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Pregunta 2: Los sacerdotes y la iglesia explican que la rama que crece del tronco de Isaí es el Mesías (a), ¿esto es correcto?

Respuesta: Tu pregunta sobre la rama está mencionada en:

Isaías 11:

[1 Y brotará un retoño del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará fruto. 2 Y reposará sobre Él el Espíritu del SEÑOR, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR. 3 Se deleitará en el temor del SEÑOR, y no juzgará por lo que vean sus ojos, ni sentenciará por lo que oigan sus oídos; 4 sino que juzgará al pobre con justicia, y fallará con equidad por los afligidos de la tierra; herirá la tierra con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios matará al impío. 5 La justicia será ceñidor de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura. 6 El lobo morará con el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito; el becerro, el leoncillo y el animal doméstico andarán juntos, y un niño los conducirá. 7 La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas, y el león, como el buey, comerá paja. 8 El niño de pecho jugará junto a la cueva de la cobra, y el niño destetado extenderá su mano sobre la guarida de la víbora. 9 No dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del SEÑOR, como las aguas cubren el mar. 10 Acontecerá en aquel día que las naciones acudirán a la raíz de Isaí, que estará puesta como señal para los pueblos, y será gloriosa su morada. 11 Entonces acontecerá en aquel día que el Señor ha de recobrar de nuevo con su mano, por segunda vez, al remanente de su pueblo que haya quedado de Asiria, de Egipto, de Patros, de Cus, de Elam, de Sinar, de Hamat y de las islas del mar. 12 Alzará un estandarte ante las naciones, reunirá a los desterrados de Israel, y juntará a los dispersos de Judá de los cuatro confines de la tierra].

Ellos interpretan que la rama es Jesús (a) y esto es incorrecto. Los textos refutan esta interpretación que, además, contradice la misma creencia de ellos,[1] ya que Jesús (a), según la creencia de ellos, es el mismo Señor absoluto. Entonces ¡¿cómo es que temerá al Señor y se deleitará en el temor al Señor?! Para dar una explicación de esto recurren a la creencia falsa y contradictoria de las tres hipóstasis. Ya he aclarado la falsedad de ésta con sus evidencias en el “Libro del Monoteísmo”.[2]

Jesús no gobernó ni fue juez entre la gente, así que no pudo establecer la justicia y la igualdad para los oprimidos, ¿entonces cómo podría aplicarse a él el texto de arriba?[3]

Jesús (a) no logró en su tiempo lo que ilustra el texto, que la Tierra estará llena del conocimiento del Señor como las aguas cubren el mar, y que este conocimiento haya tenido tal impacto que el rico ayude al pobre, el fuerte ayude al débil, que la tierra esté casi libre de injusticia… etc.

Casi todo el texto está muy lejos de Jesús (a) y su llamado. ¿Acaso, por ejemplo, Jesús ha reunido a los desterrados de Israel (según ellos, Jacob)? ¿O acaso ha juntado a los dispersos de Judá (según ellos, el hijo de Jacob) de los confines de la tierra? Si dijeran: que los reunió y los juntó por la fe en él, también sería incorrecto; porque la invitación de Jesús (a), hasta el momento de su ascensión, no había ido más allá de unas pocas ciudades. Mientras que en el texto encontramos que esta persona juntará a los dispersos de Judá de los confines de la Tierra, es decir, que el significado del texto es: que cuando sea enviada esta persona, los hombres de casi todos los países del mundo creerán en ella, e incluso de países lejanos del lugar de su misión en particular (de los confines de la Tierra).[4]

[Alzará un estandarte ante las naciones, reunirá a los desterrados de Israel, y juntará a los dispersos de Judá de los cuatro confines de la tierra].

El nombre de Judá significa en árabe «alabanza» o «Ahmed».

En la Torá, Génesis 29, dice:

[35 Concibió una vez más y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré al SEÑOR; así que le puso por nombre Judá; y dejó de dar a luz].[5]

El nombre de Israel significa en árabe: Abdulá (el siervo de Dios).[6]

Entonces el pasaje sería: [Alzará un estandarte ante las naciones, reunirá a los desterrados de Israel (de Abdulá), y juntará a los dispersos de Judá (de Ahmed) de los cuatro confines de la tierra].

Los dispersos que se reúnen como nubes de otoño desde los confines de la tierra para apoyar al Resurgente (el Primer Mahdi, Ahmed) son los Ansar (los partidarios) del Imam al-Mahdi (a) en el fin de los tiempos, como se sabe por las narraciones de Muhammad y su descendencia (a).[7]

[1] Los eruditos de la iglesia explican que el versículo «Y brotará un retoño del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará fruto» se refiere a Jesús (a). Ven como si «retoño» y «vástago» significaran lo mismo, lo cual se opone a la sabiduría, por supuesto. Como ejemplo de la explicación que ellos dan citaré lo que dijo el padre Tadros Yacoub sobre cómo se aplica el texto a Jesús: “No dice el hijo de David, aunque es legítimamente el hijo de David, porque quiso presentarlo de una manera muy humilde, como un retoño y un vástago de Isaí, que vivió y murió recibiendo poco respeto” – Interpretación del libro de Isaías. Conformando a los judíos que aplican el texto a Ezequías sin ninguna prueba, pues éste nació antes de que Isaías pudiera nombrarlo, los vemos aplicando el texto a Jesús (a) sin ninguna prueba tampoco. Está claro que este versículo y los siguientes no se refieren a eso por los motivos que explicó el sayed Ahmed Alhasan, Explicó el significado del texto en otro libro suyo: «… A Isaí se lo conoce en la Torá como al padre del profeta de Dios, David (a). La madre del Imam al-Mahdi (a) es de la descendencia de David… Por lo tanto, el Imam al-Mahdi Muhammad Bin Alhasan al-Askari (a) es de la descendencia de Israel (Jacob (a)) por parte de madre y de la descendencia de Muhammad (s) por parte de padre. Así se confirma que él es el retoño del tronco de Isaí, tal como se confirma que el primero de los doce mahdis es el vástago del retoño del tronco de Isaí, tal como se confirma que el primero de los doce mahdis es la rama que brota de ese retoño del tronco de Isaí; porque él es de la descendencia del Imam al-Mahdi.» –Sucesor y Mensajero del Imam al-Mahdi en la Torá, el Evangelio y el Corán.

[2] Ellos dan una explicación del deleite de Jesús en el temor al Señor y la vinculan a la cuestión de la Trinidad. El padre Tadros Yacoub en su interpretación dice: “El advenimiento del Espíritu Santo sobre Jesús es diferente a su advenimiento sobre nosotros; para él, es un advenimiento sustancial hipostático, uno con él en esencia con el Padre, un advenimiento sin límites.” Luego dice: “El advenimiento del Espíritu Santo no es un advenimiento en el tiempo, sino una unión eterna entre las tres hipóstasis…” En cuanto a la refutación de la creencia en las tres hipóstasis, léanse las palabras del sayed Ahmed Alhasan en el Apéndice 1.

[3] El padre Tadros Yacoub comenta el versículo «no juzgará por lo que vean sus ojos» diciendo: “el Señor Jesucristo tomará una posición en contra de lo que sucedió en los días de Isaías, cuando los jueces sentenciaban según los rostros. Este ataque al ‘nepotismo’ a menudo afecta a quienes están comprometidos con las responsabilidades de liderazgo. El Señor se mantuvo firme contra esta plaga, reprendiendo a los líderes religiosos afectados por el favoritismo y la hipocresía como los fariseos, los saduceos y los escribas, mientras llamaba suavemente a los niños y era amable con los pecadores y los diezmeros.” Está claro que la curva de estos textos dista de un método científico, porque el texto habla de un hombre que gobierna, sentencia y llena la Tierra con conocimiento y justicia, no de alguien que reprende y enseña con amabilidad.

[4] Los eruditos de la Iglesia reconocen que lo mencionado en el texto no ocurrió en tiempos de Jesús (a), pero dicen que se logró a manos de la Iglesia posteriormente. Esto sin ninguna prueba. El padre Antonios Fekry dice: “Fue en esos días –es decir, en los tiempos evangélicos… sucedió el día de Pentecostés, luego a través de la prédica de los apóstoles, luego a través de la Iglesia, y luego también sucederá con la fe de los judíos en el fin de los días… el versículo [12 Alzará un estandarte ante las naciones, reunirá a los desterrados de Israel, y juntará a los dispersos de Judá de los cuatro confines de la tierra]. La Iglesia juntará a todas las naciones con los judíos que están en la diáspora”. –Interpretación del Antiguo Testamento, “Isaías 11”. Quizás se refieran a la Iglesia Ortodoxa, sobre la cual el Papa Shenouda III dijo: “La Ortodoxa Copta es la única Iglesia de Cristo”. Mientras el Papa del Vaticano, Benedicto XVI, lo ve según la Declaración de “Dominus Iesus”, donde “la única Iglesia de Cristo es la Iglesia Católica” y que ninguna, aparte de ella, tiene todos los caminos de la salvación. El hecho de que no haya ninguna aparte de ella que salve causó reacciones, por lo que el sacerdote de la Iglesia Ortodoxa, el padre Marcos Aziz, aconsejó al Papa del Vaticano, parar con las burlas, despertar del coma y no ser un juguete en las manos de Iblís. Y ciertamente, que la Iglesia que reúne a la diáspora a los ojos de Martin Lutero (disidente de la Iglesia Católica) es la iglesia de su interés, y así sucesivamente.

[5] En el Diccionario Bíblico, en la explicación de las palabras “Judá hijo de Jacob” dice: “Es un nombre hebreo que significa “alabanza” (حمد – hamd). Es el cuarto de los hijos de Jacob con Lea. Nació entre los dos ríos (Génesis 29, 35) y recibió este nombre como agradecimiento de su madre por su nacimiento”.

[6] Está claro, y las narraciones también lo muestran, por ejemplo, lo que Al-Ayashi narró en su interpretación: «De Abi Daud, de quien oyó al Mensajero de Dios (s) decir: “Yo soy Abdulá, mi nombre es Ahmed, y soy Abdulá, mi nombre es Israel, Lo que se le ha ordenado a él se me ha ordenado a mí, y lo que concierne a él concierne a mí». Tafsir al-Ayashi, vol. 1, pág. 44.

[7] Las narraciones sobre esto son muchas, entre ellas está este ejemplo: De Abi Jalid, de lo que dijo Al-Báqir (a) sobre las palabras de Dios Poderoso y Glorioso {Así pues, anticipaos en las buenas acciones. Donde sea que estéis, ha de traeros Dios, juntos.}: «Las buenas acciones son el valiato y las palabras del Bendito y Altísimo {donde sea que estéis, ha de traeros Dios, juntos} se refiere a los compañeros del Resurgente, trescientos y algunas decenas de varones más». Dijo: «Ellos, por Dios, son la nación numerada». Dijo: «Se reúnen, por Dios, en una hora, raudos como las nubes de otoño». Al-Kafi – del sheij Al-Kulaini, vol. 8, pág. 313. Esto es lo que ocurre hoy, pues ya han creído en el sayed Ahmed Alhasan hombres de países, regiones y razas diferentes. Sus partidarios están dispersos en numerosas regiones del mundo tales como Medio Oriente y el Occidente marroquí, Asia Oriental, Rusia. y muchos otros países europeos y no europeos como Gran Bretaña, Francia, Alemania, Suecia, Noruega, Holanda, Finlandia, España, Australia, Canadá, Estados Unidos, México y Argentina entre otros.


Extracto del libro El decimotercer discípulo de Ahmed Alhasan (a)