Lo que distinguirá al creyente del infiel antes de la Resurrección, antes de la Resurrección, y digo “antes de la Resurrección” y no después de ella (antes del Resurgente) y de la Resurrección Menor es el levantamiento del Imam Al-Mahdi (a) con la espada, y la bestia de la Tierra es el Comandante de los Creyentes (a), en está en la narración:
De Abi Abdulá Al-Yadali, que dijo: «Entré a lo de Alí hijo de Abu Táleb y él dijo: “¿Te cuento tres cosas antes de que entre alguien entre nosotros?”. Dije: “Por supuesto”. Dijo: “Yo soy el siervo de Dios y soy la bestia de la Tierra, su verdad, su justicia y hermano de nuestro profeta. ¿Te informo acerca de la nariz del Mahdi y de sus ojos?”». Dijo: «Dije: “Por supuesto”. Y él dijo golpeándose el pecho con su mano: “Soy yo”.», Tawil al-Ayat – Sharaf Ad-Din Al-Huseini, vol. 1, pág. 404, Bihar al-Anwar, vol. 39, pág. 243.
¿Acaso el Comandante de los Creyentes habrá de salir en la época del Resurgente? ¿O será un varón suyo la bestia de la Tierra que separará lo cierto de lo falso y distinguirá a los hombres entre quienes crean en el Resurgente y quienes no?
Del Comandante de los Creyentes (a): «… separará lo cierto de lo falso, con la salida de la bestia de la Tierra y la llegada de los romanos a un pueblo en la orilla del mar, cerca de la caverna de los jóvenes, y Dios les enviará a los jóvenes de su caverna, …», Bihar al-Anwar – Al-Aalama Al-Maylisi, vol. 53, pág. 85.
La “bestia” aquí es el que prepara el camino, el que distingue al creyente en el Imam Al-Mahdi (a) del infiel, en la época de la aparición. El avance de los romanos es una referencia a las fuerzas de ocupación que entraron desde Kuwait (la orilla del mar) y la caverna de los jóvenes es una referencia a Basora, sobre la cual el Comandante de los Creyentes dijo: «El primero de los ansar del Resurgente (a) es de allí».
Se narró que Abu Tufail dijo: «Dije: “Oh, Comandante de los Creyentes, Dios Altísimo dijo:
{Y cuando caiga la palabra sobre ellos haremos salir para ellos una bestia de la tierra que ha de hablarles de que los hombres, …}. ¿Qué es la bestia?”.
Dijo: “Oh, Abu Tufail, olvídate de eso” —(es decir, déjalo, aléjate de esto).
Entonces dije: “Oh, Comandante de los Creyentes, infórmame sobre esto, sea yo tu rescate”.
Dijo: “Es una bestia que come alimentos, camina en los mercados y se casa con mujeres”.
Dije: “Oh, Comandante de los Creyentes, ¿quién es?”.
Dijo: “Él es el sostén de la tierra sobre el que la tierra descansa”.
Dije: “Oh, Comandante de los Creyentes, ¿quién es?”.
Dijo: “Amigo de esta nación, su discernidor, su líder y poseedor de su cuerno”.
Dije: “Oh, Comandante de los Creyentes, ¿quién es?”.
Dijo: “Aquél del que Dios Poderoso y Excelso dijo {y se la recita un testigo de Él}, y el que {tiene la ciencia del libro}, y {el que vino con la verdad}, y el que {dice la verdad por él} soy yo. Todos los hombres son infieles excepto yo y él”».[1]
Alí hijo de Abu Táleb (a) es el primero en creer al Mensajero de Dios (a). Así que él es el primero de los creyentes y él mismo confirma su palabra: “Todos los hombres son infieles excepto yo”. En cuanto a la segunda persona mencionada en el hadiz, “y él”, es el primero de los mahdis porque es el primero de los creyentes en el Imam Al-Mahdi (a), como se menciona en el testamento[2] y no es cierto que se refiera al Mensajero de Dios (s), puesto que el pronombre en “y él” se refiere a la bestia de la tierra sobre la que pregunta Abu Tufail.
De Alí hijo de Ibrahim, que dijo: «Mi padre me relató, del hijo de Abu Umair, de Abu Basir, de Abu Abdulá (a), que dijo: “El Mensajero de Dios (s) se dirigió al Comandante de los Creyentes (a) que estaba dormido en la mezquita. Había juntado arena y se la puso en la cabeza. Y moviéndolo con su pie le dijo: ‘Levántate, bestia de la tierra’. Entonces uno de sus compañeros dijo: ‘Oh, Mensajero de Dios (s), ¿acaso tenemos que llamarnos entre nosotros con este nombre?’. Y él dijo: ‘No, por Dios. Es para él en particular. Es la bestia que Dios menciona en su libro, {Y cuando caiga la palabra sobre ellos haremos salir para ellos una bestia de la tierra que ha de hablarles de que los hombres, de nuestros signos no tenían certeza}’. Luego dijo: ‘Oh, Alí, cuando sea el fin de los tiempos, Dios te hará salir en una mejor imagen y contigo habrá un hierro con el que marcarás a tus enemigos’”».
No sería razonable que el Comandante de los Creyentes Alí (a) sea él mismo en persona, a menos que fuera en el segundo acontecimiento (el Regreso). Aquí el hadiz es sobre el primer acontecimiento, la Resurrección Menor (el levantamiento del Resurgente). La “bestia” aquí distingue al creyente del infiel, en el tiempo de la aparición, con la vara y el hierro. Definitivamente, no puede ser el Imam Al-Mahdi (a) porque la bestia está antes de él y es una de sus señales. Así que solo puede ser una persona de la descendencia del Comandante de los Creyentes, como él lo dijo: «lo hará un varón de mí».
Del Comandante de los Creyentes —con él sea la paz: «Ciertamente, construiré un púlpito en Egipto, y demoleré Damasco piedra por piedra, y expulsaré a los judíos y cristianos de todos los distritos árabes, y dirigiré a los árabes con esta vara mía». Entonces, el narrador, que era Ibaya Al-Asidi, dijo: «Entonces le dije: “Oh, Comandante de los Creyentes, ¿es como si estuvieras informando que estarás vivo después de haber muerto?”. Y él dijo: “¡Qué lejos has ido, Ibaya! Lo hará un varón de mí” —es decir, el Mahdi (a)—», Al-Bihar, vol. 53, pág. 60, Asr ad-Duhur, pág. 67.
La bestia de la tierra es el mahdi sobre el que se dijo «él convoca para vuestro compañero y al camino recto». Sobre él, el Comandante de los Creyentes (s) dijo en su sermón: «… y sabed que si seguís al que asciende desde el este, os conducirá por los caminos del Mensajero (s) y así os curaréis de la ceguera, la sordera y la mudez y seréis aliviados de la carga de la búsqueda y la arbitrariedad, y abandonaréis el peso abrumador de los hombros…», Al-Kafi, vol. 8, pág. 63.
Él es el compañero de las banderas del este y el sucesor del Mahdi al que el Mensajero de Dios (s) os ordenó jurarle lealtad aunque fuere arrastrándoos por la nieve, el que os aliviará de la carga de pedir por el Imam y buscarle. Para más información véase la investigación sobre la bestia de la tierra del profesor Ahmed Hattab.
{Ciertamente, el que te ha impuesto el Corán te hará volver a un lugar de retorno}.
De Saleh Bin Maizam, que dijo: «Dije a Abi Yafar (a): “Infórmame”. Dijo: “¿No oíste ya a tu padre?”. Dije: “Mi padre falleció cuando yo era niño”. Dijo: “Lo he dicho y lo diré. Si acierto, guarda silencio. Y si me equivoco corrígeme la equivocación”. Dijo: “Esto es más fácil”. Dijo: “Pues, considero que Alí es la bestia de la tierra”. Dijo y guardó silencio». Dijo: «Entonces Abu Yafar (a) dijo: “Te veo, por Dios, que dirás que Alí ha de regresar a nosotros”. Y recitó: {Ciertamente, el que te ha impuesto el Corán te hará volver a un lugar de retorno}». Dijo: «Dije: “Por Dios, quería preguntarte sobre algo pero lo olvidé”. Y Abu Yafar (a) dijo: “¿Te informo, pues, de algo más importante[3] que esto? {Y no te hemos enviado sino a la totalidad de los hombres como albriciador y advertidor}. No quedará tierra en la que no se afirme el testimonio de que no hay divinidad sino Dios y que Muhammad es Mensajero de Dios (s)” —señalando con su mano el horizonte», Bihar al-Anwar, vol. 53, pág. 113.
Está claro que la tierra se llenará de justicia antes del regreso, o sea, en el Estado de Justicia Divina, que se materializará en el lugar de retorno aquí referido y se proclamará en toda la tierra que “no hay divinidad sino Dios, que Muhammad es Mensajero de Dios”. El regreso solo será después de que la sociedad alcance los niveles más altos del monoteísmo, después de que el Imam Al-Mahdi (a) difunda las 27 letras de la ciencia divina. En ese momento, ciertamente no quedará tierra en la que no se proclame la palabra del monoteísmo antes del regreso.
De Abu Yafar (a): «Sobre lo que dijo Dios Poderoso y Excelso: {Ciertamente, el que te ha impuesto el Corán te hará volver a un lugar de retorno}», Abu Yafar (a) dijo: «No cuento con que vuestro profeta (s) no aparezca a vosotros», Bihar al-Anwar, vol. 53, pág. 113.
Yo digo: ¿Acaso alguien se ha preguntado cómo es que el Profeta (s) aparecerá? ¡¿Acaso aparecerá después de haberse ido o qué?!
No, sino que aparece una persona de él[4] (es decir, el Resurgente) renovando la sharía del Profeta (s) que se había perdido y alterado, y vendrá con una convocatoria divina como la del Mensajero de Dios (s). Los eruditos de la perdición interpretarán contra él el libro de su abuelo y discutirán con él. Él enfrentará a algo peor que lo que enfrentó el Mensajero de Dios (s), como lo indican las narraciones.
En la siguiente narración hay una clara indicación de la presencia del Mensajero de Dios (s) y de su albacea, Alí hijo de Abu Táleb (a) antes del regreso, es decir, en el tiempo de la sagrada aparición, construyendo una mezquita de mil puertas en Kufa. Y entre los seguidores de la Gente de la Casa no hay desacuerdo en que esta mezquita será construida por el Imam Al-Mahdi (a), como luego se aclarará.
De Abu Marwán, que dijo: «Pregunté a Abu Abdulá (a) sobre lo que dijo Dios Poderoso y Excelso {Ciertamente, el que te ha impuesto el Corán te hará volver a un lugar de retorno}». Dijo: «Y él me dijo: “No, por Dios, este mundo no se acabará ni se irá hasta que el Mensajero de Dios (s) y Alí se reúnan en Zawiya. Se encontrarán y construirán en Zawiya una mezquita de doce mil puertas, es decir, en un sitio por Kufa”», Bihar al-Anwar, vol. 53, pág. 113.
Desde aquí queda claro que con Mensajero de Dios (s) la narración anterior se refiere al Imam Al-Mahdi (a). En cuanto a Alí (a), es una referencia clara e indiscutible al albacea del Imam Al-Mahdi (a), (es decir, a su hijo, el primero de los mahdis). La aparente reunión de ambos es después del período de preparación, de la batalla con el Sufiani y de su control sobre Kufa y muchas ciudades. Así que la disposición para la construcción y demás asuntos son después de la consolidación y de la aparición en persona.
Hay una narración de Mufaddal hijo de Omar, en la que dijo: «Escuché a Abu Abdulá (a) decir: “Cuando se levante el Resurgente de la familia de Muhammad (s) construirá en las tierras de Kufa una mezquita de mil puertas, y las casas de la gente de Kufa llegarán hasta los ríos de Kerbala”», Al-Irshad – Jeque Al-Mufid, vol. 2, pág. 380.
De Abu Yafar (a), que dijo: «Cuando el Mahdi —con él sea la paz— entre a Kufa, la gente dirá: “Oh, hijo del Mensajero de Dios, el azalá contigo se compara al azalá detrás del Mensajero de Dios y en esta mezquita no cabemos”. Entonces saldrá al Gará y planeará una mezquita de mil puertas donde quepan los hombres», Bihar al-Anwar, vol. 97, pág. 385.
[1] Libro de Sulaim Bin Qais – investigación de Muhammad Baqir Al-Ansari, pág. 130.
[2] El testamento del Mensajero de Dios (s) en el momento de su muerte, donde habla de los imames y los mahdis, y que ya fue citado.
[3] {Y no hicimos que vieran ningún signo que no fuera mayor que su hermana, y los tomamos con el tormento. Quizás regresen}, Sagrado Corán – sura «Az-Zujruf» (Los ornamentos), 48… Por lo tanto, la bestia de la tierra es un signo, ¿y qué hay más importante que esto? La cuestión del envío que está en la aleya siguiente en la narración {Y no te hemos enviado sino a la totalidad de los hombres como albriciador y advertidor}. Así que, ¿quién es este enviado?
[4] Las narraciones se han mencionado anteriormente en las páginas 98 y 99 de este libro, algo parecido a: “Así que si decimos algo sobre un varón nuestro puede ser sobre su progenie o sobre un hijo de su progenie. Así que no lo rechacéis”.
Extracto del libro El Yamani prometido, el Argumento de Dios de Haidar Az-Ziadi (a)