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En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo

La alabanza a Dios

La paz sea con vosotros y la misericordia de Dios y sus bendiciones

La paz sea contigo, oh, Mensajero de Dios. Pido a Dios que te eligió, te escogió, te guio y nos guio a través de ti, que te bendiga

Oh Dios, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad durante el día cuando se manifiesta,

Oh Dios, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad durante la noche cuando cae,

Oh Dios, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad en la última vida y en la primera,

Oh Dios, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad mientras los horizontes de oriente y occidente sigan uno al otro.

Oh Dios, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad mientras haya latidos.

Oh Dios, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad cuando se acerque la noche y oscurezca, cuando se vaya la oscuridad y cuando se rompa la mañana e ilumine el alba,

Oh Dios, haz de Muhammad el prometido que delegue a los creyentes en torno a Ti, el arropado con refrenda las luces si está de pie entre tus manos y el portavoz si se callan las lenguas que te homenajean.

Oh Dios, eleva su posición, y sube su rango, y manifiesta su argumento, y acepta su intercesión, y resucítale en la estación alabada que le prometiste y perdónale por los actos de su nación después de él.

{Y no es Muhammad sino un mensajero. Pasaron antes de él, mensajeros. ¿Acaso pues, si muere o es matado volveréis sobre vuestros talones? Y quien vuelva sobre sus talones no dañará a Dios en nada, y recompensará Dios a los agradecidos}”, sura «Al Imrán» (La familia de Imrán), 144.

Que Dios incremente vuestra recompensa por la conmemoración del martirio del Mensajero de Dios (s),

En una noche como esta, el Mensajero de Dios (s) escribió su sagrado testamento, la protección del extravío 

Lo escribió en la noche de su partida a pesar del dolor, 

y lo describió como una prevención del extravío para la nación hasta el Día de la Resurrección, incluso frente a aquellos que lo rechazaron y le impidieron escribir frente al público en el incidente del Jueves Trágico.

Así pues, bienaventurados quienes transmitan el testamento del Mensajero de Dios y bienaventurados quienes se hayan aferrado y se aferran a él.