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Pregunta 20: ¿Cuál es el significado de lo que dijo el Altísimo: {Así pues, ¡ay de los que rezan!} en la sura “Al-Maaún” (La ayuda)?

Respuesta: en nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo, {¿Has visto al que desmiente la religión? * Pues, ese es el que rechaza con desprecio al huérfano * y no anima a alimentar al necesitado * Así que, ¡ay de los que rezan! * Los que con su azalá están distraídos * los que simulan * e impiden la ayuda}.[1]

{¿Has visto al que desmiente la religión?}: esta pregunta aquí se dirige al creyente. Es una pregunta sobre una persona cuya conclusión es desmentir la retribución y la resurrección, o en realidad, desmentir la existencia de Dios Glorificado y Altísimo.

El origen de desmentir la nueva religión y a quien la trajo, que es Muhammad (s), es la incredulidad en Dios y en la Última, aunque los infieles no declaren esto. En todo caso, no se ha llegado a este resultado sin premisas. Al contrario, de hecho se ha llegado a partir de premisas, como privar de su derecho al huérfano. Es decir, al individuo que en su pueblo es aquel al que nadie precede en modales, nobleza, obediencia a Dios y conocimiento de Dios. Ellos son los profetas, los enviados (a) y los imames (a). Por esto, el que desmiente la retribución no acepta que ellos se le adelanten, porque está infectado con la enfermedad de Iblís (yo soy mejor que él), así que no acepta que alguien mejor que él se le adelante.

Luego, entre sus características está el devorar los bienes de los huérfanos, las viudas y los necesitados. Y aquellos, es decir, los que avasallan los bienes de los pobres y los disfrutan con los que se relacionan son siempre los eruditos inoperantes de la religión, los que hacen la guerra a los profetas, a los enviados y a los imames (a). Los eruditos de los hijos de Israel ya han hecho la guerra a Moisés (a), los eruditos judíos han hecho la guerra a Jesús (a),[2] los eruditos judíos ortodoxos han hecho la guerra a Muhammad (s) y los eruditos extraviados de esta nación han hecho la guerra a los imames (a).

No es como se cree, que solo algunos eruditos sunníes fueron los que hicieron la guerra a los imames. Sino que también fueron eruditos shiíes. Grandes eruditos shiíes han hecho la guerra al Imam Alí Bin Musa Ar-Reda (a) e intentaron privarlo de su derecho. No por nada, solo por apoderarse de los bienes de caridad y de un falso liderazgo religioso.

Entre estos extraviados eruditos, shiíes en apariencia, está Alí Bin Hamza Al-Batainí, que era uno de los compañeros del Imam Musa Bin Yafar (a) y uno de los grandes eruditos shiíes. Pero cuando el Imam Musa Bin Yafar (a) fue martirizado, Alí Bin Hamza Al-Batainí hizo la guerra al Imam Ar-Reda (a). Sin embargo, la juventud shií salió al paso de los eruditos inoperantes, afirmaron la doctrina y expusieron la falsedad de aquellos injustos juristas. Entre aquellos jóvenes estaba Ahmed Bin Muhammad Bin Abu Nasr Al-Baizantí, uno de los compañeros del Imam Ar-Reda (a) de cualidades puras.

El resultado es que los malvados eruditos inoperantes, los falsos dioses, sus ayudantes y seguidores son los que privan a los huérfanos de su lugar, y no animan a dar su derecho a los necesitados.

Los huérfanos y necesitados son los profetas, los enviados y los imames (a),[3] porque ellos son sumisos y subordinados a Dios, no soberbios, es decir, son necesitados. Y nadie se acerca a ellos, pues cada uno es único en su pueblo, es decir, es huérfano.

{Así que, ¡ay de los que rezan!}: es decir, ¡ay de los que esperan! Cada enviado de Dios fue anunciado por los profetas, enviados e imames (a) que le precedieron. Y hay un grupo de creyentes en él que lo esperan, pero al final, lamentablemente siempre han fallado muchos de estos que esperan. Ya han fallado los eruditos judíos en espera de Jesús (a), pues cuando él vino a ellos, lo desmintieron, aunque ellos lo estaban esperando. Y fallaron los eruditos judíos ortodoxos en espera de Muhammad (s), pues los judíos se asentaron en la ciudad de Yazrib para recibir al Mensajero Muhammad (s) cuando se levante. Y cuando se levantó en La Meca y emigró a Yazrib muchos de ellos lo desmintieron y no creyeron en él.[4]

Esta es una tradición trillada. Hoy se repite con el Qaim (a), pues los eruditos shiíes lo esperan, pero hoy le hacen la guerra. Es una paradoja, como la paradoja de las palabras «¡ay!» y «azalá» en la aleya. ¡¿Pues cómo podría ser «¡ay de los que rezan!»? Sí, ¡ay de ellos! Porque rezan a la quibla opuesta. Ellos quieren que el Imam Al-Mahdi (a) vaya a ellos de acuerdo a sus deseos y a las mentiras intelectuales que forjaron. ¡Quieren que el Imam Al-Mahdi (a) vaya a ellos y les pida permiso para enviar a quien tenga que enviar a los hombres, y que les dé su (a) plan de acción para que ellos sean los primeros en hacer sus reservas, como si ellos fueran los imames del libro y no el libro el imam de ellos![5]

{Los que con su azalá están distraídos}: los que están distraídos con el Mundo Temporal jadeando tras él, los que están distraídos del Imam Al-Mahdi (a), pues trabajar entre sus manos (a) es el mejor azalá que puede realizar el creyente.[6] Aquellos son los que esperan el fracaso, aquellos cuya consecuencia es pérdida por dejar de trabajar entre las manos del Imam Al-Mahdi (a) desmintiendo a su sucesor y mensajero.[7]

Este es la época en la que los hombres andan «ebrios y perplejos, no son musulmanes ni son cristianos».[8] Se los ve con turbante vistiendo ropa religiosa shií o sunní. En un momento recibe a «…», aquel que no tiene ningún interés en él o en su país, excepto destruir el islam, y en otro momento dice: «La paz sea contigo, oh, Mensajero de Dios (s). La paz sea contigo, oh, Abu Abdulá Husein (a)». Y en otro momento se los ve invitando a la democracia americana y a las elecciones, para convertirse así en un cristiano de deseo occidental; porque el islam y su constitución, el Corán, rechazan cualquier tipo de elecciones. No conocemos nada del Mensajero, de los Imames (a) o del Corán que tenemos en nuestra manos y hojeamos que no sea la designación de Dios o de los infalibles (a), que es también la de Dios. Es más, todas las religiones divinas coinciden en esto excepto la de quien siga sus deseos.

He aquí los hijos de Israel de la historia de Saúl en la sura Al-Báqara (La vaca). Ellos no se designaron un rey, sino que pidieron a su profeta que pida a Dios que les designe un rey. Dijo el Altísimo: {¿No has visto a los notables de los hijos de Israel después de Moisés, cuando dijeron a un profeta de ellos: «Mándanos un rey para que combatamos en el camino de Dios»?}.[9] Y dijo el Altísimo: {Di: «Oh Dios, Rey del reino, entregas el reino a quien quieres y alejas el reino de quien quieres}.[10] Así que el reino es el reino de Dios, no el reino de los hombres, porque el que designa es Dios.

Lamentablemente, muchos ignorantes idiotas hacen propaganda a esos eruditos inoperantes (los cristianos). Es más, lo correcto es que la gente los llame «eruditos americanos».[11] Dicen que son eruditos callados por sabiduría. Si solo hubieran permanecido callados, pero pasan una era callados y cuando hablan, hablan por incredulidad.

La conclusión a la que han llegado Sistani y los que son como él es que «la constitución la ponen los hombres y los hombres designan al gobernante. Sus asuntos son una cuestión de consulta entre ellos, y según la opinión de ellos, Muhammad y Alí, las bendiciones de Dios sean con ellos, eran unos ignorantes equivocados. La cuestión sobre la cual buscáis una opinión legal está acabada, ¡y según la opinión de Sistani el gobierno es del demonio!».

Definitivamente son simuladores y todas sus obras son simulación. Su llanto por Husein (a) es simulación y su azalá es simulación. Con esto apuntan a dominar el corazón de los hombres y putrefactos cargos religiosos como una jefatura religiosa {los que simulan}.[12]

{E impiden la ayuda}: esos son los eruditos inoperantes, los que fallan en espera por el Imam Al-Mahdi (a), pues no les basta con desmentir al Imam Al-Mahdi (a) y a su mensajero y sucesor, sino que impiden a los hombres luchar junto a él y combatir a los infieles que invadieron los países islámicos. Esos cobardes eruditos traicioneros son como Dios Glorificado los describió en el hadiz de la ascensión[13] del Mensajero (s). No les basta con desamparar al Imam Al-Mahdi (a), sino que impiden a los hombres apoyarlo y ayudarlo.[14] Así que la maldición de Dios sea sobre los injustos, los que impiden la ayuda.

[1] Sagrado Corán – sura «Al-Maaún» (La ayuda), 1-7.

[2] De las palabras de Jesús (a): «¿Trabajáis para el Mundo Temporal cuando sois provistos en él sin trabajar? ¿Y no trabajáis para la Última cuando no sois provistos en ella sin trabajar? Vosotros, eruditos del mal, ¿cobráis el salario y estropeáis el trabajo? El Señor del trabajo está a punto de exigir su trabajo y vosotros estáis a punto de salir de este ancho mundo y entrar a la oscuridad y la estrechez de la tumba. Dios Altísimo os ha prohibido las faltas como os ha ordenado el ayuno y el azalá. ¿Cómo alguien sería gente de saber si se indigna por su provisión y desprecia su rango? Aun sabiendo que ese es un saber y una capacidad de Dios, ¿cómo alguien sería gente de saber si culpa a Dios por lo que le ha predestinado y no se complace con nada de lo que le toca? ¿Cómo alguien sería gente de saber si prefiere su Mundo Temporal en lugar de su Última, si va tras su Mundo Temporal y ama más lo que lo daña que lo que lo beneficia? ¿Cómo alguien sería gente de saber si busca la palabra para comunicarla y no para trabajar con ella?», Munia al-Murid del segundo mártir [shahid Az-Zani], pág. 141.

[3] De Abaya Bin Rabia, de Ibn Abbas que dijo: le preguntaron sobre lo que dijo Dios: {¿No te encontró huérfano y te amparó?} y dijo: «Es que se lo llama “huérfano” porque no tiene semejante sobre la faz de la Tierra, ni entre los primeros ni los últimos. Así que Él (a) dijo, recordándole su favor: “¿No te encontró huérfano?”, es decir, solo, sin nadie como tú…», Bihar al-Anwar, vol. 61, pág. 141. Y Alí Bin Ibrahim Al-Qummi (Dios tenga misericordia) dijo: «Luego dijo: “¿No te encontró huérfano y te amparó?”. Dijo: “El huérfano es el que no tiene a nadie como él. Por eso la perla es llamada “huérfana”, porque no hay nada como ella», Bihar al-Anwar, vol. 61, pág. 142.

[4] De Isaac Bin Ammar que dijo: pregunté a Abu Abdulá (a) sobre lo que dijo Dios Bendito y Altísimo: «{y estaban antes pidiendo la victoria sobre los que habían descreído. Así pues, cuando llegó a ellos lo que conocían descreyeron de ello}». Dijo: «Era un pueblo que hubo entre Muhammad y Jesús (las bendiciones de Dios sean con ambos), que amenazaban a la gente de los ídolos con un profeta y decían: “Surgirá un profeta que romperá vuestros ídolos y actuará en consecuencia de vosotros”. Y cuando surgió el Mensajero de Dios (s) descreyeron de él», Al-Kafi, vol. 8, pág. 310.

[5] Como los describieron las palabras del Comandante de los Creyentes (s) cuando dijo: «… Así pues, el libro y la gente del libro en esa época serán exiliados, proscritos, y serán dos compañeros que seguirán juntos por el mismo camino pero nadie les ofrecerá asilo. Así que en esa época el libro y la gente del libro estarán entre los hombres pero no estarán entre ellos, y estarán con ellos pero no estarán con ellos. Eso es porque el extravío no coincide con la guía, aunque estén juntos. El pueblo se habrá unido en la división y se habrá separado de la nación. Pondrán a cargo de sus asuntos y de su religión a quien obre entre ellos con astucia, abominación, soborno y asesinato, como si ellos fueran los imames del libro y no el libro el imam de ellos. No quedará junto a ellos de la verdad sino su nombre y no conocerán del libro sino su caligrafía y su escritura…», Al-Kafi, vol. 8, pág. 388, hadiz 586.

[6] De Daud Bin Kazir que dijo: «Dije a Abu Abdulá (a): “¿Vosotros sois el azalá en el libro de Dios (a), sois el azaque y sois la peregrinación?”. Y dijo: “Oh, Daud, nosotros somos el azalá en el libro de Dios (a), somos el azaque, somos el ayuno, somos la peregrinación, somos el mes inviolable, somos el país inviolable, somos la Kaaba de Dios, somos la quibla de Dios y somos el rostro de Dios. Dijo el Altísimo: {Así pues, a donde sea que os volváis, pues allí ha de ser el rostro de Dios}. Y nosotros somos las señales, y somos las evidencias…”», Bihar al-Anwar, vol. 24, pág. 303.

[7] El Yamani prometido, el Sayed Ahmed Alhasan (a), señalado con su nombre y sus atributos en el sagrado testamento del Mensajero de Dios (s) y en decenas de otras narraciones de los Imames de la Gente de la Casa (a), que lo mencionaron con su nombre, sus atributos, su saber, su residencia, su bandera y todo lo relacionado hasta que su asunto se volvió más brillante que el Sol a las cuatro del día como ellos lo aclararon (las bendiciones y la paz de Dios sean con ellos).

[8] De un hadiz mencionado del Profeta (s) que dijo: «Llegará una época a los hombres en la que escuchar el nombre de un hombre será mejor que encontrarse con él, y encontrarse con él será mejor que ponerlo a prueba, y si lo pones a prueba te mostrará varias situaciones: la religión de ellos es su dinero, su preocupación es su estómago, su quibla son sus mujeres, se inclinan ante su pan y se prosternan ante su dinero, ebrios, confundidos, no son musulmanes ni cristianos», Bihar al-Anwar, vol. 17, pág. 166.

[9] Sagrado Corán – sura «Al-Báqara» (La vaca), 246.

[10] Sagrado Corán – sura «Al Imrán» (La familia de Imrán), 26.

[11] Porque el Noble Corán dice: {Oh, vosotros que habéis creído: no toméis a los judíos ni a los cristianos como patronos. Algunos de ellos son patronos de otros. Y quien los tome por patronos de vosotros, pues será uno de ellos. Ciertamente, Dios no guía al pueblo de los injustos}. Y aquellos no han seguido a los judíos o a los cristianos, pero han seguido la democracia de América, así que se han vuelto de ellos como lo expresa el Noble Corán.

[12] Como el profeta de Dios, Jesús (a) los sermoneó diciendo: [¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas, aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones; por eso recibiréis mayor condenación].

[13] Del Mensajero de Dios Muhammad (s), de un largo hadiz que es el hadiz de la ascensión: «… dije: “Dios mío, ¿cuándo será eso?” —es decir, el levantamiento del Qaim (a)—, entonces Él (a) me inspiró: “Eso será cuando el saber aumente y la ignorancia se muestre, cuando los lectores sean muchos y los trabajadores pocos, cuando la aniquilación sea mucha, los juristas guiados pocos y los traicioneros juristas extraviados muchos…», Bihar al-Anwar, vol. 51, pág. 70.

[14] Así es como el profeta Jesús describió a los eruditos judíos que obstaculizaban el camino a los hombres con el argumento de que ellos eran los eruditos de la religión y que conocerían al Mesías cuando fuera enviado. Él (a) dijo: «El ejemplo de los eruditos del mal es como el ejemplo de una piedra que cae en la boca de un río: no bebe el agua ni deja que el agua llegue a la siembra», El saber y la sabiduría del libro y la tradición de Muhammad Ar-Rishihri, pág. 446.


Extracto del libro Las alegorías vol. 1 de Ahmed Alhasan (a)