• Categoría de la entrada:El Yamani prometido
  • Tiempo de lectura:25 minutos de lectura

Se señala en las narraciones que la Gente de la Casa (a) confirma la recomendación de leer el hadiz del manto del Yamani, y menciona numerosas virtudes que no se pueden contar ni enumerar. A pesar de la enorme cantidad de súplicas mencionadas por ellos (a), el hadiz del manto del Yamani en el aspecto externo del asunto es una mera narración como las demás narraciones que mencionan la verdad de la familia de Muhammad (a) y sus virtudes. Entonces, ¿cuál es el secreto en destacar este hadiz? ¿Cuál es la relación del hadiz con el Yamani de la familia de Muhammad (a) en el Fin de los Tiempos?

El manto del Yamani es el aspecto visible del secreto de la existencia, que eran Muhammad (s) y la Gente de su Casa (a) presentes en ese momento. Además de tener la inspiración de Dios que transmitía los mensajes del cielo, Él estaba con ellos bajo el manto. Por lo tanto, el manto del Yamani es lo visible de este asunto interno, es integral y amplio. Dijo el Altísimo: {Él es el que ha enviado a su mensajero con la guía y la religión de la verdad para que prevalezca sobre la religión toda. Y ha sido suficiente con Dios como testigo}, Sagrado Corán – sura «Al-Fath» (La victoria), 28. Solo ha de prevalecer sobre toda la religión en el tiempo del Qaim (a). El asunto del Qaim se manifiesta, primero en el Yamani que es el primer creyente, su ministro, su sucesor, su califa, el primero de sus ansar y el padre de los mahdis después de él. Por lo tanto, el Yamani es el primer asunto del Imam y el último (es decir, después del Imam Al-Mahdi a.), … Por lo tanto, él es el manto del Yamani, en cuyo interior reside el secreto divino. Y no es extraño esto después de saber que la Gente de la Casa son la Kaaba y la quibla, ellos son los nombres más hermosos y los más amados por Dios. ¿No sería el secreto de esta confirmación el respaldo de Dios y su mensajero, por quienes se manifiesta el mandato de Dios?

De Abu Abdulá (a): «Nosotros somos la Kaaba de Dios, y somos la quibla de Dios». Munaqib Al Abi Táleb – de Ibn Shahr Ashub, vol. 2, pág. 297.

El jeque Abu Yafar At-Tusi (Dios tenga misericordia de él), con su cadena de narración hasta Fadl Bin Shadán, de Dawud Bin Kazir, que dijo: «Le dije a Abu Abdulá —con él sea la paz: “¿Vosotros sois el azalá en el libro de Dios Poderoso y Excelso, sois el azaque y sois la peregrinación?”. Dijo: “Oh, Dawud, nosotros somos el azalá en el libro de Dios Poderoso y Excelso, somos el azaque, somos el ayuno, somos la peregrinación, somos el mes sagrado, somos el país sagrado, somos la Kaaba de Dios, somos la quibla de Dios y somos el rostro de Dios. Dijo Dios Altísimo: {Así pues, a donde sea que os volváis, pues allí ha de ser el rostro de Dios}. Y somos los signos, somos las evidencias, … Y Él nos nombró en su libro y aludió a nuestros nombres con los nombres más virtuosos y más amados para Él. Y a nuestros opositores y enemigos los nombró en su libro y aludió a sus nombres y planteó ejemplos de ellos en su libro, en los nombres más despreciados para Él y para los siervos Suyos que tienen certeza”», Bihar al-Anwar de Alaama Al-Maylisi, vol. 24, pág. 303.

 Alí Bin Ibrahim, de su padre, de Ibn Abi Umair, de Ibn Udaina, de Fudail, de Abu Yafar (a), que dijo: «Estaba mirando a los hombres que circunvalaban alrededor de la Kaaba y dijo: “De esa manera la circunvalaban en la época de la ignorancia. Solo se les ha mandado circunvalarla y luego volver a nosotros para informarnos de su lealtad, de su amor y para mostrarnos su disposición a auxiliarnos”. Luego recitó esta aleya: {Así pues, haz que las conciencias de los hombres se inclinen hacia ellos}», Al-Kafi, vol. 1, pág. 392.

La Kaaba, o Casa de Dios en la creación, representa al califa de Dios en la Tierra y a cada uno en su época, dado que él es la quibla de los hombres y a quien se dirigen. Quien desvía su rostro de él es como quien desvía su rostro de la Kaaba y toma otra quibla, es decir, como un infiel. Al-Baqir (a), al mencionar al Yamani (a), dijo: «El musulmán no tiene permitido darle la espalda —o sea, desviar su rostro de él— pues, quien haga eso es de la gente del Fuego». Aunque el que el que le dé la espalda tuviera una alianza y un pacto con Dios o, aunque estuviera dentro de la fortaleza (la fortaleza de la lealtad),[1] seguirá siendo de los compañeros del Fuego.

El ejemplo del Yamani (a) es como el ejemplo de la piedra del Yamani en la Sagrada Kaaba. De hecho, él y la Kaaba son el Imam Al-Mahdi (a) entre los hombres. Pues el Yamani es el que toma la alianza y el juramento de lealtad al califa de Dios en la Tierra (y ya hemos pasado por la narración del guardián que confiere el mandato del juramento de lealtad).

De Bakir Ibn Aayun, que dijo: «Pregunté a Abu Abdulá (a) por qué razón Dios colocó la piedra en la esquina[2] en la que está, y por qué no la colocó en otra. Él dijo: “Dios Altísimo colocó la piedra negra, que es una joya que extrajo del Paraíso para Adán. La colocó en esa esquina debido al pacto. Fue así porque cuando tomó tu Señor de los hijos de Adán, de sus lomos, a la descendencia de ellos, fue cuando Dios hizo con ellos el pacto en ese lugar. En ese lugar ellos la vieron. Desde ese lugar desciende el ave al Qaim —con él sea la paz— y el primero en jurarle lealtad es esa ave, que, por Dios, es Gabriel —con él sea la paz. En ese lugar el Qaim apoya su espalda. Ella es el argumento y la evidencia del Qaim, es la testigo de quien sea leal a ese lugar y la testigo de quien cumpla con él el pacto y la alianza que Dios hizo con sus siervos”», Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 299.

De Abu Al-Mufaddal —que Dios se complazca con él— Muhammad Bin Abdulá Bin Al-Muttalib Ash-Shibani con su cadena de narradores hasta Abi Saíd Al-Judri, que dijo: «Omar hijo de Jattáb hizo la peregrinación menor y al inaugurar la circunvalación se aproximó a la piedra negra, la tocó, luego la besó y dijo: “Te beso y sé muy bien que eres una piedra que no daña ni beneficia, pero el Mensajero de Dios —bendígalo Dios y a su familia— lo hacía contigo con devoción. Y si no fuera porque yo le he visto besándote, no te besaría». Dijo: «Y entre los peregrinos estaba Alí hijo de Abu Táleb —con él sea la paz— que dijo: “¡Claro que sí! ¡Por Dios, que sí daña y beneficia!”. Él dijo: “¿Por qué dices eso, padre de Hasan?”. Dijo: “Por el libro de Dios Altísimo”. Él dijo: “Atestiguo que tú tienes ciencia del libro de Dios Altísimo. ¿En qué parte del libro de Dios está eso?”. Dijo: “Dado que Dios Poderoso y Excelso hizo descender {Y cuando tomó tu Señor de los hijos de Adán, de sus lomos, a la descendencia de ellos, e hizo que atestiguaran sobre sus almas: «¿Acaso no soy Yo vuestro Señor?» Dijeron: «¡Claro que sí!»} nosotros atestiguamos. Y te informo que cuando Dios Altísimo creó a Adán —con él sea la paz— tocó su lomó y extrajo su descendencia de su espina dorsal en forma de partículas. Y les infundió el intelecto y les confirmó que Él es el Señor y ellos los siervos. Entonces ellos le reconocieron el señorío y atestiguaron sobre sus almas su servidumbre. Dios Poderoso y Excelso sabe por esto que ellos estaban en diferentes posiciones. Escribió los nombres de sus siervos en un pergamino. Ese día, esta piedra tenía dos ojos, una lengua y dos labios. Y Él le dijo: ‘¡Abre tu boca!’”. Dijo: “Entonces abrió su boca y Él la alimentó con ese pergamino. Luego le dijo: ‘Da testimonio de quien se haya presentado con el cumplimiento el Día de la Resurrección.[3] Cuando Adán (a) bajó, bajó la piedra con él y fue colocada en esta esquina… Es una de las piedras del Paraíso. Cuando descendió tenía un color parecido al de la perla, por su blancura, limpidez de zafiro y su claridad. Y la ennegrecieron las manos de los infieles y los politeístas que la tocaban”». Dijo: «Entonces Omar dijo: “No viviría en una nación en la que tú no estés, oh, padre de Hasan —con él sea la paz”.», Mujtasar Basair ad-Darayat de Hasan Bin Suleimán Al-Hilli, pág. 226.

¿No os habéis preguntado qué era esta piedra que tenía dos ojos, una lengua y dos labios? ¿Acaso es una piedra como las demás piedras? ¿O será un símbolo de una persona más grande y algo más grande de lo que imagináis, de una persona que da testimonio de quienes tienen la alianza con Dios desde el principio de la creación hasta el final? {Es que nosotros damos la vida a los muertos, y escribimos lo que han adelantado y sus efectos. A cada cosa la hemos enumerado en un imam claro}, Sagrado Corán – sura «Ya Sin» (Ya Sin), 12.

Después de haber explicado que el Yamani es el portador de la alianza y el pacto debemos pasar a la narración que habla sobre la aparición de quien le habló a Moisés y revisar las aleyas coránicas relacionadas con el monte Sinaí y lo que indican. Son las siguientes:

Del sermón del Comandante de los Creyentes (a) en el que menciona las señales de la aparición: «… la bandera de Amalec ha vencido en Kordán, los árabes conquistaron el país de los armenios y de los esclavenos, y Heraclio en Constantinopla complació a los patricios de Sinán. Así que se espera la aparición de quien le habló a Moisés desde el árbol en el monte. Ha de ser una aparición manifiesta, revelada, percibida y descrita…», Muuyam Ahadiz al-Imam Al-Mahdi (a) – del jeque Alí Al-Kurani Al-Aalami, vol. 3, pág. 27.

Al-Hafid Rayab Al-Bursi en su libro Mashariq Anwar al-Yaqin comenta sobre quien habló a Moisés desde el árbol, cuyo texto es el siguiente:

«Con respecto a que dijo: “Cuando su Señor se manifestó a la montaña la dejó aplanada. Una manifestación solo puede ser a partir de algo que tenga forma y cuerpo. El Señor adorado no tiene cuerpo, así que se refiere a la manifestación de la luz de su Señor. La primera luz es la luz de Muhammad y Alí manifiesta desde todas las direcciones y Dios, el Único, es la verdad manifiesta desde todas las direcciones. Con la luz de Sus atributos en las cosas Él se manifiesta, y con la excelsitud de su esencia se manifiesta desde todas las direcciones. Y esto está indicado cuando dice: ‘Yo soy el que habló a Moisés desde el árbol: oh Moisés, yo soy esa luz’”», Mashariq Anwar al-Yaqin – Al-Hafid Rayab Al-Bursi, pág. 304.

Si hubiera sido Dios Excelso y Elevado el que hablara a Moisés, ¿cómo podría haber sido percibido, descrito, manifiesto y revelado?

De Abu Yafar —con él sea la paz—, que dijo: «Cuando Dios habló en confidencia a Moisés, éste le dijo: “… cuando Moisés dijo: ‘Tú eres el padre de los sabios’”», Tafsir Al-Ayyashi, vol. 2, pág. 29.

¿Acaso Dios Poderoso y Excelso, sería el padre de alguien que fuera “padre de los sabios”? ¿Y quiénes serían esos sabios? ¿Quién sería su padre? ¿Y quién fue el que habló a Moisés desde el árbol en el monte? ¿Quién fue el percibido y descrito, si lo que se percibe y se describe solo puede ser un objeto material y palpable?

Aquí debemos revisar las aleyas coránicas que mencionan el monte y en particular, el monte de la derecha y cuál es su relación con la alianza y el pacto, dado que la expresión “de la derecha” es una referencia al Yamani, al juramento de lealtad y al pacto del que él es depositario en los cielos antes de estar en la Tierra:

{Y cuando establecimos el pacto con vosotros y elevamos sobre vosotros el monte. Tomad lo que os hemos entregado con fuerza y recordad lo que hay en él. Quizás así habréis de guardaros}, Sagrado Corán – sura «Al-Báqara» (La vaca), 63. {Y cuando hicimos un pacto con vosotros y elevamos sobre vosotros el monte: «Tomad lo que os hemos dado con fuerza y escuchad». Dijeron: «Hemos escuchado y hemos desobedecido». Y se les hizo beber en sus corazones el becerro por su incredulidad. Di: «Qué malo lo que os ordena vuestra fe si habéis de ser creyentes»}, Sagrado Corán – sura «Al-Báqara» (La vaca), 93. {Y elevamos sobre ellos el monte como pacto con ellos y dijímosles «Entrad por la puerta prosternados» y dijímosles «No violéis el sábado» e hicimos con ellos un pacto solemne}, Sagrado Corán – sura «An-Nisá» (Las mujeres), 154. {Y lo invitamos desde la ladera derecha del monte y lo acercamos en confidencia}, Sagrado Corán – sura «Mariam» (María), 52. {Oh, hijos de Israel, ya os hemos salvado de vuestros enemigos y hemos hecho una promesa a vosotros en la ladera derecha del monte. Y hemos hecho descender sobre vosotros el maná y las codornices}, Sagrado Corán – sura «Ta Ha» (Ta Ha), 80. {Así pues, cuando había cumplido Moisés el plazo e iba con su gente percibió en la ladera del monte un fuego. Dijo a su gente: «Permaneced. He percibido un fuego. Quizás os traiga de allí alguna noticia o algún tizón del fuego. Quizás os calentéis * Así pues, cuando llegó allí, fue llamado desde la orilla derecha del valle, en el lugar bendito, desde el árbol: «Oh, Moisés, Yo soy Dios, Señor de los mundos»}, Sagrado Corán – sura «Al-Qasas» (El relato), 29-30. {Y no estabas en la ladera del monte cuando llamamos, pero es una misericordia de tu Señor para que adviertas a un pueblo al que no le había llegado ningún advertidor antes de ti. Quizás recuerden}, Sagrado Corán – sura «al-Qasas» (El relato), 46. {Y un árbol que sale del monte Sinaí produce un aceite y un condimento para los comensales}, Sagrado Corán – sura «Al-Muuminun» (Los creyentes), 20. {Por el monte * y un libro trazado * en un pergamino desplegado}, Sagrado Corán – sura «At-Tur» (El monte), 1-3.

La súplica de la luz

«En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo. En nombre de Dios, la luz. En nombre de Dios, luz de luz. En nombre de Dios, luz sobre luz. En nombre de Dios, el que administra los asuntos. En nombre de Dios, el que creó la luz de la luz. La alabanza a Dios, el que ha creado la luz de la luz, y ha hecho descender la luz sobre el monte en un libro trazado en un pergamino desplegado, …», Mafatih al-Yinan, pág. 159.

La luz sin oscuridad es Dios Glorificado y Altísimo. Él es el que creó la luz de la luz. Así el Glorificado envió sus argumentos a la creación como califas Suyos, unos descendientes de otros. Los imames y los mahdis, argumentos sobre la creación, son luz de luz. El monte es el monte Sinaí o el valle de la paz (en Nayaf). El libro trazado es el testamento del Mensajero de Dios en donde él indica los argumentos después de él. La duodécima luz de los imames y la primera luz de los mahdis presentan esto como prueba en el tiempo de la santa sagrada aparición y de la primera aparición del Estado de Justicia Divina en la noble Nayaf (Kufa), capital del mundo.

Algunas narraciones mencionan que el monte Sinaí y el valle sagrado de Tuwa son hoy el mausoleo del Comandante de los Creyentes (la noble Nayaf).

De Abi Yafar —con él sea la paz—, que dijo: «En su testamento, el Comandante de los Creyentes —con él sea la paz— dijo: “Exhumadme. Y cuando vuestros pies se dirijan y sientan un viento de frente enterradme, ahí será el primer monte Sinaí”», Bihar al-Anwar – de Alaama Al-Maylisi, vol. 31, pág. 219.

De Abi Abdulá —con él sea la paz—, que dijo: «Al-Gari es una porción de la montaña sobre la que Dios habló a Moisés de forma directa», Bihar al-Anwar – Alaama Al-Maylisi, vol. 31, pág. 219.

 

Abu Abdulá —con él sea la paz— dijo: «Oh, Mufáddal, los lugares de la Tierra rivalizaban en méritos entre ellos. La Kaaba se enorgullecía de ser la casa sagrada por encima del lugar de Kerbala. Entonces Dios le inspiró a la Kaaba, la casa sagrada, que mantuviera silencio y no se vanagloriara por sobre Kerbala: “Pues ella es el lugar bendito desde el que Moisés fue llamado desde el árbol. Es la colina en la que buscaron refugio María y el Mesías. Es el parral en el que lavó su cabeza Husein —con él sea la paz. En ella María lavó a Jesús —con él sea la paz— y se lavó después del parto. Es el mejor sitio del cual ascendió el Mensajero de Dios —bendígale Dios y a su familia— en el momento de su ausencia. Allí está lo mejor para nuestros shiíes hasta la aparición de nuestro Qaim —con él sea la paz”», Bihar al-Anwar – Al-Aalama Al-Maylisi, vol. 53, pág. 11.

 

Del Imam As-Sadiq (a), que dijo: «El Qaim baja del desfiladero de Di Tuwa entre el número de la gente de Badr, trescientos trece varones, hasta apoyar su espalda en la piedra y agitar la bandera vencedora», Munadirat fil Aqaid, vol. 1 – Jeque Abdulá Al-Hasan, pág. 471.

El Imam Al-Qaim (a) baja del desfiladero de Di Tuwa y se apoya en la piedra como está en el hadiz. Comprende esto, que Dios te recompense por ser de su gente y no te sorprenda. Talvez el mausoleo del Comandante de los Creyentes, el Yamani del Mensajero de Dios (s), sea la piedra del Yamani sobre la cual apoya su espalda (siendo la piedra la dueña de la alianza y el pacto) y Dios sabe más. Talvez haya cuestiones que se aclaren en su momento de manera clara y evidente para nosotros. Todo ello es una preservación de Dios por el aspecto y la excelencia de las convocatorias divinas.

En el manuscrito de Ibn Hamad, de Muhammad hijo de Alí (es decir, el Imam Al-Baqir —con él sea la paz), dice: «Habrá un refugiado en La Meca a quien se enviarán setenta mil liderados por un varón de Qais. Cuando alcancen el desfiladero[4] entrará hasta el último, pero no saldrá ni el primero. Gabriel clamará: “Oh, desierto, oh, desierto —que lo escuche tanto el oriente como el occidente—, ¡llévatelos! Pues no hay nada bueno en ellos”. Nadie presenciará su destrucción excepto un pastor de la montaña[5] que los verá hundirse e informará sobre ellos. Cuando el refugiado escuche de ellos, saldrá», Asar ad-Duhur – Jeque Alí Al-Kurani, pág. 134.

Para aportar más, mencionaremos la respuesta del Sayed Ahmed Alhasan a la siguiente pregunta:

Pregunta: ¿Hay algún motivo del nacimiento de Alí (a) dentro de la Kaaba?

Respuesta: La Kaaba o Casa Sagrada de Dios no es sino una manifestación y una aparición de la Casa Frecuentada ubicada en el cielo para que la circunvalen los ángeles y pidan perdón por haber discutido con Dios Glorificado y Altísimo sobre la cuestión de Su califa, Adán (a), cuando Adán (a) desobedeció por el árbol de la ciencia de la familia de Muhammad (a) y árbol de la lealtad. {Y no encontramos en él firmeza}, Sagrado Corán – sura «Ta Ha» (Ta Ha), 115. Es decir, para cargar con la lealtad a la familia de Muhammad (a) fue hecho descender a la Tierra y se le ordenó circunvalar la Kaaba para que Dios le perdone su falta. Luego Dios legisló la peregrinación a su Casa Sagrada (La Kaaba) para que los hombres se presenten ante el argumento de Dios en cada época con su lealtad, para que reconozcan la falta y pidan perdón por haber faltado a su verdad. Tal como Dios ordenó a los musulmanes tomar a la Kaaba como quibla en lugar de las naciones anteriores, cuya quibla era la Casa Santa (Jerusalén).

Aquí hay algunas cuestiones:

1- La Kaaba está estrechamente relacionada con la lealtad puesto que la peregrinación se hace a ella para encontrarse con el argumento y para que los hombres les presenten lealtad y pidan perdón por faltar a su derecho.

2- La Kaaba es la quibla del azalá y de la prosternación a Dios Glorificado y Altísimo, a pesar de que antes la prosternación era a Adán (a), califa de Dios y argumento Suyo. Aún más, la prosternación era a la luz que hay en su linaje, que es la luz del Comandante de los Creyentes Alí (a). Así que la primera quibla hacia la cual los ángeles volvían sus rostros era Alí hijo de Abu Táleb (a). Por lo tanto, la verdadera quibla no es la Kaaba ni las piedras, sino que la quibla es la joya que la Kaaba engendra, el patrono de Dios, su argumento total, Alí hijo de Abu Táleb (a). Por eso la piedra negra su ubica en el pilar de la Kaaba, porque es el libro del pacto que Dios hizo con los hombres con la lealtad a Alí hijo de Abu Táleb (a).

Por lo tanto, el que se dirige hacia la Kaaba, al hacerlo está forzosamente reconociendo la lealtad a Alí hijo de Abu Táleb (a), aunque la niegue con sus palabras y su corazón. Dijo el Altísimo: {Y a Dios se prosterna quien está en los cielos y en la tierra, en obediencia y en displicencia}, Sagrado Corán – sura «Ar-Raad» (El trueno), 15. En obediencia para quien reconoce la lealtad y en displicencia para quien no reconoce la lealtad. Y dijo el Altísimo: {¿No habéis visto que a Dios se prosterna quien está en los cielos y quien está en la Tierra, y el Sol y la Luna y las estrellas y las montañas y los árboles y las bestias y muchos de los hombres? Y muchos merecen el tormento. A quien desprecia Dios, pues no tiene quien le honre. Ciertamente, Dios hace lo que quiere}, Sagrado Corán – sura «Al-Hayy» (La peregrinación), 18. Los que se prosternan y merecen el tormento son los que no reconocen la lealtad a Alí (a) ni con sus palabras ni sus corazones, pero están forzados a reconocerla con sus acciones y prosternaciones a la cavidad que engendró a Alí (a), que es la Kaaba. Dios Glorificado y Altísimo los despreció con esta prosternación que será una pesadumbre para ellos, {A quien desprecia Dios, pues no tiene quien le honre}, Sagrado Corán – sura «Al-Hayy» (La peregrinación), 18.

La quibla sigue siendo aquello a través de lo cual uno se dirige a Dios y con la cual reconoce a Dios Glorificado y Altísimo. Por lo tanto, la verdadera quibla es el ser humano completo, pues a través de él se conoce a Dios, él es el rostro con el que Dios Glorificado y Altísimo se dirige a su creación. Quien se dirige a él, se dirige a Dios. El ser humano completo es Alí hijo de Abu Táleb (a), señor de los sucesores y los patronos, al que Dios ha hecho salir de la Kaaba para decir a los hombres “este ser humano es vuestra quibla y a él es vuestra peregrinación”. Para que Dios Glorificado y Altísimo diga: “No he creado la Kaaba sino por causa de Alí (a) y para que Alí (a) sea engendrado dentro de ella. Si yo tuviera un hijo, él nacería en mi casa. {Di: «Si tuviera el Misericordioso un hijo, yo sería el primero de los siervos»}, Sagrado Corán – sura «Az-Zujruf» (Los ornamentos), 81.

¿Qué es más importante? ¿Adoptar como quibla a las piedras o a aquel que santifica a las piedras con su nacimiento entre ellas? Jesús (a) dijo lo que esto significa: [¡Ay de vosotros, guías ciegos!, que decís: «No es nada el que alguno jure por el templo; pero el que jura por el oro del templo, contrae obligación». ¡Insensatos y ciegos!, porque ¿qué es más importante: el oro, o el templo que santificó el oro?], Al-Mutashabihat (Las alegorías) del Sayed Yamani Ahmed Alhasan, vol. 3, pág. 58.

[1] Hadiz: “La lealtad a Alí Bin Abi Táleb es mi fortaleza, y quien entra a mi fortaleza está a salvo de mi Fuego”, Al-Amali, pág. 306

[2] La palabra árabe aquí es rukn (رُكْن), la misma que se ha traducido como “pilar” en las páginas de este libro. Según Corriente rukn significa base, fundamento || apoyo, soporte || pilar, columna || ángulo, esquina, rincón || elemento || N columna, sección fija (en un periódico) y según Cortés significa apoyo, fulcro (fis.); pilar; ángulo, esquina; rincón; columna, sección fija (en un periódico); piedra angular (fig.); base, fundamento; parte esencial. El plural arkan (اركان) está también en los hadices y súplicas de “los pilares de la guía”. (N. del T.)

[3] Talvez aquí, con “Resurrección”, se refiera al levantamiento del Qaim (La Resurrección Menor), luego de ella viene la Resurrección Mayor.

[4] Kamil az-Ziyarat – Yafar bin Muhammad bin Qulawaih, pág. 85 (… de Abul Hasan a., … cuando llegues a Dakawat al-Baid y frente a este encuentres el desfiladero, ahí está la tumba del Comandante de los Creyentes a.).

Este tema se relaciona con la cuestión de la infamia y la falsificación legitimada por los eruditos mencionados por el Mensajero de Dios (s) en su testamento recogido por Ibn Masud. Véase la pág. 71 de este libro.

[5] Esta montaña es la que se eleva sobre el valle (el valle As-Salam), que es el sitio de la tumba del Comandante de los Creyentes.


Extracto del libro El Yamani prometido, el Argumento de Dios de Haidar Az-Ziadi (a)