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Pregunta 10: ¿Qué significa lo que dijo el Imam Alí: «Si se me quitara la cobertura no aumentaría en certeza»?

Respuesta: que nadie se engañe imaginando que el Comandante de los Creyentes (a) habla de los velos del Reino [de los Cielos]. ¿Cómo sería así cuando él camina por el cementerio de Kufa, habla a los muertos, se vuelve hacia Haba Al-Arni y le dice el significado de esto: «Si se te quitara la cobertura, oh, Haba, los verías en círculos conversando».[1]

El Comandante de los Creyentes (a) solo habla de la cobertura que le vela a la Divinidad. Está hablando de una cobertura que si a Alí (a) se le quitara, Alí (a) no seguiría estando. Sólo quedaría Dios, el Uno, el Subyugador. El Comandante de los Creyentes (a) considera la existencia de esta cobertura un gran pecado, entonces dice: «Dios mío, he sido injusto contra mi alma al considerarla. Así que ¡ay! de ella si no la perdonas». Incluso el Corán lo considera un pecado permanente e inseparable del ser humano, a menos que haya una victoria evidente, y que por momentos él se extinga y por otros regrese. Esto es para que el ser humano conserve su humanidad y para que la criatura adore. Dijo el Altísimo: {Ciertamente, hemos abierto para ti una conquista evidente * para que te perdone Dios lo que se adelanta de tu pecado y lo que se retrasa}.[2]

El pecado aquí es “el Yo”, es la mancha de oscuridad y de la nada inseparable del siervo. Por motivo de esta victoria Muhammad (s) oscilaba. Por una hora Muhammad (s) ya no existía. Sólo Dios, Uno, Subyugador permanecía. Y por otra hora Muhammad (s) regresaba como el primer siervo, la primera luz, el primer intelecto, el ganador de la carrera, las bendiciones y la paz de Dios sean con él. Y puesto que Alí (a) es la puerta a Muhammad (s) y Muhammad el dueño de la victoria evidente de quien por momentos ningún nombre ni símbolo suyo permanece excepto Dios, Uno, Subyugador, la puerta o Alí (a) está tocado por la esencia de Dios y está en la posición del dueño de la victoria evidente. Por eso dijo: {Si se me quitara la cobertura no aumentaría en certeza}.[3]

[1] De Haba Al-Arni que dijo: «Salí con el Comandante de los Creyentes al mediodía y él se puso de pie en el valle As-Salam como si fuera a sermonear a las gentes. Yo me levanté cuando él se levantó hasta que me cansé. Luego me senté hasta aburrirme. Después me paré hasta que me pasó lo mismo que antes. Luego me senté hasta aburrirme y recogí mi abrigo. Entonces dije: “Oh, Comandante de los Creyentes, sentí lástima por ti que has estado de pie tanto tiempo. Descansa por una hora”. Luego extendí el manto para que se sentara sobre él. Y él dijo: “Oh, Haba, solo se trata de una conversación o intimidad con un creyente”». Dijo: «Dije: “Oh, Comandante de los Creyentes, ¿realmente son así?”. Dijo: “Sí. Si se te revelara los verías en círculos conversando”. Entonces dije: “¿Son cuerpos o espíritus?”. Dijo: “Espíritus. Y no hay creyente que muera en ningún rincón de la Tierra sin que a su espíritu se le diga ‘Dirígete por el valle de As-Salam’, que es un rincón del Jardín del Edén”», Bihar al-Anwar, vol. 97, pág. 234.

[2] Sagrado Corán – sura «Al-Fath» (La victoria), 1-2.

[3] Al-Munaqib de Ibn Shahr Ashub, vol. 1, pág. 317.


Extracto del libro Las alegorías vol. 1 de Ahmed Alhasan (a)