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Talvez algún ignorante crea que el Primer Cielo es un cielo físico, o que es el cielo azul que nos rodea y que vemos con nuestros ojos, como han creído muchos intérpretes shiíes y sunníes.

Pero la verdad es que no es así, porque es un cielo ideal y no se ve con los ojos.

El Sayed Ahmed Alhasan (a), al explicarlo en su libro Maa Abdul As-Saleh (Con el siervo bueno), dice:

«El Primer Cielo no se ve con los ojos, que Dios te otorgue el éxito. El cielo del Mundo Temporal se divide en Primer Cielo y Cielo Físico. En el Primer Cielo están las almas de las personas y en el Cielo Físico se encuentran el cuerpo materiales de los seres humanos que los ojos ven. Esto es algo que he explicado en libros anteriores[1] y también lo explicado mucho a los ansar.

El Cielo Físico son estas galaxias, planetas y soles que se ven, y también puede llamarse Tierra. Es decir, que el Cielo Físico en su totalidad a veces pues llamarse Tierra».

Y es otro mundo que no tiene ninguna relación con el tiempo y el espacio. Él (a) dice:

«… así que intrínsecamente no tiene ninguna relación con las dimensiones, en él no hay espacio ni tiempo y no tiene ninguna relación con el espacio o el tiempo».

Incluso, los términos que empleamos en este mundo nuestro no pueden describirlo con precisión, porque es otro mundo. Él dice:

«El problema es que se trata de otro mundo, así que no puede describirse con completa precisión con estos términos cuya realidad es de este mundo y son expresión de este mundo, … donde sus términos no pueden describir completamente a aquel mundo, sean cuales fueren, porque no han sido destinados para describirlo, porque no son parte de él, sino más bien, extraños a él».[2]

Además, el Sayed Ahmed Alhasan(a) aclaró que el Primer Cielo está entre los siete cielos que se encuentran mencionados en los seis días de la creación de los cielos y la Tierra, y explicó que el Regreso es en él. Dijo:

«… Debe notarse que el Primer Cielo es el final del cielo del Mundo Temporal. Es decir, que el cielo del Mundo Temporal empieza en este Mundo Físico, y termina en donde empieza el mundo espiritual de los Reinos. O sea, que su final es un punto de conexión, y su final o punto de conexión es el Primer Cielo. En Az-Ziyara al-Yamaa dice: “… Los argumentos de Dios son sobre la gente del Mundo Temporal, y la Última y la Primera…”», Mafatih al-Yinan, pág. 620.

Y en el Corán: {Y Él es Dios. No hay divinidad sino Él. Para Él es la alabanza en la Primera y en la Última. De Él es el juicio y a Él se ha de regresar}, Sagrado Corán – sura «Al-Qasas» (El relato), 70. Y dijo el Altísimo: {Y ciertamente, ya habéis sabido del primer surgimiento. Entonces, ¿por qué no recordáis?}, Sagrado Corán – sura «Al-Wáqia» (Lo inevitable), 62.

En la Primera hay dos mundos: el de la Diseminación y el del Regreso. En ella están las almas, y Dios Glorificado y Altísimo no ha observado el mundo de los cuerpos desde que lo creó, como el Mensajero de Dios (s) lo ha dicho. El centro de atención empieza al final del mundo de los cuerpos, que está al final del cielo del Mundo Temporal, y este final es el Primer Cielo.

Dijo el Altísimo: {Y, ciertamente, hemos creado arriba de vosotros siete caminos y no estamos, de la creación, desatentos}, Sagrado Corán – sura «Al-Muminín» (Los creyentes), 17. Los siete caminos son los Siete Cielos, desde el Primer Cielo hasta el Séptimo Cielo, y el cielo de este Mundo Físico no es parte de ellos, porque no está arriba de nosotros,[3] sino que nosotros estamos dentro de él. Así que nos rodea,[4] y está bajo nuestro,[5] arriba nuestro[6] y en cada dirección de la Tierra: {Te piden que apresures el castigo, y ciertamente, el Infierno rodea a los infieles}, Sagrado Corán – sura «Al-Ankabut» (La araña), 54. A continuación entenderás por qué menciono esta aleya en este punto.

Esto significa que si los cielos se enumeran de esta manera son ocho, y no siete, pero este Mundo Físico no se enumera porque es parte del cielo del Mundo Temporal, que contiene un primer cielo y un cielo físico. Así que cuando se menciona la Primera o el Mundo Temporal, entonces se incluye, porque es parte de él o pertenece a él.

A veces el cielo físico se remite a la Tierra, y a veces se remite al cielo del Mundo Temporal, porque es su lado visible. En el cielo físico está la Tierra, de hecho las siete tierras y en la séptima el Infierno, tal como el Paraíso está en el Segundo Cielo. En cuando a lo que está en la Primera, es el Paraíso Terrenal, que es el Paraíso de Adán, porque la Primera, como lo aclaré, es parte del cielo del Mundo Temporal, y es su Reino.

De Alí Bin Ibrahim, de su padre, de Ahmed Bin Muhammad Bin Abu Nasr, de Husein Bin Maisar, que dijo: «Pregunté a Abu Abdulá (a) acerca del Paraíso de Adán (a) y dijo: “Es un paraíso de los paraísos del Mundo Temporal. En él salen el Sol y la Luna, y su hubiera sido de los otros paraísos jamás habría salido de él”», Al-Kafi, vol. 3, pág. 247.

{Y hemos adornado el cielo del Mundo Temporal con lámparas, y como protección}, Sagrado Corán – sura «Fussilat» (Detalladas), 12. Las lámparas son los profetas, los enviados y los sucesores (a) que protegen a quienes les siguen de los susurros de los demonios con la enseñanza y la moral divinas que han enseñado a los hombres. La aparición de ellos en el cielo físico está marcada por los planetas y soles brillantes. Cuánta es la oscuridad en el cielo y qué pocas las estrellas en proporción a la parte oscura. Tal como es en la Tierra, qué pocos los profetas y cuántos los que se le oponen, les hacen la guerra, les dan la espalda y nos les apoyan, pues escasos han sido siempre los profetas, los sucesores y sus defensores (como la escasez de estrellas en el cielo físico).

Al final del movimiento celestial mayor (me refiero al arco de la descensión) y al comienzo de su ascensión hasta los dominios de la Última, este Mundo Físico comenzará a transformarse en Gehena y a arder. Para aquellos que hayan elegido el ornamento de la Tierra, su castigo es devolverlos a lo que han elegido, ya que desobedecieron a Dios por ello, o digamos, dejarlos en ello, porque el Infierno será avivado con sus obras, sus acciones y sus injusticias.

Y ahora se te aclara el motivo de la aleya anterior: {Te piden que apresures el castigo, y ciertamente, el Infierno rodea a los infieles}.

Al comienzo de la ascensión (el arco de la descensión) comienza el Mundo del Regreso. Es otro mundo y otro examen para quien haya sido de fe pura y para quien haya sido de incredulidad pura. El Mundo del Regreso empieza con el final del reino del doceavo Mahdi (a), que es el Resurgente por el que Husein (a) sale…».[7]

El Sayed Ahmed Alhasan (a) dice también:

«Espero que noten que el Regreso ocurre en el cielo del Mundo Temporal, porque el cielo del Mundo Temporal se divide en el Cielo Físico y el Primer Cielo, y el Regreso es en el Primer Cielo. Hago esta observación para que se tome nota, porque algunos ignorantes talvez crean que el cielo del Mundo Temporal está solamente en el Cielo Físico, cuando el Cielo Físico es solo una parte del cielo del Mundo Temporal, como ya lo he aclarado en los libros, que Dios te conceda el éxito. Es más, algunos de ellos talvez crean que el Primer Cielo es el Cielo Físico, cuando en realidad se diferencian, aunque ambos conformen el cielo del Mundo Temporal».

Si esto está claro, podemos entender el significado de que el Regreso sea en el “Mundo Temporal”, en la siguiente narración:

Del Imam As-Sadiq (a): «El primero por el cual se ha escindido la Tierra y que regresa al Mundo Temporal es Husein hijo de Alí, con ambos sea la paz. El Regreso no es general, sino particular. Solo regresan quienes sean de fe pura y quienes sean de incredulidad pura».[8]

Así que aquí, el Mundo Temporal no es el Mundo Físico ni su cielo, sino que es el Primer Cielo, y ya queda claro por qué se lo llama Mundo Temporal.

[1] Véase por ejemplo, el libro de Mutashabihat (Alegorías), vol. 3, pregunta no. 175 sobre la creación de los cielos y la Tierra.

[2] Libro Maa Abdul As-Saleh (Con el siervo bueno), una de las ediciones de los Ansar del Imam Al-Mahdi (a).

[3] En el sentido vertical. (N. del T.)

[4] En todas las direcciones. (N. del T.)

[5] En el sentido de que estamos parados sobre él. (N. del T.)

[6] En el sentido de cubrirnos. (N. del T.)

[7] Al-Mutashabihat (Alegorías), vol. 3, pregunta no. 175.

[8] Mujtasar Basair ad-Dariyat, pág. 24.


Extracto del libro El Regreso de Ahmed Alhasan (a)