• Categoría de la entrada:El decimotercer discípulo
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Esta es una respuesta del Comité Científico del Imam Ahmed Alhasan y ha sido añadida por el Comité de Traducción al Inglés:

[1 Al tercer día hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, 2 y Jesús y sus discípulos fueron también invitados a la boda. 3 Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo: —Ya no tienen vino. 4 Jesús le contestó: —Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía.], Juan 2.

[25 Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena. 26 Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo. 27 Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre. Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa.], Juan 19.

En ambos pasajes, es incorrecto que Jesús (a) se dirija a su madre María (a) como “mujer”, porque es inapropiado que un hijo se dirija a su madre de esta forma, mucho menos un profeta «dotado de grandeza» como Jesús (a). El hecho de que esta forma de dirigirse sea inapropiada es una cuestión reconocida por cristianos y clérigos de la Iglesia de diferentes grupos, por la cual tratan de interpretar estas palabras con la ideología de la divinidad absoluta que ellos atribuyen a Jesucristo (a) y la cuestión de las hipóstasis. La falsedad de esto fue aclarada por el Imam Ahmed Alhasan (a) y por las justificaciones que no se sostienen frente al rigor científico.

Así que la palabra «mujer» muestra que el que habla no es su hijo, y por eso el Imam Ahmed Alhasan (a) dice: «Las palabras del crucificado a María, la madre de Jesús (a), indican que él no era su hijo. Por otra parte, ¿sería apropiado que un hijo se dirija así a su madre, “¡mujer!”?».

En conclusión, los dos pasajes que insisten atribuirle a Jesús (a), es decir, al hijo de María, son 100% falsos.

Ahora es correcto decir que el segundo texto de Juan 19 proviene de alguien que no es el hijo de María (a), que es parecido a Jesús y que fue crucificado en su lugar. Esta es algo demostrado por el Imam Ahmed Alhasan (a) con pruebas y conectando los pasajes, el razonamiento y la realidad. De esta manera el pasaje es válido, y por eso el Imam dice: «Sí, es correcto que el crucificado la llame de esta manera si él no es Jesús (a)».

Por otra parte, este pasaje es una adición a las pruebas y él dice (a): «para dejar claro que ella no es su madre y que él no es Jesús (a).»

Por lo menos se puede decir que es una posibilidad y que no puede refutarse excepto demostrando que el crucificado sea el mismo Jesús (a), de lo cual no hay pruebas, más bien la prueba ahora establecida es que el parecido existe.

Desde otro aspecto, está el incidente en el que María (a) fue llamada “mujer” en la boda de Caná, y a menos que sea posible atribuir esto a cualquier otro aparte de a Jesús (a), este es 100% falso.

Lo más probable es que este pasaje haya sido arrojado por aquellos que buscaban negar la posibilidad de que el crucificado que se dirigió de esa manera a María (a) no fuera Jesús (a). Es decir, que el pasaje de la boda de Caná podría haber sido agregado al Evangelio después de que el que escribió el Evangelio de Juan en su forma actual se haya encontrado con un dilema por la forma en que el crucificado se dirigió a María (a) llamándola “mujer”.

Por lo tanto, la posibilidad es bastante fuerte de que el escritor recurriera a colocar la misma palabra dicha al principio del envío de Jesús (a); además, agregar esta frase es un intento de conectar los dos incidentes, [Mi hora no ha llegado todavía], lo cual hace que la contradicción aparezca aún más evidente.

Así que lo que María (a) pidió, suponiendo que el vino mencionado en el pasaje no fuera un embriagante, fue sólo mostrar un signo o el milagro de transformar el agua en otra bebida, y la hora no tiene nada que ver con la petición de transformar el agua, excepto como un intento fallido de conectar este incidente con el incidente en el que el crucificado se dirige a María (a) llamándola “mujer”.

Además, Jesús (a) había mostrado otros milagros y había respondido la petición de algunos que pidieron ser curados o revivir a los muertos.

Entonces, ¿Jesús se dirigió a ellos con la frase [Mi hora no ha llegado todavía]? ¿O los reprendió diciendo [«¿por qué me dices esto?»]?

La última frase también es muy inapropiada que venga de un hijo que se dirige a su madre, no es menos áspera que la palabra “mujer”.

De todos modos, el incidente es muy confuso por decir lo menos, ya que algunos de sus pasajes contienen grandes contradicciones que no son válidas, como ha quedado claro con lo anterior.

Y a ustedes, que Dios os ayude, en aras del argumento, es suficiente que aclaréis que el texto no es obligatorio para nosotros, ya que no creemos que las formas actuales del Evangelio y la Torá sean totalmente correctas, especialmente porque hay claras contradicciones con respecto al comportamiento de los profetas y mensajeros (a), e incluso al comportamiento de la gente en general. En consecuencia, la discusión pasa a aclarar la invalidez de que una palabra así venga de un hijo a su madre, y mucho menos de Jesús (a) a María (a), ya que el asunto no es en particular con Jesús (a) o María (a), sino que es una cuestión general totalmente inaceptable. Sí, lo que es moralmente incorrecto que venga de una persona común es incorrecto que venga de un profeta (a).

Así que la discusión puede limitarse a esta pregunta: ¿Es apropiado que un hijo se dirija a su madre llamándola “mujer”?

Si dicen que sí, entonces se han topado con su propia terquedad. Y si dicen que esta es una situación particular, ¿entonces por qué lo sería?

[19 Así pues, Betsabé fue a hablar con el rey Salomón en favor de Adonías. El rey se levantó a recibir a su madre y se inclinó ante ella. Luego volvió a sentarse en su trono y ordenó que trajeran un sillón para su madre; entonces ella se sentó a su derecha, 20 y le dijo: —Quiero pedirte un pequeño favor. Te ruego que no me lo niegues. —Pídeme lo que quieras, madre mía —contestó el rey— que no te lo negaré.], 1 Reyes 2.

Si dicen que la cuestión fue particular de Jesús porque él es una divindad absoluta, entonces la discusión sería aclarar la invalidez de la creencia de ellos.

En cuanto a las afirmaciones restantes, tales como el cumplimiento de las profecías o los textos de Jesús y su madre dirigiéndose así, no son de un valor científico para ser discutidas o revisadas. Así que nada hace que esa forma de dirigirse sea correcta a menos que sea de un hombre hacia una mujer extraña para él, como es en realidad la forma en la que Jesús se dirige a las mujeres extrañas para él en el Evangelio.

Y la alabanza a Dios, Señor de los mundos.

Respondido por el Comité

Dr. Taufiq M. Al-Maghribi

Ramadán 1433.


Extracto del libro El decimotercer discípulo de Ahmed Alhasan (a)