Ya se ha aclarado que el alma fue creada de una combinación del barro ascendido y del espíritu. Por eso ella se diferencia del espíritu, pero solo desde el punto de vista de su denominación. En algunos casos al alma se la llama espíritu; porque ha sido creada del espíritu, y porque refleja la imagen del espíritu de fe y del espíritu de santidad. También, en algunos casos, al espíritu se lo llama alma. Así pues, el ser humano consiste en un cuerpo y un motor invisible del cuerpo. Como este motor está conectado al cuerpo, puede llamárselo alma, aunque sea elevado y tenga espíritu de santidad. Y como es un motor del cuerpo y una manifestación del Reino más alto (es decir, del espíritu verdadero) puede llamarse espíritu, aunque no sea elevado ni tenga espíritu de fe ni espíritu de santidad.
En realidad, para que el ser humano tenga un espíritu verdadero, debe tener participación y presencia por lo menos en el Segundo Cielo Celestial, porque este es el primero de los paraísos celestiales.
Además, como este mismo motor es una manifestación del intelecto (del Séptimo Cielo) se llama intelecto. Y la verdad es que, para que el ser humano tenga intelecto verdadero debe tener participación y presencia en el Séptimo Cielo.
Extracto del libro Te preguntan sobre el espíritu de Ahmed Alhasan (a)