencionada por los imames (a) en la “súplica de Semat”: “… por tu gloria que apareció en el Monte Sinaí, pues a través de ella hablaste a tu siervo y mensajero Moisés hijo de Imrán. Por tu ascenso en Seír y por Tu manifestación en Parán…”. El ascenso de Dios en Seír fue mediante Jesús (a) y la manifestación de Dios en Parán mediante Muhammad (s). Póngase atención a que las frases de la súplica van en orden progresivo, desde un profeta “al que habló Dios” que es Moisés (a), o un profeta que encarnó “el ascenso de Dios” que fue Jesús (a), hasta un profeta que personificó “la manifestación de Dios” que es Muhammad (s).” La profecía sellante, del Sayed Ahmed Alhasan.

[6] Esta tradición divina (los testamentos de los califas de Dios con quien viene después de ellos) que es evidente en los textos ya mencionados, en los que los judíos y cristianos creen, también ha sido confirmada en el Corán. Dijo el Altísimo: {Y Abraham hizo testamento para sus hijos, y Jacob: «Oh hijos míos, ciertamente Dios, ha elegido para vosotros la religión, así pues, no muráis sino siendo musulmanes»} sura «Al-Báqara» (La vaca), 132. Y dijo: {Se os ha prescrito que, si se presenta a uno de vosotros la muerte, si deja bienes, testamente a favor de sus padres y parientes con lo reconocido. Es un deber para los timoratos}, sura «Al-Báqara» (La vaca), 180. Así lo hizo Muhammad (s) cuando al momento de su partida, aclaró en su testamento quiénes serían los califas de Dios después de él, mencionándolos con sus nombres.

[7] Recordamos aquí algunos ejemplos del Sagrado Corán y la Biblia como prueba:

* José (a) mostró la ciencia y la sabiduría como prueba suya en la interpretación que dio de la visión del Faraón de Egipto, como se menciona en el Génesis 41, 15: [Y Faraón dijo a José: He tenido un sueño y no hay quien lo interprete; y he oído decir de ti, que oyes un sueño y lo puedes interpretar. 16 José respondió a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios dará a Faraón una respuesta favorable]. Después de interpretárselo dijo: [33 Ahora pues, busque Faraón un hombre prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto]. Otro ejemplo es la visión de Nabucodonosor, cuando los que decían saber y otros eran incapaces de interpretarlo y él se molestó mucho y se enojó, y después de que Daniel (a) se lo interpretó le dijo: [El gran Dios ha hecho saber al rey lo que sucederá en el futuro. Así, pues, el sueño es verdadero y la interpretación fiel. 46 Entonces el rey Nabucodonosor cayó sobre su rostro, se postró ante Daniel, y ordenó que le ofrecieran presentes e incienso], Daniel 2.

* La ciencia de Jesús y su sabiduría, en el Evangelio según Mateo, capítulo 13, 54 [Y llegando a su pueblo, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que se maravillaban y decían: ¿Dónde obtuvo éste esta sabiduría y estos poderes milagrosos? ¿No es éste el hijo del carpintero? 55 ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas?]

Los pasajes en la Biblia son muchos. En cuanto al Corán, también hay muchos versículos, así pues, por la ciencia y la sabiduría fue reconocido Abraham: {«Oh, padre mío, ciertamente, ha llegado a mí una ciencia que no te ha llegado a ti, así que, sígueme y te guiaré a un camino recto.»} sura «Mariam» (María), 43. Moisés: {Y cuando se hizo mayor y capaz le dimos sabiduría y ciencia. Así es como recompensamos a los que hacen el bien}. sura «Al-Qasas» (El relato), 14. Jesús: {Y cuando vino Jesús con las pruebas claras, dijo: «He venido a vosotros con la sabiduría y para aclararos algunas de las cosas en las que discrepáis. Así pues, guardaos de Dios y obedecedme}, sura «Az-Zujruf» (Los ornamentos), 63. Y Muhammad: {Él es quien designó entre los iletrados a un mensajero de entre ellos para que les recite sus versículos, les purifique y les enseñe el libro y la sabiduría, pues, antes de ello, estaban en un extravío evidente}, sura «Al-Yumua» (La congregación), 2.

[8] La soberanía de Dios significa en pocas palabras: que Dios, Glorificado sea, tiene en su mano la legislación, así como el nombramiento de su albacea. Por eso todos los califas fueron nombrados por Dios. Jamás les correspondió a los hombres interferir en esto. El deber de ellos es la obediencia y la subordinación. Estos son ejemplos del Antiguo Testamento que apuntan a esto: de Moisés: [14 Cuando entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, y la poseas y habites en ella, y digas: «Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que me rodean», 15 ciertamente pondrás sobre ti al rey que el SEÑOR tu Dios escoja, a uno de entre tus hermanos pondrás por rey sobre ti; no pondrás sobre ti a un extranjero que no sea hermano tuyo], Deuteronomio 17.

De Josué: [1 Sucedió después de la muerte de Moisés, siervo del SEÑOR, que el SEÑOR habló a Josué, hijo de Nun, y ayudante de Moisés, … 10 Entonces Josué dio órdenes a los oficiales del pueblo, … 13 Recordad la palabra que Moisés, siervo del SEÑOR, os dio, diciendo: «El SEÑOR vuestro Dios os da reposo y os dará esta tierra.»… 16 Y ellos respondieron a Josué, diciendo: Haremos todo lo que nos has mandado, y adondequiera que nos envíes, iremos. 17 Como obedecimos en todo a Moisés, así te obedeceremos a ti, con tal que el SEÑOR tu Dios esté contigo como estuvo con Moisés. 18 Cualquiera que se rebele contra tu mandato y no obedezca tus palabras en todo lo que le mandes, se le dará muerte; solamente sé fuerte y valiente]. Josué 1.

De la misma manera, el Sagrado Corán lo declara en muchos versículos. Dijo el Altísimo: {Di: «Oh Dios, Rey del reino, llevas el reino a quien quieres y alejas el reino de quien quieres, y enalteces a quien quieres y humillas a quien quieres. En tu mano está el bien. Ciertamente, tú eres Todopoderoso»} sura «Al Imrán» (La familia de Imrán), 26. Y dijo: {«Yo soy el que pone en la Tierra un califa»} sura «Al-Báqara» (La vaca), 30. {¿O es que envidian a los hombres por lo que Dios les ha otorgado de su favor? Pues, dimos a la familia de Abraham el libro y la sabiduría y les dimos un gran reino}, sura «An-Nisa» (Las mujeres), 54.

[9] Él les prometió que si lo obedecían serían una nación santa: [5 «Ahora pues, si en verdad escucháis mi voz y guardáis mi pacto, seréis mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; 6 y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa], Éxodo 19. Pero se rebelaron contra él y rechazaron sus órdenes. Como resultado de esta desobediencia Dios los castigó durante cuarenta años en el desierto. [11 «Ninguno de estos hombres que de Egipto, de veinte años arriba, verá la tierra que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, porque no me siguieron fielmente, 12 sino Caleb, hijo de Jefone cenezeo, y Josué, hijo de Nun, pues ellos sí han seguido fielmente al SEÑOR.» 13 Y se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y los hizo vagar en el desierto por cuarenta años, hasta que fue acabada toda la generación de los que habían hecho mal ante los ojos del SEÑOR]. Números 32.

El Sayed Ahmed Alhasan dijo: «El resultado de este desierto y escarmiento reformador fue el surgimiento de una buena nación del Señor, los hijos y nietos de estos pecadores. Ellos llevaron las palabras de “no hay divinidad sino Dios” con Josué hijo de Nun, el sucesor de Moisés (a) y combatieron a los titanes y los tiranos, y dieron la victoria a la religión de Dios en su tierra.» El becerro, “Primera parte”.

[10] Nadie puede imaginarse que todos los Hijos de Israel sean a quienes se refiere con una “gran nación”, cuando se menciona en el libro de Números 14, 11: [Y el SEÑOR dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me desdeñará este pueblo? ¿Y hasta cuándo no creerán en mí a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos? 12 Los heriré con pestilencia y los desalojaré, y a ti te haré una nación más grande y poderosa que ellos]. Del Evangelio mencionamos un ejemplo de lo que Dios, Glorificado y Altísimo, considera “gran”: [30 Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David;], Lucas 1. Y esta grandeza también fue mencionada a Juan el Bautista (Yahia (a)), ambos son grandes porque son califas de Dios. Por lo tanto, la gran nación de la descendencia de Ismael (a) es Muhammad y la descendencia de Muhammad (a). Dijo el Altísimo: {¿O es que envidian a los hombres por lo que Dios les ha otorgado de su favor? Pues, dimos a la familia de Abraham el libro y la sabiduría, y les dimos un gran reino}, sura «An-Nisá» (Las Mujeres), 54.

[11] En Génesis 21, 21 se menciona el lugar de residencia de Ismael: [Y habitó en el desierto de Parán, y su madre tomó para él una mujer de la tierra de Egipto]. Y en 25, 18: [Y habitó desde Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto, según se va hacia Asiria; se estableció allí frente a todos sus parientes]. Havila, como está mencionado en el Diccionario Bíblico, es “una provincia en territorio árabe… El vínculo entre Havila, Hadramaut y otros lugares indica una ubicación en el centro o sur de los países árabes.” Hadramaut está sin duda en el Yemen, y Shur en el sur de Palestina, junto a Egipto. Por lo tanto, la región está confinada entre las fronteras del actual estado del Yemen y el sur de Palestina. Esto era algo bien sabido por los judíos, por eso encontramos que establecieron su hogar en esta región y construyeron Jaibar en Medina (la Ciudad Iluminada), al norte de la Meca, que en esos días era parte del Yemen geográfico aceptado por ellos, del profeta esperado descripto como el Yamani (el yemenita).

La traducción jesuita católica de la Biblia dice sobre el Génesis 25, 18: “Los descendientes de Ismael son los árabes del desierto, su vida es nómade e independiente, la cual nos recuerda a la época de la ignorancia y su poesía.”, nota al margen de la pág. 91, 6a Ed. Esta era una situación parecida a la de la península arábiga, de donde vino el más noble mensajero, Muhammad, y el resplandor de su luz.

Además, la identificación del desierto de Parán no ha sido resuelta por los intérpretes de la Biblia. Aquellos que insisten en que es en el sur del Sinaí debe mostrarnos algún suceso importante que haya cambiado la faz de la humanidad y haya aparecido allí después de Moisés y Jesús, con ambos sea la paz, y cuya manifestación y venida merezcan ser como la manifestación de Dios y su venida. Además, deben responder a lo que se menciona en Génesis 17, 20: [Y en cuanto a Ismael, te he oído; he aquí, yo lo bendeciré y lo haré fecundo y lo multiplicaré en gran manera. Engendrará a doce príncipes y haré de él una gran nación]. ¡¿Dónde están los signos de esta gran nación en el sur del Sinaí?! ¡¿O acaso es que Dios –lejos Él– ha roto su promesa a ojos de ellos?!

El Sayed Ahmed Alhasan dijo: «La cuestión del Yamani no es nueva, Al contrario, Muhammad también era conocido por la Gente del Libro y anunciado como el Yamani, razón por la cual los judíos abandonaron la Tierra Prometida, que era muy importante para ellos, y se establecieron en las tierras del Yemen, es decir, la históricamente llamada Yemen y no sólo la actual, y Medina también era del Yemen. Los judíos en el Yemen siguen establecidos hasta hoy en día; porque también se les ha anunciado el Yamani y lo están esperando, es decir, a Muhammad (s) y al Yamani de su descendencia, al igual que el anunciamiento de Ahmed, que se aplica a más de una persona en diferentes épocas. El primer Yamani, Muhammad, fue enviado al Yemen, es decir, a la Meca, porque está en el Yemen. El segundo Yamani de la descendencia del primer Yamani fue enviado al Oriente, en el viaje de regreso abrahámico a su Iraq natal. Por eso la mayoría de las tumbas de los imames están en Iraq, a pesar de que no nacieron en Iraq, Esta es la voluntad de Dios, para que regresen la religión abrahámica a Iraq con el Yamani prometido en las tres religiones.» Mensaje para demostrar que las personalidades del Primer Mahdi, el Resurgente y el Yamani son la misma de Alaa Alsalem.

[12] En el Diccionario Bíblico: “Taímin: desierto del sur. Véase: Teman”. Y en la explicación del nombre de Teman: “Taiman: nombre hebreo que significa “el Yamani o el sureño”.

[13] Por ejemplo: el escritor francés Maurice Bucaille en su libro La Biblia, el Corán y la ciencia dice: “La Revelación Coránica apareció seis siglos después de Jesús. Resume numerosos datos encontrados en la Biblia Hebrea y en los Evangelios ya que cita muy frecuentemente de la Torá y del Evangelio. El Corán dirige a todos los musulmanes a creer en la Escritura que lo precedió (Corán 4:136). Enfatiza la posición importante ocupada en la Revelación por los emisarios de Dios, tales como Noé, Abraham, Moisés y los demás Profetas, para los musulmanes, a quienes ellos dan una posición especial. El nacimiento de este último esta descrito en el Corán, así como en los Evangelios, como un evento sobrenatural A María también se le da un lugar especial, como puede verse en el hecho de que la sura 19 lleva su nombre. Debemos notar aquí que los hechos mencionados en el párrafo anterior acerca del islam no son generalmente conocidos en Occidente. No es de sorprender cuando consideramos la forma en que tantas generaciones en el Occidente fueron instruidas en los problemas religiosos y en qué ignorancia fueron mantenidas acerca de todo lo relacionado con el islam”.

[14] El hadiz del grupo salvo es popular y auténtico para todos los musulmanes (shiíes y sunníes) y ha sido mencionado en: Sunan Abi Daud, Ibn Maya, Sunan Al-Bahiqi, At-Tirmidi, Sahih Ibn Habban, Musnad Ahmed Bin Hanbal y muchos otros.

[15] El Sayed Ahmed Alhasan y sus partidarios ya han respondido en los libros publicados en el sitio oficial del llamado a muchos de estos cuestionamientos y sus ambigüedades, que sin importar cuántos sean no pueden refutar las evidencias de los Mensajeros de Dios. Ver www.almahdyoon.org

[16] «¿Cuál es la situación de las primeras generaciones?» «¿Estaban nuestros padres en un error?» Esa es la pregunta que resuena siempre en las lenguas de los que se oponen a los profetas y mensajeros de Dios. Los eruditos y sus seguidores, en lugar de aceptar las evidencias de los mensajeros, ponen a la gente en contra de los mensajeros con estas palabras, al mismo tiempo que son incapaces de confrontar la evidencia y los argumentos de los mensajeros, o de establecer una prueba de lo que dicen que no sea ser herederos de sus padres y abuelos.


Extracto del libro El decimotercer discípulo de Ahmed Alhasan (a)