• Categoría de la entrada:El Yamani prometido
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Por las narraciones y de los hechos que vivimos, estamos en la época de la aparición, y solo pueden negarlo aquellos cuyos espíritus perniciosos están convencidos de ser enemigos del Imam Al-Mahdi. Estos no reconocerán la aparición hasta que sus corrompidas cabezas sean cortadas y la Tierra se purifique de ellos y de quienes son como ellos.

La sagrada época de la aparición está rodeada por un diluvio de tribulaciones debido a la proliferación de lo falso, como lo informó el Mensajero de Dios (s). El señaló a las dos cosas de peso (el Corán y la familia) como una protección de la perdición cuando dijo que al aferraros a ambos no os extraviaréis jamás. Él enfatizó la protección contra la perdición por la intensidad de estas tribulaciones, tribulaciones como fragmentos de una noche oscura en la que incluso se confunde el juicioso que divide un cabello en dos. Al Mensajero de Dios (s) ya le habían preguntado sobre el surgimiento de estas tribulaciones, y dijo (s): «… Si las tribulaciones os confunden como fragmentos de una noche oscura, aferraos al Corán, pues es una intercesión, es intercesor, cumplidor, confirmador. Quien lo ponga ante sí es guiado al Paraíso y quien lo ponga tras de sí es conducido al fuego. Es la guía que indica el mejor camino. Es un libro con detalles, explicación y beneficio. Es el criterio sin flaqueza. Tiene exterior e interior. Su exterior es juicio y su interior, ciencia. Su exterior es elegante y su interior, profundo. Tiene estrellas y sobre sus estrellas, estrellas. Sus portentos son incontables y sus maravillas, inescrutables. En él hay lámparas de guía, luminarias de sabiduría y guía al conocimiento para aquel que conozca el atributo aclare su vista y el atributo llegue a su mirada. Salva de la destrucción y libera de apegos, pues la reflexión es vida para el corazón del perspicaz como el iluminado que camina con luz entre tinieblas. Así que de vosotros depende la belleza de la liberación y el acortamiento de la espera», Al-Kafi, vol. 2, pág. 599.

Abu Abdulá (a) dijo: «… El Mensajero de Dios (s) dijo: “El Corán es guía en la perdición, claridad en la ceguera, anulación de los tropiezos, luz en la oscuridad, iluminación en los acontecimientos, defensa contra la destrucción, integridad en las equivocaciones, aclaración en las tribulaciones, comunicación en el Mundo Temporal con la Última. En él está la perfección de vuestra religión y nadie se aparta del Corán sin ir hacia el fuego”», Al-Kafi, vol. 2, pág. 601, Tafsir al-Burhan, vol. 1, pág. 8.

Entre las dos cosas de peso he encontrado narraciones que indican que las naciones anteriores se dividieron en varios grupos y que todos están en el fuego excepto uno, que es el que siga al albacea. La nación de Muhammad (s) se dividirá en setenta y tres grupos, todos están en el fuego excepto uno que está en el Paraíso y es el que sigue al albacea en cada época. En la época de la aparición se encuentran doce banderas semejantes, todas están en el fuego pero hay una que no y es la que siga al albacea, y con ella se completan las setenta y tres.

Por las narraciones la más guiada de las banderas es la bandera del Yamani, es decir, la bandera de la familia de Muhammad (s) que ellos (a) señalaron aclarando que todas las demás son falsas.

Debido a que salen banderas semejantes y sus procedencias son líderes religiosos, investigué las narraciones que mencionan a los eruditos del Fin de los Tiempos. Y encontré que estos eruditos no son mencionados con nada que sea bueno en sus pensamientos, pues las narraciones mencionan que la postura de los eruditos son negativas en la época de la sagrada aparición. y no encontré ninguna narración que señalara alguna postura honorable con el Imam Al-Mahdi (a) de parte de los eruditos. Esto fue algo que me ahorró investigar con precisión la personalidad del Yamani o compañero de la bandera de guía entre las filas de los eruditos.

Luego, después de buscar en las narraciones para conocer su personalidad, aclarar sus características, señales y evidencias que lo identifiquen, lo suficiente para acotar la cuestión en la medida de lo posible. Después de conocer estas características, recién podemos contrastar a los eruditos, me refiero a los dueños de las banderas presentes actualmente. Si concuerda con las palabras de la Gente de la Casa (a), es él, si no, buscaremos a otro hasta ver en quién se cumplen las narraciones de la Gente de la Casa (a). Y sepa, hermano lector, que la Gente de la Casa (a) no mencionó todas estas narraciones en vano, sino que las mencionaron como evidencia de la ceguera y camino a la guía para que sus shiíes y amantes se beneficien de ellas, así como todo puro que acepte las palabras de los Imames purificados (a) y descrea de todo maldito de lengua contra los profetas, los enviados, los imames y los mahdis. Nuestro objetivo al buscar es conocer al compañero de la bandera de la verdad, descrito en las narraciones de la Gente de la Casa (a). En resumen, lo que hemos concluido de esta investigación y sus características más importantes es:

1- Que el Yamani es de la descendencia de Husein

Del Imam Al-Baqir (a): «… Cuidado con los aislamientos de la familia de Muhammad —con ellos sea la paz—, pues la familia de Muhammad y Alí tienen una bandera y los demás varias banderas. Quédate en la tierra y jamás sigas a ningún varón de ellos hasta que veas a un varón de la progenie de Husein con la alianza del Profeta de Dios, su bandera y su arma, pues la alianza del Profeta de Dios quedó en Alí Bin Husein, luego quedó en Muhammad Bin Alí, y Dios hace lo que quiere. Así que aférrate a ellos siempre. Y cuidado con quienes te he mencionado. Y cuando entre ellos salga un varón con trescientos y unas decenas más de varones, con la bandera del Mensajero de Dios —bendígale Dios y a su familia— dirigiéndose a Medina…», Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 223. En la narración hay tres legados, la alianza, la bandera y el arma:

  1. a) En cuanto a la alianza del Mensajero de Dios (s): Es el testamento en el que está el nombre del hijo del Mahdi (Ahmed), que es el hijo del compañero de los testamentos.
  2. b) En cuanto a la bandera del Mensajero de Dios (s): Es la del juramento de lealtad a Dios, es decir, el juramento de lealtad a aquel que Dios designó (el compañero de la alianza), y esto es lo opuesto a la noción de la democracia y las elecciones, que es aceptar la designación de los hombres como la aceptaron en el pasado Omar y Abu Bakr, y los siguió la nación el día de Saqifa, y ellos dijeron que el mandato es por consulta. Recientemente, lo aceptaron todos los shiíes y la nación los siguió.
  3. c) En cuanto al arma del Mensajero de Dios (s): Es el Corán, es decir, su ciencia y conocimiento. El que lleve las armas del Mensajero de Dios debe poder distinguir lo explícito de la alegoría, y el abrogante de lo abrogado. Y por Dios, os pregunto, ¿es razonable que un niño (ignorante) juegue con un arma? Y si lo hiciera, ¡¿cuál sería la consecuencia?! Se lastimaría a sí mismo o lastimaría a otros. Y si la porta quien debe, se protegerá a sí mismo y protegerá a otros del peligro. Asimismo, nadie lleva y conoce lo que hay en el Corán sino la Gente de la Casa de la profecía.

2- Se relata en las narraciones que él es joven, y no dicen que sea anciano.

3- El primero de los creyentes en el Imam Al-Mahdi (a) es de su descendencia, es decir, de su progenie, y es su sucesor después de él. Su nombre es Ahmed y es el primero de los doce mahdis que vienen después del Imam Al-Mahdi (a), como lo establece el testamento del Mensajero de Dios (s).[1]

4 – El primero de los partidarios del Imam Al-Mahdi (a) es de Basora. Su nombre es Ahmed, y en una narración fue llamado Alí Al-Muharib. Alí, por ser el albacea en la época de la aparición como fue Alí Ibn Abi Táleb albacea del Mensajero de Dios (s), así que se lo llamó Alí por la semejanza. Y Muharib, es decir, “combatiente”, por ser el que dirige la batalla ideológica y militar del ejército del Imam (a).

5- El Imam no conoce su paradero si no es el Guardián que recibe su mandato, es decir, su sucesor.

6- El que lleva la espada sobre su hombro ocho meses y combate al Sufiani procede de la Gente de su Casa (es decir, de la descendencia del Imam), y es el mismo Yamani.

7- El Yamani es un argumento estipulado por el juramento de lealtad, infalible y quien le de la espalda es de la gente del fuego. Todas las narraciones que señalan el juramento de lealtad señalan a una sola persona, porque la Gente de la Casa (a) no pide que se jure lealtad a dos personas al mismo tiempo.

8- El Yamani se llama “Ahmed”, como se menciona en la narración del tesoro de Taliqán, donde él es su lema. Y por ser el sucesor del Mahdi, es el compañero de las banderas del este.

9- Algunas características mencionadas en las narraciones sobre el Mahdi, el compañero del asunto o el Resurgente, no se pueden aplicar al Imam Al-Mahdi (a) porque se contradicen con otras narraciones y características del Imam Al-Mahdi (a). Entre estas características están: que es moreno, y el Imam (a) es blanco de mejillas enrojecidas. En su mejilla derecha tiene una marca y el Imam (a) en su mejilla derecha tiene un lunar. Su cabello es áspero (es decir, tiene caspa), de cejas protuberantes y el Imam (a) es de cejas separadas. De ojos profundos, y el Imam (a) tiene ojos con kohl. Es de muslos delgados, y en una narración, delgado de piernas (es decir, delgadas) y el Imam (a) es de muslos anchos. Su cuerpo es de israelí y los hijos de Israel se caracterizan por ser de estatura alta.

10- El Yamani convoca para vuestro compañero, es decir, convoca para el Imam Al-Mahdi (a) directamente, sin rodeos como la convocatoria en nombre de algún referentes, partido o cualquier otra entidad política. Es decir, él es quien debe aclarar a los hombres que él es el Yamani prometido que probará a los hombres en el tiempo de la aparición y presentará las evidencias de ello a través de las narraciones de la Gente de la Casa para que los hombres se enteren de ello y estén a salvo, y el que le de la espalda sea de la gente del fuego. No es como algunos creen, que el Yamani permanecerá callado. Y yo digo, ¿acaso os complacería entrar al Infierno callados también? Solo dicen esto como justificación por temor a que los hombres los abandonen cuando escuchen la voz de la verdad y se les aclare la cuestión del compañero de la única bandera de guía. Definitivamente, solo los abandonarán quienes teman por su religión. En cuanto a los idólatras, ellos quedaran aferrados a sus ídolos. {Dijeron: «No dejaremos de dedicarnos a él hasta que regrese a nosotros Moisés»}, Sagrado Corán – sura «Ta Ha» (Ta Ha), 91. Y Moisés regresará, si Dios quiere, cortando sus cabezas, que Dios tenga misericordia de Moisés.

11- Se ha narrado de los infalibles (a) que si alguien afirma ser un convocador preguntadle sobre las cosas importantes, y las cosas importantes son los libros celestiales. Dado que nuestro libro es el Corán, este convocador debe aclararnos lo explícito de la alegoría y debe saber acerca de los secretos del Corán, las palabras de Dios es lo de mayor peso.

12- Abu Abdulá (a) dijo: «“Corresponde que quien sea convocado a este asunto en secreto presente una prueba en público”. Dije: “¿Y cuál es esta prueba que presenta en público?”. Dijo: “Hace lícito lo que es lícito para Dios e ilícito lo que es ilícito para Dios, y tiene en su exterior lo que confirma en su interior”», Al-Gaiba de Numani, pág. 114.

Yo digo: ¿cómo podrían hacer lícito lo que es lícito para Dios cuando unos a otros se acusan de incredulidad? Cada uno hace lícito lo que quiere, y otros hacen ilícito lo que hizo lícito el primero y todo esto sin ninguna evidencia del Corán ni de la tradición. Y me refiero específicamente a las “innovaciones”, por su falta de conocimiento detallado de la evidencia legítima. Y todos ellos emiten fetuas según lo que ven. Es decir, hacen lícito lo que es lícito para ellos y que puede no ser lícito para Dios, y hacen ilícito lo que es ilícito para ellos y que puede no ser ilícito para Dios, aun con las abundantes narraciones de la Gente de la Casa que desaconsejan legislar según la opinión. Luego, ¿acaso todos —y me refiero a los compañeros de las banderas presentes de hoy— tienen un exterior que confirme su interior? No. Si reflexionas sobre las decisiones que emiten los líderes religiosos de hoy, verás que se contradicen, no tienen una profundidad firma por su falta de infalibilidad.

Por tanto, la cuestión está zanjada y no admite discusión, a menos que rechacéis las narraciones de la Gente de la Casa (a) y las neguéis siendo de los que no creen en ellas.

De Abu Abdulá (a): «… Oponerse a nosotros es como oponerse a Dios y estar al límite de la incredulidad en Dios», Al-Kafi, vol. 1, pág. 67.

En cuanto a la persona del Yamani o sucesor del Imam Al-Mahdi, es el compañero de la única bandera de la verdad y es de la descendencia del Imam Al-Mahdi (a). Así que si alguien de genealogía hachemí reconocida de la descendencia del Imam Hasan (a) del Imam Husein (a) reclama este mandato, es un mentiroso. O si cualquier otra persona del público en general o de cualquier clan de genealogía reconocida reclama este mandato también es un mentiroso. Porque la descendencia del Imam Al-Mahdi (a) es de genealogía desconocida, así que reclamante debe ser de genealogía completamente interrumpida. Solo entonces es posible que sea de la descendencia del Imam Al-Mahdi (a), mientras no tenga ningún eslabón genealógico que refute esta posibilidad.

Desde aquí, si contrastamos a quienes hay hoy en escena con los puntos anteriores:

1- Se caen de esta posibilidad las banderas que no son hachemíes y las banderas hasaníes porque el Yamani es de la descendencia de Husein, es decir que el mandato recae en la progenie de Husein.

De Abu Yafar Muhammad Bin Alí —con él sea la paz— que fue consultado sobre el alivio: «“¿Cuándo será?”. Dijo: “Dios Poderoso y Majestuoso dice: {Así pues, apártate de ellos y espera. Ellos son de los que esperan}”. Luego dijo: “Se alzará para la familia de Yafar Bin Abu Táleb una bandera de perdición. Luego, la familia de Abbás alzará una bandera aún más extraviada y más perversa que aquella. Luego se alzará para la familia de Hasan Bin Alí (a) varias banderas que no están en nada. Y luego se alzará una bandera para la progenie de Husein (a), en ella está el mandato”», Sharh al-Ajbar – Al-Qadi An-Nuumán Al-Magribí, vol. 3, pág. 356.

2- Por ser joven, se caen los ancianos y el mandato queda entre los jóvenes.

3- Debido a que es de la descendencia del Imam Al-Mahdi (a), corresponde que este joven sea de genealogía interrumpida (desconocida), y aquí se caen todos excepto el Sayed Ahmed Alhasan, dado que todos los que hay son de genealogía reconocida hasta Adán (a) no tienen escape de esta cuestión y la mayoría de ellos son de familias religiosas reconocidas. En cuanto al Sayed Ahmed Alhasan, después de que una delegación de hermanos creyentes, entre ellos varones de religión (de turbante), fueron a lo de un anciano de su clan y le preguntaron hasta dónde se remonta su genealogía, dijo: “Nuestra genealogía está interrumpida en la cuarta generación y no sabemos hasta dónde se remonta”. Luego un grupo fue a lo de un genealogista del clan con el que son aliados desde hace mucho, y le preguntaron al anciano: “¿Hasta quién se remonta la genealogía de esta gente que está con vosotros?”. Y dijo: “Ellos están aliados con nosotros desde el tiempo de nuestros padres y abuelos, pero no son de nuestro clan y no sabemos hasta quién se remonta su genealogía, y hemos visto de ellos sino el bien”. Quien quiera cerciorarse, ellos aun están con vida y en la Tierra, no han ido aun a la Luna. Así que id a ellos y preguntadles, buscad en los documentos de la genealogía si queréis. Preguntad sobre todo lo que concierne a vuestro Imam, o {Dijo: «Quedaos expulsados en él y no me habléis»}, Sagrado Corán – sura «Al-Muuminin» (Los creyentes), 108.

4- En cuanto a las otras características y cuestiones, digo:

El Sayed Ahmed Alhasan: Su nombre es Ahmed, de genealogía interrumpida, moreno, en su mejilla derecha hay una marca, su cabello es áspero (es decir, con caspa), de cejas prominentes, de ojos profundos, de muslos delgados y en una narración es de piernas delgadas (es decir, esbelto), de estatura alta… así que las características que describen al Resurgente y que no están presentes en el Imam Al-Mahdi, sí se encuentran en la persona del Sayed Ahmed Alhasan, y a él se refieren. ¿Acaso es posible que todas estas características coincidan en una persona que hace un falso reclamo y todas sean por casualidad?… {Así pues, ¿tiene quién guía a la verdad más derecho a ser seguido, o quien no guía si no es guiado? Entonces, ¿qué tenéis? ¿Cómo juzgáis?}, Sagrado Corán – sura «Yunus» (Jonás), 35.

5- Se aplica a él lo que ellos (a) dijeron: «Él convoca para vuestro compañero». Así que, a pesar de estar seguro de que los eruditos lo desmentirían, fue a ellos y les informó que él es un enviado del Imam Al-Mahdi (a), y les presentó varias evidencias. Entre ellas, que está dispuesto a debatir con ellos con el Corán y dijo «que estén todos los eruditos y sus estudiantes de un lado, y yo del otro», o «que me hagan una sola pregunta del Corán y si la responden ganarán». Luego los invitó a la imprecación, después de no haber aceptado al debate. Y los invitó al juramento de inocencia. Y los invitó al juramento por Abu Fadl Abbás (a). Los invitó a que pidieran un milagro, de los milagros de los profetas, para que al desmentirlo a él sea desmentir a los profetas, etc. etc. Después de presentarles el argumento completo y al no tener respuesta a ello, se dirigió al público en general y empezó a convocar a los hombres como lo hacía el Mensajero de Dios (s), de la mejor manera. Alegó ante ellos que su nombre está mencionado en las narraciones de la Gente de la Casa (a) como alegó el Mensajero de Dios (s) con la gente del libro, de que su nombre está escrito en sus libros. Luego, el Sayed explicó a los hombres lo ocurrido entre él y los eruditos. Con esto, se anunció, para que el argumento de Dios sea considero ante los hombres al no seguir la bandera de la verdad, sobre la que se dijo “convoca a vuestro compañero”. En cuanto a los demás, se creen a sí mismos dueños de la verdad, pero no pueden declararlo mintiendo, pues su asunto se descubriría rápidamente. Por eso, se conforman con el silencio, o con aludir a sus personas sin declararlo. La gentuza embrutecida se encarga de declararlo por parte de ellos.

6- Luego, después de haber desafiado a los eruditos a que le preguntaran sobre las cosas importantes y de que ellos no lo hicieran, temerosos de que su asunto se aclarara, publicó una interpretación resumida de la sura Al-Fátiha y desafió a los eruditos a responderle científicamente, no con una negación arbitraria. Luego, después de aquello, publicó cuatro volúmenes respondiendo a preguntas que le presentaron sobre el Corán, siendo sus respuestas esclarecedoras de lo alegórico y aclaratorias, algo propio de los infalibles (a). Y desafió a los eruditos a objetarlo, y ninguno de los eruditos respondió a sus libros, ni siquiera a una sola pregunta.

7- En cuanto a lo que dijo el Imam Abu Abdulá (a): «“Corresponde que quien sea convocado a este asunto en secreto presente una prueba en público”. Dije: “¿Y cuál es esta prueba que presenta en público?”. Dijo: “Hace lícito lo que es lícito para Dios e ilícito lo que es ilícito para Dios, y tiene en su exterior lo que confirma en su interior”», el Sayed Ahmed Alhasan, al comienzo de su convocatoria y antes de anunciarse como enviado del Imam Al-Mahdi (a) exigió a los jefes de la opresión en el centro religioso una reforma financiera que en ese momento y ahora sigue ausente. Cabe notar, que él no ha recibido ningún estipendio de ningún referente durante los años que estuvo en el centro religioso de Nayaf. Además, todo el que le conoció da fe de su integridad, devoción y piedad. Pero hoy abundan sobre él la mentira y la calumnia, atribuyéndole todo tipo de acusaciones y demás, algo propio de los omeyas y los abasíes. Y no hay poder ni fuerza sino en Dios, el Elevado, el Grandioso.

Lo que ellos inventan sobre él son completamente absurdas, como decir “que hizo ilícito el matrimonio” o que “casó a su hija con el Imam”, y otras patrañas que solo pueden concebir los ingenuos, subestimando el nivel intelectual de las personas y considerándolos asnos. Esto basta como prueba de su incapacidad para encontrar alguna falla en su persona, dicho o hecho opuesto a lo que trajo la familia de Muhammad (a). Por lo cual recurrieron a inventar cosas sobre él, pues si hubieran encontrado alguna falla, no habrían guardado silencio ni recurrido a la mentira.

Desde el primer día de su convocatoria hasta hoy, el Sayed Ahmed Alhasan ha emitido varias declaraciones a lo largo de los años de la convocatoria según los acontecimientos, y sus declaraciones han sido certeras y llenas de sabiduría, siendo su exterior lo que expresa el interior del hombre. Dijo el Altísimo: {¿Es, pues, que no reflexionan en el Corán? Si procediera de otro en vez de Dios encontraríais en él contradicciones en abundancia}, Sagrado Corán – sura «An-Nisá» (Las mujeres), 82.

Y esto es lo opuesto a lo que hacen los dueños de las otras banderas, pues cada vez que emiten una declaración, la contradicen con otra. Incluso han contradicho lo que trae el Corán y lo que trajeron los profetas y enviados, de los primeros y los últimos, que es la soberanía de Dios, no la soberanía de los hombres. Y nadie se opuso a ellos en esto, excepto el Sayed Ahmed Alhasan.

Entre los hombres de religión hay quien ha ratificado la soberanía de los hombres y sus elecciones cuando el ocupante se ha ido. Luego comenzó con contradicciones como un torrente devastador. Primero dijo que la evidencia legal, histórica y ética se opone a las elecciones, después de un tiempo emitió una declaración: que “es obligatorio legal, ética e históricamente, y por cortesía, votar”. Incluso lo impuso a quien no lo reconocen a él, ni a la doctrina, ni a la religión. Por Dios, que fue como una tragicomedia, pues si hubiera impuesto a los vendedores de alcohol que se lo beban, o a… habría sido más esperanzador que le obedecieran, que imponer eso a otras religiones y doctrinas.

En cuanto al Sayed Ahmed Alhasan, él ya ha aclarado la esencia de la cuestión, y dijo que el gobierno es de Dios y el sucesor, designado por Dios, y esto fue lo que objetaron antes los ángeles. Al haber aceptado las elecciones habéis reconocido la designación de Abu Bakr y sus compañeros, porque el Imam Alí (a) no fue elegido por los hombres, sino que solo obtuvo cuatro votos. ¿Acaso veis correcta la elección de los hombres?… Él tiene sobre este tema, el libro “La soberanía de Dios, no la soberanía de los hombres”. Desafió a los eruditos a responder con cualquier objeción a este libro, que se opone a todo aquel que haya emitido fetuas a favor de las elecciones. ¿Por qué no defendieron sus fetuas con las que impusieron lo ilícito? Digo “impusieron”, no es que solo las hayan permitido, pues algunos de ellos lo han considerado superior al ayuno y al azalá… ay… Luego, que Dios maldiga a la nación que ha ensillado las bridas y velado para combatir contra ti, oh, Sayed mío… Oh, Dios, maldice al primer injusto que haya cometido injusticia contra el derecho de Muhammad y la familia de Muhammad y al último que siga sus pasos… Oh, Dios, maldice a la partida que luchó contra Husein y sus seguidores, sus partidarios y adherentes por su asesinato… Oh, Dios, maldícelos a todos.

[1] Bihar al-Anwar, vol. 53, pág. 148 y vol. 36, pág. 260 | Al-Gaiba de At-Tusi, pág. 150 | Gayat Al-Maram, vol. 2, pág. 241 | Mojtasar Basair ad-Darayat de Al-Hilli, pág. 39 | Makatib Ar-Rasul de Al-Miyanyi, vol. 2, págs. 9 – 96 | An-Naym az-Zaqib de Mirza An-Nuri.


Extracto del libro El Yamani prometido, el Argumento de Dios de Haidar Az-Ziadi (a)