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Dijo el Altísimo: {Y cuando caiga la palabra sobre ellos haremos salir para ellos una bestia de la tierra que ha de hablarles de que los hombres, en nuestros signos, no tenían certeza}.[1]

Se le preguntó al Sayed Ahmed Alhasan (a) sobre el significado de esta aleya y respondió:

«… Un varón le dijo a Abu Abdulá (a): “Me he enterado de que el público al recitar esta aleya en lugar de ‘hablarles’ dice ‘herirles’”. Y dijo (a): “Que Dios les hable en el fuego del Infierno. Esto solo ha descendido para hablarles mediante palabras”.[2]

Y de Ar-Redá (a), sobre lo que dijo el Altísimo {haremos salir para ellos una bestia de la tierra que ha de hablarles}, dijo (a): “Es Alí (a)”.[3]

Así que la bestia en esta aleya es un ser humano. Hay narraciones que aclaran que es Alí hijo de Abu Táleb (a), y que esto es en el Regreso. Así que Alí (a) es la bestia de la Tierra en el Regreso que habla a los hombres y distingue al creyente del infiel en los signos de Dios Glorificado sea. Antes del Regreso está el levantamiento del Qaim (a), que también tiene una “bestia que habla a los hombres”[4] y les mostrará la debilidad de la fe que tienen en los verdaderos signos de Dios en el Reino de los Cielos, que son las visiones y la revelación en la vigilia. Él les muestra que la mayoría de los hombres a lo largo del curso de la humanidad sobre esta Tierra no tienen certeza en los signos celestiales de Dios ni creen en la visión, ni en la revelación en el Reino de los Cielos, porque han limitado su mirada a esta Tierra y a la materia, este es el saber que ellos alcanzan y no van más allá de ello. {Éste es el alcance de ellos en la ciencia. Tu Señor es el que más sabe quién se extravía de Su camino y Él es el que más sabe quién se guía}, Sagrado Corán – sura «An-Naym» (La estrella), 30».[5]

Acerca de la bestia de la Tierra que sale en la época de la sagrada aparición, hay muchas narraciones que lo mencionan. Entre ellas, por ejemplo:

Del Imam As-Sadiq (a), en un largo discurso: «… luego aparece la bestia de la Tierra entre la esquina y la estación, y escribe “creyente” en el rostro del creyente e “infiel” en el rostro del infiel. Luego aparece al Sufiani y marcha con su ejército hacia Iraq… y arrasa Az-Zaurá y la deja en ruinas, y arrasa Kufa y Medina… luego sale hacia Al-Baidá…[6] y la Tierra los tragará…».[7]

De Alí Bin Ibrahim Bin Mahziar, del Imam Al-Mahdi (a): «… entonces dije: “Oh, mi sayed, ¿cuándo será esto?”. Y dijo: “Cuando se os impida el camino hacia la Kaaba, y se junten el sol y la luna, y los planetas y las estrellas giren en torno a ambos”. Dije: “¿Cuándo, oh, hijo del Mensajero de Dios?”. Y me dijo: “En tal y tal año, la bestia de la Tierra ha de salir entre Safá y Marwa, y con él estará el báculo de Moisés y el sello de Salomón para conducir a los hombres al lugar de reunión…”».[8]

Está muy claro que esta bestia divina es un varón que sale antes del Imam Al-Mahdi (a) y antes de la aparición del Sufiani. Ya se ha aclarado que el que emula a Alí (a) y se asemeja a él en el tiempo de la aparición es el sucesor del Imam Al-Mahdi, mensajero suyo y yamani suyo —las bendiciones de Dios sean con él, y con sus padres e hijos purificados.

Por ello, el Sayed Ahmed Alhasan (a) dijo: «… en algunas narraciones el Qaim ha sido descrito como Alí hijo de Abu Táleb o la bestia de la Tierra, que es un título compartido entre el Qaim y Alí hijo de Abu Táleb».[9]

¿Por qué al Primer Mahdi se lo asemeja a su abuelo, el Comandante de los Creyentes (a) y se le atribuyen algunos de sus títulos, como hemos sabido sobre el título de la “bestia de la Tierra”?

El Sayed Ahmed Alhasan (a) explicó la razón de esto en el libro Maa Abdul Saleh (Con el siervo bueno):

De Abaya Al-Asadí, que dijo: «Escuché al Comandante de los Creyentes (a) que estaba reclinado —así está en la fuente, y se dijo: quizás reclinado— mientras yo estaba de pie junto a él, decir: “He de construir un púlpito en Egipto, he de destruir Damasco piedra por piedra, he de expulsar a los judíos y cristianos de las comarcas árabes y he de conducir a los árabes con este báculo mío”». Dijo: «Le dije: “Oh, Comandante de los Creyentes, es como si dijeras que vas a vivir después de haber muerto”. Y él dijo: “¡Lejos de ello, oh, Abaya! ¡Te has ido a otra doctrina! Lo ha de hacer un varón de mí”».[10] Entonces el Imam Comandante de los Creyentes (a) se atribuye a sí mismo una acción, aunque el ejecutor directo sea un varón de su progenie, ¿cuál es la razón de esto?

Sobre esto le pregunté (a) diciéndole: “Lo que se menciona en muchas narraciones de que un imam se atribuye una acción a sí mismo cuando en realidad se refiere a otro imam de su progenie, como lo narrado en “el que habló a Moisés” o “lo hará un varón de mí”, ¿es correcta esta atribución solo porque él es de él o hay algo más? ¿Y tiene alguna relación con la unión de sus luces en el séptimo cielo?”.

Y él (a) me respondió: «Que Dios te conceda el éxito. En este mundo físico, sí, él es de él, porque es de su descendencia. Y en el séptimo cielo él es de él, porque él está por debajo de él y es parte de su realidad».[11]

[1] Sagrado Corán – sura «An-Naml» (La hormiga), 86.

[2] Bihar al-Anwar, vol. 53, pág. 53.

[3] Numerosas narraciones indican que la bestia de la Tierra es Alí hijo de Abu Táleb (a) en el Regreso. Véanse las siguiente narraciones para consulta: Bihar al-Anwar, vol. 53, pág. 53, Madina Al-Maayiz de Bahrani, vol. 3, pág. 90 y siguientes, y otras fuentes.

[4] El profesor Ahmed Hatab ha explicado detalladamente este tema en el libro Talia Al-Mashriq wa Daba al-Ard (El surgimiento desde oriente y la bestia de la Tierra). Cfr.

[5] Al-Mutashabihat (Alegorías), vol. 3, pregunta no. 145.

[6] Entre Medina y La Meca.

[7] Ar-Rayaa (El Regreso) de Astarabadi, pág. 100.

[8] Bishara al-Islam, pág. 236.

[9] Al-Yawab al-Munir Abr al-Azir (La respuesta clara a través del éter), vol. 6, pregunta no. 529.

[10] Bihar al-Anwar, vol. 53, págs. 59-60.

[11] Libro Maa Abdul Saleh (Con el siervo bueno), una de las publicaciones de los Ansar del Imam Al-Mahdi (a).


Extracto del libro El Regreso de Ahmed Alhasan (a)