• Categoría de la entrada:La ilusión del ateísmo
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En la historia arqueológica, Noé vivía en el valle de la Mesopotamia o sur, donde estaba el valle fértil (el golfo actual), y así mismo según la historia religiosa. Su arca fue construida en esta región o en sus alrededores. Esto fue confirmado por las tablillas de arcilla que relatan la historia del Diluvio y por la Torá. En cuanto a lo que cubrió el Diluvio de Noé, según la narración bíblica, fue toda la Tierra hasta la cumbre de las montañas, aún más, quince codos de agua por encima de la cumbre de las montañas:

«19 Y las aguas aumentaron más y más sobre la tierra, y fueron cubiertos todos los altos montes que hay debajo de todos los cielos. 20 Quince codos por encima subieron las aguas después que los montes habían sido cubiertos».

Esta narración prevalente presente en la Torá no resiste frente a la crítica científica, pues no hay suficiente agua en la Tierra como para cubrir las cumbres de todas las montañas, ni hubo una aniquilación masiva de seres vivos en toda la Tierra durante millones de años. El último período en el que ocurrió una gran aniquilación de seres vivos en toda la Tierra fue en el período cretácico superior, hace aproximadamente 65 millones de años. Mientras que el hombre moderno, el Homo sapiens, apareció hace solamente 200 mil años. De hecho, no completa la condición de moderno en la que está ahora, sino solamente en el marco de los últimos 100 mil años, mientras que la época del Diluvio de Noé, no va más allá de algunos miles de años según el mismo relato bíblico.

Además de la presencia de animales en islas aisladas.

Por lo tanto, la narración bíblica adoptada por muchos juristas musulmanes no resiste ante la crítica científica ni coincide con la ciencia en lo absoluto. Así pues, o bien rechazamos la ciencia y nos contentamos con la ignorancia, o decimos que el Diluvio de Noé fue limitado y abarcó solamente un sitio determinado de la Tierra.

Ahora, examinaremos las posibilidades de este diluvio que coinciden con los datos arqueológicos y científicos:

— Que el Diluvio haya ocurrido en el sur de Iraq debido a las lluvias y las corrientes. Esta hipótesis coincide perfectamente con la situación de la región; ya que ésta está ubicada entre dos ríos y debajo de zonas montañosas al norte. Pero tal inundación sigue siendo limitada y es difícil imaginar que unas inundaciones de ríos o lluvias causen la extinción de todo ser vivo en una región sea cual fuere, pues hay una oportunidad de que escapen algunos de ellos, al menos los que estuvieran en sus alrededores. Inundaciones como estas ocurren gradualmente y no de golpe como en la fractura de represas o por un tsunami. Además, esto tampoco coincide con las “olas como montañas”, como está en el texto coránico.

Talvez se suponga que una de las causas de la inundación fuera lo que hay en algunas investigaciones:[1] que el Mar Negro se llenó de agua hace algunos miles de años y que es posible que haya ocurrido un salto hidráulico debido a su inundación, causando el flujo de enormes cantidades de agua sobre la superficie de la Tierra, y una inundación que podría haber provocado la aniquilación de los seres vivos en la región que suceda. Sin embargo, el problema de esta hipótesis es que no hay ningún rastro de una inundación como esta en su camino hasta la Mesopotamia, además de que hay muchas barreras naturales que talvez impidan que enormes cantidades de agua lleguen a la Mesopotamia. Aún más, el arca de Noé habría sido empujada en dirección al sur y al golfo, y no hacia la cabecera de los ríos como está en la leyenda sumeria. Habría sido desde el norte y no desde el sur como está en los textos sumerios.

— Que el Diluvio haya ocurrido en el valle ubicado al sur de Iraq, que es el golfo actual, antes de que el agua lo llenara como resultado del aumento del nivel del mar al final de la última glaciación y el colapso de la represa natural del Estrecho de Ormuz. Si quisiéramos aplicar el texto coránico a la inundación que ocurrió en este valle hace algunos miles de años, encontraremos que encaja perfectamente, pues el volumen de agua que entra del mar al valle causando el colapso de la represa natural del Estrecho de Ormuz será enorme. Podemos decir: que hubo olas como montañas, como está mencionado en el Corán. Además, las islas actuales del golfo no son sino las cumbres verticales de las elevaciones de este valle fértil antes del colapso de la represa y de que el agua salada lo llenara. Esto confirma el texto religioso de que el hijo de Noé quería recurrir a una montaña para protegerse del agua, porque creía que se trataba de una inundación común que podría llegar a ellos como resultado del aumento del nivel de los ríos que desembocaban en el valle, como el Tigris y el Éufrates. El daño de inundaciones como estas puede evitarse recurriendo a lugares elevados como las montañas del valle fértil. Pero no se les ocurrió que esta vez sería diferente y que la inundación de la cual les advertía Noé-Utnapishtim-Ziusudra sería devastadora, cubriendo las montañas y llenando el valle cuya superficie es igual a la superficie de un país como Iraq.

[1] Ver: El Diluvio de Noé: Nuevos descubrimientos científicos sobre el suceso que cambió la historia, William Ryan y Walter Pitman, págs. 312-313. (Noah’s Flood: The New Scientific Discoveries About The Event That Changed History, William Ryan, Walter Pitman)


Extracto del libro La ilusión del ateísmo de Ahmed Alhasan (a)