El primero es un Regreso por comparación y semejanza, y es el que ocurre en el levantamiento del Resurgente (a). El segundo lo es con el alma y el cuerpo correspondiente, y es el del que hablamos en este resumen como el de un mundo y otro día de los días mayores de Dios. Ya se ha aclarado que ocurre en el Primer Cielo.
La ignorancia de los eruditos acerca de esta importante realidad ha sido motivo de su falta de entendimiento del Regreso y de la aparición de numerosas afirmaciones totalmente alejadas de la verdad, algunas de la cuales ya hemos presentado.
El Sayed Ahmed Alhasan (a), al explicar los dos regresos dice: «… El Regreso son dos regresos: Un regreso en el levantamiento del Resurgente con sus semejantes, y un regreso en el Mundo del Regreso (la Primera),[1] con sus almas y cuerpos adecuados para ese mundo después de que Dios les haya hecho olvidar sus estados y el primer y segundo examen».[2]
También, al explicar esto dice:
«… En cuanto a lo narrado, que los compañeros de la caverna que resucitan junto el Resurgente (a) son algunos compañeros sinceros del Mensajero de Dios (s) y compañeros del Comandante de los Creyentes (a) como Malik Al-Áshtar, no se refiere a ellos mismos, sino que en estas narraciones se refiere a los que se asemejan a los compañeros del Resurgente (a). Es decir, que hay un varón de los compañeros del Resurgente (a) que se compara a Malik Al-Áshtar en valentía, experiencia, liderazgo, fervor por la persona de Dios, obediencia a Dios, noble moral y muchas de las características que distinguieron a Malik Al-Áshtar, por lo cual los Imames lo describen como Malik Al-Áshtar.
Esto no se aleja de la elocuencia y la retórica de sus señores, la Gente de la Casa (a), tal como el poeta Al-Huseiní describe el descenso al campo de batalla de Alí Al-Ákbar diciendo “Muhammad (s) ha bajado al campo de batalla”, por el enorme parecido que tenía Alí Al-Ákbar en apariencia y carácter al Mensajero de Dios, Muhammad (s). Esto también se debe a que los compañeros de los Imames que fueron completamente puros de verdad volverán y retornarán en el Regreso después de los Doce Mahdis, en el tiempo del último de ellos, el último Resurgente de la verdad de la familia de Muhammad (s), aquel hacia el cual sale Husein hijo de Alí (a). Ese es el último Mahdi, o el último Resurgente. Nadie lo sucederá y no tendrá progenie».[3]
Este extracto también aclara que el Regreso es por semejanza, mencionado en el libro Al-Muhkamat ala al-Ahqiya al-Wasí Ahmed Alhasan (Evidencias explícitas de la legitimidad del Albacea Ahmed Alhasan), una de las publicaciones de los Ansar del Imam Al-Mahdi (a):
[… con respecto al Regreso por semejanza, es el que ocurre en los días del Resurgente (a) y de su convocatoria divina mayor. Estas son algunas narraciones que confirman esto:
De Abu Marwán, que dijo: «“Pregunté a Abu Abdulá (a) acerca de lo que dijo Dios Poderoso y Majestuoso: {Ciertamente, el que te ha impuesto el Corán te hará volver a un lugar de retorno}”». Dijo: «Y él me dijo: “No, por Dios, el Mundo Temporal no se acabará ni se irá hasta que el Mensajero de Dios (s) y Alí se reúnan en Zawiya. Se encontrarán y construirán en Zawiya una mezquita de doce mil puertas, es decir, en un sitio por Kufa”».[4]
Es una mezquita que el Resurgente (a) construye en sus días, cuando los hombres le digan: «“… en la mezquita no cabemos”. Entonces dirá: “Volveré a vosotros”. Saldrá hacia el Garí y planeará una mezquita de mil puertas donde quepan los hombres», establecido por las palabra del Imam Al-Baqir (a).[5] Por lo tanto, con “Mensajero de Dios y Alí” en el hadiz anterior se refiere a los que se comparan con él, puesto que sus llegadas son similares a las llegadas del Profeta y de Alí —con ambos sea la paz.[6]
El Regreso por similitud en el tiempo del Resurgente lo vemos también en las palabras del Imam As-Sadiq (a): «El Resurgente sale detrás de Kufa, con veintisiete varones. Quince de la gente de Moisés que guiaban a la verdad y con ella hacían justicia, siete de la gente de la caverna, José hijo de Nun, Salmán, Abu Dayana Al-Ansarí, Al-Miqdad y Malik Al-Áshtar. Ellos serán sus partidarios y mandatarios».[7]
Es decir, que entre sus partidarios estará quien sea comparable y semejante a aquellos mencionados, y no que ellos mismos serán los que vendrán.
Y para estar más seguro de estos dos días (el día del Resurgente y el día del Regreso), puedes volver a leer la narración anterior,[8] que aclara que el Profeta (s) es quien se levanta para matar a Iblís —maldígalo Dios— con una lanza de luz en el día sabido. Y si no sabías que otras narraciones dicen que quien lo mata es el Resurgente (a) en la mezquita de Kufa, ahora sabes que el Profeta (s) es quien mata a Iblís en el día sabido en el mundo del Regreso, y que el Resurgente (a) es quien mata a Iblís en este mundo en la mezquita de Kufa cuando se levanta con la verdad, y es el día del Regreso por semejanza como lo hemos aclarado».
Y si sabemos de la existencia de dos varones en la época de la sagrada aparición, uno de ellos el que se parece al Mensajero de Dios (s) y el otro el que se parece al Comandante de los Creyentes (a), ¿encontrarás hombres entre los sucesores de Dios que no fueran el Imam Al-Mahdi, Muhammad hijo de Hasan y su hijo y albacea, el Primer Mahdi (Ahmed), el primero de los creyentes en él y el más cercano a él por el texto del Mensajero de Dios, Muhammad (s) en su testamento?
[1] Referencia a lo que dijo el Altísimo: {Y Él es Dios. No hay divinidad sino Él. Para Él es la alabanza en la Primera y en la Última. De Él es el juicio y a Él se ha de regresar}, Sagrado Corán – sura «Al-Qasas» (El relato), 70. El Sayed Ahmed Alhasan (a) ya explicó que la “Primera” es el Regreso.
[2] Libro Maa Abdul Saleh (Con el siervo bueno), una de las publicaciones de los Ansar del Imam Al-Mahdi (a).
[3] Al-Mutashabihat (Alegorías), vol. 2, pregunta no. 76.
[4] Bihar al-Anwar, vol. 53, págs. 113-114.
[5] Bihar al-Anwar, vol. 52, págs. 331.
[6] Es una parte de Nayaf donde está el cementerio de Wadi As-Salam (El valle de la paz), en el cual se encuentra la tumba del Imam Alí (a).
[7] Al-Irshad lil-Mufid, vol. 2, pág. 386.
[8] Es decir, la narración anteriormente mencionada de Abdul Karim Al-Jazaami.
Extracto del libro El Regreso de Ahmed Alhasan (a)