Somos de Dios y a Él hemos de regresar
Que Dios incremente vuestra recompensa a todos por la partida de este respetable y bendecido señor.
Pido a Dios que lo resucite con Sus patronos Muhammad y su familia, las bendiciones de Dios sean con ellos.
La muerte es la mayor estaca frente a nosotros. Si quisiéramos, podríamos verla con completa claridad a cada instante de nuestras vidas, pero lamentablemente, no la vemos por estar ocupados por el Mundo Temporal, por nuestros problemas triviales, nuestros anhelos, nuestros deseos, nuestras pasiones, … Y a pesar de que todas estas cosas son pequeñas ante la muerte, somos ansiosos por nublar nuestra vista y visión con ellas hasta no ver la muerte; como si fuera nuestra enemiga, cuando es el amor íntimo de los patronos cuando los aflige el Mundo Temporal.
Nos refugiamos en Dios de la desatención.
{Toda alma ha de degustar la muerte, y solo se os pagará completamente vuestra recompensa el Día de la Resurrección. Así que quien sea apartado del fuego y entre al Paraíso habrá triunfado. Y la vida del Mundo Temporal no es sino el disfrute de lo ilusorio}.
Esta mañana, mi abuelo, el Sayed Kadem Al-Gurabi ha partido hacia la misericordia de Dios Altísimo, que Dios tenga misericordia de él.
Desde que lo vi, lo conocí creyente, piadoso y devoto, que se levantaba mucho de noche para rezar y ayunar, que ayudaba a los pobres y a los huérfanos, que mantenía contacto con sus parientes, cuya preocupación era reconciliar a la gente y asistir a los pobres y necesitados, y visitar mucho a la familia de la casa (a)…
No me conocido de él nada que no fuera bondad, dulzura y afecto.
Ojalá Dios hubiera prolongado su vida para llegar a ver al Imam de su época, en quien creyeron él, su descendencia y nietos.
Tengo una gran deuda de gratitud con él.
Que Dios tenga misericordia de ti, bueno de corazón.
Pido a Dios que lo cubra con Su amplia misericordia y lo acoja en Su vasto Paraíso, que le reúna con el Profeta de la misericordia y su familia, y le conceda su intercesión y compañía.
Y no hay poder ni fuerza sino en Dios, el Altísimo, el Majestuoso. Somos de Dios y a Él hemos de regresar.
Os pido súplica, Al-Fátiha por él y el azalá de la noche del entierro en esta noche.