• Categoría de la entrada:El Yamani prometido
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Entre las personalidades más importantes sobre las cuales se centra la preparación del Estado de Justicia Divina es la persona del Yamani, el portador de la bandera de la Gente de la Casa (a) y dueño de la única bandera de la verdad. En vista de la pluralidad de esta personalidad como queda claro por las narraciones de la Gente de la Casa (a), debe prestarse atención a que el Yamani del Imam es su sucesor y el testamento es una de las cosas inevitables que las narraciones señalan como excluidas de la revisión de la voluntad divina y como una de las cinco señales inevitables. El resto está incluido en la revisión de la voluntad divina. Las cinco señales inevitables que preceden al Imam Al-Mahdi (a) son las que determinan el plan de la aparición. Es más, son parte de la sagrada aparición y ocurren antes del levantamiento con la espada.

 

De Abu Abdulá –con él sea la paz–, que dijo: «Hay cinco antes del levantamiento del Qaim: “La salida del Yamani, del Sufiani, el pregonero que llama desde el cielo, el hundimiento en el desierto y el asesinato del alma pura”», Al-Imama wa at-Tabsira, pág. 128.

No hay ningún desacuerdo sobre que el Yamani sale antes que el Imam Al-Mahdi (a). Es una de las señales inevitables excluida de la revisión de la voluntad divina como ellos (a) lo narraron, excepto aquello que Dios quiera.

 

De Abu Yafar Muhammad hijo de Alí (a): «… Entre las banderas no hay bandera más guiada que la bandera del Yamani. Es bandera de guía, porque convoca para vuestro compañero. Así que si sale el Yamani queda prohibido vender armas para los hombres y para todo musulmán. Si sale el Yamani levántate con él, pues su bandera es bandera de guía y no es lícito para el musulmán volverse contra él, pues quien lo haga es gente del fuego, porque él invita a la verdad y al camino recto», Al-Gaiba, de Muhammad Bin Ibrahim An-Numani, pág. 264.

Después de haber pasado previamente por las narraciones que mencionan que hay varias banderas de perdición[1] y que entre ellas solo hay una bandera de guía, cuando repasamos la narración anterior encontrar que la bandera de guía es una y que todas las demás son falsas, pues hemos visto lo que él (a) dijo: que no hay entre las banderas ninguna más guiada que la bandera del Yamani que es bandera de guía. Luego explica la razón diciendo: porque convoca para tu compañero. Es decir, invita a jurar lealtad al Imam Al-Mahdi (a) públicamente sin rodeos ni vueltas, es decir, bajo el nombre de un partido, un referente, un movimiento o una entidad política. La orden de anunciar la convocatoria para el compañero de este asunto es obligatoria para el Yamani, pues el Imam Al-Baqir (a) explicó esta obligatoriedad diciendo: «Y no es lícito para el musulmán volverse contra él, pues quien lo haga es gente del fuego» además de otras narraciones que obligan a jurarle lealtad. Y dado que los hombres que se nieguen a jurar lealtad al Yamani y a obedecerlo, y que volverse contra él implica entrar en el fuego, el Yamani debe ser dueño de una convocatoria pública en que la presente evidencias de lo que él afirma. No esconderse bajo algún título como hacen algunos en estos días que pescan en aguas turbias. Cada uno de estos se encomia a sí mismo, pero no se atreven a afirmar que sean el dueño de esta personalidad, aunque lo desean. Y es natural que mientan (por envidia) sobre la convocatoria cuando el dueño de la convocatoria verdadera convoca. Además de que, si esta convocatoria fuera revindicada por otro que no sea su dueño, no pasaría mucho tiempo hasta que Dios lo delatara. Dijo el Altísimo: {Y si atribuyera contra nosotros algunos dichos * lo tomaríamos con la derecha, * luego, le cortaríamos la aorta}, Sagrado Corán – sura «Al-Haqqa» (Lo indefectible), 44-46.

De Abu Abdulá (a), que dijo: «A este asunto solo convocará su dueño, si fuera otro Dios le haría perder la vida».[2]

Luego, después de que empiece la convocatoria, pasa un período de tiempo que algunas narraciones señalan como de setenta y dos meses, es decir, casi seis años, desde la salida del Primer Mahdi (el Yamani) que allana el camino para su padre, el Imam Al-Mahdi (a), incluyendo un período de su preparación para la convocatoria, su salida al combate, la salida de las banderas que combaten junto a él, la salida del Sufiani que es el que sale al mismo tiempo que el Yamani y el Jurasani, y el combate continuo entre ellos durante el gobierno del Sufiani que son ocho meses, hasta la entrega del mandato al Imam Al-Mahdi (a).

De Abu Hanifa, que dijo: «Entre la salida de las banderas negras de Jurasán, de Shuaib Bin Saleh y de la salida del Mahdi hasta la entrega del mandato al Mahdi hay setenta y dos meses», Kitab Al-Fitan de Naim Bin Hamad, pág. 165 | Muyam Ahadiz al-Imam Al-Mahdi (a), vol. 1, pág. 397.

Luego, en la narración de la salida del Yamani, dijo (a): «Así pues, cuando salga el Yamani, es decir, cuando salga a combatir contra el Sufiani, ambos saldrán ordenados como las cuentas de un collar. El Yamani como líder del ejército del Imam Al-Mahdi (a) y el Sufiani como el más implacable de los enemigos del Imam Al-Mahdi (a). Salida del Yamani a combatir es la salida del Imam Al-Mahdi (a). En ese momento queda prohibida la venta de armas a los hombres y a todo musulmán: es decir, queda prohibida la venta de armas y deben darse gratuitamente a los musulmanes cuando salgan a combatir (es decir, a combatir contra los enemigos del Imam (a)), siendo vosotros y lo que tengáis propiedad del Imam (a), Califa del Dios verdadero dueño de los siervos, pues aquel al que se le ha puesto a cargo de algo no puede ir contra el verdadero dueño. Dijo el Altísimo: {Y ciertamente, ya habéis venido a nosotros uno a uno como os hemos creado la primera vez, y habéis dejado aquello sobre lo que os habíamos puesto a cargo, tras vuestras espaldas}, Sagrado Corán – sura «Al-Anaam» (Los ganados), 94. El Imam (a) tiene más derecho que tú, a tu propia alma. ¿Acaso, pues, no tendría más derecho que tú a las armas o bienes que poseas? Por eso queda prohibido venderles armas. Es más, deberás combatir junto a él y ofrecer las armas que tengas a tus hermanos que luchen en sus filas. Y esto no necesita el dictamen de ningún referente religioso.

En cuanto a la venta a sus enemigos, esto pues, es algo que no necesita aclaración por lo que se menciona en el hadiz: «si sale el Yamani queda prohibido vender armas a los hombres y a todo musulmán». Entonces, el tema de las armas está relacionado con el tema de la salida al combate. En cuanto a su convocatoria para vuestro compañero, es algo que sucede antes de su salida. Esto es claro por la narración. Los hombres deben ser convocados para apoyar al Imam Al-Mahdi (a) y él (es decir, el Yamani) debe juntar a la base y explicarles su autoridad. Él (a) dijo: «y no es lícito para el musulmán volverse contra él, pues quien lo haga es gente del fuego, porque él invita a la verdad y al camino recto». Esto nos muestra que el Yamani es un Argumento de Dios para los siervos y que aquel que se vuelva contra él es gente del fuego, es decir, aquel que deje de obedecerlo es gente del fuego. Esto solo es en un infalible. O sea que, el que se vuelva contra él sale de la lealtad a la familia de Muhammad y de la obediencia al argumento de ellos.

De Alí hijo de Musa Ar-Reda (a), de Musa hijo de Yafar (a), de Yafar hijo de Muhammad (a), de Muhammad hijo de Alí (a), de Alí hijo de Husein (a), de Husein hijo de Alí (a), de Alí hijo de Abu Taleb (a), del Profeta (s), de Gabriel (a), de Miguel (a), de Rafael (a), de las Tablas, del Cálamo, que dijo: Dice Dios Bendito y Altísimo: «La lealtad a Alí hijo de Abu Taleb es mi fortaleza, y quien entre en mi fortaleza está a salvo del fuego», Al-Amali, pág. 306.

Y el Imam Ar-Reda (a) dijo: «Escuché a mi padre Musa hijo de Yafar decir: Escuché a mi padre Yafar hijo de Muhammad decir: Escuché a mi padre Muhammad hijo de Alí: Escuché a mi padre Alí hijo de Husein decir: Escuché a mi padre Husein hijo de Alí decir: Escuché a mi padre, el Comandante de los Creyentes Alí hijo de Abu Taleb –con ellos sea la paz– decir: Escuché al Profeta (s) decir: Escuché a Dios Glorioso y Excelso decir: “No hay divinidad sino Dios” es mi fortaleza, y quien entre en mi fortaleza está a salvo de mi tormento”». Cuando continuaron el camino dijo: «Él ha de llamarnos por sus condiciones y yo soy una de sus condiciones», Uyun al-Ajbar Ar-Reda (a), pág. 145.

El mero giro contra el Yamani obliga al fuego. Es decir, que el giro contra él implica salir de esta fortaleza (o sea, la lealtad) porque esto es salir contra el argumento de Dios en su época, pues la fortaleza de Dios que salva del tormento a quien entra en ella es «no hay divinidad sino Dios». La persona no lo dice lealmente si no sigue y obedece al argumento de Dios en su época porque él ha designado por Dios. Y el que no reconoce la designación de Dios no reconoce que no hay divinidad sino Dios, aunque lo diga con su lengua. Por lo tanto, el Imam Al-Mahdi (a) es una de sus condiciones y su hijo, el Primer Mahdi (a) es una de sus condiciones, así como sus hijos mahdis (a) son de sus condiciones. Pues en la Tierra no hay argumento después de los profetas, mensajeros e imames excepto los mahdis de la progenie del Imam Al-Mahdi (a).

Así pues, el Yamani (el Primer Mahdi) debe ser el primer creyente, debe realizar una convocatoria antes de salir con la cual explique su derecho al apoyo por encima de a otros, su relación con el Imam Al-Mahdi (a) y su lugar con respecto a él (a).

Un ejemplo: todos los partidos islámicos en días del régimen de Saddam –maldígalo Dios– no se obedecían uno al otro. Cada uno opinaba lo que el otro no por no creer en su infalibilidad y cada uno luchaba de la manera que les parecía. Y volverse la espalda o desobedecerse mutuamente no significaba que cada uno de ellos fuera gente del fuego en ese momento, porque ninguno de ellos era un argumento contra el otro y así entre ellos peleaban.

Pero en cuanto al Yamani, quien se vuelve contra él es gente del fuego, porque él es un argumento designado por Dios. Por esto, las banderas del este, entre las que está la del Yamani, incluyendo la del Jurasani, la de Shuaib hijo de Saleh y otras, que son las banderas que combaten allanando el terreno para el Imam, se esconden bajo la bandera del Yamani, porque si no fuera así serían de la gente del fuego como dijo el Imam Al-Baqir (a): «No es lícito para el musulmán volverse contra él, pues quien lo haga es gente del fuego, porque él invita al camino recto». El camino recto es la senda recta de Dios. Dijo el Altísimo: {Dijeron: «Oh, pueblo nuestro, hemos escuchado un libro descendido después de Moisés como una confirmación de lo que hay entre sus manos que guía a la verdad y al camino recto»} – Sagrado Corán – sura «Al-Ahqaf» (Las dunas), 30, {Para cada nación hemos puesto ceremonias que ellos realizan, así pues, que no te discutan sobre este asunto, e invita hacia tu Señor. Es que tú estás sobre una guía recta} – Sagrado Corán – sura «Al-Hayy» (La peregrinación), 67. La senda recta es la senda de la lealtad, la senda de Alí hijo de Abu Taleb. Dijo el Altísimo: {excepto a tus siervos, entre ellos, los que sean sinceros}, Sagrado Corán – sura «Al-Hiyr» (El tracto rocoso), 41. ¿Acaso habrá pues, quien siga la senda de Alí (a)? Dijo el Altísimo: {¿Esta pues, quien camina encorvado sobre su rostro más guiado que quien camina erguido sobre una senda recta?}, Sagrado Corán – sura «Al-Mulk» (El reino), 22. {Y así te hemos inspirado un espíritu de nuestra orden. No estabas enterado de lo que es el libro ni la fe, pero hicimos de él una luz con la que guiamos a quien queremos de nuestros siervos. Y ciertamente, tú guías hacia una senda recta}, Sagrado Corán – sura «Ash-Shura» (La consulta), 52. {Y es que él es ciertamente, un saber de la hora. Así que no dudéis de ello y seguid esta senda recta}, Sagrado Corán – sura «Az-Zujruf» (Los ornamentos), 61. Y la hora es el Imam Al-Mahdi (a) como está en las narraciones.

No hay rectitud sino la que procede de Dios y de quien representa a Dios. Al llamar “infalible” (a) al Yamani (que invita a la verdad y al camino recto) se refiere a la palabra con todo su significado, sin cortesía ni exageración. Este significado solo se completa en uno de los argumentos de Dios, en una persona infalible limpia de impurezas, uno de la familia de la casa de la profecía. No hay ninguno de la Gente de la Casa ni entre los argumentos de Dios en su tiempo (o sea, en la época de la aparición del Yamani) excepto el Imam Al-Mahdi (a) y su hijo y sucesor, el primero de los mahdis (a), como está en las narraciones.[3] El hecho de que el Yamani no sea el Imam Al-Mahdi (a) lo hace el primero de los mahdis, pues no hay otro sucesor más que él. Y dado que los once mahdis restantes vienen de la descendencia del primero, él primer mahdi tiene que ser el Yamani sobre el que habló el Imam Al-Baqir (a). «Entre las banderas no hay bandera más guiada que la bandera del Yamani. Es bandera de guía, porque convoca para tu compañero. Así que si sale el Yamani queda prohibido vender armas a los hombres y a todo musulmán. Si sale el Yamani levántate con él, pues su bandera es bandera de guía y no es lícito para el musulmán volverse contra él, pues quien lo haga es gente del fuego, porque él invita a la verdad y al camino recto».

Él pide que se jure lealtad al Mensajero de Dios (s) en varias narraciones.[4] Entre ellas:

Con su cadena de narradores de Zaubán, que dijo: «El Mensajero de Dios (s) dijo: “Las banderas negras vienen desde el este. Es como si sus corazones fueran de hierro. Así que, quien las escuche que vaya hacia ellas y les jure lealtad, aunque fuera arrastrándoos por la nieve”», Gaya al-Maram, vol. 7, pág. 104.

Aquí el Mensajero de Dios (s) dice “quien las escuche que vaya hacia ellas y les jure lealtad”, es decir, que él (s) les pide que juren lealtad y su pedido es obligatorio para todo el que las escuche. El infalible solo pide que se jure lealtad a otro infalible designado por Dios, pues el Mensajero de Dios no designó al Yamani ni pidió que se le jure lealtad a él por propia iniciativa. {Y no se pronuncia por deseo}, Sagrado Corán – sura «An-Naym» (La estrella), 3. Ningún profeta, ni imam, ni sucesor, desde los primeros hasta los últimos, ha pedido que se jure lealtad a alguien no infalible en lo absoluto. Al contrario, su lema fue el juramento de lealtad a Dios, el gobierno de Dios y la designación de Dios. En cuanto a la designación de los hombres y a sus elecciones, pues estos son pedidos del demonio. Además, él (a) enfatizó con fuerza este juramento de lealtad sin dejar excusa a ninguno, ya sea mayor o pequeño, ya sea varón o mujer, pues dijo (a) que le juraran lealtad, aunque fuera arrastrándose por la nieve, sabiendo de los flojos que se escudan en falsos pretextos. Así que no les dejó ninguna excusa en lo absoluto. Ruego que el hermano lector se pregunte a sí mismo si es o no uno de los flojos, pues no hay excusa… Aunque fuera arrastrándose por la nieve. Y vengar a Dios, no vengarte a ti mismo y estar igual que el demonio en la Gehena.

Cuando ya nos ha quedado claro que el Yamani es infalible y que es uno de los argumentos de Dios sobre su creación, sabemos que los argumentos de Dios infalibles son los profetas que culminan con Muhammad (s) y los imames que ya han muerto antes de esto, y que los únicos infalibles que quedan son el Imam Al-Mahdi (a) y el sucesor del Imam Al-Mahdi (a) en el tiempo de la aparición. Dado que el Yamani no es el Imam Al-Mahdi Muhammad hijo de Hasan (a), y dado que el Yamani es una de las señales inevitables que preceden al Imam (a) –en algunas narraciones se menciona al Mahdi saliendo del este–, y dado el Imam (a) sale de La Meca entre la esquina y la estación, y no del este, por lo tanto, el dueño de las banderas del este es el elegido para pedir el juramento de lealtad de parte de Dios y de su Mensajero. Es el Primer Mahdi (el Yamani), puesto que él es el sucesor y el precursor de su padre (a). Es propio del sucesor la infalibilidad mientras se lo distinga por el testamento y el juramento divino. Por estas cosas se distingue al Yamani, como está en las narraciones.

Así pues, debe ser la misma persona, pues el Mensajero de Dios (s) y la Gente de su Casa (a) no habrían de pedir que se jure lealtad a dos personas al mismo tiempo (es decir, en la época de la aparición).

Antes mencioné que los argumentos después del Mensajero de Dios (s) eran veinticuatro, solo dos de ellos presentes durante la época de la aparición, que son el Imam y la persona que allana su camino, el primero de los mahdis.

De As-Sadiq (a): «De nosotros, después del Qaim –con él sea la paz– hay doce mahdis de la progenie de Husein –con él sea la paz», Bihar al-Anwar, vol. 35, pág. 148 | Mujtasar Basair ad-Darayat, pág. 38.

El Mensajero de Dios (s) dijo: «Si veis banderas negras avanzando desde Jurasán id hacia ellas, aunque fuera arrastrándoos por la nieve, pues entre ellas está el califa de Dios, el Mahdi», Gaya al-Maram, vol. 7, del sayed Hashem al-Bahrani, pág. 103.

Por lo tanto, entre las banderas del este está el califa de Dios, el Mahdi, y los califas mahdis de la progenie del Imam Al-Mahdi (a) son doce mahdis. Así que no hay duda de que el Primer Mahdi entre ellos es el dueño de las banderas del este, así como que el Primer Mahdi es argumento de Dios e infalible. Las banderas del este solo son lideradas por un infalible, y quien se vuelva contra su compañero y deje de obedecerle, abandona la lealtad y es de la gente del fuego, así que solo puede ser un infalible. Las narraciones han confirmado que su único líder, el Yamani, es el que destruye al Sufiani. Así mismo, las narraciones han confirmado que entre ellas está el Califa de Dios, el Mahdi, y el Mahdi (a) no se esconde bajo la bandera de nadie. Por otro lado, las narraciones confirman que su líder, el Yamani, no hace lícito a nadie volverse contra él, pues él es el único yamani de la descendencia de Muhammad (s), pues Muhammad (s) es Yamani como está en el hadiz. Y es posible decir que toda la gente de La Meca son yamanis, puesto que La Meca está en Tihama y su descendencia son yamanis, pero se requiere que sea el Yamani del Imam (a).

Ya ha hemos dicho, el Imam (a) sale de La Meca y no antes del Sufiani ni antes del Yamani, pues ambos son señales inevitables que preceden, por lo tanto, al califa de Dios, el Mahdi presente entre las banderas del este que es el primero de los mahdis. Las banderas del este son las banderas del Yamani y él es el sucesor del Imam, su ministro y líder de su ejército. Pero hay algo que aclara más este asunto, aunque esto ya fuera suficiente, y es que el nombre del dueño de las banderas del este y el nombre del primer mahdi de la progenie del Imam Al-Mahdi (a) sean el mismo.

[1] Narraciones que hablan de la división de la nación en setenta y tres grupos y que ya fueron mencionadas en este libro bajo el título de “Los principales motivos de la aparición”. Quien quiera más fuentes de estas narraciones tiene el texto Al-Iytihad, pág. 95, libro Sulaim Bin Qais, pág. 169, Kamal Ad-Din, pág. 662, Wasail Ash-Shia, vol. 67, pág. 50, Kunz Al-Fawaid, pág. 297. Casi ninguna fuente shií o sunní carece de estas.

[2] Muyam Ahadiz al-Imam Al-Mahdi (a), del jeque Alí Al-Kurani Al-Aamili, vol. 3, pág. 28 | Al-Kafi, vol. 1, pág. 373, hadiz 5 | Zawab al-Aamali wa Aaqabiha, pág. 255, hadiz 4. Con esta cadena de narradores (mi padre –que Dios tenga misericordia de él–, de Saad Bin Abdulá), de Muhammad Bin Al-Husein, de Ibn Sinan, de Yahia hermano de Adim, de Walid Bin Sabih, que dijo: «Escuché a Abu Abdulá –con él sea la paz– decir como está en Al-Kafi, que dice: “‘Le acortaría’ en lugar de ‘le haría perder’”», Al-Bihar, vol. 25, pág. 112, capítulo 3, hadiz 9 de Zawab Al-Aamali.

[3] El testamento, la narración del hijo del dueño de los testamentos, la narración de un varón de su casa, etc., mencionadas en la sección sobre “Los sucesores a los que se debe lealtad enunciados…” de este libro.

[4] He mencionado el tema de los sucesores a los que se debe lealtad en este libro.


Extracto del libro El Yamani prometido, el Argumento de Dios de Haidar Az-Ziadi (a)