• Categoría de la entrada:El Yamani prometido
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En el transcurso de los acontecimientos a lo largo de la historia y especialmente en las convocatorias divinas vemos que cada líder tiene un ministro que es su mano derecha. La mayoría de las veces es su sucesor y su califa después de él. Nuestro tema de investigación es el ministro yamani, el líder mundial del Estado de Justicia Divina, porque en las narraciones se menciona a más de un yamani y se superponen las narraciones sobre esta y otras personalidades que preceden al Imam (a).

Todo aquel que inicia una convocatoria debe tener a alguien en quien confiar en todo momento o la mayoría del tiempo para sus tareas administrativas o militares, que sea para él como su brazo derecho, como un líder de su ejército, o un ministro, o un sucesor. La mayoría de las veces, la persona que reúne estas características es la misma para los que inician convocatorias divinas. Aquí tiene algunos ejemplos:

Aarón (a), el yamani de Moisés (a), fue quien le allanó el camino, fue su sucesor, su califa y ministro. {Y dijo Moisés a su hermano Aarón: «Sucédeme en mi pueblo y obra correctamente. Y no sigas el camino de los corruptores»}, Sagrado Corán, sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 142. {Y otorgámosle por nuestra misericordia a su hermano Aarón como profeta}, Sagrado Corán, sura «Mariam» (María), 53. {Y ya les había dicho Aarón antes: «Oh pueblo mío, se os está poniendo a prueba con ello. Y ciertamente, vuestro Señor, es Misericordioso. Así pues, seguidme y obedeced mi orden»}, Sagrado Corán, sura «Ta Ha» (Ta Ha), 90. Durante la ausencia de Moisés (a) fue Aarón (a) el argumento al que se debía obediencia. Él los invitó a obedecerlo, que era obedecer a Dios. Quien lo haya obedecido se ha salvado de la sedición del becerro y quien lo haya desobedecido ha caído en ella. {Y ciertamente, ya hemos entregado a Moisés el libro y hemos puesto junto a él a su hermano Aarón como ministro}, Sagrado Corán, sura «Al-Furqán» (El discernimiento), 35. {Y pon para mí un ministro de mi gente * Aarón, mi hermano * Fortalece con él mi robustez}, Sagrado Corán, sura «Ta Ha» (Ta Ha), 29-31. Así hizo Dios con Moisés (a) y le puso un califa de su gente, que fue Aarón (a). Y Aarón murió antes que Moisés (a). Si Moisés estuviera en nuestro tiempo se le opondrían algunos amigos del demonio diciendo “¿cómo designaría Dios a un sucesor, califa y ministro de un profeta para luego dejarlo morir antes de él? ¿De qué serviría un sucesor si no viene después?”. Pues bien, que el lector se pregunte si acaso se opondría o no a quien prepara el camino.

Hoy, los amigos del demonio se oponen. ¿Cómo podría ser Ahmed Alhasan sucesor y mensajero del Imam Al-Mahdi (a), venir antes que el Imam Al-Mahdi (a) y gobernar después de él? Pues yo digo que ya vino Aarón antes que Moisés y lo precedió en Egipto dos años antes. Quien desee saber más que revise las historias de los profetas.

El Comandante de los Creyentes fue el yamani del Mensajero de Dios, su ministro y sucesor, líder de su ejército y portador de su estandarte. En un hadiz del Comandante de los Creyentes (a), él dijo: «… ¿acaso no sabéis que cuando combatía a la derecha del Mensajero de Dios —bendígale Dios y a su familia— él me decía: “Tú eres para mí en rango como Aarón lo fue para Moisés, excepto en que ya no habrá profeta después de mí.”?». Y ellos dijeron: «Oh, Dios, ¡sí!», Nahyul Balaga, pág. 531.

 

Del Mensajero de Dios (s): «Mi querido Gabriel bajó en el momento del nacimiento de Alí y me dijo: “Oh, amado de Dios, Dios te manda saludos de paz y te felicita por el nacimiento de tu hermano Alí”. Y dijo: “Este es el tiempo de la aparición de tu profecía. Anuncia tu inspiración y la revelación de tu mensaje. Ahora que te he ayudado con tu hermano, tu ministro, tu socia y tu califa, aquel con el que se fortalece tu robustez y se eleva tu recuerdo». Entonces me levanté apurado y encontré a Fátima hija de Asad, la madre de Alí con labores de parto entre mujeres y comadronas alrededor de ella. Mi querido Gabriel dijo: “Oh, Muhammad, coloca entre ella y tú una cortina, para que cuando ella pare a Alí lo recibas”. Entonces hice lo que él me ordenó. Luego me dijo: “Extiende tu mano, oh, Muhammad, pues él es tu compañero de derecha”. Entonces extendí mi mano a su madre y fue cuando Alí se apoyó en mi mano…», Rauda al-Waaidín de Fatal An-Nisaburi, pág. 83.

O sea, que el Imam Alí (a) es el yamani del Mensajero, es decir, su califa y líder de sus soldados.

De Abu Muhammad (a): «… del Mensajero de Dios (s), mientras hablaba sobre las virtudes de Alí (a), dijo: “… Gabriel a su derecha y Miguel a su izquierda. Gabriel se sentía más honrado que Miguel porque estaba a la derecha de Alí —con él sea la paz— que es mejor que estar a la izquierda, así como el compañero de mesa de un gran rey del mundo al que el rey lo sienta a su derecha se siente más honrado que el otro compañero de mesa al que lo sienta a su izquierda. Y ambos se sentían más honrados que Israfil que está al servicio detrás de él y el ángel de la muerte que está al servicio delante de él. Y es que estar a la derecha y a la izquierda de un rey es más honroso, como el sentimiento de honor de la corte de un rey que toma un lugar más cercano a su rey”», Al-Ihtiyay, vol. 1, pág. 47.

Abu Fadl Al-Abbás (a) fue el yamani del Imam Husein (a) y el portador de su estandarte.

El Imam Al-Mahdi (a) es el califa de Dios en Su Tierra y líder de los soldados de Dios. Él es la derecha del trono de Dios Poderoso y Elevado. En él está la venganza contra los asesinos de Husein. Él, sus padres infalibles y sus hijos los Mahdis están a la derecha del trono de Dios Poderoso y Elevado. Así lo narró el Sayed Ibn Tawus en el libro Al-Maqtalél dijo: «Cuando Husein cayó de su corcel el día más delicado los ángeles dijeron: “Señor nuestro, ellos hacen esto con Husein, ¿y Tú observas?”. Dios les dijo: “Mirad a la derecha del trono”. Entonces ellos miraron y he aquí el Qaim de pie rezando. Y Él les dijo: “Yo he vengarme de ellos con este”», Mashariq Anwar al-Yaqin de Al-Hafid Rayab al-Bursi, pág. 341.

Si el Qaim es la derecha de Dios, así como los profetas de Dios y Sus mensajeros (a) son las derechas de Dios y la derecha de Su trono, entonces ¿qué impedimento hay en que el mensajero del Imam Al-Mahdi (a) que es el guardián que toma el juramento de lealtad y recibe su mandato sea también su derecha?…

Yo diría que el único impedimento son esos “expertos” como se hacen llamar algunos, esos eruditos inoperantes que a lo largo de la historia han usurpado como adversarios la posición de los califas de Dios abriendo vientres con la espada, pues solo pueden tomar ese lugar abriendo vientres con la espada. Por eso el Qaim les dará de beber un trago amargo, como está en la narración.

 

El Comandante de los Creyentes (a): «Por mi padre, que el hijo de la mejor de las esclavas» —es decir, el Qaim de su progenie (a)— ha de infligirles la humillación y les dará de beber una copa amarga. Solo les dará una espada agitada. En ese momento los libertinos de Quraish desearán haber tenido algún sacrificio de este mundo para ser perdonados por él. No acabaremos con ellos hasta complacer a Dios», Al-Gaiba de Numani, pág. 229.

Si renunciamos a la adoración de ídolos humanos y adoramos las palabras de Dios, a sus profetas y sucesores no hay ninguna dificultad en la búsqueda del Yamani ni son necesarios los expertos, pues a través de las palabras de la Gente de la Casa (a) conocemos sus características. Por ejemplo, en las dos narraciones siguientes:

 

De Habba Al-Arani, que dijo: «El Comandante de los Creyentes (a) saliendo hacia Hira dijo: “Aquella y aquella han de unirse” —y señaló con su mano a Kufa y a Hira— hasta que el codo que hay entre ellas se venda por unos dinares y se construya en Hira una mezquita de quinientas puertas en la que rece el califa, el Qaim —que Dios Altísimo apresure su alivio—, porque la mezquita de Kufa será estrecha para ellos. Y para que recen en ella doce imames justos”. Dije: “Oh, Comandante de los Creyentes, ¿esta mezquita de Kufa albergará a la gente que se describe en ese día?”. Dijo: “Se construirán para él cuatro mezquitas. La mezquita de Kufa será la más pequeña, esta y otras dos mezquitas en los límites de Kufa de este lado y de este lado” —y señaló con su mano hacia Basriyín y Gariyín», Tahdib al-Ahkam del Sheij At-Tusi, vol. 3, pág. 253.

 

El Mensajero de Dios (s) dijo: «Tres hombres lucharán por vuestro tesoro. Todos ellos serán hijos de un califa. Luego ninguno de ellos tendrá éxito, pero luego aparecerán las banderas negras desde el este y entablarán contra ellos una batalla contra la que ningún pueblo puede luchar» —luego mencionó a un hombre joven— «Si lo veis juradle lealtad, pues él es el califa del Mahdi», Bashar al-Islam, pág. 30.

El joven es el califa del Imam Al-Mahdi (a), es su sucesor y también es el yamani del Imam. Mustafá [el Profeta Muhammad] ya lo señaló con el juramento de lealtad sabiendo que la batalla de estas tres banderas y la salida de las banderas negras desde el este ocurren antes que el levantamiento del Imam Al-Mahdi (a) como lo confirman muchas narraciones. Es más, las banderas negras están entre las señales que lo preceden (a) —y espero que algunos de los seguidores de viejos eruditos comprendan que él no dijo “viejo”, sino “joven”, y quien se oponga a Mustafá es igual a aquel que dijo que este varón estaba ido, que fue Omar. Y quien hoy quiera ser de sus seguidores que diga lo que él dijo y que haga lo que él hizo. Dijo el Altísimo: {y quienes tengan al demonio como camarada, ¡qué mal camarada!}, Sagrado Corán, sura «An-Nisá» (Las mujeres), 38.

Este joven es califa y yamani del Imam Al-Mahdi (a). Es el compañero de las banderas negras del este que tienen como lema “Ahmed, Ahmed”. Aquel al que el Mensajero de Dios (s) instó a jurar lealtad arrastrándose por la nieve y que menciona al Yamani. Como ya dijimos anteriormente, él (s) solo pidió jurar lealtad a Alí (a) y a sus hijos infalibles (a). Hay una fuerte cadena de narradores que sobrepasan el límite de las reiteradas[1] y que ya he mencionado anteriormente,[2] que determinan que los infalibles exceptuando a Muhammad (s), a Alí (a) y a Fátima (a) son doce imames (es decir, con ellos el numero llega a quince) en referencia al primero de los mahdis. Por lo tanto, el califa del Mahdi está entre los hijos del Imam Al-Mahdi (a). «Lo que aclara más lo que se menciona en el relato de Musayib sobre Alí hijo de Abu Hamza cuando preguntó a Ar-Redá (con él sea la paz), que dijo: “Se nos ha narrado de tus padres, ¿que el imam no confiere su mandato sino a un imam como él?”. Entonces Abu Hamza Ar-Redá (con él sea la paz) le dijo: “Cuéntame sobre Husein hijo de Alí: ¿era un imam o algo distinto a un imam?”. Dijo: “Era un imam”. Él le dijo: “¿Y a quién confirió su mandato?”. Dijo: “A Alí hijo de Husein”. Él dijo: “¿Y dónde estaba Alí hijo de Husein? Detenido a manos de Ubaidulá hijo de Ziyad”. Dijo: “El salió y ellos ni siquiera sabían que él había recibido el mandato de su padre. Luego se alejó”», Al-Imam Musa Al-Kadim (aleihis salam) del Hayy Husein Ash-Shakirí, pág. 421.

Por medio de la narración de los mahdis comprendemos que el califa del Mahdi es el primero de los mahdis, su hijo Ahmed. Así lo dijo el Mensajero de Dios (s): «Luego, después de mí, habrá doce mahdis. Si se le presenta la muerte, que lo entregue a su hijo, el primero de los mahdis. Tiene tres nombres: un nombre como el mío y el de mi padre, Abdulá, Ahmed y el tercer nombre es el Mahdi. Él es el primero de los creyentes», Bihar al-Anwar, vol. 53, pág. 147…

Se sabe que el califa del Imam Al-Mahdi (a) es uno y esto fortalece lo que decimos: que el Yamani, el Primer Mahdi y el califa del Imam Al-Mahdi (a) son la misma persona. Además, lo confirma lo narrado por Bin Hamad.

 

Ibn Hamad narró (pág. 103) diciendo: «El mahdi no pueden ser sino de Quraish, el califato no puede estar sino en ellos, excepto que tenga origen y genealogía en Yemen». También lo narró en la página 109 con su cadena de narradores mencionada y en la página 107 se informa que unas multitudes «se reunirán y esperarán a alguien para jurarle lealtad y de repente escucharán una voz que no es ni humana ni de genio que dice “jurad lealtad a fulano” y lo nombra. Y no será ni de ésta ni de éste, pero será el califa yamani…», Muyam Ahadiz Al-Imam Al-Mahdi (a) del Sheij Alí Al-Kurani, vol. 1, pág. 299.

 

«Luego sale el Sufiani maldito desde el valle árido y es de la progenie de Utba Bin Abu Sufián. Cuando el sufiani aparezca, el mahdi se ocultará y después saldrá», Al-Gaiba del Sheij At-Tawus, pág. 444.

Este mahdi que se menciona en esta narración es el Primer Mahdi (el Yamani).

El Imam Al-Mahdi (a) no se oculta del Sufiani, porque el Sufiani viene antes que él y es una de las señales inevitables indica que la aparición del Imam Al-Mahdi (a). El que se oculta del Sufiani aparece antes que este. Esto está claro porque dice «Cuando el sufiani aparezca, el mahdi se ocultará». Así que el que se oculta y que ya había aparecido antes que el Sufiani es el Primer Mahdi (el primero de los creyentes) que prepara el camino para el Imam, reúne la base y toma el juramento de lealtad a la gente. La aparición es la aparición de este asunto y la salida es la salida al combate.

Él se ocultará debido a la traición de los partidarios en primer lugar, y a los pocos que le habrán jurado lealtad. Este ha sido un hábito de la gente para con la familia de Muhammad (a) y con los dueños de convocatorias divinas a lo largo del tiempo.

[1] Según los eruditos, el significado de los principios básicos de la creencia solo puede construirse sobre narraciones de cadenas de narradores reiteradas.

[2] Las he mencionado en las páginas 123 a 127 de este libro.


Extracto del libro El Yamani prometido, el Argumento de Dios de Haidar Az-Ziadi (a)