En tanto el ser humano creyente esté en los Cielos Celestiales, se contará entre los compañeros de la derecha. Y si se eleva hasta el Séptimo Cielo se convertirá en uno de los cercanos. Ya se ha explicado previamente que el espíritu de fe está en los Cielos Celestiales. En cuanto al Séptimo Cielo, en él está el espíritu de santidad. Por lo tanto, el espíritu de fe se une a los compañeros de la derecha y está en ellos. En cuanto a los cercanos, el espíritu de santidad se une a ellos y está en ellos.

Sabiendo esto se aclara el motivo del resultado que alcanzan los cercanos al morir: no se les hace rendir cuentas e incluso no son atormentados al morir, aunque fuera el día en el que no haya intercesión: {Y guardaos de un día en el que un alma no compense a un alma en nada, ni se acepte de ella rescate, ni intercesión, ni sean auxiliadas}, Sagrado Corán – sura “Al-Báqara” (La vaca), 123. Esto es porque ellos entraron al Cielo del Intelecto y se convirtieron en intelectivos. El intelecto total los protege de caer en errores según el rango de su elevación.[1] Por haber entrado en el Cielo del espíritu de santidad sus espíritus se vuelven santos y puros mientras elijan permanecer donde están. El infalible mencionado se distingue de ellos por estar firme en su estación, porque no elige jamás la impureza sobre la pureza, y, por ende, Dios garantiza a quien lo siga permanecer siempre en la verdad.

En cuanto a los compañeros de la derecha, aunque el espíritu de fe esté unido a ellos y dentro de ellos, pero en tanto estén en los Cielos Celestiales y no hayan entrado al Séptimo Cielo Total del Intelecto, sus intelectos no se habrán completado y lo que tendrán será la sombra del intelecto. Cuanto más baja sea la estación, más lejos de la infalibilidad estará el ser humano y más cerca del error. Cuanto mayor sea la elevación del creyente, mayor será la luz de la sombra del intelecto, más se parecerá al intelecto completo y esto será una causa del acercamiento del creyente a la infalibilidad. Sin embargo, seguirá siendo una imagen del intelecto y una manifestación del intelecto completo. Y el fantasma de caer en la desobediencia seguirá estando.

[1] Cada uno de ellos es infalible según la estación que hayan alcanzado. Su infalibilidad está limitada por su estación. Si la considera en una estación más alta sin duda caerá, se equivocará y desobedecerá como ocurrió con Adán (con él sea la paz): “Así pues, ambos comieron de él, y a ambos les apareció su vergüenza, y empezaron a coser sobre sí, hojas del Paraíso. Y desobedeció Adán a su Señor y se equivocó”, Sagrado Corán – sura “Ta Ha” (Ta Ha), 121 y como ocurrió con Moisés (con él sea la paz), y ya se detalló lo que ocurrió con él.


Extracto del libro Te preguntan sobre el espíritu de Ahmed Alhasan (a)